¿Es la Biblia fiel con la Palabra de Dios?

No todo lo escrito en la biblia lo entienden todos.

No todo lo escrito en la biblia lo entienden todos.

La biblia se compone de Antiguo Testamento, Evangelio y cartas de los Apóstoles. En el Antiguo Testamento se recogen algunos mandamientos de Dios, pero envueltos con muchos preceptos de hombres. Todo eso nos lo aclara Jesucristo en su Evangelio. Por ese motivo Jesucristo abolió el Antiguo Testamento y nos dejó la parábola del trigo y la cizaña, avisándonos que en el Antiguo Testamento había mucha cizaña (preceptos de hombres).

Igualmente, las cartas de Pablo fueron muy discutidas en los primeros siglos, pues en ellas se encuentran varias cosas que contradicen las enseñanzas del Evangelio de Jesucristo. Muchos eruditos de la biblia, desde los primeros siglos pensaron que estas cartas habían sido manipuladas por los judaizantes, incluso algunos llegaron a pensar que algunas de estas cartas no eran de Pablo.

Estas cartas eran aceptadas por algunas comunidades cristianas con más o menos autoridad. Otras comunidades, al contrario, las rechazaban casi todas, como era el caso de los marcionitas y maniqueos, y algunas otras comunidades afines a ellos.

Estas cartas no tuvieron autoridad como palabra de Dios en todas las comunidades cristianas conocidas entonces hasta el siglo IV. En el siglo IV (Concilio de Hipona, año 393) es cuando se escogió la lista de los libros de iban a ser aceptados para componer la biblia. Desde entonces, las biblias se impusieron por la fuerza de las armas y los ejércitos de los emperadores de Roma, a todas las comunidades cristianas. Desde entonces ya no se vivió el Evangelio ni el cristianismo de los primeros siglos. Lo que hemos vivido desde el siglo IV sólo ha sido una interpretación judaizante de los libros de la biblia.

Los cristianos que no quieran perderse en filosofías, teologías e interpretaciones de hombres, hoy más que nunca, tienen que rescatar el Evangelio de donde lo tienen ahogado muchas religiones, y, después de examinarlo muy profundamente, intentar vivirlo desde los propios consejos de Jesucristo.

Todos los que interpretan el Evangelio desde las cartas de Pablo (paulinistas) al final siguen interpretaciones de hombres que a veces no coinciden con el mensaje perfecto de Jesucristo..., pues en la cartas de Pablo siempre se descubren dos "pablos": el hombre enamorado del Evangelio, y que como Ley sólo tiene las enseñanzas de Jesucristo..., y en contraposición, el otro "pablo", el hombre legalista y judaizante que nos advierte que siempre tengamos como ley y "maestro" todas las leyes del Antiguo Testamento.

Estimado amigo Yelo, ante estas dos formas paulinas tan dispares para entender el Evangelio de Jesucristo, no es extraño que proliferen cada día las sectas y movimientos cristianos, y tampoco es extraño que tú, y muchos como tú, no acaben de encontrar el camino perfecto para comprender la Ley de Dios.

Por causa de estas dos corrientes de cristianismo (cristianos y cristianos judaizantes), ha habido muchas controversias a lo largo de la historia, a veces muy enconadas, hasta el punto que muchos cristianos, para reencontrarse de nuevo con Jesucristo, han llegado a la conclusión de que el camino más seguro para encontrar la verdadera enseñanza de Jesucristo, es dejar al margen las leyes judías del Antiguo Testamento y la teología paulina, y aferrarse fuertemente al Evangelio, estudiarlo profundamente fuera de influencias judaizantes e intentar vivirlo como Jesucristo nos enseña.

Sé que la tarea no es fácil, pero si necesitas ayuda puedo darte más información sobre este tema en otras respuestas.

Un saludo para todos de éste, vuestro hermano y amigo, Juan.
 
Re: No todo lo escrito en la biblia lo entienden todos.

Re: No todo lo escrito en la biblia lo entienden todos.

Originalmente enviado por: juan30
La biblia se compone de Antiguo Testamento, Evangelio y cartas de los Apóstoles.

Maripaz contesta: Incorrecto



En el Antiguo Testamento se recogen algunos mandamientos de Dios, pero envueltos con muchos preceptos de hombres.

Maripaz contesta: ¿Por ejemplo? ¿cuales serían esos preceptos de hombres,cita completa por favor


Todo eso nos lo aclara Jesucristo en su Evangelio.


Maripaz contesta: Le agradecería las cítas correspondientes......


Por ese motivo Jesucristo abolió el Antiguo Testamento y nos dejó la parábola del trigo y la cizaña, avisándonos que en el Antiguo Testamento había mucha cizaña (preceptos de hombres).

Maripaz contesta: Jesucristo no abolió el Antiguo Testamento, eso debe usted probarlo.........

Con respecto a la parábola del trigo y la cizaña, Jesús nos dió su significado en Mateo 13:36-43

Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 37Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. 41Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.



Igualmente, las cartas de Pablo fueron muy discutidas en los primeros siglos, pues en ellas se encuentran varias cosas que contradicen las enseñanzas del Evangelio de Jesucristo.


Maripaz contesta: ¿ Nos podría citar cuáles ?


Muchos eruditos de la biblia, desde los primeros siglos pensaron que estas cartas habían sido manipuladas por los judaizantes, incluso algunos llegaron a pensar que algunas de estas cartas no eran de Pablo.


Maripaz contesta: ¿Quienes son esos eruditos? ¿Nos puede traer esas opiniones?

Estas cartas eran aceptadas por algunas comunidades cristianas con más o menos autoridad. Otras comunidades, al contrario, las rechazaban casi todas, como era el caso de los marcionitas y maniqueos, y algunas otras comunidades afines a ellos.

Maripaz contesta: Y díganos cuales son esas cartas y donde las rechazaban los maniqueos y los marcionitas....

Estas cartas no tuvieron autoridad como palabra de Dios en todas las comunidades cristianas conocidas entonces hasta el siglo IV. En el siglo IV (Concilio de Hipona, año 393) es cuando se escogió la lista de los libros de iban a ser aceptados para componer la biblia.


Maripaz contesta: ¿Así que la lista se escogió en el Concilio de Hipona? ¿EStá usted seguro de esa afirmación?



Desde entonces, las biblias se impusieron por la fuerza de las armas y los ejércitos de los emperadores de Roma, a todas las comunidades cristianas.


Maripaz contesta: ¿Asi que las biblias se impusieron por la fuerza? ¿no dice la historia que la iglesia católica prohibió su lectura a los fieles, y estaba escrita en latín? ¿no fueron masacrados muchos de los que fueron hallados con biblias en sus casas?


Desde entonces ya no se vivió el Evangelio ni el cristianismo de los primeros siglos. Lo que hemos vivido desde el siglo IV sólo ha sido una interpretación judaizante de los libros de la biblia.

Maripaz contesta: ¿interpretación "judaizante"? ¿en qué sentido?

Los cristianos que no quieran perderse en filosofías, teologías e interpretaciones de hombres, hoy más que nunca, tienen que rescatar el Evangelio de donde lo tienen ahogado muchas religiones, y, después de examinarlo muy profundamente, intentar vivirlo desde los propios consejos de Jesucristo.

Maripaz contesta: ¿y dónde está ese "evangelio" si según usted no nos han llegado los libros correctos?

Todos los que interpretan el Evangelio desde las cartas de Pablo (paulinistas) al final siguen interpretaciones de hombres que a veces no coinciden con el mensaje perfecto de Jesucristo...

Maripaz contesta: ¿Nos podría poner varios ejemplos paraclarificarnos sus afirmaciones?



..pues en la cartas de Pablo siempre se descubren dos "pablos": el hombre enamorado del Evangelio, y que como Ley sólo tiene las enseñanzas de Jesucristo..., y en contraposición, el otro "pablo", el hombre legalista y judaizante que nos advierte que siempre tengamos como ley y "maestro" todas las leyes del Antiguo Testamento.


Maripaz contesta: Me encantaría que nos aportara cítas que justifiquen lo que afirma, y sobre todo, que nos explique, con más calma, si Pablo era judaizante....¿cómo fue que escribió una carta como Gálatas? ¿la ha leído usted?

Un saludo para todos de éste, vuestro hermano y amigo, Juan.

Maripaz contesta: Dios le guarde y aclare sus ideas




Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
(Santiago 3:1)
 
Gracias, Juan30, muchas gracias

Gracias, Juan30, muchas gracias

Originalmente enviado por: juan30


Igualmente, las cartas de Pablo fueron muy discutidas en los primeros siglos, pues en ellas se encuentran varias cosas que contradicen las enseñanzas del Evangelio de Jesucristo. Muchos eruditos de la biblia, desde los primeros siglos pensaron que estas cartas habían sido manipuladas por los judaizantes, incluso algunos llegaron a pensar que algunas de estas cartas no eran de Pablo.

Estas cartas eran aceptadas por algunas comunidades cristianas con más o menos autoridad. Otras comunidades, al contrario, las rechazaban casi todas, como era el caso de los marcionitas y maniqueos, y algunas otras comunidades afines a ellos.

Estas cartas no tuvieron autoridad como palabra de Dios en todas las comunidades cristianas conocidas entonces hasta el siglo IV. En el siglo IV (Concilio de Hipona, año 393) es cuando se escogió la lista de los libros de iban a ser aceptados para componer la biblia. Desde entonces, las biblias se impusieron por la fuerza de las armas y los ejércitos de los emperadores de Roma, a todas las comunidades cristianas. Desde entonces ya no se vivió el Evangelio ni el cristianismo de los primeros siglos. Lo que hemos vivido desde el siglo IV sólo ha sido una interpretación judaizante de los libros de la biblia.

Gracias, Juan30, me alegran sus palabras, vea que hace unos días escribí lo siguiene: "... me encuentro solo, desvalido. Me he leído toda la biblia menos el Apocalipsis, y veo que Juan me gusta, pero que Pablo me parece un gran embustero y un falaz; cada vez me acuerdo más de los consejos del cura: lee con cuidado el antiguo testamento; presta atención al mensaje de Jesús-Ieshúa, concéntrate en el amor de Dios hacia los hombres; al papa no todos le pueden obedecer en lo que dice, pero hay que esforzarse en hacerlo ...




Me parece que estoy en sintonía con alguien. Esto me anima a seguir leyendo, interpretando. Mi apreciación sobre Pablo parece ser que tiene un fundamento.

Muchas gracias, de verdad, muchas gracias.
 
Para Yelo, que no decaiga tu ánimo...

Para Yelo, que no decaiga tu ánimo...

Las personas entregadas a religiones judaizantes, como Maripaz, sólo verán la palabra de Dios y el Evangelio desde la perspectiva y las interpretaciones de los que dirigen su congregación.

Tú, pues, mantente firme en toda la justicia, el amor y la verdad que Cristo te ha comunicado, y júzgalo desde el Evangelio. El Evangelio es la Palabra de Dios, por el contrario, el Antiguo Testamento y las cartas del supuesto Pablo que han llegado hasta nosotros, sólo son interpretaciones de hombres, igual que lo son las interpretaciones particulares de cada religión.

El mejor consejero e intérprete de la Palabra del Evangelio es el propio Evangelio, y, en su caso, la voz de Jesucristo que en todo momento nos está diciendo: "Misericordia quiero y no sacrificios".

Yo he estado en la misma condición que tú y he estudiado con católicos y protestantes, y otros grupos que se llaman cristianos, y en todos he descubierto mucha soberbia y mucho deseo de someter a los demás a sus interpretaciones. Todos se creen elegidos de Dios y no te dejan que tú tengas tus ideas propias, ni respetan tu libre expresión ni tus sentimientos, ni tampoco te dejan que lo juzgues todo libremente a la luz del Evangelio.

Para las religiones, los únicos capacitados para predicar son aquellos que servilmente repiten las interpretaciones ya prefabricadas por los superiores.

Tiene que llegar un día en que nazca una comunidad cristiana donde todo el mundo sea respetado y cada cristiano pueda expresar libremente lo que siente y lo que él cree que nos está diciendo Jesucristo. Todo esto se debe hacer sin expulsar a nadie, teniendo caridad con todo el mundo, respetando a los demás como hermanos y perdiendo el miedo a examinar por todos libremente cada versículo del Evangelio.

Te animo a que sigas íntegro y libre para seguir el camino que Jesucristo te marque, librándote de influencias de judíos, de judaizantes o de paulinistas. Pues bien nos ha demostrado la historia que estos hombres que han fomentado las religiones no han sabido dar un ejemplo perfecto del verdadero cristianismo.

Desde ahora, ya te ha sido revelado el camino de Jesucristo: LA MISERICORDIA. Sigue este camino fielmente y no te perderás.
 
Composición del Nuevo Testamento y sus autores:

-Mateo- Mateo
-Marcos- Marcos
-Lucas- Lucas
-Juan- Juan


Son 4 evangelios, no EL EVANGELIO


-Hechos de los apóstoles

Autor: Lucas- NO ERA APOSTOL



-Romanos, 1 y 2 Corintios, Galatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito, Filemon,

Autor: Pablo- APOSTOL, aunque no del grupo de los doce inicial



-Hebreos

Autor: Desconocido,por el estilo, bastante improbable que sea Pablo


-Santiago

Autor: Santiago, el hermano del Señor, NO ERA APOSTOL



-1 Y 2 Pedro

Autor: Pedro, apóstol


-1,2 y 3 Juan

Autor: Juan, apóstol


-Judas

Autor: Judas, no el apóstol, sino probablemente el hermano del Señor, pues dice ser hermano de Jacobo (Judas 1)


-Apocalipsis

Autor: Juan, el apóstol
 
señor Juan30


1- No pertenezco a ninguna congregación o denominación, SOY DE CRISTO

2- No tengo RELIGION alguna, tengo a Cristo

3- No me guio por interpretaciones de nadie que "dirija" nada

4- Por supuesto, no sé cual es el concepto de "judaizante" que usted tenga, pero si algo predico, es la obediencia a Dios antes que a los hombres, y para nada a la ley judía, sino a la Ley del Amor



Tiene usted varias respuestas pendientes, ante sus afirmaciones iniciales, ¿las dará usted?
 
Para que se baje del pedestal Maripaz...

Para que se baje del pedestal Maripaz...

Estimada amiga Maripaz:

Lo que más desearía yo es no lastimar tus sentimientos ni tus creencias, pero estamos tocando unos temas muy profundos y muy serios y no está bien que demos la espalda a la verdad para evitar un enfado a alguien sin preparación.

Yo he respondido a Yelo para animarle, y tú has cogido mi respuesta, la has dividido en trozos, y de una manera muy intransigente me pides explicación de cada una de las afirmaciones que yo escribo.

Todas las respuestas que tú me pides, si tienes buen corazón, comprenderás que están todas dadas en el Evangelio de Jesucristo y en los Hechos de los Apóstoles. Pero no creas que te voy a dejar sola porque me hayas un poco de prisa. Pues a la medida de mis fuerzas te voy a responder a aquello que yo creo que es necesario responder.

Yo no digo que en las cartas de Pablo no se encuentren partes que defiendan el Evangelio de Jesucristo y la libertad del Evangelio. Yo, lo que estoy diciendo, y te lo repito por si no lo has entendido, es que en las cartas de Pablo, aparte de lo que dice en Gálatas, también hay otros sitios que te mandan observar la ley y que te dicen que la ley fue el pedagogo hasta Cristo..., como si todos los preceptos del Antiguo Testamento fueran perfectos. Se olvida totalmente de la discusión que tuvo Jesucristo con los judíos por causa de las leyes del Antiguo Testamento (Mateo 5, 6 y 7).

