Re: ¿Era Jesús de Nazaret verdadero Dios y verdadero Hombre a la vez? ¿O solo hombre?
Dios Bendice,
777, quiero conocer algo de usted, para poder coresponderle propiamente,
¿Es usted, Solo Dios o Solo Jesús o que? Si quiere me escribe su credo en privado si no le parece que este es el lugar para ello.
No entiendo su pregunta, pero me imagino q quiere saber q es lo q creo.
Y le voy a hacer otra pregunta, ¿Crees en el Espíritu Santo? ¿Quien es el Espíritu Santo y de donde proviene?
Al parecer el espiritu santo es una fuerza empleada por Dios para realizar su voluntad directamente.
Algunos indican q es una persona, pero no es la primera vez q la biblia indica q algo puede ver, oir y hablar, de hecho hasta la sabiduria es personificada en la biblia...
Pues es muy importante para mi y para todos los lectores en mi opinión. Conocer su opinión sobre este ser, que de acuerdo a la Palabra, Jesucristo ha dejado en la tierra con una misión propia y con continuidad hasta que el Cuerpo sea levantado y transformado en los Cielos.
Shalom!
Todo el que haga una lectura honrada de los textos bíblicos notará que lo que estos dicen no encaja con las descripciones eclesiásticas del espíritu santo como persona. Pensemos en algunos pasajes de las Escrituras.
1. La Biblia dice que cuando María, la madre de Jesús, fue a visitar a su prima Elisabet (o Isabel), que estaba embarazada, la criatura saltó en su vientre “y Elisabet se llenó de espíritu santo” (Lucas 1:41). ¿Le parece lógico afirmar que una persona “se llenó” de otra?
2. Cuando Juan el Bautista reveló a sus discípulos que Jesús lo iba a reemplazar, dijo: “Yo, por mi parte, los bautizo con agua [...]; pero el que viene después de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de quitarle las sandalias. Ese los bautizará con espíritu santo” (Mateo 3:11). Como Juan indicó que Jesús bautizaría a algunos con espíritu santo, es obvio que dicho espíritu no podía ser una persona.
3. Durante la visita que hizo a un oficial del ejército romano y su familia, el apóstol Pedro mencionó que Dios había ungido a Jesús “con espíritu santo y poder” (Hechos 10:38). Al rato, “el espíritu santo cayó sobre” los miembros de la casa de este oficial. El relato agrega que muchos se asombraron “porque la dádiva gratuita del espíritu santo también estaba siendo derramada sobre gente de las naciones” (Hechos 10:44, 45). Nuevamente, el lenguaje que se emplea no respalda la idea de que el espíritu santo sea una persona.
En muchas ocasiones, la Palabra de Dios personifica, o presenta como personas, a cosas que no lo son, como la sabiduría, el discernimiento, el pecado, la muerte y la bondad inmerecida (Proverbios 8:1–9:6; Romanos 5:14, 17, 21; 6:12). El propio Jesús dijo que “la sabiduría queda probada justa por todos sus hijos”, es decir, por los buenos resultados que produce (Lucas 7:35). Obviamente, la sabiduría no es una persona con hijos de carne y hueso. De igual modo, el espíritu santo no es un ser vivo aunque en ocasiones aparezca personificado.
[h=2]¿Qué es el espíritu santo?[/h] En la Biblia se identifica al espíritu santo como el poder de Dios
en acción. Por ello, una traducción fiel del texto hebreo de las Escrituras se refiere a dicho espíritu como “la fuerza activa de Dios” (Génesis 1:2). Este concepto encuentra amplio apoyo en toda la Biblia (Miqueas 3:8; Lucas 1:35; Hechos 10:38).
En contra de la opinión generalizada, Dios no está presente al mismo tiempo en todos los lugares. Más bien, vive en el mundo espiritual, en “el lugar establecido de [su] morada” (1 Reyes 8:39; 2 Crónicas 6:39). Las Escrituras también dicen que reside y tiene su “trono” en un lugar concreto (1 Reyes 22:19; Isaías 6:1; Daniel 7:9; Revelación [Apocalipsis] 4:1-3). No obstante, desde ese “lugar establecido de [su] morada” emplea su fuerza activa para llegar hasta el último rincón del mundo físico y del espiritual (Salmo 139:7).
En 1879, el biblista Charles L. Ives ilustró con maestría la capacidad que Dios tiene de ejercer su poder desde el lugar que ocupa. Escribió: “Por ejemplo, nosotros decimos: ‘Abre las contraventanas para que entre el sol en la habitación’. No nos referimos al cuerpo celeste, el Sol, sino a la radiación solar, los rayos
procedentes del Sol”. Así mismo, Dios no tiene que viajar a cada sitio donde va a usar su fuerza activa. Sencillamente se vale de su espíritu santo, con el que puede alcanzar hasta los puntos más lejanos de su creación. En fin, ver al espíritu santo como lo que es <nobr>—la</nobr> poderosa fuerza activa de <nobr>Dios—</nobr> nos llena de confianza en que Jehová cumplirá sus promesas.