“Estarás conmigo en el Paraíso”... ¿dónde? ¿cuándo?

Lucas
16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado AQUI, y tú atormentado.
16:26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.​

AQUÍ todos están en el AQUÍ (HADES) aunque separados

El AQUÍ se refiere al seno de Abraham a donde fue llevado Lázaro; el rico no estaba allí, sino en el hades.
 
En este aporte (2444), citas un supuesto aporte mío; por favor dime en qué número de aporte lo escribí, pues no lo recuerdo.
“Dios plantó un huerto [hebreo gan= jardín o paraíso] en Eden ... y puso allí al hombre” Génesis 2:8.
Aquí dices que paraíso significa jardín o huerto, de modo que cualquier jardín o huerto plantado por Dios es un paraíso.
Te doy la razón, pienso lo mismo
 
Lucas
16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado AQUI, y tú atormentado.
En Beerseba es consolado el pobre, como hasta hoy.
Beerseba es un oasis, y todo alrededor es fuego, en un desierto.

16:26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.

"Una vez que Sísifo llegó al inframundo, empezó a quejarse con Hades.
Le dijo que su esposa no cumplía con el deber sagrado de rendirle honra fúnebre alguna.
Hades lo ignoró en principio, pero debido a su insistencia le otorgó el favor de volver a la vida para reprender a su esposa por tal ofensa.


Allí, Zeus y Hades, que para nada estaban contentos con las tretas de Sísifo, deciden imponerle un castigo ejemplar. Dicho castigo consistió en subir una pesada piedra por la ladera de una montaña empinada. Y cuando estuviera a punto de llegar a la cima, la gran roca caería hacia el valle, para que él de nuevo volviera a subirla. Esto tendría que repetirse, una y otra vez, por toda la eternidad."
 
No amigo el rico y Lazaro no estaban en el mismo lugar. Jesús, al rico lo ubica en el hades, pero a Lázaro no.
Así estuvieran en casa de tu abuelita hablan , saben y conversan después de morir y ser enterrados . No importa el lugar si no crees no crees para que buscas 5 pies al gato .
 
Por favor dime el número de aporte de donde lo sacaste.
Ja lo de siempre dije , no dije. Yo te mostré algo que no dijiste y aseguraste dijiste y ya no pudiste al ser evidenciado .
Dejara de ser doctrina de mujer si es no y no es si 😁
 
El AQUÍ se refiere al seno de Abraham a donde fue llevado Lázaro; el rico no estaba allí, sino en el hades.

Al igual que el Paraiso estaba en la tierra, pero separado el Seno de Abraham estaba en ese lugar grande en el interior de la tierra llamado HADES. Al igual que En Estados Unidos hay barrios de lujo a la par de zonas pobres, en ese lugar llamado hades (lugar donde estan los muertos buenos o malos solo que separados los unos de los otros).​

resulta asi.​

De cualquier forma no cambia para nada el hecho de que los muertos Justos o Injustos estaban conscientes en algun lugar. Asi que ¿que mas da?​

 

Que vendría a ser la palabra espíritu en la siguiente referencia cuando menciona a las personas que pecaron en tiempos de Noe? Cómo se le predica a algo sin consciencia?
Hay un concepto que todavía parte de nuestros hermanos tienen referente a lo que somos y al cuerpo en el que habitamos. Cuando Jesús dijo hoy estaremos, es hoy, no es mañana ni en un futuro imaginable, el es literal pero refiriéndose a nosotros espíritu y no a el lugar donde fuimos puestos (cuerpo material).

Pedro 3:18-22
Reina-Valera 1960​

18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. 21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, 22 quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.


Se entiende que el castigo fue quitarnos el cuerpo que se nos dió por dejar que a nosotros (espíritu) nos gobierne la maldad como lo es la codicia que gobernó a eva?
 
Creo que Rosa se refiere a las siguientes escrituras Juan.

