Hola Vicente:
He notado que eres un señor mayor de edad. Mis respetos. Siempre me enseñaron a respetar a mis mayores
Tambien he notado en muchos de tus comentarios que tienes un espíritu en contra de los adventistas del séptimo día. Tú tendrás tus razones y no quisiera saber sobre ello. Pero creo que eso puede influir en tus opiniones sobre el tema que nos ocupa. Oraré para que no sea así.
Antes de responderte algo sobre la ley quiero que sepas que, aunque no sé quién eres quiero creer que eres un cristiano sincero que busca la verdad para ser salvo en el amor de Dios. Esa será la base del trato que te de en este foro.
Respondiendo a lo que me dijiste, cito nuevamente Filipenses 4: 13. "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Me parece peligroso limitar el poder de Dios y de su Espíritu para obrar su voluntad en nuestra. Si la voluntad de Dios es nuestra santificación, ¿no tendrá Él el poder para reproducir en nuestras vidas su carácter, un carácter en armonía con su ley? Sinceramente creo que sí. Pensar así: "NO PUEDEN "GUARDAR LA LEY Y EL SABADO AL 100%"; Y ESO, LOS CONVIERTE EN "PECADORES AL 100%", TAL COMO LO SOMOS TODOS" es cómo decir: ¿para qué me esfuerzo? haga lo que haga nunca podré llegar a ser perfecto como Dios quiere. Al respecto te recuerdo Mateo 5: 48. "Sed pues, vosotros perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" ¡Qué injusto sería Dios si nos pidiera algo que nunca podríamos alcanzar! ¿No te parece?
Ahh, un texto más. Ojalá que no lo consideres fuera de contexto. Romanos 8: 3, 4. "Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" Bellas palabras, ¿no le parece? y muy alentadoras. Así que le animo, hermano mio, a que no alimente más esos pensamientos de que no se puede. La Biblia dice que sí. Dios nos dice que sí.
Dios te bendiga, hermano mio.