LA BIBLIA, EL ANTIGUO TESTAMENTO, EL EVANGELIO O EL NUEVO TESTAMENTO, ¿QUÉ NOS MANDÓ OBSERVAR EL SEÑOR?...

Muchos preceptos del Antiguo Testamento mandaban penas de muerte, mandaban matar, apedrear hasta morir, quemar viva a la gente, exterminar totalmente a hombres, mujeres y niños de los pueblos enemigos..., y mandaban que unos hombres fueran amos y otros esclavos..., como si todo aquello fuera mandado por Dios. Igualmente había muchos preceptos dedicados a los sacrificios y holocaustos, y otras cosas muy crueles escritas como si las hubiese mandado Dios.

El Ejemplo de Dios en Jesucristo rompe con todos aquellos mandamientos crueles del antiguo testamento y nos entrega una Ley de libertad y de amor. Jesucristo nunca abolió la Ley que dio Dios a Moisés, porque la Ley de Dios es para siempre. Lo que Jesucristo hace abolir son todos los preceptos crueles e imperfectos que los hombres habían escrito en el Antiguo Testamento diciendo que eran "palabra de Dios" y que mantenían a los judíos en la confusión y en la oscuridad.

Cuando Jesucristo comenzó a predicar, recorría toda Galilea predicando el Evangelio y curando toda clase de enfermedad. Eran muchos los que le seguían, y al ver Jesús a las masas subió a un monte y comenzó a predicar las bienaventuranzas, y después de predicar las bienaventuranzas, comenzó a hablarnos de la Ley..., y estos famosos versículos que se refieren a la Ley son los que han traído mucha controversia durante siglos entre varias corrientes cristianas y especialmente entre cristianos y judaizantes.

Pues bien, si la perfección estuviera en poder del sacerdocio levítico - pues sobre él descansa la Ley dada al pueblo -, ¿qué necesidad había ya de que surgiera otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, y no «a semejanza de Aarón»? 12. Porque, cambiado el sacerdocio, necesariamente se cambia la Ley. (HEBREOS 7. 11)

Y también Pablo así nos dice: "Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia". (Hebreos 7:18)

Y hablándonos de Jesucristo, Pablo nos dice: "Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo". (HEBREOS 8:6-7).

Muchos religiosos dicen que todo lo escrito en el Antiguo Testamento es palabra de Dios, pero que el Evangelio venia a perfeccionarlo. Pero esto no es así ni tiene sentido. El pacto verdadero que guarda la palabra de Dios es eterno y nunca será abolido: "Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111,9)

El viejo Pacto que tenían los judíos se había hecho viejo porque era defectuoso como nos dice Pablo en sus cartas, pues los escribas habían escrito muchos preceptos en él que no eran palabra de Dios. Y esto es lo que realmente coincide con la enseñanza del Evangelio:

Jesucristo les dijo a los judíos: «Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres». (MATEO 15:7-9)

El profeta Isaías dijo: «Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas, para apartar del tribunal a los pobres....» (Isaías 10,1-2).

Y también Jeremías nos dice: «¿Cómo podéis decir sabios somos, tenemos con nosotros la Ley de Yahvé? Ciertamente la ha cambiado en falsedad la pluma mendaz de los escribas.» (Jeremías 8,8).

JESUCRISTO CUMPLIO CON LA VERDADERA LEY DE DIOS

Según algunas traducciones de la Biblia, Jesucristo nos dijo así: "No penséis que vine a destruir la Ley o los Profetas; no vine a destruir, sino a completar" (Mateo 5,17).

Según las biblias que escriben así este versículo, podemos entender que Jesucristo viene a enseñarnos la verdadera Ley de Dios, y además a entregarnos algún mandamiento nuevo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". (Juan 13:34-35).

Otras biblias nos dicen: "No penséis que he venido a derogar la Ley y los Profetas; no he venido a derogarla, sino a perfeccionarla".

Aquí podemos entender que Dios había dado su Ley a Moisés, pero que los escribas a través de los tiempos no habían guardado perfectamente la Palabra de Dios y habían escrito mandamientos imperfectos.

La palabra en griego "plerosai", que se escribe en este versículo (Mateo 5,17), y que algunos traducen por "completar" o "perfeccionar", también significa "restaurar plenamente", y esto nos recuerda la escritura cuando nos dice:
"Después de esto volveré
Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído;
Y repararé sus ruinas,
Y lo volveré a levantar" (Hechos 15:16).

De esta forma, podemos entender que la Ley que Dios había dado a Moisés estaba en ruinas porque los escribas habían cambiado en falsedad la Ley de Dios. Pues Jeremías les dijo a los judíos, refiriéndose a la Ley: "Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).

Otras biblias, sin embargo, nos dicen: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir". (MATEO 5:17)

Y ésta es la forma que más prefieren la mayoría de las religiones, y especialmente los "cristianos judaizantes", pues estos interpretan que Jesucristo en ese versículo está diciendo que Él vino a cumplir con todos los preceptos del Antiguo Testamento. Pero el caso es que lo que ellos interpretan no está escrito en ese versículo, pues lo que en ese versículo se está diciendo únicamente es que el Señor no vino a abolir la Ley y los Profetas, sino a cumplir. Pero ¿qué Ley vino a cumplir el Señor?...

Aquí podemos entender que si Jesucristo vino a cumplir con la Ley, es que Él vino a cumplir con la verdadera Ley de Dios, que Él mismo nos enseña en su Evangelio. El Señor nos dice así: "Haced con los hombres todo lo que queráis que ellos hagan con vosotros; porque ésta es la Ley y los Profetas" (Mateo 7,12)... Eso de que Jesucristo vino a cumplir con todos los mandamientos del Antiguo Testamento no está documentado en el Evangelio, sólo son interpretaciones judaizantes.


NI UNA JOTA NI UNA TILDE PASARÁ DE LA VERDADERA LEY DE DIOS.

Después del versículo de Mateo 5,17, Jesucristo dice: " Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido" (MATEO 5:18).

Y la Ley que Él dice que no pasará "HASTA QUE TODO SE CUMPLA" es la verdadera Ley que Dios dio a Moisés... Entonces todos los mandamientos crueles del antiguo testamento que Jesucristo cambia es porque no eran mandamientos de Dios..., porque la Ley de Dios no pasará hasta que todo se cumpla.

Ahora veremos algunos mandamientos escritos en el Antiguo Testamento que Jesucristo cambia, y por este motivo quedan abolidos:

"Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego". (Mateo 5,21-22).

"Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón". (Mateo 5,27-28).

"También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio". (Mateo 5,31-32).

"Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede". (Mateo 3,33-37)

LA LEY DEL TALIÓN: "Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses". (Mateo 3,38-42)

"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen" (Mateo 5,43-44)

Después de estos versículos, podemos observar que Jesucristo sigue enseñando a los judíos una nueva forma de entender la Ley en cuanto a: LA ORACIÓN (Mateo 6,5-15)... LOS JUICIOS (Mateo 7,1)... LA VERDADERA LEY (Mateo 7,12)... LOS FALSOS RELIGIOSOS (Mateo 7,21)... LOS AYUNOS (Mateo 9,14-15)...
 
Saludos en Cristo Juan30

Una cosa que me agrada de mi Dios es su perfeccion con que hace las cosas, le pone limites a su creacion y nada excede a su soberania

Juan30>>>Igualmente, las cartas de Pablo fueron muy discutidas en los primeros siglos, pues en ellas se encuentran varias cosas que contradicen las enseñanzas del Evangelio de Jesucristo.

Israel>>>>Je, je, je, Te doy la razon porque hablas de lo que no entiendes, asi muchos como tu solo se quedan con Cristo porque el si es puro amor y no como el Padre(segun ellos), mas fue Cristo el que dijo; <oistes que fue dicho, mas yo os digo> lo mismo hace el Espiritu Santo atravez de los apostoles o discipulos, porque fue Cristo el que dijo; <mayores cosas que yo hareis> cuando haya venido sobre vosotros el Espiritu Santo o Consolador

Que no le entiendas a las palabras de Pablo tambien es para que se cumpla la Escritura, pues escrito esta;
<<<Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. 2ª Ped 3:15-16>>>

Asi que todo esta bajo control de Dios. Que siga la fiesta!!

Pd. Por si a alguien le sirve esto, las epistolas no son las esposas de los apóstoles:D

La paz de Dios
 
Saludos en Cristo Juan30

Perdon porque made incompleto este parrafo aqui va de nuevo completo.

Israel>>>>Je, je, je, Te doy la razon porque hablas de lo que no entiendes, asi muchos como tu solo se quedan con Cristo porque el si es puro amor y no como el Padre(segun ellos), mas fue Cristo el que dijo;<<oiste que fue dicho, mas yo os digo>> lo mismo hace el Espiritu Santo atravez de los apostoles o discipulos, porque fue Cristo el que dijo; cuando haya venido sobre vosotros el Espiritu Santo o Consolador

La paz de Dios
 
De juan para Maripaz (2ª parte)

De juan para Maripaz (2ª parte)

Amiga Maripaz, me alegra que no pertenezcas a ninguna congregación y que sólo tengas la Ley del amor para servirla.

Aquí te sigo contestando a tus respuestas, quizás no como tú quieres, pero te respondo a la medida de mis fuerzas. Por otra parte, judaizante es todo aquel que quiere imponer a los cristianos todos los preceptos del Antiguo Testamento como palabra de Dios, pues los cristianos ya no están bajo aquellas leyes, sino que tienen por Ley la Misericordia, predicada por Jesucristo.

TODA LA ESCRITURA NO ES INSPIRADA...

Hay muchos que dicen que toda la biblia es inspirada por Dios, y se basan en el siguiente texto: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia." (2ª Timoteo 3:16).

Pero hay algo que no tienen en cuenta, y es que no todas las biblias se expresan así en ese famoso versículo de 2ª TIMOTEO 3,16.

Hay biblias que traducen ese versículo de la siguiente forma: "Toda la Escritura (es) inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia." Como vemos, la palabra "es" la han puesto entre paréntesis, y en otras biblias viene en cursiva; de cualquiera de estas dos formas, sea que la palabra "es" esté entre paréntesis o sea que esté en cursiva, se está indicando que no es de la Escritura..., entonces es una palabra añadida.

Veamos ahora cómo se expresan otras biblias: "TODA ESCRITURA DIVINAMENTE INSPIRADA ES UTIL PARA ENSEÑAR, PARA REPRENDER, PARA CORREGIR"... Este texto no nos indica que toda la escritura sea divinamente inspirada, sino solamente la que sea divinamente inspirada es la que es útil para enseñar. Esto es lo que concuerda con la verdad y lo que es lógico y razonable, pues los anticristos también han escrito muchas escrituras; sólo hay que ver que las grandes religiones han rechazado muchas escrituras como apócrifas o no inspiradas por Dios. Además, este versículo de 2ª Timoteo 3,16 es una prueba clara de que en la biblia hay escrituras falsas, y que por tanto no son palabra de Dios..., pues unas biblias presentan este versículo de una forma y otras biblias lo presentan de un modo diferente, de manera que cambian el sentido del texto por completo.

Ahora vamos a ver qué nos dicen los profetas y los Apóstoles en cuanto a las escrituras:

"¡Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos!" (Isaías 10,1-2).

"La cigüeña en el cielo conoce su estación; la tórtola, la golondrina y la grulla guardan los tiempos de sus migraciones, ¡pero mi pueblo no conoce el derecho de Yavé! ¿Cómo os decís: Somos sabios y la Ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la convirtieron en mentira las mentirosas plumas de los escribas" (Jeremías 8,7-8).

"Pero no habléis más de "¡Carga del Señor!" La "carga" será para cada uno su propia palabra; porque vosotros falsificáis las palabras del Dios vivo, el Señor todopoderoso, vuestro Dios" (Jeremías 23,36).

"Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". (2ª Pedro 3,15-18)


DIOS NO QUIERE CARGAS INSOPORTABLES PARA SUS HIJOS

Muchos judaizantes dicen que Jesucristo vino a continuar y a aumentar las leyes del Antiguo Testamento..., pero esto tampoco coincide con lo que dice el Señor: "Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente". (MATEO 9:16-17).

Muchas leyes del Antiguo Testamento representaban una carga insoportable que Dios no había mandado: «Así os diréis cada uno a su prójimo, y cada uno a su hermano: «¿Qué ha respondido Yahveh?, ¿qué ha dicho Yahveh?» "Pero no habléis más de "¡Carga del Señor!" La "carga" será para cada uno su propia palabra; porque vosotros falsificáis las palabras del Dios vivo, el Señor todopoderoso, vuestro Dios" Así diréis al profeta: «¿Qué te ha respondido Yahveh?, ¿qué ha dicho Yahveh?». Pero como habléis de «carga de Yahveh», entonces así dice Yahveh: «Por haber dicho eso de carga de Yahveh por más que os avisé que no dijerais carga de Yahveh, por lo mismo, he aquí que yo os levanto en alto y os dejo caer a vosotros y a la ciudad que os di a vosotros y a vuestros padres. Y os pondré encima oprobio eterno y baldón eterno que no será olvidado.» (Jeremías 23,35-40).

Y Jesucristo nos dice que su carga es ligera. Esto quiere decir que aquellas leyes tan insoportables del Antiguo Testamento no eran Ley de Dios, porque Jesucristo es Dios y Él nos dice: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". (MATEO 11:28).

EL CONCILIO DE JERUSALÉN: La reunión de los Apóstoles en el concilio de Jerusalén fue necesaria para dejar establecida la Ley que debían observar los cristianos, pues fueron los "cristianos judaizantes" los que, confundidos y celosos de todos los mandamientos del Antiguo Testamento, querían imponer a los cristianos la observancia de las leyes del Antiguo Testamento. Los apóstoles por supuesto no estaban de acuerdo con ellos: "Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés". (Hechos 15:5)

San Pedro, les dijo: "Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?. Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos". (Hechos 15:10-11)... "Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo" (Hechos 15,24-25)

"Después de esta discusión, los Apóstoles escribieron una carta a los hermanos: Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de la impureza; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien. Así, pues, los que fueron enviados descendieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación, entregaron la carta" (Hechos 15:28-30).

En esta reunión de los Apóstoles quedó establecido que las leyes del Antiguo Testamento eran un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar. Y también quedó establecido que los cristianos no estaban obligados a observar aquella carga tan pesada. Lo que es admirable y te deja sobrecogido, es que aquel juicio que se entabló entre los Apóstoles y judaizantes, por causa de la ley..., después de casi 2000 años, no haya terminado todavía.


LEYES SOBRE LOS SACRIFICIOS QUE DIOS NO MANDÓ:

Hay una contradicción importante en El antiguo Testamento, pues debemos recordar que en los cinco libros llamados de Moisés hay muchos capítulos dedicados a los sacrificios y holocaustos. Solamente en Levítico hay 10 capítulos seguidos dedicados a los sacrificios y holocaustos, escritos como si fueran palabra de Dios. Sin embargo nos dice El Señor, a través de los profetas:

«Así ha dicho Yavé de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la carne. Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de sacrificios el día que los saqué de la tierra de Egipto». (Jeremías 7,21-22).

"¿Qué me importa la multitud de vuestros sacrificios? -dice el Señor-. Estoy harto de holocaustos de carneros y de grasa de becerros; la sangre de novillos, de corderos y de machos cabríos me hastía. Cuando venís a presentaros ante mí, ¿quién pide eso de vosotros?" (Isaías 1,11-12).

«No me trajiste a mí los animales de tus holocaustos, ni a mí me honraste con tus sacrificios; no te hice servir con ofrenda, ni te hice fatigar con incienso. (Isaías 43:23).

«Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas». (Salmos 40,7).