Lucas: 23
39 Uno de los criminales allí colgados empezó a insultarlo:
—¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!
40 Pero el otro criminal lo reprendió:
—¿Ni siquiera temor de Dios tienes, aunque sufres la misma condena? 41 En nuestro caso, el castigo es justo, pues sufrimos lo que merecen nuestros delitos; este, en cambio, no ha hecho nada malo.
42 Luego dijo:
—Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43 —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso —le contestó Jesús.
Ciertamente el primer criminal no entendía qué es "salvación".
El otro en cambio tenía al menos el entendimiento de lo inexorable que es la Ley de Compensación, y además reconocía la inocencia de Jesús, a quien NADA esta Ley le podía reclamar, y por ello obtuvo en ese preciso instante el Bendito Amor de Dios, que limpia al alma hasta el punto de dejarla transparente, sin mácula reprochable, lista para poder entrar en el Paraíso mismo. No es que Jesús le favoreciera por un acto excepcional. Solamente le anunció que ahí mismo quedaba limpio, apto y cualificado para entrar al Paraíso, por obra del Amor de Dios, la SUSTANCIA Salvadora que entró en ese criminal y que abstergió sus pecados merced a su entendimiento.
Tal es lo que entiendo yo..
 
Ciertamente el primer criminal no entendía qué es "salvación".
El otro en cambio tenía al menos el entendimiento de lo inexorable que es la Ley de Compensación, y además reconocía la inocencia de Jesús, a quien NADA esta Ley le podía reclamar, y por ello obtuvo en ese preciso instante el Bendito Amor de Dios, que limpia al alma hasta el punto de dejarla transparente, sin mácula reprochable, lista para poder entrar en el Paraíso mismo. No es que Jesús le favoreciera por un acto excepcional. Solamente le anunció que ahí mismo quedaba limpio, apto y cualificado para entrar al Paraíso, por obra del Amor de Dios, la SUSTANCIA Salvadora que entró en ese criminal y que abstergió sus pecados merced a su entendimiento.
Tal es lo que entiendo yo..
Si nos ponemos en el lugar del ladrón.... Que crees que estaríamos sintiendo como para desir eso sobre la inocencia de Jesús y de lo que le estaban haciendo? No te parece que Jesús vio compasión en el corazón del ladrón y por eso es que le dice eso y no al otro ladrón que no demostró compasión en ningun momento?
Ver lo que hay en el corazón de otro hermano es algo no tan difícil cuando comenzamos a escudriñar en el nuestro propio y nos damos cuenta que podemos identificar cosas como la codicia, miedos, compasión, alegría. Etc. en el.
 
Si nos ponemos en el lugar del ladrón.... Que crees que estaríamos sintiendo como para desir eso sobre la inocencia de Jesús y de lo que le estaban haciendo? No te parece que Jesús vio compasión en el corazón del ladrón y por eso es que le dice eso y no al otro ladrón que no demostró compasión en ningun momento?
Ver lo que hay en el corazón de otro hermano es algo no tan difícil cuando comenzamos a escudriñar en el nuestro propio y nos damos cuenta que podemos identificar cosas como la codicia, miedos, compasión, alegría. Etc. en el.
Ciertamente, amigo VOS, compasión parece que hubo en el alma del ladrón, pero hubo mucho más que eso, según me cabe entender. Nada le fue regalado como "premio excepcional", sino que él se lo ganó, y Jesús se lo anunció, porque él sí veía en verdad lo que las almas "irradian".
 
-De lo poco que podemos inferir del relato de Lc 23, está claro que un principio de justicia y humana conmiseración destelló en su reprensión al otro. Solo el Señor Jesús ("que sabía lo que había en el corazón del hombre"). supo entonces lo que se había operado en aquella alma, y de allí su promesa.
 
