2 Corintios 5:1-10
Pero en el cielo tenemos una casa permanente, construida por Dios y no por seres humanos. Mientras vivimos en este mundo, suspiramos por la casa donde viviremos para siempre. Sabemos que, cuando estemos allí, estaremos bien protegidos.
Y las bodas del Cordero no ocurren en la tierra...
Hay que diferenciar a Israel y la Iglesia.
Tenga cuidado, está perdido en doctrinas adventistas o arrianas.
Esteban84
Gracias por compartir tu punto de vista. Sin embargo, tu acusación de "doctrinas adventistas o arrianas" no aplica, porque el argumento aquí no es denominacional, sino bíblico: ¿Qué enseñan realmente las Escrituras sobre la muerte y la esperanza del creyente?Pablo en 2 Corintios 5 expresa su anhelo por ser revestido, no por escapar de un cuerpo y vivir como alma consciente. Él mismo aclara que el anhelo del creyente es por la resurrección del cuerpo (Fil. 3:20-21; 1 Cor. 15:50-54).
Y en 2 Cor. 5:10 concluye con el juicio ante Cristo, que será en su venida (2 Tim. 4:1), no antes. El contexto no enseña un estado consciente en el cielo inmediatamente después de morir, sino el deseo de estar con Cristo, lo cual se cumple en la resurrección.
Además, la esperanza del Evangelio es clara: “vendrán los que están en los sepulcros… para resurrección” (Juan 5:28-29). Si ya están vivos con Cristo, ¿para qué resucitarlos?
Cristo murió y fue sepultado. No subió al cielo al morir (Juan 20:17), sino que fue resucitado. Así también, nosotros seremos resucitados cuando Él regrese (1 Tes. 4:16-17).
No estamos perdidos en doctrinas humanas. Estamos fundados en lo que predicaron los profetas, el Mesías y los apóstoles: que los muertos duermen, y la vida eterna comienza en la resurrección, no antes.
Te invito a volver a las Escrituras sin prejuicios, dejando de lado etiquetas ajenas, y ver lo que realmente dice el plan de Dios de Génesis a Apocalipsis: vida, cuerpo y gloria… en la tierra renovada (Isa. 65:17; Apoc. 21:1-4). Esa es la promesa.