Oseas también nos dice: «Porque yo quiero amor, no sacrificios; conocimiento de Dios, que no holocaustos» (Oseas 6,6).

Jesucristo también nos dice: «Si hubierais comprendido lo que quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes». (San Mateo 12,7).

"Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre". (Hebreos 10:5-10).

Ya veis qué contradicción se encuentra aquí entre estos textos anteriores y las leyes sobre los sacrificios del Antiguo Testamento, pues en éste hay libros enteros dedicados a sacrificios y holocaustos diciendo que Dios los había mandado. ¿En qué quedamos?... Las palabras del Antiguo Testamento, ¿son todo palabra de Dios o no?... Bien demostrado está por el mismo Antiguo Testamento, y por las palabras de Jesucristo y los Apóstoles, que no.

Dios había dado su Ley a Moisés, pero los judíos no habían guardado aquella Ley de vida, pues la habían aumentado con muchos preceptos de hombres que faltaban a la caridad y a la justicia. Por este motivo, Jesucristo, sabiendo que los hombres en su odio contra la verdad, podrían en el futuro volver a cambiar las palabras de su Evangelio..., les dijo a los judíos:

"De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos". (MATEO 5:19-20)



DIOS MANDA "NO MATARÁS" ¿Y LUEGO MANDA A LOS HOMBRES QUE MATEN?

Según el Decálogo escrito en el Antiguo Testamento, el Señor le dice a Israel:

"NO MATARÁS". (Éxodo 20:13). Pero seguidamente, en la otras leyes que ya no pertenecen al Decálogo, Israel se olvida de este mandamiento de Dios tan importante, y comienza a escribir en el Antiguo Testamento que Dios les mandó hacer guerras contra los pueblos vecinos..., que Dios mandó a los hombres de Israel que mataran a sus semejantes en muchas ocasiones..., que aplicaran penas de muerte y mataran a los que cometieran faltas contra la ley, y que, en muchas ocasiones, se matara a las mujeres y los niños de los pueblos vencidos. En algunas de sus partes así nos dice el Antiguo Testamento:

"se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Yavé? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. Y él les dijo: Así ha dicho Yavé, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres". (EXODO 32:26-28)

Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. (Levítico 20:10)

"Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al fuego". (LEVITICO 21:9)

"Y Yavé habló a Moisés, diciendo: Saca al blasfemo fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la cabeza de él, y apedréelo toda la congregación". (LEVÍTICO 24:13-14)

"Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho: rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él. El que hiere algún animal ha de restituirlo; mas el que hiere de muerte a un hombre, que muera". (LEVÍTICO 24:19-21)

"Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo. Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. Y Yavé dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Yavé mandó a Moisés". (NUMEROS 15:32-36).

"Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Yavé se encendió contra Israel. Y Yavé dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Yavé delante del sol, y el ardor de la ira de Yavé se apartará de Israel. Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor". (NÚMEROS 25:3-5).

"Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Yavé en Madián......... Y pelearon contra Madián, como Yavé lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón....... Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento. Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra, y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres?......... Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente" (Versículos de NÚMEROS 31)

"Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Jahaza. Mas Yavé nuestro Dios lo entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo. Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno". (DEUTORONOMIO 2:32-34)

"Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og en Basán. Todas estas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas ciudades sin muro. Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hesbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños". (DEUTERONOMIO 3:4-6)

Estas citas sólo son unas pocas de las muchas que hay en el Antiguo Testamento dedicadas a las guerras, a las penas de muerte, y a las leyes de matar a los semejantes. Jesucristo cuando vino abolió todo mandamiento que mandaba matar o hacer daño a los semejantes. El Evangelio sólo nos manda perdonar las faltas de los demás y tener misericordia de todos. Todo esto nos empuja a entender que si Jesucristo hace abolir todos aquellos mandamientos de muerte del Antiguo Testamento, es porque no eran palabra de Dios..., pues, como hemos dicho desde el principio, el Señor nos dijo que "ni una jota ni una tilde pasará de la Ley hasta que todo se cumpla". Entonces, si nada ha de pasar de la Ley verdadera de Dios..., todo mandamiento de muerte que Jesucristo deja abolido, es porque no era palabra de Dios.

Y desde antes de nacer Jesucristo en Belén, ya Dios nos iba avisando a través de los profetas que tuviéramos cuidado con las leyes falsas que escribían los judíos en el Antiguo Testamento:

"¡Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos!" (Isaías 10,1-2)

"La tierra está profanada bajo sus moradores, que traspasaron la Ley, falsearon el derecho, rompieron la alianza eterna. Por eso la maldición devora la tierra, y son culpables sus moradores. Por eso arderán los moradores de la tierra y quedarán pocos hombres". (Isaías 24,5-6)

"Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado" (Isaías 29,13)

"Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas. Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aquí que aborrecieron la palabra de Yavé; ¿y qué sabiduría tienen?" (Jeremías 8:7-9).

"El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Yavé. ¿No es mi palabra como fuego, dice Yavé, y como martillo que quebranta la piedra? Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Yavé, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano. Dice Yavé: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho. He aquí, dice Yavé, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Yavé". (Jeremias 23, 28-32)
 
Saludos en Cristo Juan30

Pues no han de creer pero se volvio a ir incompleto, ahora la correccion la hare con mayusculas.... hay esta maquinita:D

Israel>>>>Je, je, je, Te doy la razon porque hablas de lo que no entiendes, asi muchos como tu solo se quedan con Cristo porque el si es puro amor y no como el Padre(segun ellos), mas fue Cristo el que dijo; OISTE QUE FUE DICHO, MAS YO OS DIGO, lo mismo hace el Espiritu Santo atravez de los apostoles o discipulos, porque fue Cristo el que dijo; cuando haya venido sobre vosotros el Espiritu Santo o Consolador

El Hijo hizo ciertas correcciones sobre el hablar del Padre, que es de extrañar que el Espiritu Santo haga otras correcciones sobre el hablar de Hijo?

La paz de Dios
 
Re: No todo lo escrito en la biblia lo entienden todos.

Re: No todo lo escrito en la biblia lo entienden todos.

Originalmente enviado por: juan30
La biblia se compone de Antiguo Testamento, Evangelio y cartas de los Apóstoles. En el Antiguo Testamento se recogen algunos mandamientos de Dios, pero envueltos con muchos preceptos de hombres. Todo eso nos lo aclara Jesucristo en su Evangelio. Por ese motivo Jesucristo abolió el Antiguo Testamento y nos dejó la parábola del trigo y la cizaña, avisándonos que en el Antiguo Testamento había mucha cizaña (preceptos de hombres).

Respecto a esta hermosa parábola el Señor Jesucristo mismo aclara porsi algun aventurada pretendia decir cualqiuer extravagancia ocmo la que auqie se lee, que la cizaña es el mundo. No el AT, no alguna otra cosa, simple y llanamente es el mundo.

SIC "Igualmente, las cartas de Pablo fueron muy discutidas en los primeros siglos, pues en ellas se encuentran varias cosas que contradicen las enseñanzas del Evangelio de Jesucristo. Muchos eruditos de la biblia, desde los primeros siglos pensaron que estas cartas habían sido manipuladas por los judaizantes, incluso algunos llegaron a pensar que algunas de estas cartas no eran de Pablo."


- Lo siento, si es tu parecr, lo cierto es que el canon se cerró, la iglesia lo acepto y aceptamos las reglas del juego, si juegas otro juego estas en un evangleio distinto, esto es en tu propio protoevangelio...asi son las cosas ¿o de que verdad hablas en tu firma? ¿una verdad relativa o adaptada al canon?

¿te parece que Pablo era esquizofrenico, cuando dices esto es con dos personalidades distintas? ¿o no crees que en todo caso la perspectiva paulina marca lo que un judio como Pablo debia hacer esto es, "volver a nacer" del agua y del espisirtu a fin de que la Palabra de Dios que conocian desde niños no viniera a ser solo "letra muerta" por el legalismo en que terminaron sumergidos a causa de su incredulidad y dureza de caorazón y no que la ley sea mala pues la ley es santa, sino que la aplcacion de la ley sin anteponer el amor les llevaba cada dia mas al ritual, la tradición, la hipocresía y la incredulidad, que a a una pèrfecta comunión con Dios

SIC: "Estas cartas eran aceptadas por algunas comunidades cristianas con más o menos autoridad. Otras comunidades, al contrario, las rechazaban casi todas, como era el caso de los marcionitas y maniqueos, y algunas otras comunidades afines a ellos."


-- Pero finalmente fueron aceptadas por los cristiasno y hoy dia estamos convencidos de que es Palabra de Dios y es algo bueno que haya sido un fariseo convertido como Pablo quien expresara inspirado por el Espiritu Santo el modo y orma, amnera y tiempo en que y como la doctrina de la gracia por ejemplo es la esencia mima del cristianismo.

Ahor abien, negar la presencia, influencia de estas cartas en el cristiansimo y decir de pronto que no se acepten aparte de iresponsable me parece tendencioso pues como he dicho estan integardas al canon. Y mira un poco mas arriba, parece ya tienes en Yelo un discipulo de este nuevo evangelio ¿como ves? y eso que apenas empiezas.

SIV: "Estas cartas no tuvieron autoridad como palabra de Dios en todas las comunidades cristianas conocidas entonces hasta el siglo IV. En el siglo IV (Concilio de Hipona, año 393) es cuando se escogió la lista de los libros de iban a ser aceptados para componer la biblia. Desde entonces, las biblias se impusieron por la fuerza de las armas y los ejércitos de los emperadores de Roma, a todas las comunidades cristianas. Desde entonces ya no se vivió el Evangelio ni el cristianismo de los primeros siglos. Lo que hemos vivido desde el siglo IV sólo ha sido una interpretación judaizante de los libros de la biblia.

Los cristianos que no quieran perderse en filosofías, teologías e interpretaciones de hombres, hoy más que nunca, tienen que rescatar el Evangelio de donde lo tienen ahogado muchas religiones, y, después de examinarlo muy profundamente, intentar vivirlo desde los propios consejos de Jesucristo."


- Jesucristo era judio, pero no judaizante, sin embargo jamás quebrantó uno solo de los mandamientos de la judaizante nacion judía. Asi es que me parece harto contradictorio el razonar que como Pablo era de un sentir respecto a la observancia de algunos conceptos que eran concerniente a judios se hiciera aun vigentes para todas las iglesias.

Sin embargo, en el crisitanismo no hay mas carga de la que podemos llevar y salvo abstenerse de ahogado, fornicación e idolatría no hay mas proceso "judaizante" que se sepa. Si al disciplina paulina parece en superfie "judaizante" veremos que esta ams ligado a las obediencia inspirad apor el amor de Dios que a las ganas de sabatizar, circuncidar, legalizar y formalizar

Un saludo.
 
Jesucristo dijo que vendrían muchos falsos profetas

Jesucristo dijo que vendrían muchos falsos profetas

Para Israel Robles. Tú nos dices: "lo mismo hace el Espiritu Santo atravez de los apostoles o discipulos, porque fue Cristo el que dijo; cuando haya venido sobre vosotros el Espiritu Santo o Consolador"

Pero te olvidas que también nos dijo Jesucristo que vendrían muchos falsos profetas y que no los siguiéramos (Mateo 24).

Esto nos hace necesario e indispensable examinar todo escrito de cualquier "cristiano" a la luz del Evangelio de Jesucristo. Repito, no que haya que examinar el Evangelio a la luz de las interpretaciones de los hombres (Pablo era un hombre), sino, al contrario, examinarlo todo desde la luz del Evangelio..., y lo que no corresponda con la misericordia desecharlo, porque la misericordia es lo que Dios quiere (Mateo 12,7)
 
señor Juan30


1- Usted NO RESPONDE A MIS PREGUNTAS, simplemente está copiando de algún lugar grandes parrafadas, sin citar el origen. ¿Así que yo me dejo guiar por hombres, y usted de donde copia?




Tiene usted la amabilidad de contestar mis preguntas:


Originalmente enviado por: juan30
La biblia se compone de Antiguo Testamento, Evangelio y cartas de los Apóstoles.

Maripaz contesta: Incorrecto



En el Antiguo Testamento se recogen algunos mandamientos de Dios, pero envueltos con muchos preceptos de hombres.

RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: ¿Por ejemplo? ¿cuales serían esos preceptos de hombres,cita completa por favor


Todo eso nos lo aclara Jesucristo en su Evangelio.


RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: Le agradecería las cítas correspondientes......


Por ese motivo Jesucristo abolió el Antiguo Testamento y nos dejó la parábola del trigo y la cizaña, avisándonos que en el Antiguo Testamento había mucha cizaña (preceptos de hombres).

RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: Jesucristo no abolió el Antiguo Testamento, eso debe usted probarlo.........

Con respecto a la parábola del trigo y la cizaña, Jesús nos dió su significado en Mateo 13:36-43

Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 37Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. 41Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.



--


Igualmente, las cartas de Pablo fueron muy discutidas en los primeros siglos, pues en ellas se encuentran varias cosas que contradicen las enseñanzas del Evangelio de Jesucristo.


RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: ¿ Nos podría citar cuáles ?


Muchos eruditos de la biblia, desde los primeros siglos pensaron que estas cartas habían sido manipuladas por los judaizantes, incluso algunos llegaron a pensar que algunas de estas cartas no eran de Pablo.


RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: ¿Quienes son esos eruditos? ¿Nos puede traer esas opiniones?

Estas cartas eran aceptadas por algunas comunidades cristianas con más o menos autoridad. Otras comunidades, al contrario, las rechazaban casi todas, como era el caso de los marcionitas y maniqueos, y algunas otras comunidades afines a ellos.

RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: Y díganos cuales son esas cartas y donde las rechazaban los maniqueos y los marcionitas....

Estas cartas no tuvieron autoridad como palabra de Dios en todas las comunidades cristianas conocidas entonces hasta el siglo IV. En el siglo IV (Concilio de Hipona, año 393) es cuando se escogió la lista de los libros de iban a ser aceptados para componer la biblia.


RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: ¿Así que la lista se escogió en el Concilio de Hipona? ¿EStá usted seguro de esa afirmación?



Desde entonces, las biblias se impusieron por la fuerza de las armas y los ejércitos de los emperadores de Roma, a todas las comunidades cristianas.


RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: ¿Asi que las biblias se impusieron por la fuerza? ¿no dice la historia que la iglesia católica prohibió su lectura a los fieles, y estaba escrita en latín? ¿no fueron masacrados muchos de los que fueron hallados con biblias en sus casas?


Desde entonces ya no se vivió el Evangelio ni el cristianismo de los primeros siglos. Lo que hemos vivido desde el siglo IV sólo ha sido una interpretación judaizante de los libros de la biblia.

RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: ¿interpretación "judaizante"? ¿en qué sentido?



Los cristianos que no quieran perderse en filosofías, teologías e interpretaciones de hombres, hoy más que nunca, tienen que rescatar el Evangelio de donde lo tienen ahogado muchas religiones, y, después de examinarlo muy profundamente, intentar vivirlo desde los propios consejos de Jesucristo.

RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: ¿y dónde está ese "evangelio" si según usted no nos han llegado los libros correctos?

Todos los que interpretan el Evangelio desde las cartas de Pablo (paulinistas) al final siguen interpretaciones de hombres que a veces no coinciden con el mensaje perfecto de Jesucristo...

RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: ¿Nos podría poner varios ejemplos para clarificarnos sus afirmaciones?



..pues en la cartas de Pablo siempre se descubren dos "pablos": el hombre enamorado del Evangelio, y que como Ley sólo tiene las enseñanzas de Jesucristo..., y en contraposición, el otro "pablo", el hombre legalista y judaizante que nos advierte que siempre tengamos como ley y "maestro" todas las leyes del Antiguo Testamento.