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-Si las evidencias bíblicas son las que has puesto, en ninguna leo -y ni siquiera se sugiere- oportunidad alguna de conversión a los ya muertos. Que Jesús les haya anunciado a todos su victoria ¡es una cosa! Pero que les diera a los muertos impenitentes oportunidad de arrepentimiento ¡eso ni por asomo aparece en los textos que has pegado! No busques más evidencias porque no las hay.
Ricardo, con todo respeto he de decir que discrepo severamente de las ideas que en tus palabras expones.
Primero de todo, Jesús no tuvo ni tiene en su mano el "poder dar a los muertos impenitentes" cosa alguna salvo luz, conocimiento, si es que están abiertos a aprender. La "oportunidad de arrepentimiento" es Dios Padre Mismo quien la estableció para todos y por siempre, mortales y espíritus de toda condición.
Segundo - y por lo recién dicho - negar la oportunidad de progresar a cualquier hijo del Padre es un craso error que en su momento se verá confrontado con la verdad de que el Amor de Dios no hace excepciones y es para todos.
Tercero, seguramente es cierto que en la Biblia no vamos a hallar lo que de ella se extirpó con vistas a la sumisión de los pueblos a los dictados de iglesias que quisieron detentar en exclusiva la potestad de salvar o de condenar, pero eso sólo significa que la Biblia tal como hoy día existe no contiene toda la verdad, e incluso expone mentiras, i.e., cosas que no son verdad, como por ejemplo esta misma cortapisa que tú expones: que si no te arrepientes en vida, tras morir ya no podrás.
Cuarto, lo primero que hizo Jesús tras dejar atrás su cuerpo fue visitar los infiernos, es decir, las más bajas capas y estratos de lo que puede llamarse el "Plano Terrestre" o Primera Esfera, pero no para anunciar "su victoria" sino el hecho de que existía una vía de redención incluso para los más irredentos, o en otras palabras, predicarles que hay un camino abierto hacia regiones de más y más luz, progresivamente y para todos, pues no existe un "castigo eterno" en los mundos que Dios creó. Y más aún: Dios ni siquiera conoce el concepto "castigo", pues todo mal que el hombre padece surge de transgredir la Armonía que debe reinar en todo lugar y momento.

Así que, en conclusión, está claro que sí que es mejor que cada cual se arrepienta CUANTO ANTES de lo que ve que hizo mal, pues Dios quiere nuestra felicidad siempre, y por eso hizo de la Armonía Su Ley suprema, la imperante en Su universo y a la que todo ser vivo habrá de plegarse antes o después, pero nadie tiene bloqueada esa vía ni carece de medios para corregir o enmendar cualquier consecuencia o error que acaso hubo cometido o que pudiera cometer, ni aquí ni en el más allá, porque ello desdeciría que Él, Dios Padre, es Amor.
 
No amigo el rico y Lazaro no estaban en el mismo lugar. Jesús, al rico lo ubica en el hades, pero a Lázaro no.

Lucas
16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado AQUI, y tú atormentado.
16:26 Además de todo esto, una gran sima (abismo) está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.

El estado de la muerte abarca una misma región que bien podría llamarse inframundo, pero con una clara separación de seres, los cuales se dice que no eran desaparecidos, e inclusive experimentaban las mismas sensaciones que los vivos.

Si este inframundo está "abajo" o en el corazón de la tierra, viene a ser irrelevante saberlo, por cuanto es más importante saber lo que ocurre con los muertos, según sus acciones hechas en vida.

Por otra parte, si el ladrón arrepentido empezó a gozar de la promesa hecha por Jesús, bien puede entenderse que el paraíso referido esté en la misma región del inframundo donde todo lo malo ya ha pasado. De ahí, el paso hacia el reino celestial se convierte solo en un compás de espera.
 
