“No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su olor en la copa. Se entra suavemente; Mas al fin, como serpiente morderá, Y como áspid dará dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas y tu corazón hablará perversidades” Proverbios 23:31-33
El Alcohol es una de las drogas más peligrosas que atan a los seres humanos, sin importar raza, sexo edad o posición económica, ni religión. El alcohol ataca el sistema nervioso central y produce cambios en la manera de percibir de las personas que lo ingieren. Además destruye hogares, cambia a jóvenes ambiciosos por enfermos, a los hombres los degenera y los convierte en brutos, a las mujeres en vagabundas, y a la larga mata al consumidor. El alcohol ha matado a más personas que las que han muerto en todas las guerras del mundo. Es un factor que tiene que ver con todos los suicidios, con la mitad de los crímenes violentos, y la mitad de todos los accidentes fatales.
Cuando una persona recurre al alcohol, es porque necesita algo. El alcohol es síntoma de una vida VACIA.
“Alaben la misericordia de Dios, y sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque sacia el alma menesterosa, y llena de bien el alma hambrienta” Salmos 107:8-9
Muchas personas beben alcohol para olvidar las penas, por ansiedad, por inseguridad, para escapar de la realidad, para relajarse, para socializar o para suplir la pérdida de algún ser querido. Muchos por soledad. Si estas personas tuvieran a Jesús en su corazón comprenderían que todos esos problemas pueden ser resueltos por Jesucristo si reconocemos nuestros pecados y pedimos perdón a Dios por ellos, reconocemos que necesitamos ayuda de lo alto para resolver nuestros problemas, y no ayuda de la botella.
Aún hay algunos cristianos que beben alcohol, para olvidar SUS PECADOS. Dios nos dice en su palabra que: “El que encubre sus pecados no prosperará, más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia” Proverbios 28:13
Cuando un cristiano o cristiana caen en la tentación de beber alcohol, están abriéndole la puerta al enemigo, quien después de debilitar sus defensas por el alcohol, puede lograr dominar la situación haciendo que las personas que han tomado hagan cosas que de otra manera nunca hubieran hecho, incluyendo pecar. “El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, Y cualquiera que por ellos yerra, no es sabio” Proverbios 20:1
“Fornicación, vino y mosto quitan el juicio” Oseas 4:11
Muchos consideran que beber vino no es malo, pero la Biblia nos alerta que es un peligro tanto para el que bebe como para el que ofrece un trago a otro.
“Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida” Isaías 5:22 Cuando la Biblia habla de ayes, ¡cuidado!
Como todas las cosas que provienen de Satanás, el alcohol esclaviza al que lo consume, haciéndolo alcohólico, muchos de ellos sin esperanza mueren de cirrosis hepática o padecen delirius tremens. Como todas las cosas, Satanás corrompe la creación de Dios usando los granos que debían servir para hacer panes y alimentar a los hambrientos, en fermentarlos y hacer vino para esclavizar a los hambrientos. Las uvas, fruto perfecto en sí mismo, son fermentadas y se transformadas en vino. Si en vez de vino, dieran esas uvas a los hambrientos, los fabricantes de vino se quedarían sin ventas, pero los hambrientos sobrevivirían.
Tenemos que estar alertas y no permitir que el engaño del Enemigo de todos nosotros, nos confunda. Beber alcohol es abrirle la puerta a ese enemigo, y caer en una trampa cuyo fin es la muerte.
"¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, Para los que van buscando la mistura" Proverbios 23:29-30
“Si pues, comes o bebes, o haces otra cosa, hazlo todo para la gloria de Dios” 1 Cor 10:31
No culpes a las circunstancias, no culpes a los demás, reconoce al enemigo que quiere robarte todas las bendiciones que Dios tiene reservadas para los que le aman.