RESPONDER A ESTO... Maripaz contesta: Me encantaría que nos aportara cítas que justifiquen lo que afirma, y sobre todo, que nos explique, con más calma, si Pablo era judaizante....¿cómo fue que escribió una carta como Gálatas? ¿la ha leído usted?




 
Re: De juan para Maripaz (2ª parte)

Re: De juan para Maripaz (2ª parte)

Originalmente enviado por: juan30


DIOS MANDA "NO MATARÁS" ¿Y LUEGO MANDA A LOS HOMBRES QUE MATEN?

Según el Decálogo escrito en el Antiguo Testamento, el Señor le dice a Israel:

"NO MATARÁS". (Éxodo 20:13). Pero seguidamente, en la otras leyes que ya no pertenecen al Decálogo, Israel se olvida de este mandamiento de Dios tan importante, y comienza a escribir en el Antiguo Testamento que Dios les mandó hacer guerras contra los pueblos vecinos..., que Dios mandó a los hombres de Israel que mataran a sus semejantes en muchas ocasiones..., que aplicaran penas de muerte y mataran a los que cometieran faltas contra la ley, y que, en muchas ocasiones, se matara a las mujeres y los niños de los pueblos vencidos. En algunas de sus partes así nos dice el Antiguo Testamento:

"se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Yavé? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. Y él les dijo: Así ha dicho Yavé, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres". (EXODO 32:26-28)

Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. (Levítico 20:10)

"Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al fuego". (LEVITICO 21:9)

"Y Yavé habló a Moisés, diciendo: Saca al blasfemo fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la cabeza de él, y apedréelo toda la congregación". (LEVÍTICO 24:13-14)

"Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho: rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él. El que hiere algún animal ha de restituirlo; mas el que hiere de muerte a un hombre, que muera". (LEVÍTICO 24:19-21)

"Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo. Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. Y Yavé dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Yavé mandó a Moisés". (NUMEROS 15:32-36).

"Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Yavé se encendió contra Israel. Y Yavé dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Yavé delante del sol, y el ardor de la ira de Yavé se apartará de Israel. Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor". (NÚMEROS 25:3-5).

"Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Yavé en Madián......... Y pelearon contra Madián, como Yavé lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón....... Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento. Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra, y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres?......... Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente" (Versículos de NÚMEROS 31)

"Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Jahaza. Mas Yavé nuestro Dios lo entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo. Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno". (DEUTORONOMIO 2:32-34)

"Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og en Basán. Todas estas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas ciudades sin muro. Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hesbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños". (DEUTERONOMIO 3:4-6)







La palabra hebrea usada en los diez mandamientos en Exodo 20:13 es la palabra "asesinar," es decir, matar a una persona inocente, matar alevosamente, o por precio.... (véase cualquier tratado de Derecho y leyes) ,no incluye matar por defenderse uno mismo, por defender a otro, por causa de una guerra, por orden de Dios como resultado del pecado......


Así , tenemos que el Mandamiento dice: NO ASESINARÁS, y en el resto de casos, habría que mirar UNO POR UNO, el término usado y traducido por "matar"






MATAR

shajat (, 7819), «matanza, matar, carnicería».
Este vocablo se encuentra tanto en hebreo antiguo como moderno y también en el antiguo ugarítico. Se cree que podría haber relación con el antiguo término acádico shajatsu («desollar») en base al uso especial de shajat en 1 R 10.16–17: «oro batido» (véase además 2 Cr 9.15–16). Shajat aparece en la Biblia hebraica alrededor de 80 veces. Se encuentra por primera vez en Gn 22.10: «Abraham … tomó el cuchillo, para degollar [«sacrificar» lba] a su hijo» (rvr). El uso más frecuente de shajat tiene que ver con «matar» para sacrificio (51 veces); y como era de esperarse, la palabra se halla unas 30 veces en el libro de Levítico.
Shajat se refiere a veces a la «matanza» de animales para alimento (1 S 14.32, 34; Is 22.13). Varias veces el término tiene la acepción de «matar» personas (Jue 12.6; 1 R 18.40; 2 R 10.7, 14). En ciertos casos se dice que Dios «mata» a personas (Nm 14.16). Judá, desviado, llegó a «matar» niños sacrificándolos a dioses falsos (Ez 16.21; 23.29; Is 57.5).

harag (, 2026), «matar, destruir».
Este término es de uso corriente en hebreo moderno, como verbo y nombre, para expresar la idea de «matar». Debido a que se encuentra unas 170 veces en el Antiguo Testamento indica cuánto se usa este vocablo para expresar la idea de «quitar la vida» de personas y animales. Harag aparece por primera vez en el Antiguo Testamento en la historia de Caín y Abel (Gn 4.8, 14–15).
Son contadas las veces que la palabra indica matar premeditadamente: asesinar. Se usa más bien para referirse a «matar» y sacrificar animales, así como a la violencia interpersonal despiadada. Harag no es el término usado en el sexto mandamiento (Éx 20.13; Dt 5.17). El vocablo que se utiliza es ratshaj, que indica matar a propósito. De ahí que el mandamiento se debe traducir: «No asesinarás» (como lo hacen varias traducciones modernas en inglés).
El vocablo harag a menudo se refiere a matanza general, durante y después de una batalla (Nm 31.7–8; Jos 8.24; 2 S 10.18). Pocas veces se usa el término para denotar el acto de «matar» por orden divina. En estos casos es más común el uso de la forma causativa del verbo «morir» (muÆt). En términos generales, harag indica el aspecto violento, destructivo, de «matar», incluso a un viñedo con granizo (Sal 78.47).

ratsaj (,7523), «matar, asesinar».

Este verbo aparece más de 40 veces en el Antiguo Testamento, sobre todo en el Pentateuco. Son escasas las referencias a ratsaj en hebreo rabínico, aunque su uso se ha incrementado en hebreo moderno con el significado exclusivo de «asesinar». Además de hebreo, el verbo se usa en arábigo con la acepción de «magullar», «aplastar».
Ratsaj se encuentra primordialmente en la legislación veterotestamentaria, como era de esperarse, puesto que la Ley de Dios incluye reglamentos en defensa de la vida y disposiciones en cuanto al asesinato. El Decálogo expresa el principio general en una declaración sencilla, en la que se encuentra el primer ejemplo del verbo: «No matarás [asesinarás]» (Éx 20.13). Otra disposición tiene que ver con la pena: «Cualquiera que diere muerte a alguno, por dicho de testigos morirá el homicida» (Nm 35.30). Pero, antes de aplicarse la sentencia, habrá un juicio.
El Antiguo Testamento reconoce la distinción entre asesinato premeditado y homicidio involuntario. Con el fin de proteger los derechos del homicida, que mata sin premeditación, la ley establecía tres ciudades de refugio (Nm 35; Dt 19; Jos 20–21), a ambos lados del Jordán, en las que un homicida podía asilarse, «a donde pueda huir el homicida que accidentalmente hiera de muerte a alguno» (Nm 35.11). Esta provisión permitía que un homicida tuviera acceso al sistema jurídico porque podría «matarlo» un vengador de sangre si permanecía en su propia comunidad (Nm 35.21). El acusado debía juzgarse (Nm 35.12 rva) y si se encontraba culpable de homicidio no premeditado, lo obligaban a permanecer en la ciudad de refugio hasta que falleciera el sumo sacerdote (Nm 35.28). Este requisito de imponer el exilio aun en casos de homicidio accidental enfatiza la severidad con que se trataban casos de «asesinato». El culpable de homicidio se entregaba al vengador de la sangre que mantenía el derecho de ejecutar al homicida si este abandonaba el territorio de la ciudad de refugio antes de la muerte del sumo sacerdote. Por otro lado, si el homicida era claramente culpable de asesinato premeditado (véanse ejemplos en Nm 35.16–21), el vengador de la sangre podría ejecutar al asesino sin juicio previo. Es así como el Antiguo Testamento subraya los principios de la inviolabilidad de la vida y de la retribución; únicamente en las ciudades de refugio se suspendía el principio de retribución.
Los profetas usan ratsaj para describir los efectos de la injusticia e irreverencia a la Ley en Israel: «Porque no hay en la tierra verdad, ni lealtad, ni conocimiento de Dios. El perjurar, el engañar, el asesinar, el robar y el adulterar han irrumpido» (Os 4.1–2 rva; cf. Is 1.21; Jer 7.9).
El salmista también expresa matafóricamente la privación de los derechos de las víctimas indefensas: «A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida» (Sal 94.6).
En la Septuaginta encontramos la siguiente traducción: foneuein («asesinar; matar; ejecutar»).

Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999.
 
El verdadero Canon lo cerro Jesucristo...

El verdadero Canon lo cerro Jesucristo...

Amigo Oso, tu nos dices: "- Lo siento, si es tu parecr, lo cierto es que el canon se cerró, la iglesia lo acepto y aceptamos las reglas del juego, si juegas otro juego estas en un evangleio distinto, esto es en tu propio protoevangelio...asi son las cosas ¿o de que verdad hablas en tu firma? ¿una verdad relativa o adaptada al canon?"

Y yo te respondo: El canon es el Evangelio, y Jesucristo lo cerro.

La religion que acepto la biblia es Judaizante, pues los cristianos solo tenemos como Ley de Dios el Evangelio de Jesucristo.

Los que aceptais las reglas del juego de las religiones judaizantes sois tan judaizantes como ellos. Ya no sois cristianos.

El protoevangelio lo habeis inventado vosotros anteponiendo la interpretacion de las cartas llamadas de Pablo al Evangelio de Jesucristo. Así son las cosas... ¿de qué verdad habláis los judaizantes? ¿la del Antiguo Testamento? ¿la de las cartas llamadas de Pablo? ¿la de las religiones?... Una cosa está bien clara: que no habláis de la verdad del Evangelio.

Vosotros queréis hacer del Evangelio una verdad relativa, adaptada al Antiguo Testamento y a las cartas llamadas de Pablo.

Has de saber que Jesucristo abolió muchas leyes del Antiguo Testamento porque eran crueles e imperfectas. Y el Señor no nos dijo nada de predicar cartas de hombres como si fueran Palabra de Dios. La Palabra de Dios es la de Jesucristo: su Evangelio.

¿Desde cuándo habéis hecho Dios a Pablo?... ¿desde cuándo habéis hecho dioses a los judaizantes que han manipulado tanto las cartas de Pablo?

Todo hombre de buena voluntad que lee el Evangelio descubre cómo Jesucristo deja abolidos muchos preceptos del Antiguo Testamento porque eran crueles e imperfectos. Entonces, si eran crueles e imperfectos, no eran Palabra de Dios, porque Dios no es cruel ni es imperfecto.

Todos aquellos que dicen que todas las leyes del Antiguo Testamento son palabra de Dios, pero que Jesucristo las abolió porque los hombres no podían cumplir con ellas, mienten rotundamente, o no saben lo que están diciendo. Pues si Jesucristo abolió muchas leyes del Antiguo Testamento, es porque estas leyes eran defectuosas (Hebreos 8,6-13; Mateo 5, 6 y 7; y Hechos 15)

Jesucristo no da una Ley hoy (el Antiguo Testamento) para cambiarla mañana (el Evangelio), porque la Ley de Dios es inmutable y para siempre, como nos dicen los profetas.

Además, si aquellas leyes que manda Jesucristo en Mateo 5, 6 y 7, hubieran sido Ley de Dios, no las hubiera cambiado, porque Él es fiel a su Palabra, y Él nos dijo: "Ni una jota ni una tilde cambiará de la Ley hasta que todo se cumpla" (Mateo 5,18).

Si os pilla de sorpresa esta enseñanza, recordad cuando Jesucristo comenzó a predicar a los judíos.

Si las religiones, para dar gusto a los poderosos de Roma, nos han engañado desde el siglo IV, es hora ya de rectificar.
 
ORIGEN DE LOS LIBROS DEL NUEVO TESTAMENTO

El evangelio (1 Co. 15.3-4) se predicó primeramente en forma oral, interpretándose a la luz de la historia y la profecía del AT. Los relatos orales de la vida y obra de Cristo adquirieron forma escrita y finalmente dieron lugar a los Evangelics sinópticos inspirados en algún momento anterior al año 70 D.C. Pronto se hizo sentir la necesidad de una interpretación doctrinal de la persona y obra de Cristo, acentuado esto por la necesidad de definir al cristianismo frente a errores tales como ellegalismo y el antinomianismo. Las epístolas paulinas y otras fueron escritas con el propósito de llenar esta necesidad. La necesidad de contar con un bosquejo histórico del desarrollo de la iglesia dio como resultado el libro de los Hechos. El Apocalipsis Se escribió con el fin de preservar la revelación de los planes y propósitos de Dios para el tiempo y la eternidad.




LA CANONIZACION DEL NUEVO TESTAMENTO

Algunos Libros No Canónicos de la Epoca del NT

1ª Clemente, epístola escrita por Clemente de Roma (c. 96 D.C.) a la iglesia de Corinto, era altamente estimada. Algunos la consideraban como de autoridad canónica y era leída públicamente en la iglesia de Corinto alrededor del 170. Diversos escritores en Egipto se valieron de ella, entre ellos Clemente de Alejandría y Orígenes. Fue incluida en el Códice Alejandrino.2a Clemente también ue incluida en el Códice Alejandrino. Se la atribuyó erróneamente a Clemente de Roma, pero nunca fue muy leída.Ninguna de las dos epístolas de Clemente recibió reconocimiento canónico en el mundo occidental.
La Didache (La Enseñanza de los Doce Apóstoles) (c. 120) era considerada como Escritura Sagrada por algunos en Egipto, especialmente Clemente de Alejandrí¿¡ y Orígenes. Tuvo amplia circulación.
La Epístola de Bernabé (c. 130) estaba incluida en el Códice Sinaítico y se consideraba autorizada en Egipto. Jerónimo (c. 400) la consideraba apócrifa, y gradualmente fue perdiendo todo derecho a figurar entre las Escrituras Sagradas.
El Pastor de Hermas (c. 140) fue escrito por Hermas, que era hermano de Pío, obispo de Roma. También fue incluido en el Códice Sinaítico, siendo altamente estimado por el Canon de Muratorio. Nunca adquirió, sin embargo, jerarquía de Escritura Sagrada.
El Apocalipsis de Pedro (c. 145), de menor importancia que los libros anteriores, recibió sin embargo considerable atención en oriente, siendo también conocido en occidente. No fue aprobado por el Canon Muratorio y Eusebio lo consideró falso.
Hechos de Pablo (c. 170) circuló ampliamente y algunos lo consideraron canónico; pero los eruditos más versados detectaron su carácter apócrifo y fue finalmente rechazado.
Posteriormente fueron apareciendo numerosos evangelios, hechos, epístolas y apocalipsis invocando paternidad apostólica. Se trataba de falsificaciones evidentes que nunca recibieron aprobación por parte de la iglesia.

Factores que Impulsaron a la Determinación del Canon Neotestamentario

La aceptación de 1ª Clemente, la Didache, la Epístola de Bernabé y el Pastor de Hermas como canónicos o semi-canónicos, especialmente en oriente, hacia fines del tercer siglo puso de manifiesto la necesidad de definir claramente el canon. Además, el canon incompleto del hereje Marción (c. 140) había comenzado a recibir amplia adhesión. Marción era un gnóstico que, basado en argumentos doctrinales, aceptaba únicamente el Evangelio de Lucas y diez de las epístolas de Pablo, luego de mutiladas seriamente. Al propio tiempo la aparición de otros libros apócrifos y pseudoepigráficos atribuidos a autores inspirados, hacía imperativa una clara determinación del canon. Algo más tarde el edicto del emperador Diocleciano (303), por el que se ordenaba la incineración de todos los libros sagrados, hizo necesario que se definiera cuidadosamente el canon.

