Re: ¿ES J_SUS EL MESIAS DE YISRAEL? COMPRUEBALO CON EL ANTIGUO TESTAMENTO
En realidad no fue sino hasta fines del siglo pasado que empezó a crecer el interés en el Mesías. Desde allí en adelante el tema ha sido estudiado por los escritores judíos conocidos: Leo Baeck, C.G. Montefiore, Martín Buber, Gershom Scholem, Josef Klausner, David Flusser, Schalom Ben-Chorin y otros menos conocidos. Los prejuicios anteriores han disminuido al grado de que actualmente se imparten conferencias sobre el Nuevo Testamento en la Universidad Hebrea de Jerusalén e incluso se enseñan extractos seleccionados en las escuelas.
En las primeras décadas de este siglo hubo un revuelo de interés en la literatura rabínica entre círculos cristianos. Esto dio origen a muchas obras sobresalientes que iluminaron el trasfondo judío del concepto Mesiánico, los más famosos de las cuales son las obras de Hugo Gressmann, Moritz Zobel, S. Mowinckel, Eugen Hühn y L. Dürr. Estas obras y los estudios correspondientes que establecieron los cimientos para los libros de Joseph Klausner,intentan explicar histórico-críticamente la expectativa Mesiánica,mientras ignora su naturaleza explícitamente religiosa.
Posiblemente la naturaleza especialmente judaica del concepto Mesiánico se haya entendido más a fondo en el siglo XIX por Alfred Edersheim y por E. W. Hengstenberg, y en nuestra propia época por Gösta Lindeskog, por ejemplo. La presentación general de las profecías Mesiánicas por el renombrado Franz Delitzsch, antes mencionado, tampoco tiene rival. Podríamos decir que hace un siglo los teólogos cristianos tomaban las fuentes rabínicas más seriamente que en la actualidad.
Dignos de mención entre los apologistas cristianos cuyo objetivo era defender su fe y que utilizaron la literatura rabínica están: Alexander McCaul, A. Lukyn Williams y Bernhard Pick. El Dr. McCaul comparó las doctrinas del Talmud con las del Nuevo Testamento. Sus libros han aparecido en inglés, alemán e incluso en el manuscrito hebreo RaSHI.20 A. Lukyn Williams respondió a la controvertida obra de Troki “Strengthening of the Faith” (El Fortalecimiento de la Fe), en una obra que llevaba un prefaciopor Strack.
Tendemos a olvidar que tanto los judíos como los cristianos devotos sí tienen un punto de partida exegético común para estudios sobre la Biblia. En las oraciones diarias llamadas en hebreo “Sidûr,” existe un largo segmento de hermosas oraciones matutinas.
Incluye “Trece principios de la fe,” que se han de repetir cada día.
Allí leemos lo siguiente:
cláusula 6: “Creo con perfecta fe que todas las palabras de
los profetas son ciertas.”
cláusula 7: “Creo con perfecta fe que la profecía de Moisés
nuestro maestro, la paz sea sobre él, era cierta, y que él era
el mayor de los profetas, tanto de los que le precedieron
como de los que le siguieron.”
cláusula 12: “Creo con perfecta fe en la venida del Mesías,
y, aunque demore, esperaré diariamente su venida.”
cláusula 13: “Creo con perfecta fe que habrá una resurrección
de los muertos, en el tiempo que le plazca al Creador,
bendito sea su nombre. . .”
Todo miembro de la comunidad judía está obligado a aceptar estas palabras compuestas por el famoso Moisés Maimónides RaMBaM (1135–1204). Se parecen a las palabras de Lucas 24:44 y de Hechos 28:33, según las cuáles el proceder de los cristianos se basaba en las profecías encontradas “en la Ley de Moisés, los profetas y los Salmos.” Esta “interpretación Mesiánica” no es un “puente artificial.”
En realidad no fue sino hasta fines del siglo pasado que empezó a crecer el interés en el Mesías. Desde allí en adelante el tema ha sido estudiado por los escritores judíos conocidos: Leo Baeck, C.G. Montefiore, Martín Buber, Gershom Scholem, Josef Klausner, David Flusser, Schalom Ben-Chorin y otros menos conocidos. Los prejuicios anteriores han disminuido al grado de que actualmente se imparten conferencias sobre el Nuevo Testamento en la Universidad Hebrea de Jerusalén e incluso se enseñan extractos seleccionados en las escuelas.
En las primeras décadas de este siglo hubo un revuelo de interés en la literatura rabínica entre círculos cristianos. Esto dio origen a muchas obras sobresalientes que iluminaron el trasfondo judío del concepto Mesiánico, los más famosos de las cuales son las obras de Hugo Gressmann, Moritz Zobel, S. Mowinckel, Eugen Hühn y L. Dürr. Estas obras y los estudios correspondientes que establecieron los cimientos para los libros de Joseph Klausner,intentan explicar histórico-críticamente la expectativa Mesiánica,mientras ignora su naturaleza explícitamente religiosa.
Posiblemente la naturaleza especialmente judaica del concepto Mesiánico se haya entendido más a fondo en el siglo XIX por Alfred Edersheim y por E. W. Hengstenberg, y en nuestra propia época por Gösta Lindeskog, por ejemplo. La presentación general de las profecías Mesiánicas por el renombrado Franz Delitzsch, antes mencionado, tampoco tiene rival. Podríamos decir que hace un siglo los teólogos cristianos tomaban las fuentes rabínicas más seriamente que en la actualidad.
Dignos de mención entre los apologistas cristianos cuyo objetivo era defender su fe y que utilizaron la literatura rabínica están: Alexander McCaul, A. Lukyn Williams y Bernhard Pick. El Dr. McCaul comparó las doctrinas del Talmud con las del Nuevo Testamento. Sus libros han aparecido en inglés, alemán e incluso en el manuscrito hebreo RaSHI.20 A. Lukyn Williams respondió a la controvertida obra de Troki “Strengthening of the Faith” (El Fortalecimiento de la Fe), en una obra que llevaba un prefaciopor Strack.
Tendemos a olvidar que tanto los judíos como los cristianos devotos sí tienen un punto de partida exegético común para estudios sobre la Biblia. En las oraciones diarias llamadas en hebreo “Sidûr,” existe un largo segmento de hermosas oraciones matutinas.
Incluye “Trece principios de la fe,” que se han de repetir cada día.
Allí leemos lo siguiente:
cláusula 6: “Creo con perfecta fe que todas las palabras de
los profetas son ciertas.”
cláusula 7: “Creo con perfecta fe que la profecía de Moisés
nuestro maestro, la paz sea sobre él, era cierta, y que él era
el mayor de los profetas, tanto de los que le precedieron
como de los que le siguieron.”
cláusula 12: “Creo con perfecta fe en la venida del Mesías,
y, aunque demore, esperaré diariamente su venida.”
cláusula 13: “Creo con perfecta fe que habrá una resurrección
de los muertos, en el tiempo que le plazca al Creador,
bendito sea su nombre. . .”
Todo miembro de la comunidad judía está obligado a aceptar estas palabras compuestas por el famoso Moisés Maimónides RaMBaM (1135–1204). Se parecen a las palabras de Lucas 24:44 y de Hechos 28:33, según las cuáles el proceder de los cristianos se basaba en las profecías encontradas “en la Ley de Moisés, los profetas y los Salmos.” Esta “interpretación Mesiánica” no es un “puente artificial.”