La New Catholic Encyclopedia, en el artículo “Alma humana,” indica que los padres primitivos de la Iglesia no basaron la enseñanza del alma inmortal en la Biblia, sino en “los poetas y filósofos y la tradición general del pensamiento griego [...]. Posteriormente, los escolásticos prefirieron a Platón o los principios de Aristóteles”. Dice que “la influencia del pensamiento platónico y neoplatónico”, como la creencia del alma inmortal, con el tiempo se introdujo “en la misma médula de la teología cristiana”.
También dice:
La “New Catholic Encyclopedia” dice: “El concepto cristiano de un alma espiritual creada por Dios e infundida en el cuerpo al tiempo de la concepción para hacer al hombre un conjunto viviente es el fruto de un largo desarrollo en la filosofía cristiana. Solo con Orígenes [murió cerca de 254 E.C.] en Oriente y san Agustín [murió en 430 E.C.] en Occidente quedó establecida el alma como sustancia espiritual y se formó un concepto filosófico sobre su naturaleza. [...] Su doctrina [la de Agustín] [...] debió mucho (incluso algunos defectos) al neoplatonismo”.—Tomo XIII, páginas 452, 454.