Criterios para Determinar la Canonicidad del NT

El primer criterio a tener en cuenta fue el del carácter apostólico. Debía determinarse si el autor era o no un apóstol auténtico. En caso contrario, debía establecerse si tuvo alguna asociación estrecha con algún apóstol, como era el caso de los escritores del Evangelio de Marcos, el de Lucas, el del libro de los Hechos y el de la Epístola a los Hebreos.
El segundo criterio atendía al contenido. Debía determinarse si el contenido y el tratamiento del mismo respondían a los elevados principios y al nivel espiritual que se exigían como evidencia de que se trataba de la Sagrada Escritura. Siguiendo este criterio se eliminaron los libros falsos.
El tercer criterio tenía en cuenta la universalidad. Debía establecerse si el libro tenía aceptación en toda la iglesia y si respondía a un interés universal.
El cuarto criterio era la inspiración divina. Se procuraba determinar si el libro ofrecía pruebas evidentes de haber sido dado por inspiración de Dios (2 Ti. 3.16), Y si el Espíritu Santo concedía a hombres piadosos la convicción de que así era. Esta era la prueba final. De no haber mediado la intervención providencial el canon del NT jamás se hubiera podido determinar acertadamente.
Libros Aceptados como Canónicos en Epoca Temprana
A dichos libros Orígenes (245) los llamó homologoumena (libros "confirmados" o "aceptados"). Se trataba de los escritos del NT universalmente reconocidos como Sagrada Escritura inspirada. Orígenes incluyó los cuatro Evangelios, las epístolas de Pablo, la Pedro, 1 a Juan, Hechos y el Apocalipsis. Si bien no incluyó el libro de Hebreos entre los homologoumena lo mencionó como paulino y canónico. Más aún, los únicos libros que no citó como parte de la Escritura fueron Judas y 2a y 3a Juan.
Eusebio de Cesarea (c. 300-325), el historiador de la iglesia, incluyó entre los homologoumena a los cuatro Evangelios, Hechos, las epístolas paulinas, 1 a Juan, la Pedro y el Apocalipsis. Parece haber omitido inadvertidamente a Hebreos.
Libros Neotestamentarios que Fueron Cuestionados Inicialmente
Orígenes llamó a los libros cuestionados los antilegomena ("discutidos" o "cuestionados"). Entre dichos libros colocó a Hebreos (véase arriba", 2a Pedro, 2a y 3a Juan, Santiago, Judas, y los siguientes apócrifos: la Epístola de Bemabé, el Pastor de Hermas, la Didache, y el Evangelio de los Hebreos.
Eusebio de Cesarea dividió los antilegomena en (1) aquellos que estaban simplemente cuestionados-Santiago, Judas, 2a Pedro, 2a y 3" Juan; (2) aquellos que ya se consideraban realmente falsos o no inspirados-Hechos de Pablo, el Pastor de Hermas, el Apocalipsis de Pedro, la Epístola de Bernabé, y la Didache.


Razones para Dudar de Ciertos Libros del Nuevo Testamento

Los siete libros que inicialmente fueron cuestionados son Santiago, 2a Pedro, Hebreos, 2a Juan, 3a Juan, Judas y el Apocalipsis. La vacilación de algunos dirigentes de la iglesia primitiva se explica por la peculiar evidencia interna de los mencionados libros. (1) Santiago y Judas se titulan simplemente "siervos" de Cristo, y no apóstoles, mientras que el autor de 2a y 3a Juan se refiere a sí mismo como "presbítero" o "anciano", y no como apóstol. En el Apocalipsis Juan se titula a sí mismo "siervo" y "hermano". (2) El autor de Hebreos se mantiene en el anonimato y el contenido difiere en vocabulario y estilo de las epístolas reconocidamente paulinas. La segunda epístola de Pedro, si bien no es anónima, se diferencia de la Pedro en la misma forma. (3) Por otra parte, Santiago estaba dirigida a los primitivos conversos judíos y no a la gran iglesia gentil y universal. (4) Judas estaba cuestionado, además, porque se decía que citaba al libro apócrifo de Enoc (1.9; 5.4; cf. Judas 14-15). Gradualmente, sin embargo, todos estos libros controvertidos si bien genuinos, fueron universalmente aceptados por la iglesia. En occidente esto ocurrió hacia el año 400 D.C. y en oriente hacia el 500 D.C.

Reconocimiento del Canon en Occidente

En testimonio de Clemente de Roma (c. 96 D.C.). En la muy venerada carta (conocida como 1ªClemente) a la iglesia en Corinto mientras era obispo de Roma, da muestras de que conocía el libro de Mateo, el de Romanos, el de 1 a Corintios, y se refiere repetidas veces al de Hebreos.
El testimonio de Marción (c. 140). Como hereje gnóstico aceptaba únicamente el Evangelio de Lucas y diez de las epístolas de Pablo. Pero su testimonio, si bien equivocado, es ilustrativo y constituye un importante hito en el proceso de colección y aprobación del canon actual del NT.
El testimonio de Hermas (c. ISO). Como supuesto autor del venerado libro del Pastor de Hermas ofrece autenticación del Evangelio de Mateo, de Efesios, y aparentemente también de Hebreos y Santiago, y especialmente del Apocalipsis.
El testimonio de Ireneo (c. 140-203). Al haber estado en contacto con Policarpo de Esmirna en su juventud y por haber sido luego obispo de Lyons en la Galia, ofrece testimonio sobre los cuatro Evangelios, Hechos, 1 a Pedro, 1 a Juan, todas las cartas paulinas con excepción de Filemón, y el Apocalipsis.
El testimonio del Canon Muratorio (c. 172). El fragmento fue descubierto por el italiano Muratori en la biblioteca de Ambrosio en Milán en 1740. La primera parte, que está mutilada, contenía aparentemente los libros de Mateo y Marcos. Confirma todos los libros del NT con excepción de 1 a Pedro, 2a Pedro, Santiago y Hebreos.
El testimonio de la antigua versión latina anterior al 170. Da fe de todos los libros excepto Santiago y 2a Pedro; Hebreos fue agregado antes de la época de Tertuliano.
El testimonio de Tertuliano (c. 150-222). Este voluminoso escritor latino de Cartago da testimonio de cuatro Evangelios, 13 epístolas paulinas, Hechos, 1 a Pedro, 1 a Juan, Judas y el Apocalipsis. Sin embargo, rechazó el libro de Hebreos; sostenía que había sido escrito por Bernabé.
El testimonio de Cipriano (c. 200-258). Como obispo de Cartago aceptó la posición de Tertuliano con respecto a Hebreos, y no citó, por otra parte, a Filemón, Santiago, 2a y 3a Juan, ni a Judas.

Reconocimiento Posterior del Canon en Occidente

El testimonio de Jerónimo (c. 340-420). El gran traductor de la Vulgata latina y renombrado erudito atestiguó todos los libros canónicos de nuestro NT. Aceptó a Hebreos sosteniendo que fue escrito por Pablo, y explicó la forma en que Santiago y 2a Pedro fueron reconocidos. Su opinión tiene un valor superlativo.
El testimonio de Agustín (354-430). Su opinión, a diferencia de la de Jerónimo, no tuvo igual lucidez. Si bien aceptó la totalidad de los siete libros que habían sido cuestionados, propuso diferentes grados de autoridad para las Escrituras, y fue el principal responsable de que en la Iglesia Católica Romana se aceptase un canon ampliado del AT, que incluía a los apócrifos.
Acción de los concilios eclesiásticos. La determinación del canon del NT no fue obra de ningún concilio. El valor como obra inspirada y la autoridad intrínseca de cada libro individual constituyeron los factores decisivos. Este hecho constituye una prueba fehaciente del carácter genuino y auténtico de los libros que nos han llegado en el canon. Recién al final del siglo cuarto hubo un pronunciamiento conciliar sobre la cuestión.
El tercer concilio de Cartago (397) produjo la primera decisión sobre el canon. Uno de los cánones de dicho cuerpo estipula que únicamente los libros "canónicos" debían leerse en las iglesias. A continuación enumeraba exactamente los 27 libros actuales. Hebreos fue aceptado basándose en el criterio de tratarse de un libro paulino. El concilio de Hipona (419) reprodujo nuevamente la lista del tercer concilio de Cartago. La selección del canon fue, por lo tanto, un proceso espontáneo que se fue desarrollando en la iglesia hasta que cada libro hubo dado muestras de su valor intrínsico.


Reconocimiento del Canon en Oriente


Ignacio, obispo de Antioquía (c. 116); Policarpo, obispo de Esmirna (c. 69-155), y Papías, obispo de Hierápolis (c. 80-c. 155), confirman los libros de Mateo, Juan, las epístolas paulinas, 1" Pedro, 1" Juan y posiblemente Hechos.
La Didache (c. 120) presenta a Mateo y conoce a Lucas, como así
también a la mayoría de los libros de nuestro NT.
Melito, obispo de Sardis (c. 170), tiene citas de todos los libros del NT con excepción de Santiago, Judas, 2" y 3" Juan.
Teófilo de Antioquía (c. 115-c. 188) aceptaba la mayoría de los libros del NT y los tenía en igual estima que a los del canon del AT. Con todo, su sucesor, Luciano (martirizado en 312) excluyó de su "Canon Antioquino" el Apocalipsis, 2& Pedro, 2& y 3& Juan y Judas al hacer su revisión del texto del AT y NT.
Basilio el Grande de Capadocia (c. 329-379) y Gregorio Nacianceno (c. 330-390) aceptaron todos los libros del canon actual, exceptuando el Apocalipsis, si bien lo citaron como procedente de Juan.
Juan Crisóstomo (347-407) aceptó todo a excepción de 2" Pedro, 2" y 3" Juan y el Apocalipsis.
Teodoro de Mopsuestia (c. 350-428) rechazó las epístolas universales o católicas y el Apocalipsis. Por lo tanto la opinión de esta parte de la iglesia se vio fuertemente influenciada por el canon de Constantinopla, que rechazó la 2" y 3" Pedro, Judas y el Apocalipsis, y que se formó en base al "Canon Antioquino" de Luciano.
La Peshito (411-435) siguió también el canon de Constantinopla. Recién cuando Filógeno (c. 508) hizo revisar la Peshito siriaca a fin de agregar los libros rechazados que la nociva influencia del canon de Constantinopla fue eliminada.
Reconocimiento del Canon en Egipto y Palestina

Justino Mártir (c. 100-165) aportó su importante testimonio sobre el Apocalipsis, considerado por él obra del apóstol Juan. Conocía también el libro de Hebreos y probablemente se refirió al Evangelio de Marcos con el título de "Memorias de Pedro."
Clemente de,Alejandría (c. 1 55-c. 215) era hombre de amplias lecturas y aceptaba lados los libros de nuestro NT, incluyendo a Judas, Hebreos, las epístblas universales y el Apocalipsis.
En Orígenes de Alejandría (c. 185-c. 253) hay indicaciones de que aceptaba los libros cuestionados (Hebreos, 2" Pedro, 2" y 3" Juan, Santiago, Judas). Sostuvo que el Apocalipsis estaba entre los libros aceptados (homologoumena).


Desarrollo Posterior del Canon en Egipto y Palestina

Los papiros Chester Beatty pertenecientes al 1110 siglo, editados por Sir Frederic Kenyon en 1933-37, aportan autenticación a los cuatro Evangelios, los Hechos, las epístolas paulinas y Hebreos (que sigue a Romanos), y el Apocalipsis (únicamente se conserva, sin embargo la sección correspondiente a 9.10-17.2).
Dionisio de AlejandrÍa (c. 200-265) confirma a Hebreos como epístola paulina, al tiempo que afirma que Santiago, 2a y 3' Juan y el Apocalipsis constituyen Escritura inspirada.
Atanasio de Alejandría (298-373) aplicó el término de "canónicos" al total de 27 libros que componen nuestro NT canónico.


Síntesis sobre la Formación del Canon del Nuevo Testamento


El canon del NT se formó espontáneamente, y no por acción de concilios eclesiásticos. La inspiración y la autoridad intrínsica de cada libro individual constituyeron los factores determinantes para su eventual aceptación y canonización. Hacia el 200 D.C. el NT contenía esencialmente los mismos libros que tenemos hoy. A dichos libros se les asignaba entonces el mismo grado de autoridad y el mismo carácter definitivo que les asignan los cristianos en el día de hoy.
En el tercer siglo se debatió la cuestión de los antilegomena. En oriente se le hizo oposición al Apocalipsis. Hebreos revestía carácter discutible en occidente. Hacia fines del 1110 siglo prácticamente todos los libros extracanónicos habían sido ya eliminados de las listas autorizadas.
Durante el IV siglo el debate sobre cuestiones de la posición canónica de ciertos libros cesó casi totalmente en occidente, debido a la influencia de Jerónimo y Agustín y a las claras distinciones relativas al canon que hizo Atanasio en Egipto. El tercer concilio de Cartago (397) selló la decisión alcanzada, y desde aquel momento no ha habido oposición apreciable hacia ninguno de los libros del NT.
En oriente, no obstante, la discusión continuó por cierto tiempo. Pero el ejemplo de occidente, de Atanasio en Alejandría, y la influencia de los padres de Capadocia, anularon toda la oposición que todavía perduraba. Al agregarse 2" y 3' Juan, 2" Pedro, Judas y el Apocalipsis a la Peshito (la Biblia siriaca) , la cuestión del canon quedó resuelta en el este también. De este modo quedó resuelta la canonicidad del NT, en sus aspectos fundamentales, alrededor del año 400 D.C. en occidente, y del 500 D.C. en oriente.


Historia del Canon hasta el Presente

Salvo algunas diferencias insignificantes, el veredicto de los cuatro primeros siglos sobre el canon del NT ha sido aceptado por la iglesia hasta el día de hoy. En la época de la Reforma los reformadores recalcaron la autoridad de una Biblia infalible en contraposición a la supuesta autoridad de una iglesia infalible.
En cambio, en relación con el canon del AT, en el concilio de Trento de 1546, por el Decree Sacrosancta la iglesia romana declaró canónicos a 11 de los 14 libros apócrifos. Ellos son Tobías, Judit, la Sabiduría de Salomón, Eclesiástico, Baruc, la y 2a Macabeos, el Cántico de los Tres Jóvenes, Susana, y Bel y el Dragón. Aceptaron también algunos agregados al libro de Ester.


Cómo nos vino la Biblia “Manual bíblico de Unger”, Editorial Portavoz.
 
Aporte de Jetonius, respecto a LA FORMACION DEL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO



En más de una ocasión he intentado contestar sus respuestas a mis observaciones, y ha coincidido con períodos en que el Foro estaba cerrado por tareas de mantenimiento.

Usted parece concebir el proceso de canonización del NT de manera muy esquemática y poco histórica. Cuando preguntó acerca de los criterios que la Iglesia había seguido para arribar a un consenso unánime en el siglo IV, yo le contesté enunciando cinco criterios que podían inferirse de manera retrospectiva sobre los motivos por los cuales se habían reconocido los libros que forman nuestro NT .

Esto no significa que alguien haya elaborado de manera precisa y temprana estos criterios, o que fueran el resultado de una decisión unánime y consensada de la Iglesia universal. Mucho menos que comisiones de eclesiásticos se abocasen a la tarea de examinar todos los materiales y clasificarlos de manera sistemática, para luego emitir dictámenes para su posterior consideración y aprobación.

