Juan el Bautista tenía su propio ministerio de estar predicando, bautizando y preparando el camino para el Señor, sin tiempo para “socializar” por así decirlo, a diferencia de los demás.-Tuve muchos primos y primas, cercanos unos de otros, por lo que nos visitábamos con frecuencia. Teniendo yo cuatro hermanos y mis primos también los suyos, éramos responsables por los que vivían bajo el mismo techo. Juan el Bautista era familiar de Jesús, pero aparte del bautismo en el Jordán no volvemos a leer de otro encuentro. Cuando Juan estuvo en la cárcel no leemos que Jesús lo visitara, ni siquiera que asistiera a su sepelio. La coincidencia de Jesús con su madre y hermanos se hace habitual en los Evangelios.
Pero nuestras propias convivencias con nuestros propios primos dejan entrever que es absolutamente normal y natural andar “de arriba para abajo” con hermanos no sanguíneos, lo cual también aplica a Jesús.