“Sed SOBRIOS y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quién devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en nuestros hermanos en todo el mundo. Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después de que hayas padecido un poco de tiempo, el mismo los perfeccione, afirme fortalezca y establezca" 1 Pedro 5:8-10
El Alcohol es una de las drogas más peligrosas que atan a los seres humanos, sin importar raza, sexo edad o posición económica, ni religión. El alcohol ataca el sistema nervioso central y produce cambios en la manera de percibir de las personas que lo ingieren. Además destruye hogares, cambia a jóvenes ambiciosos por enfermos, a los hombres los degenera y los convierte en brutos, a las mujeres en vagabundas, y a la larga mata al consumidor. El alcohol ha matado a más personas que las que han muerto en todas las guerras del mundo. Es un factor que tiene que ver con todos los suicidios, con la mitad de los crímenes violentos, y la mitad de todos los accidentes fatales.
Cuando una persona recurre al alcohol, es porque necesita algo. El alcohol es síntoma de una vida VACIA.
“Alaben la misericordia de Dios, y sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque sacia el alma menesterosa, y llena de bien el alma hambrienta” Salmos 107:8-9
Muchas personas beben alcohol para olvidar las penas, por ansiedad, por inseguridad, para escapar de la realidad, para relajarse, para socializar o para suplir la pérdida de algún ser querido. Muchos por soledad. Si estas personas tuvieran a Jesús en su corazón comprenderían que todos esos problemas pueden ser resueltos por Jesucristo si reconocemos nuestros pecados y pedimos perdón a Dios por ellos, reconocemos que necesitamos ayuda de lo alto para resolver nuestros problemas, y no ayuda de la botella.
Aún hay algunos cristianos que beben alcohol, para olvidar SUS PECADOS. Dios nos dice en su palabra que: “El que encubre sus pecados no prosperará, más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia” Proverbios 28:13
Cuando un cristiano o cristiana caen en la tentación de beber alcohol, están abriéndole la puerta al enemigo, quien después de debilitar sus defensas por el alcohol, puede lograr dominar la situación haciendo que las personas que han tomado hagan cosas que de otra manera nunca hubieran hecho, incluyendo pecar. “El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, Y cualquiera que por ellos yerra, no es sabio” Proverbios 20:1
“Fornicación, vino y mosto quitan el juicio” Oseas 4:11
Muchos consideran que beber vino no es malo, pero la Biblia nos alerta que es un peligro tanto para el que bebe como para el que ofrece un trago a otro.
“Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida” Isaías 5:22 Cuando la Biblia habla de ayes, ¡cuidado!
Como todas las cosas que provienen de Satanás, el alcohol esclaviza al que lo consume, haciéndolo alcohólico, muchos de ellos sin esperanza mueren de cirrosis hepática o padecen delirius tremens. Como todas las cosas, Satanás corrompe la creación de Dios usando los granos que debían servir para hacer panes y alimentar a los hambrientos, en fermentarlos y hacer vino para esclavizar a los hambrientos. Las uvas, fruto perfecto en sí mismo, son fermentadas y se transformadas en vino. Si en vez de vino, dieran esas uvas a los hambrientos, los fabricantes de vino se quedarían sin ventas, pero los hambrientos sobrevivirían.
Tenemos que estar alertas y no permitir que el engaño del Enemigo de todos nosotros, nos confunda. Beber alcohol es abrirle la puerta a ese enemigo, y caer en una trampa cuyo fin es la muerte.
"¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, Para los que van buscando la mistura" Proverbios 23:29-30
“Si pues, comes o bebes, o haces otra cosa, hazlo todo para la gloria de Dios” 1 Cor 10:31
No culpes a las circunstancias, no culpes a los demás, reconoce al enemigo que quiere robarte todas las bendiciones que Dios tiene reservadas para los que le aman.
“Sed SOBRIOS y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quién devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en nuestros hermanos en todo el mundo. Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después de que hayas padecido un poco de tiempo, el mismo los perfeccione, afirme fortalezca y establezca" 1 Pedro 5:8-10