El proceso real fue mucho más informal y disperso, por diversas razones, entre ellas la dispersión geográfica de iglesias con diferente trasfondo, y la naturaleza misma de los documentos en cuestión. En efecto, algunos de los libros del NT fueron escritos ocasionales que sus autores escribieron cuando no podían ir en persona para solucionar problemas que surgían en las iglesias, o para impartirles enseñanzas; tal el caso de todas o la mayoría de las epístolas. Estos libros reemplazaban la enseñanza oral de los Apóstoles. Por otra parte, otros libros del NT fueron originalmente concebidos como forma de enseñanza escrita, muy importante para la permanencia y fidelidad de la enseñanza en la cultura grecorromana. Así ocurre con los Evangelios, Hechos y Apocalipsis. Por su propio contenido y por las características de las comunidades que los recibieron, es probable que algunos de estos libros hayan tenido una circulación más amplia que otros que trataban primariamente de problemas y circunstancias locales (tal el caso de 2 y 3 Juan).

Aunque muchos de los libros del NT son en sentido estricto anónimos porque el mismo escrito no menciona al autor, esto no significa que las Iglesias que inicialmente los recibieron, y luego los copiaron y difundieron, ignorasen quiénes fueron sus autores. Por ejemplo, en el caso de los cuatro Evangelios, la tradición es unánime con respecto a sus autores; no hay voces disidentes en los primeros siglos. Por tanto, en ausencia de evidencia en contra, parece más que razonable aceptar la autoría tradicional. La única excepción razonable es la carta a los Hebreos (que a pesar de ser anónima se puso junto con las epístolas de Pablo), sobre la cual hubo dudas en Roma al tiempo que era aceptada de buen grado en el Oriente.

Yo ignoro por qué la mayoría de los Apóstoles no escribieron, o si lo hicieron sus escritos no llegaron hasta nosotros. Supongo que es lo mismo que ocurre hoy: no todos los pastores tienen una vocación de escritores. O tal vez desarrollaron sus ministerios en una zona geográficamente más localizada, que no les exigió escribir. Al menos en un caso, el de Santiago, hermano de Juan, sabemos que murió en fecha relativamente temprana.

Retornando al tema principal, los primeros cristianos recibieron un cuerpo de Escrituras ya existente, el AT, y enseñanzas del Señor y los Apóstoles cuya autoridad era axiomática e indisputada. Algunas comunidades habrán recibido estas últimas primaria o exclusivamente de manera oral, y otras también en forma escrita. Había muchas razones por las cuales las Iglesias debían tener el mayor interés en determinar si determinados escritos de veras estaban dotados de autoridad apostólica. Una era el natural interés en saber qué habían dicho el Señor y los Apóstoles. Otras dos, estrechamente relacionadas, fueron la existencia temprana de falsos profetas y maestros y más tarde de escritos espurios atribuidos de manera tan explícita como falsa a los Apóstoles. Con posterioridad se agregó una cuarta razón, a saber, las persecuciones en las que se exigía a los cristianos que entregasen sus libros sagrados. Obviamente para saber qué libros era lícito entregar y cuáles no, era preciso saber cuáles eran auténticamente apostólicos.

El supuesto intento de homogeneizar la enseñanza y dejar fuera libros que no coincidiesen con alguna rígida doctrina “oficial” difícilmente pueda haber sido una motivación en la Iglesia primitiva. En primer lugar, es obvio que en su unidad, el NT tiene a su vez una diversidad que la Iglesia aceptó desde el principio. En segundo lugar, históricamente el intento de expurgar el NT mediante la formulación de un canon restringido se debió al hereje Marción (que admitía sólo una versión de Lucas expurgada de sus elementos judíos y las cartas de Pablo).

Sobre la falta de mención de los escritos del Nuevo Testamento en la Iglesia subapostólica, debo admitir que me sorprende usted. Veamos:

1. Clemente de Roma, en su carta a los corintios (aprox. 96), 13:1-2 cita Jeremías 9:23-24 y 1 Samuel 2:10 y prosigue “especialmente recordando las palabras del Señor Jesús: «Ser misericordiosos para que obtengáis misericordia” y otras citas del Sermón del Monte. En otra parte (46:7-8) cita, aparentemente de memoria, Mateo 26:24 y Lucas 17:2.
2. La llamada Epístola de Bernabé dice “como está escrito” antes de citar Mateo 22:14, «muchos son llamados pero pocos escogidos» . Estas palabras no aparecen en ningún otro lugar de la Biblia.
3. En la Didajé 8:2 o “Enseñanza de los Doce Apóstoles”, del siglo I, se cita la Oración del Señor según Mateo 6:9-13 para el uso regular en la Iglesia.
4. Policarpo de Esmirna, escribiendo a los Filipenses hacia 115, recomienda a sus lectores que se dice “en estas Escrituras, «Airaos pero no pequéis» y «No se ponga el sol sobre vuestro enojo».” La primera cita podría haber sido tomada del Salmo 4:4, pero la segunda frase proviene de Efesios 4:26, donde se cita dicho Salmo.
5. En la homilía conocida como 2 Clemente, de la primera mitad del siglo II, el autor cita Isaías 54:12 y a continuación escribe: “Y otra Escritura dice, «No vine a llamar a los justos, sino a los pecadores»” (Mateo 9:13). Al revés, en otra parte cita Mateo 10:32 “Quienquiera que me confiese delante de los hombres, yo lo confesaré delante del Padre” y prosigue “y él también dice en Isaías ...” (cita Isaías 29:13).

Por cierto que estas referencias fragmentarias no constituyen evidencia de un canon consensado en época tan temprana, pero sí establecen que los escritos de libros que hoy constituyen nuestro NT eran tenidos como una autoridad equivalente a la del AT. Y como observa un erudito escritor, el reconocimiento de tal autoridad precede naturalmente a la cuestión de la canonicidad y es un requisito indispensable para ella.

¿¿¿De dónde sacó que Justino no conocía los Evangelios??? ¿Ha leído usted las obras de Justino?

Es cierto que podríamos saber más de sus creencias al respecto si contásemos con su escrito Contra Marción, que Ireneo y Eusebio alcanzaron a conocer. Sin embargo, se refiere a las «Memorias de Pedro» (alude a Marcos 3:16-17) en Diálogo con Trifón 106:3 y en la Apología I 66:3; 67:3 habla de “las memorias de los apóstoles”, agregando que son llamados “evangelios” y que se leen conjuntamente con las “composiciones de los profetas”.
Además, y esto es concluyente, en el citado Diálogo con Trifón hay no una ni dos sino numerosos pasajes con citas y alusiones de los Evangelios Sinópticos. Por dar un ejemplo concreto, en una parte dice: “En el Evangelio está escrito que él dijo: «Todas las cosas me son dadas por el Padre» y «Nadie conoce al Padre excepto el Hijo; ni al Hijo sino el Padre, y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer».” Diálogo con Trifón 100:1.

Aunque Justino no cita directamente del Evangelio de Juan, lo más probable es que lo conociese bien, como lo indican pasajes como éste: “Ya he mostrado que él fue el unigénito del Padre del universo, habiendo sido engendrado por él de manera peculiar como su Verbo y Poder, y habiéndose posteriormente tornado hombre a través de la virgen, como hemos aprendido de las Memorias.”
En la Apología I hay una afirmación de obvio origen juanino: “Jesús también dijo: «Si no naciereis de nuevo no entrareis en el reino de los cielos” (cf. Juan 3:3,5).

Poco después –antes del fin del siglo II- el discípulo de Justino, Taciano, escribió (inicialmente en griego) su denominado Diatessaron, que es una armonía de los cuatro Evangelios. Cuando volvió a su tierra natal de Siria, tradujo la obra al siríaco. En esta traducción permaneció en uso durante siglos por las Iglesias de la región. Sería inexplicable que Taciano hubiese escogido los cuatro Evangelios y no otros, si ellos no hubiesen sido considerados normativos en su época, incluso por su propio maestro, Justino.

Otro asunto que usted plantea es que 1 Timoteo 5:18 no puede incluir una cita de Lucas porque este Evangelio se habría escrito mucho después que la epístola. En realidad no sabemos cuándo se escribió Lucas. Ahora bien, parece claro que el Evangelio se escribió antes que los Hechos de los Apóstoles, los cuales concluyen con la prisión domiciliaria de Pablo en Roma (a principios de los 60). Nada impide pensar que Lucas escribió su Evangelio hacia fines de los 50, quizá aprovechando el tiempo durante el cual Pablo estuvo preso en Cesarea. Dado que Lucas continuó cerca de Pablo durante la prisión de éste en Roma (Colosenses 4:4; Filemón 24) nada impide que el Apostol hubiese podido conocer y citar el tercer Evangelio.

No entiendo bien que es lo que le tiene perplejo acerca de la referencia a Enoc en Judas. ¿Podría ser más explícito?

Sobre la inexistencia de los documentos originales del NT no veo qué le resulta tan sorprendente. En la literatura secular, las copias más antiguas que se tienen de obras clásicas pueden datar de mil años más tarde de la fecha de composición. Antes de que se descubriesen los manuscritos del Mar Muerto, las copias más antiguas del AT hebreo databan del siglo IX o X de nuestra era, y eso no hacía este texto menos confiable.
La distancia entre la fecha de composición y las copias es mucho menor en el caso del NT . Hay copias completas, traducciones, transcripciones, etc. Hay fragmentos de papiro del siglo II con documentos del NT.
No tiene nada de curioso que los documentos de Qumran se hayan conservado, y los autógrafos del NT no. Si estos últimos fueron, como es probable, escritos en papiro, un material menos durable que el pergamino, y tempranamente se copiaron en forma reiterada, no debe sorprender que se hubiesen deteriorado (sin contar con contingencias como persecuciones). Por el contrario, los documentos de Qumran –que tampoco eran necesariamente autógrafos- permanecieron sin uso envueltos en lino, dentro de jarras cerradas, en cuevas, en una región de clima seco. De hecho, de los que no fueron protegidos así sólo se hallaron miles de fragmentos, algunos de ellos diminutos.

Finalmente, la diferencia entre considerar el canon como

Una lista inspirada de libros

O como

Una lista de libros inspirados

Puede no ser muy obvia en cuanto a sus resultados prácticos inmediatos, pero sí es conceptualmente importante en lo que a nuestra concepción de la Iglesia se refiere. No es lo mismo que, actuando en su calidad de testigo y custodia de la verdad, la Iglesia haya reconocido la autoridad intrínseca de ciertos libros, a pensar que la Iglesia tenía potestad para otorgar a ciertos libros autoridad al tiempo que se la negaba a otros. En el fondo, la diferencia concierne a cómo estimamos la relación entre la Iglesia y las Escrituras.

Bendiciones en Cristo,

Jetonius

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http://forocristiano.iglesia.net/sh...032&perpage=15&highlight=Ocozias&pagenumber=2
 
Originalmente enviado por: Maripaz
UN COMENTARIO DE LA EPISTOLA A LOS GALATAS....escrita, SEGUN juan30 por el JUDAIZANTE PABLO :D :D :D





La epístola del apóstol Pablo a los GÁLATAS
Autor: Pablo
Fecha: 55–56 d.C.
Tema: Justificación sólo por la fe
Palabras clave: Gracia, evangelio, fe, justificado, promesa, libertad, ley


Destinarios


Gálatas es la única epístola que Pablo dirigió específicamente a un grupo de iglesias. Galacia no era una ciudad, sino una región del Asia Menor, que incluía muchos pueblos. Su nombre se originó en el siglo III a.C. cuando una tribu de la Galia emigró hacia esa región. En el siglo I a.C. el término «Galacia» se usaba, en su acepción geográfica, para denominar la región norte-central del Asia Menor, donde se habían establecido los galos, y desde el punto de vista político, para designar la provincia romana del Asia Menor sur-central. Pablo envió esta carta a la provincia de Galacia, un área que incluía las ciudades de Antioquía, Iconio, Listra y Derbe.


Fecha

La cuestión de la fecha de esta epístola depende fundamentalmente de la relación de 2.1–10 con las visitas de Pablo a Jerusalén mencionadas en los Hechos. Aunque el capítulo 2 puede ser identificado con la visita relacionada en los Hechos 11.30, algunas dificultades han surgido para vincularla con los acontecimientos de los Hechos 15. Probablemente Pablo escribió la carta alrededor de los años 55 ó 56, cuando estaba en Macedonia o Corinto durante su tercer viaje misionero.


Ocasión y fecha

Los legalistas de la iglesia, llamados judaizantes, enseñaban que algunas leyes del Antiguo Testamento eran aún obligatorias para los cristianos. Argumentaban que las promesas de Dios alcanzaban sólo a los judíos, y que los gentiles debían circuncidarse para poder experimentar plenamente la salvación. No negaban que era necesario creer en Jesús, pero insistían en que no era suficiente. Había que añadir a la fe la Ley.

Esta doctrina estaba en abierta contradicción con la insistencia de Pablo de que la salvación era por la gracia a través de la fe, por lo que los judaizantes trataron de desacreditar sus enseñanzas cuestionando su autoridad. Lo acusaron de ser un apóstol de segunda mano, inferior a Pedro y a Santiago. Aun más, dijeron que era un oportunista que hacía el evangelio más atractivo a los gentiles, al desechar sus válidas exigencias en relación con la Ley. Pablo reaccionó vehementemente contra la malvada propaganda de los judaizantes, afirmando su autoridad apostólica y explicando el evangelio de la gracia por la fe.


Contenido

Gálatas está dividida en secciones de dos capítulos cada una, con contenido biográfico, doctrinal y práctico. En la primera de ellas (caps. 1 y 2), Pablo defiende su independencia apostólica, no en un espíritu de indignación personal, sino con el propósito de establecer el origen divino de su evangelio. En la sección doctrinal (caps. 3 y 4), Pablo presenta una serie de argumentos imperiosos e ilustraciones para probar la inferioridad de la Ley al evangelio y establecer su verdadero propósito. En la aplicación práctica de su doctrina (caps. 5 y 6), exhorta a los gálatas para que hagan un uso apropiado de su libertad cristiana y no abusen de ella. En lugar de otorgarles licencia para pecar, el evangelio les provee los medios para alcanzar la rectitud que demanda la Ley.


Aplicación personal

La misma perversión del evangelio que Pablo combate en su carta sigue apareciendo bajo distintos disfraces. El legalismo, con su prédica de que la justificación o santificación dependen de los esfuerzos personales de la gente, negando así la eficiencia de la cruz, es el más persistente de los enemigos del evangelio de la gracia. La circuncisión y otros requerimientos de la Ley Mosaica puede que ya no sean cuestiones relacionadas con la salvación, pero muchas veces la observancia de ciertas reglas, regulaciones o ritos religiosos se consideran como una condición, junto a la fe, para alcanzar la madurez cristiana. Gálatas denuncia abiertamente los peligros del legalismo y establece la esencial verdad de la fe como único requisito de la salvación. Esta epístola se convirtió en el emblema de la Reforma protestante y es la Carta Magna de la libertad espiritual para todos los tiempos.


Cristo revelado


Pablo enseña que Jesús coloca a todos los que en Él creen (2.16; 3.26) en una posición de libertad (2.4; 5.1), librándolos de las ataduras del legalismo y del libertinaje. El principal énfasis del apóstol está en la crucifixión de Cristo, como la base para la liberación de la maldición del pecado (1.4; 6.14), de sí mismo (2.20; véase 5.24), y de la Ley (3.12; 4.5). Pablo también describe la unión dinámica en Cristo por medio de la fe (2.20), representada de forma visible en el bautismo (3.27), que relaciona a todos los creyentes entre sí como hermanos y hermanas (3.28). Sobre la persona de Cristo, Pablo declara tanto su divinidad (1.1, 3, 16) como su humanidad (3.16; 4.4). La sustancia del evangelio es Jesús (1.7), quien se reveló personalmente a Pablo (1.12).


