Pues leí que te daban ganas de brincar en tu Iglesia
Lo que dije es esto:
Cuando recién me convertí era como un niño que quería brincar, la alegría no cabía en mi...pronto me percaté que a los asistentes les agradaban más las caras largas y moverse apenas lo suficiente para respirar.
Así que no dije que lo hiciera ni que lo hubiera hecho y menos aún que lo haga ni que lo acostumbre, sino dije que cuando fui niño en el evangelio quería brincar de alegría. Pero aún de niño entendí que hay débiles en la fe y que por causa de ellos es que hay cosas que no se deben hacer para no hacer tropezar a nadie. En aquella congregación en particular había más bien gente mayor y eran muy serios.
Me extraña tu comentario pues ya te he explicado esto:
La mundialización no está permitida, pues los cristianos no somos del mundo y, es muy sencilla esta regla: “hágase todo en orden y decentemente”, la cual es contraria a los excesos neopentecostales, por cierto.
No sé el porqué de tu comentario cuando es muy clara mi postura:
No hay absolutamente nada en las escrituras que prohíba al creyente alabar y adorar a Dios con el alma, el espíritu, el corazón y el cuerpo.
Nada lo prohíbe.
Hace tiempo me preguntaba ¿Por qué los judíos se mueven y balancean cuando oran? y es precisamente por este precepto.
Todo nuestro ser: espíritu, alma, corazón, cuerpo, alabe a Dios y no hay nada que lo prohíba.
Como está escrito:
Todo lo que respira alabe al SEÑOR
Salmo 150 ¡Aleluya!
¡Alaben a Dios en su santuario!
¡Alábenle en su poderoso firmamento!
2 ¡Alábenle por sus proezas!
¡Alábenle por su inmensa grandeza!
3 ¡Alábenle con toque de corneta! ¡Alábenle con lira y arpa!
4 ¡Alábenle con panderos y danza! ¡Alábenle con instrumentos
de cuerda y flauta!
5 ¡Alábenle con címbalos resonantes! ¡Alábenle con címbalos de júbilo!
6 ¡Todo lo que respira alabe al SEÑOR[a]! ¡Aleluya! Sal 150.
Puedes levantar la voz, las manos, danzar, cantar, exclamar, llorar y expresar del mejor modo tu amor, devoción y sentimientos de adoración a Dios.
La alabanza y la adoración no son parte de un acto funerario, ni donde cual monjas capuchinas siquiera se pueda romper el silencio
Lo anterior no tiene nada que ver con la sensualidad de los sensuales, ni sus bailes, ni tampoco con los manipulados bailes y excesos neo-pentecostales que tan bien se han traído a colación, ni con ningún show televisivo, ni con el baile del mundo que se ha metido en las iglesias.
Qué de prejuicios religiosos tiene usted señor.