CARTA ABIERTA AL FORISTA TOBY MAC
Apreciado forista
Lamentablemente, persiste en desconocer el testimonio claro y repetido de las Escrituras sobre la consciencia post-mortem. Le ruego que no se cierre en interpretaciones que ignoran el contexto bíblico ni minimice la advertencia espiritual implícita en las palabras del Señor.
Ya varios hermanos han hecho uso de las Escritura para mostrarle su error y usted las desconoce por completo pretendiendo imponer arbitrariamente su negación por encima del claro sentido de ellas, ignorándolas por completo.
La declaración “Hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lucas 23:43) no es alegoría ni parábola, sino una promesa directa dada a un hombre en agonía. No hay sombra de simbolismo aquí: “Hoy” significa “hoy”.
¿Desmentiremos al Señor para identificarnos con los promotores del sueño del alma?
Una teoría que va en dirección contraria al abandono del cuerpo enseñada por el mismo Señor y sus apóstoles.
Apocalipsis 6:9-10 muestra almas que claman por justicia. No están dormidas ni aniquiladas. Están conscientes, con memoria, lenguaje y propósito.
Filipenses 1:23 contradice cualquier idea de pausa existencial. Para Pablo, morir era “ganancia” porque implicaba comunión inmediata con Cristo.
Jesús afirmó que “Dios no es Dios de muertos, sino de vivos” (Lucas 20:38), refiriéndose a Abraham, Isaac y Jacob... quienes habían muerto hacía siglos.
A los ojos del eterno, viven.
Cuando un forista, como en su caso, Toby Mac, a pesar de múltiples textos presentados, insiste en defender una postura que niega verdades espirituales, ya no es sólo cuestión de interpretación.
Es terquedad doctrinal.
Y en un foro público, esta terquedad contamina y desanima, por cuanto Cristo no es glorificado, sino que encubiertamente se ataca su enseñanza sobre la consciencia del alma luego de abandonar el cuerpo (2P.1:14; Fil.1:23)
Insto con humildad y firmeza: respetemos la Palabra escrita.
No es el foro el que se daña, es el alma del oyente confundido que, por su contumacia intencional, queda vulnerable en manos del WebMaster.
A todos nos corresponde sujetarnos a la Escritura, no torcerla.
Si alguno considera que el alma queda inconsciente tras la muerte, que lo demuestre con textos claros, discerniendo que el libro de Eclesiastés es la óptica del hombre bajo el sol, es decir, de una persona no convertida, lo digo porque muchos que defienden la inconsciencia post-mortem citan Eclesiastés 9:5 (“los muertos nada saben”) como si fuera una declaración doctrinal absoluta.
Pero ignoran que Eclesiastés no presenta la perspectiva de Dios, sino la del hombre natural, limitado a lo que observa “debajo del sol”.
Es un libro que expone la vanidad de la vida sin Dios, y sus afirmaciones deben leerse en ese marco. De hecho, el mismo autor concluye con una exhortación que trasciende esa visión terrenal:
“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (Ecl. 12:13).
Por tanto, usar Eclesiastés para negar la consciencia del alma tras la muerte es tergiversar su propósito.
La revelación progresiva de las Escrituras, especialmente en el Nuevo Testamento, afirma claramente que el alma sobrevive y permanece consciente, sea en bendición o en tormento.
Considere las Escrituras presentadas y evite caer en manos del WebMaster, porque si el ladrón estuvo con Jesús ese mismo día… entonces quien muere en Cristo, vive.
Y quien muere sin Él, sufre.
Esa es la urgencia del Evangelio.