El Espíritu Santo en acción

Los judaizantes estaban tan equivocados sobre el significado de la santificación como sobre el camino de justificación. Un pasaje clave es 3.2, 3, en el cual Pablo pregunta a los gálatas, quienes admitían que habían comenzado la vida cristiana por el Espíritu, por qué buscaban ahora la madurez espiritual a través de las obras de la Ley. Pablo entonces los invita a dejarse guiar, para crecer en la nueva vida, por el mismo Espíritu a quien deben la regeneración.
En 3.5 Pablo hace la misma pregunta concerniente al Espíritu Santo. El lenguaje que usa alude a una experiencia en el Espíritu, que va más allá de lo que fue su inicial recepción por parte de los Gálatas. El verbo «suministra» sugiere una continua y generosa provisión, mientras «hace milagros» indica que Dios continuaba realizando prodigios allí por medio de creyentes llenos del Espíritu, que no habían caído en la trampa del legalismo. La palabra «milagros» se refería a manifestaciones carismáticas del Espíritu que se evidenciaban por señales como las descritas en 1 Corintios 12–14. La frase «la promesa del Espíritu» en 3.14 fue también usada por Pedro para explicar la experiencia del derramamiento del Espíritu Santo cuando el Pentecostés (Hch 2.33).
Estos versículos enseñan que recibimos el Espíritu por fe y que éste continúa manifestando su poder mientras caminamos en la fe.
En 5.16–25 Pablo describe gráficamente un fiero y constante conflicto entre la carne, nuestra naturaleza original, proclive al pecado, y el Espíritu que en nosotros mora. Sólo el Espíritu Santo, cuando nos sometemos enteramente a su control y andamos en Él, puede ponernos en condiciones de hacer morir la carne (vv. 16, 17), librarnos de la tiranía de la Ley (v. 18), y permitir que los frutos de santidad crezcan en nuestra vidas (vv. 22, 23).
Esta sección (5.16–25) es parte de la exhortación de Pablo sobre el uso apropiado de la libertad. Sin el control y la obra santificadora del Espíritu Santo, la libertad degenera en libertinaje.


Bosquejo del contenido

I. Introducción 1.1-10
A. Saludo 1.1-5
B. Deserción de los gálatas 1.6,7
C. Denuncia de los judaizantes 1.8,9
D. Declaración sobre la honestidad de Pablo 1.10

II. Biográficamente: Pablo defiende su autoridad 1.11-2.21
A. La fuente de su autoridad 1.11-24
B. Reconocimiento de su autoridad 2.1-10
C. Manifestación de su autoridad 2.11-21

III. Doctrinalmente: Pablo defiende su evangelio 3.1-4.31
A. Mediante argumentación 3.1-4.11
1. Experiencia de los gálatas 3.1-5
2. Enseñanza del AT 3.6-14
3. Carácter del pacto con Abraham 3.15-18
4. Propósito de la Ley 3.19-24
5. Situación de quienes están en Cristo 3.25-4.7
6. Insensatez de retornar al legalismo 4.8-11
B. Mediante apelación 4.12-20
1. Basada en su afecto por Pablo 4.12-18
2. Basada en el afecto de Pablo por ellos 4.19,20
C. Mediante alegoría 4.21-31

IV. Prácticamente: Pablo exhorta a los gálatas 5.1-6.10
A. A usar apropiadamente su libertad cristiana 5.1-15
B. A andar en el Espíritu 5.16-26
C. A llevar las cargas de los demás 6.1-10

V. Conclusión 6.11-18
A. Advertencia contra los legalistas 6.11-13
B. La centralidad de la cruz 6.14-16
C. Las marcas de un apóstol 6.17
D. Bendición 6.18


Capítulo 1

1.1 La autoridad apostólica de Pablo no provenía de hombres, ni por hombre. Dios lo comisionó por medio del Señor resucitado.

1.4 Pablo resume la epístola declarando el hecho, el propósito y el fundamento de la redención en Cristo. La Escritura divide la historia en dos edades: El presente siglo malo, dominado por Satanás (2 Co 4.4), y la «edad por venir» (Mt 12.32; Mc 10.30; Ef 1.21), inaugurada por Jesús. Como la presente edad aún no ha finalizado, las dos edades están siguiendo cursos paralelos. Jesús vino a rescatarnos del dominio de la antigua edad y a transferirnos a la que está por venir.

1.6–9 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.





1.6,7 En contraste con su usual costumbre de darle gracias a sus lectores al inicio de una epístola, Pablo pasa directamente al asunto que le preocupa. Las noticias que le llegan de los gálatas no hablan de progreso, sino de retroceso en la fe. Ellos están abandonando el evangelio de Cristo, por otro diferente (del griego, heteron). Sólo hay un evangelio, y el que predican los judaizantes es una perversión del verdadero.

1.8,9 El primer uso del si en griego indica una suposición. Pablo no está predicando nada nuevo. El segundo si describe una situación concreta: Algunos están pervirtiendo el evangelio. El celo de Pablo por el evangelio es tal, que prefiere que el juicio de Dios caiga sobre él si llegara a distorsionarlo. Su disposición al castigo no obedece a un impulso personal contra los maestros rivales. Por el contrario, habla con autoridad apostólica, al darse cuenta que la gloria de la obra redentora de Cristo y el destino de las almas están en juego.

1.10 Pablo rechaza la insinuación de que es un oportunista que busca el favor de la gente enseñándoles lo que quieren oír.

1.11,12 El evangelio de Pablo no lo recibió de tradición o enseñanza alguna, sino de Dios a través de Cristo.

1.13–24 Pablo prueba el origen divino de su evangelio haciendo un recuento de su conducta antes de su conversión (vv. 13, 14), en su conversión (vv. 15, 16) y de sus actividades posteriores (vv. 17–24).

1.13-16 Sólo una intervención divina podía transformar súbitamente a Pablo de un fanático judío a un celoso misionero cristiano.

1.16, 17 Pablo no recibió instrucción humana después de su conversión. Dios le reveló la sustancia del evangelio en Arabia (Hch 9.22–23). Este «retiro» cabe entre los vv. 22 y 23 del libro de Hechos.

1.18 La palabra traducida para ver se refiere a un primer encuentro, y puede traducirse «para conocer a». El propósito de la visita de Pablo a Jerusalén no fue recabar una encomienda oficial como apóstol, o recibir instrucción doctrinal (Hch 9.26–30).

Capítulo 2

2.1–10 La autoridad de Pablo fue reconocida en el Concilio de Jerusalén (véase Hch 15.1–29).


2.1 Tito, quien era griego, fue un caso de prueba. Los líderes de la iglesia de Jerusalén urgieron a Pablo que, para el bien de la paz, se comprometiera a circuncidar a Tito. Pablo se negó, porque acceder hubiese significado mantener las ataduras de la Ley por encima de la libertad del evangelio.

2.2 Aunque algunos comentaristas identifican la revelación con la profecía de Agabo sobre la inminencia de una hambruna, en Hechos 11.28, parece aludir a una forma específica utilizada por Dios para guiar a Pablo. El tiempo presente utilizado en el verbo predicar (predico), significa que Pablo no cambiaba su mensaje en ocasiones diferentes o para satisfacer distintas audiencias. Los que tenían cierta reputación eran los líderes reconocidos de la iglesia de Jerusalén.

2.4 Los falsos hermanos eran judaizantes que insistían en la circuncisión de los gentiles como un requisito de la salvación.

2.6 Cualquier supuesta ventaja de los apóstoles mayores que pudiera ser tomada como una señal de superioridad sobre Pablo no le preocupaba a este, y de ninguna manera afectaba la validez e independencia de su ministerio.

2.7-10 Dios sólo tiene un evangelio, pero él señala diferentes esferas y culturas donde debe ser predicado.

2.11–21 La autoridad apostólica de Pablo se hizo evidente en un desagradable incidente con Pedro. Su propósito al relatarlo era dejar sentada la verdad del evangelio (v. 14).


2.11 Antioquía de Siria, por su tamaño, era la tercera ciudad del Imperio Romano y el centro misionero de la iglesia primitiva (véanse Hch 11.19–26; 13.1–3).

2.12 La actitud de Pedro no se debió a ninguna consideración teológica, sino a la cobardía.

2.13 Los otros judíos eran judíos cristianos, como Bernabé, de la iglesia de Antioquía, que no estaban asociados con los legalistas.


2.14 Pablo imputa a Pedro, quien no se guiaba ya por las regulaciones dietéticas de los judíos (v. 12), una actitud de flagrante inconsistencia al separarse de los gentiles.

2.15 Al referirse a los gentiles como pecadores, Pablo no cuestiona sus cualidades morales, sino habla de su no observancia de la Ley.

2.16 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.

2.16 Pablo y Pedro concuerdan en que no hay distinción entre judío y gentil en lo que se refiere a la salvación.

2.17,18 Cristo no promueve el pecado cuando nos libera de las ataduras de un sistema legalista. Por el contrario, el transgresor es el que regresa de Cristo al legalismo. Pablo hace énfasis en la vía de la salvación por la fe a través de una declaración que es a la vez general, personal y universal.

2.19–21 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.

2.19 Por la ley Pablo tuvo conciencia del pecado, pero la Ley no le dio poder alguno para vencerlo. De ahí que desistiera de buscar en la Ley un medio para ser aceptado por Dios.

2.20 El creyente, unido por la fe a Cristo en su muerte, ha muerto a la vida anterior y resucitado a la nueva vida. Véanse Romanos 6.1–10; 7.6.

2.21 Si podemos ganarnos la salvación obedeciendo la Ley, entonces la cruz está de más.


Capítulo 3


3.1-5 Pablo comienza la defensa de su evangelio recordándoles a los gálatas que su vida cristiana, que comenzó por la fe en el Cristo crucificado y fue certificada por el don del Espíritu Santo, era completamente ajena a la Ley. Serían insensatos si abandonaran los caminos de Dios para buscar la perfección por sus propios esfuerzos.

3.1 Los judaizantes son como hechiceros malvados que distraen la atención de sus víctimas llevándoles de la cruz a la Ley. Sin embargo, los gálatas no tienen excusa porque Pablo les ha explicado claramente el significado de la cruz.

3.6-9 Los judíos consideraban a Abraham como su padre y la fuente de todas las bendiciones espirituales que recibían. Creían que el mero hecho de ser descendientes de Abraham los justificaba ante Dios. Pablo expone que Abraham agradaba a Dios por la fe y no por las obras de la Ley, ya que ésta no existía en tiempos de Abraham. E insiste en ello agregando que los verdaderos hijos de Abraham, y por lo tanto herederos de sus bendiciones, son aquellos que viven de acuerdo al principio de la fe.


3.10–14 Pablo presenta las alternativas de la fe (v. 11) y la ley (v. 12) como medios de justificación. Sin embargo, en lugar de justificar, la Ley condena (v. 10), porque exige cosas que nadie puede cumplir. Según ella, la obediencia no sólo debe ser completa, sino también continua (v. 12). Por medio de su muerte en la cruz, Cristo hizo por nosotros lo que no podíamos hacer nosotros mismos. Su obra, no la nuestra, removió la maldición que pesaba sobre nosotros a causa de nuestra desobediencia de la Ley (v. 13). Por fe recibimos los beneficios dispensados por su muerte, la justificación inclusive (v. 11) y la promesa del Espíritu (v. 14; véase en la Introducción a Gálatas: «El Espíritu Santo en acción»).


3.15–18 Al defender su evangelio Pablo describe el carácter del pacto con Abraham, demostrando que la promesa se cumple en Cristo, no en la Ley. Nadie invalida un pacto humano (v. 15); cuánto más cierto será esto en el caso de un pacto divino (v. 17). La base del pacto con Abraham era la fe, y la Ley, que vino cuatrocientos treinta años después, no podía desechar este acuerdo anterior.

3.16 Simiente... simientes: La promesa no era para todos los descendientes de Abraham. Halló su cumplimiento en Cristo y, por lo tanto, en aquellos que están unidos a Él.

3.19-24 Pablo explica el verdadero propósito de la Ley con una cuádruple aserción.


3.19, 20 Primero, la intención de la Ley era revelar el pecado, no asegurar justificación (véanse Ro 4.15; 5.20). Fue una medida temporal, introducida para convencer a la gente de su necesidad de justificación, y de su incapacidad para salvarse a sí mismos, y de esa manera dirigirlos a Cristo. Segundo, la Ley es inferior a la promesa, y fue ordenada por medio de ángeles y de Moisés (véanse Dt 33.2; Sal 68.17; Hch 7.53; Heb 2.2) en contraste con la promesa, que vino directamente de Dios a Abraham.

3.21,22 Tercero, la Ley no es contraria a la promesa; en lugar de ello, son complementarias. La Ley demandaba justicia, pero era incapaz de proveerla. Su función fue preparar el camino del evangelio al hacer a la gente consciente de sus pecados y de su necesidad de un Salvador.

3.23–29 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.

3.23, 24 Cuarto, la Ley nos dirige a Cristo. Nos encerró (v. 22) y disciplinó (v. 23, 24), hasta que la fe en Cristo nos condujo a la libertad de hijos crecidos que han recibido la herencia que les corresponde.

3.25–4.7 Pablo muestra la nueva situación de aquellos que están en Cristo, comparando lo que somos después de venida la fe (v. 25) con lo que éramos antes que viniese la fe (v. 23). Bajo la Ley estábamos en un estado de sujeción e inmadurez, pero bajo el evangelio nuestra condición es de hijos (v. 26) y herederos (v. 29).


3.28 En Cristo las distinciones de raza, rango o sexo no impiden establecer vínculos fraternales, ni garantizan privilegios especiales.

3.29 El bautismo no asegura por sí mismo nuestra unión con Cristo sino que expresa de forma visible la unión interior que la fe trae consigo.

Capítulo 4

4.1,2 Bajo la Ley éramos como un heredero durante su minoría de edad, sujetos a tutores hasta alcanzar la edad requerida.

4.3 Rudimentos traduce una palabra griega que originalmente se refería a un triángulo situado sobre un reloj de sol, para determinar la hora por medio de la sombra que éste proyectaba. De ahí comenzó a aplicarse a ir ordenadamente, a avanzar poco a poco, a comenzar por las cosas elementales, a aprender las letras del alfabeto. En el NT se usa para aludir a las verdades elementales del AT (Heb 5.12), los rudimentos de las religiones judía y gentil (aquí y en Col 2.8, 20), y a los elementos materiales del universo (2 P 3.10, 12).

Pablo utiliza la misma palabra en el v. 9 («los débiles y pobres rudimentos»), que junto al uso que hace de ella en Colosenses 2, le confiere un significado más amplio a «rudimentos». El apóstol enseña que espíritus de los credos animistas o demoníacos (v. 8), se mezclan fácilmente con los rituales y filosofías de las religiones y costumbres humanas. De ahí que los rudimentos del mundo puedan identificarse con los espíritus del mal que usan los rituales de la Ley (v. 10) para esclavizar y condenar.

4.4-7 En contraste con las ataduras de la Ley, la vida en Cristo trae la libertad a los hijos e hijas de Dios.

4.4 El cumplimiento del tiempo alude al momento señalado por Dios para la venida de Cristo, cuando las condiciones mundiales favorecían su aparición. Pablo hace énfasis en la deidad de Jesús (su Hijo), en su humanidad (nacido de mujer), y en su sujeción a la ley.

4.5 El propósito de Dios al enviar a Cristo era rescatarnos de la esclavitud (redimir) y convertir a los esclavos en hijos (adopción).

4.6 Dios nos hace hijos suyos a través de Cristo y nos lo confirma a través del Espíritu. Abba es el diminutivo arameo de cariño para Padre, utilizado por el mismo Jesús al dirigirse a Dios (véase Ro 8.15, 16).