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Reacciones: TicoBiblico
Ricardo, con todo respeto he de decir que discrepo severamente de las ideas que en tus palabras expones.
Primero de todo, Jesús no tuvo ni tiene en su mano el "poder dar a los muertos impenitentes" cosa alguna salvo luz, conocimiento, si es que están abiertos a aprender. La "oportunidad de arrepentimiento" es Dios Padre Mismo quien la estableció para todos y por siempre, mortales y espíritus de toda condición.
Segundo - y por lo recién dicho - negar la oportunidad de progresar a cualquier hijo del Padre es un craso error que en su momento se verá confrontado con la verdad de que el Amor de Dios no hace excepciones y es para todos.
Tercero, seguramente es cierto que en la Biblia no vamos a hallar lo que de ella se extirpó con vistas a la sumisión de los pueblos a los dictados de iglesias que quisieron detentar en exclusiva la potestad de salvar o de condenar, pero eso sólo significa que la Biblia tal como hoy día existe no contiene toda la verdad, e incluso expone mentiras, i.e., cosas que no son verdad, como por ejemplo esta misma cortapisa que tú expones: que si no te arrepientes en vida, tras morir ya no podrás.
Cuarto, lo primero que hizo Jesús tras dejar atrás su cuerpo fue visitar los infiernos, es decir, las más bajas capas y estratos de lo que puede llamarse el "Plano Terrestre" o Primera Esfera, pero no para anunciar "su victoria" sino el hecho de que existía una vía de redención incluso para los más irredentos, o en otras palabras, predicarles que hay un camino abierto hacia regiones de más y más luz, progresivamente y para todos, pues no existe un "castigo eterno" en los mundos que Dios creó. Y más aún: Dios ni siquiera conoce el concepto "castigo", pues todo mal que el hombre padece surge de transgredir la Armonía que debe reinar en todo lugar y momento.

Así que, en conclusión, está claro que sí que es mejor que cada cual se arrepienta CUANTO ANTES de lo que ve que hizo mal, pues Dios quiere nuestra felicidad siempre, y por eso hizo de la Armonía Su Ley suprema, la imperante en Su universo y a la que todo ser vivo habrá de plegarse antes o después, pero nadie tiene bloqueada esa vía ni carece de medios para corregir o enmendar cualquier consecuencia o error que acaso hubo cometido o que pudiera cometer, ni aquí ni en el más allá, porque ello desdeciría que Él, Dios Padre, es Amor.
1 - A Jesús le fue dado "todo poder", inclusive el de sujetar a Él todas las cosas (Flp 3:21), siendo poderoso incluso para dar vida a los muertos, pero que Él no convierta a los muertos impenitentes no es por falta de poder suyo sino porque está establecido que tras la muerte siga el juicio (Heb 9:27).

2 - Todos los hombres son criaturas de Dios pero no todos hijos suyos. El amor de Dios es para todos los vivos, pero los que murieron en los pecados con que vivieron, por sí mismos se condenaron.

3 - Los ejemplares de Biblia que tenemos pueden ser defectuosos por traducción, revisión, copia e impresión, pero toda la Palabra de Dios está ahí, tal como Él nos la legó.

4 - Tras su muerte Jesús descendió a las partes más bajas de la tierra (Hades o Seol), donde estaba el Paraíso o Seno de Abraham (lugar donde se reencontró con el ladrón arrepentido), y el infierno propiamente dicho donde estaba el hombre rico de Lc 16:23. No fue allí a convertir a nadie,

-Dios es amor pero también es luz, justo y veraz. Los que mueren culpables ya no tienen remedio, porque no les queda pizca de deseo de arrepentirse, ya que aborrecen a Dios y le blasfeman. Tampoco el diablo y sus demonios jamás se arrepentirán y convertirán. El humo de su castigo subirá por los siglos de los siglos.
 
El estado de la muerte abarca una misma región que bien podría llamarse inframundo, pero con una clara separación de seres, los cuales se dice que no eran desaparecidos, e inclusive experimentaban las mismas sensaciones que los vivos.

Si este inframundo está "abajo" o en el corazón de la tierra, viene a ser irrelevante saberlo, por cuanto es más importante saber lo que ocurre con los muertos, según sus acciones hechas en vida.

Por otra parte, si el ladrón arrepentido empezó a gozar de la promesa hecha por Jesús, bien puede entenderse que el paraíso referido esté en la misma región del inframundo donde todo lo malo ya ha pasado. De ahí, el paso hacia el reino celestial se convierte solo en un compás de espera.
Lo cierto es que el seno de Abraham no es ni está en el hades; de ser así, Jesús no habría hecho la distinción entre el uno y el otro. En la parábola a cada personaje se lo ubica en un lugar distinto. Además cabe enfatizar que el seno de Abraham y el paraíso prometido no son lo mismo.