Leyendo detenidamente Apocalipsis vemos que se dice lo siguiente:
9 Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de todos los que habían muerto como mártires por causa de la palabra de Dios y por haber sido fieles en su testimonio. 10 Ellos clamaban al Señor y decían: «Oh Señor Soberano, santo y verdadero, ¿cuánto tiempo hasta que juzgues a la gente de este mundo y tomes venganza de nuestra sangre por lo que nos han hecho?». 11 Entonces a cada uno de ellos se le dio una túnica blanca, y se les dijo que descansaran un poco más hasta que se completara el número de sus hermanos, los consiervos de Jesús que se unirían a ellos después de morir como mártires.
Este hecho ocurre antes de la segunda venida de Cristo, por lo que esas almas deben ser las de los muertos justos, no puede ser ninguna visión a posteriori ni nada parecido, porque se les da unas vestiduras blancas y se les dice que deben esperar un poco más de tiempo. Si esto fuese algo poético, o simbólico, no daría esos detalles tan claros.
9 Después de esto vi una enorme multitud de todo pueblo y toda nación, tribu y lengua, que era tan numerosa que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y delante del Cordero. Vestían túnicas blancas y tenían en sus manos ramas de palmeras. 10 Y gritaban con gran estruendo:
«¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono
y del Cordero!».
11 Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron rostro en tierra delante del trono y adoraron a Dios, 12 cantando:
«¡Amén! ¡La bendición y la gloria y la sabiduría
y la acción de gracias y el honor
y el poder y la fuerza pertenecen a nuestro Dios
por siempre y para siempre! Amén».
13 Entonces uno de los veinticuatro ancianos me preguntó:
—¿Quiénes son estos que están vestidos de blanco? ¿De dónde vienen?
14 Y yo le contesté:
—Tú eres quien lo sabe, señor.
Entonces él me dijo:
—Estos son los que murieron en[a] la gran tribulación. Han lavado y blanqueado sus ropas en la sangre del Cordero.
Aquí se vuelve a hacer alusión a una multitud de todo pueblo, de toda nación. Es decir; no son Ángeles ni seres celestiales, son almas de muertos. Por lo tanto, siendo este el libro de las Revelaciones, creo que la teoría del Sueño del Alma y que yo mismo he andado en dudas... se cae.
En cualquier caso, he leído todas vuestras argumentaciones detenidamente, muy interesantes las que proponen el mortalismo, pero creo que me quedo con que cuando morimos sí vamos inmediatamente a algún sitio.
También deciros que leo a veces ciertos comentarios muy descalificativos, y por mucho que una hipótesis no nos guste o no estemos de acuerdo con ella, se debería moderar un poco el tono. Esa es mi humilde opinión.
Un saludo a todos y muchas gracias por compartir vuestras ideas sobre este tema tan interesante.