4.8-11 Pablo declara que regresar al legalismo no sería mejor que volver a la adoración pagana.

4.12–20 Pablo apela a los gálatas sobre la base de su afecto por él (vv. 12–18) y del amor de él por ellos (vv. 19, 20).

4.12 Pablo no reclama superioridad como judío, sino que se identifica totalmente con los gentiles (véase 1 Co 9.20–22). Ahora el apóstol quiere que los gálatas se identifiquen con su libertad cristiana.

4.13–15 La casual estancia de Pablo en Galacia durante su primer viaje misionero fue el resultado de una enfermedad. Su aspecto era tan repulsivo que los gálatas pudieron haber rechazado su mensaje a causa de la debilidad que exhibía y la falta de atractivo de su presencia física. En lugar de ello, le rindieron homenaje (véase Hch 14.8–18). Desechasteis (del griego, ekptuo) significa literalmente «escupir», lo que algunos comentaristas toman como una referencia a la costumbre de escupir en dirección a un epiléptico, a fin de evadir la influencia del espíritu maligno que supuestamente le poseía. Sobre esta base sugieren que la enfermedad que Pablo padecía era la epilepsia. Pero de hecho la palabra acarrea un sentido metafórico, irónico. Otros especulan que Pablo sufría cierta forma de dificultad visual (véanse v. 15; 6.11), pero las evidencias no son concluyentes.

4.17,18 Pablo denuncia la insinceridad de los judaizantes.

4.19, 20 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.


4.19 Pablo compara su ansiedad por los gálatas con el trabajo de parto de una madre.

4.21–31 Pablo defiende el evangelio que predica con una alegoría basada en la historia de Isaac e Ismael. Algunos críticos lo acusan de espiritualizar la historia bíblica, pero en lugar de establecer una doctrina está ilustrando algo que ya ha demostrado. La premisa de Pablo es que la verdadera descendencia de Abraham es espiritual, no física. Véanse 3.14; Mateo 3.9; Juan 8.31–44; Romanos 4.16. El real heredero de Abraham era el hijo de la mujer libre, no el de la esclava (vv. 23–27). Isaac representa a aquellos que confían en Cristo, e Ismael a quienes están bajo la Ley. Por lo tanto, los cristianos son los verdaderos hijos de Dios (vv. 28, 31).

4.29 La referencia histórica es a Génesis 21.9. Los verdaderos creyentes deben esperar persecuciones.

Capítulo 5

5.1–15 Pablo comienza su presentación de las cuestiones prácticas del evangelio exhortando a los gálatas a usar su libertad cristiana apropiadamente. Deben mantenerse firmes en ella (vv. 1–12) y guardarse de la violencia (vv. 13–15).

5.1–3 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.

5.2-4 Los gálatas deben hacer una selección crucial entre la Ley y la gracia. Aquellos que opten por la justificación según la Ley, de la gracia han caído, porque es imposible escoger ambas cosas a la vez. En otras palabras, el poder efectivo de la gracia de Dios, se hace inoperante en la vida de cualquiera que confíe en sus propios esfuerzos para recibir la salvación.

5.4–6 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.

5.5, 6 Los verdaderos creyentes aguardan, por el Espíritu, el ser aceptados por Dios gracias a la fe, no a la Ley. La referencia alude al final de los tiempos, cuando Dios pronuncie su absolución final sobre los cristianos, y estos experimenten las bendiciones de la eternidad (véase Ro 8.23).

5.7–12 Pablo condena severamente a los falsos maestros que estaban estorbando (v. 7), persuadiendo (v. 8) y perturbando (vv. 10, 12) a los gálatas.

5.11 Los judaizantes no sólo pervertían el evangelio, sino que también acusaban a Pablo de ser inconsistente en su doctrina, por su predicación de la circuncisión para los judíos al tiempo que la repudiaba entre los gentiles.

5.12 Pablo muestra su rechazo por los judaizantes sugiriendo en tono de burla que, si preciaban tan alto la circuncisión, debían emascularse.

5.13-15 La libertad cristiana no consiste en eliminar todas las trabas morales, sino en la libertad de servirse los unos a los otros. El evangelio cambia la opresiva sumisión al legalismo por la más alta sumisión al amor.



5.16 La libertad puede degenerar en libertinaje, pero el Espíritu Santo nos capacita para vencer los deseos de la carne, cuando nos sometemos permanentemente a su poder y dominio.

5.17 El Espíritu y la carne están diametralmente opuestos el uno al otro, como se evidencia por sus «obras» y «frutos» (vv. 19–22).
El resultado es un fiero e incesante conflicto dentro de los cristianos, en el que no pueden vencer confiados a sus propias fuerzas (véase Ro 7.15–23).

5.18 La persona que es guiada por el Espíritu hará lo que está bien libremente, y no por la compulsión de la ley. Por lo tanto, no está sometida a las ataduras y condenación de la Ley.

5.19–21 Las obras de la carne pueden categorizarse como pecados sexuales (v. 19), pecados relacionados con las religiones paganas (los primeros dos del v. 20), pecados del temperamento o carácter (los nueve siguientes) y pecados de ebriedad (los últimos dos).

5.22,23 Estas virtudes son caracterizadas como fruto, en contraste con las «obras». Sólo el Espíritu Santo puede producirlas, y no los propios esfuerzos. Otro contraste es que, aun cuando las obras de la carne aparecen en plural, el fruto del Espíritu es uno solo e indivisible. Cuando el Espíritu controla completamente la vida del creyente, produce este resultado. Las primeras tres conciernen a nuestra actitud hacia Dios, la segunda triada tiene que ver con nuestras relaciones sociales, y el tercer grupo describe los principios que guían la conducta cristiana.



5.24 Pablo habla del arrepentimiento en forma metafórica como una crucifixión de la vieja vida de pecado, el dejarla atrás de manera completa y definitiva. El tiempo verbal indica un acto definitivo que realizamos en nuestra conversión.

5.25 La palabra griega utilizada aquí para andar (andemos) significa literalmente «andar junto a». No es lo mismo que el «andar» que aparece en el v. 16, cuya forma griega se usa regularmente para designar la acción física de caminar. Andar en el Espíritu es andar siguiendo la ruta que Él ha abierto.

Capítulo 6


6.1 La palabra griega restauradle (katarizo), se utilizaba en el lenguaje corriente para designar la acción de componer huesos rotos, y en Mateo 4.21 para «arreglar» redes. Considerándote a ti mismo: Véase 1 Corintios 10.12.

6.2 La ley de Cristo es amarse los unos a los otros como Él nos amó. Véanse 5.14; Juan 13.34; 15.12.


6.3-5 El engreimiento conduce a la arrogancia sobre los logros propios, frente a los logros de otra persona. Esas comparaciones están fuera de lugar, porque cada uno será responsable de sus acciones el Día del Juicio. Nadie puede vanagloriarse cuando se mide a sí mismo y su obra por las normas y requerimientos de Dios.

6.6–10 Pablo aplica los mismos principios de la siembra y la cosecha al sostenimiento de los maestros cristianos (v. 6), al comportamiento moral (v. 8) y al servicio cristiano (vv. 9, 10).


6.11 Pablo usa grandes letras para enfatizar la importancia de lo que va a decir.

6.12,13 Los motivos de los judaizantes eran insinceros y egoístas.


6.16 Pablo no menciona dos grupos de cristianos. La conjunción y es enfática y se puede traducir como «incluso». Todos los verdaderos creyentes son el Israel de Dios (véase 3.29).

6.17 Las marcas de Pablo eran las heridas que le habían infligido sus perseguidores (véanse Hch 14.19; 2 Co 11.23–25).



Hayford, Jack W., General Editor, Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994.
 
¿Biblia o Evangelio?

¿Biblia o Evangelio?

Estimado Yelo, no te aburras y sigue el hilo. Los judaizantes quieren ahogar mi palabra sencilla con grandes testamentos que no nos dicen nada nuevo, todo es repetir lo mismo de siempre. Pero trataré de explicarte, como mejor pueda a lo que vino Jesucristo.

Los libros históricos del Antiguo Testamentos nos dicen que Moisés recibió en el Monte Sinaí, de parte de Dios, las Diez Palabras, escritas en tablas de piedra (Éxodo 34,28). Mucho se ha hablado sobre los 10 mandamientos. Pero veamos lo que dicen las Biblias:

En Éxodo 34,28, muchas Biblias nos hablan de los "Diez mandamientos" escritos en dos tablas de piedra. Pero otras Biblias no se expresan así. Pues hay algunas que nos hablan de las «Diez Palabras» escritas en dos tablas de piedra. También en Deuteronomio 4,13 y 10,4... algunas de estas Biblias nos hablan de las "Diez Palabras". En realidad, la única Ley que se puede entender y escribir en Diez Palabras, por su sencillez, es la verdadera Ley que nos revela de nuevo Jesucristo en El Evangelio: «Así que todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también vosotros hacedles; porque ésta es la Ley y los profetas» (Mateo 7,12).

También Jesucristo nos entrega de nuevo la Ley de Dios formulada en decretos cuando el joven rico le pregunta sobre los mandamientos que debe cumplir para hallar la vida eterna: «Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme». (MATEO 19:17-21).

Jesucristo al joven rico le da la Ley formulada en 7 mandamientos. Pero el séptimo mandamiento (vender todo lo que se tiene y darlo a los pobres) nunca lo quisieron cumplir muchos judíos, ni tampoco muchos judaizantes desde que se conoció El Evangelio. Por este motivo, los judaizantes siempre prefieren los mandamientos judíos del Antiguo Testamento, antes que los 7 mandamientos cristianos. Porque el séptimo mandamiento cristiano dice que hay que repartir todo entre los pobres, y el décimo mandamiento judío dice todo lo contrario, que se respete la propiedad de los que tienen mucho y que no se desee nada de lo que ellos tienen. Pues según este mandamiento judío, aunque muchos no tengan nada, otros en cambio pueden tener de todo, y hasta esclavos. Por este motivo se compusieron las biblias en el siglo IV... para satisfacer los deseos de los emperadores de Roma que tenían muchos esclavos: «No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo». (Exodo 20,17).

«Si compras un esclavo hebreo, te servirá por seis años; pero el séptimo quedará libre sin pagar nada. Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él. Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo». (Éxodo 21:2-4)

En estos últimos versículos queda bien descubierto el porqué de haber puesto de nuevo todos los preceptos del Antiguo Testamento en las biblias como palabra de Dios. Estas leyes han traído mucha confusión, muchos crímenes y mucho dolor a muchos creyentes que han querido vivir como cristianos..., y, por otra parte, son tantas las contradicciones entre estas leyes del Antiguo Testamento y las enseñanzas piadosas del Evangelio de Jesucristo, que todo esto ha contribuido a que muchos se hayan confundido y se haya debilitado su fe.

De la Ley sencilla de Dios, los judíos escribieron muchos mandamientos. Cuando Israel se va convirtiendo en un estado teocrático, aparece un libro de leyes (El Libro de la Ley) (Deuteronomio 31,26), claro que este libro no debería ser muy grande, porque su contenido fue escrito después de morir Moisés, por mandato de Josué, en un altar de piedras en el Monte Ebal (Josué 8,34). Podemos observar los cambios: Primero se podía escribir la Ley en dos tablas de piedra, y luego ya se necesita un altar de piedras para escribir todas las leyes del libro. Varios siglos después de haber muerto Moisés y Josué, en tiempos de Esdras y Nehemías (siglo VI antes de Jesucristo), ya aparece un libro que parece bastante más largo, pues Esdras lo estuvo leyendo al pueblo de Israel desde la mañana hasta la tarde (Nehemías 8,1-3). Jesucristo también nos habla del libro de Moisés (San Mateo 12,26 y San Marcos 12,26). Después de muerto Jesucristo, Pablo aún nos sigue hablando del Libro de la Ley (Gálatas 3,10... Hebreos 9,19....). Aquel libro de la Ley más tarde pasaría a ser los cinco libros de la ley, "el Pentateuco".


LA BIBLIA JUDÍA DE LOS SETENTA ANCIANOS.

El famoso cristiano y escritor del siglo II Justino, en su diálogo con Trifón (hebreo que vivió en Grecia en el siglo II y seguidor de la exégesis rabínica), discutiendo con éste sobre la ley judía nos dice: "Ahora bien, una ley puesta contra otra Ley anula la primera, y un Testamento hecho posteriormente, deja sin efecto el primero. Y a nosotros, Cristo nos ha sido dado como Ley Eterna y última y como Testamento fiel" (San Justino, Diálogo con Trifón 11,2)

Los cristianos conocieron otra versión del Antiguo Testamento (la Versión de los Setenta Ancianos o Septuaginta), donde la "ley de Moisés" ya no era un solo libro, sino que estaba contenida en cinco libros (Pentateuco), también conocidos por los judíos como la Torá, donde aparecen más de 500 mandamientos. San Justino, hablándonos de las leyes del Antiguo Testamento (de esta Versión de los Setenta), en su discusión con Trifón nos avisa que los judíos no eran fieles a las Escrituras:

"No es ése el ayuno que yo escogí, dice el Señor; sino desata toda atadura de indignidad; rompe los lazos de los contratos violentos, despide en libertad a los afligidos, y rasga toda escritura inicua". (La Septuaginta, y San Justino, recordando las palabras de Isaías (Isaías 58,6) en su libro Diálogo con Trifón, 15,4. Estas palabras también se recogen en la carta de Bernabé (III, 3)). En este texto de Isaías, en algunas biblias que hemos estudiado, está escrito "romper todos los yugos", o "que rompáis todo yugo", en lugar de "rasga toda escritura inicua", como nos dice la Versión de los Setenta o Septuaginta. Esto parece que quiere disimular el que algunas escrituras recojan preceptos que son de hombres y no de Dios. El libro de San Justino titulado Diálogo con Trifón también nos entrega muchas citas que nos hablan de cómo los judíos quitaban muchas palabras del Antiguo Testamento para disimular que el Antiguo Testamento profetizaba el Nacimiento, la vida y muerte de Jesucristo:

"A quienes no presto fe alguna es a vuestros maestros, que no admiten esté bien hecha la traducción de vuestros setenta ancianos que estuvieron con Ptolomeo, rey de Egipto, sino que se ponen ellos mismos a traducir, y quiero además que sepáis que ellos han suprimido totalmente muchos pasajes de versión de los setenta ancianos". (San Justino, Diálogo con Trifón 71,1-2).

"De las profecías de Jeremías quitaron también este paso: Yo soy......." (72,2).

"Y del Salmo 95 de las palabras de David, suprimieron estas breves expresiones: De lo alto del madero." (73,1) (Según Justino, esto lo hacían los judíos para que se ignorara que Dios era Jesucristo).

"En conclusión, amigos, bueno fuera que vosotros aprendierais lo que no entendéis, de nosotros los cristianos, que hemos recibido la gracia de Dios, y no luchar por todos los modos por sostener vuestras propias doctrinas, despreciando las de Dios. Por eso, a nosotros también se ha pasado esta gracia, como dice Isaías: Este pueblo se acerca a mí. Con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí. Vanamente me reverencian, enseñando preceptos y doctrinas de hombres." (78,10-11).

Y hablando sobre otras palabras referentes a la Segunda Venida de Jesucristo, nos dice: "Pues no lo interpretaron así los setenta, sino: "hasta que venga Aquél a quien está reservado"...... "y a fe que si vuestros rabinos las hubieran entendido, sabed bien que las hubieran hecho desaparecer, como ha sucedido con la muerte de Isaías, a quien serrasteis con una sierra de madera" (120,4 y 5).