Que alguien afirme que repetir cinco versículos de un salmo cada noche son vanas repeticiones, es un prejuicio
Por otro lado, la improvisación es una habilidad que no todos poseen, y para lo que se requiere una técnica aprendida y ejercitada.
La técnica de la improvisación necesita de un esquema previo de frases preconcebidas y elementos conectores entre ellas (siempre se termina repitiendo las mismas palabras de manera aleatoria)
La oración sincera, la mayoría de las veces no exige el uso de palabras, pero lo que sí necesita es una preparación del alma, de un ambiente, de una conexión o estado. Para lograr desconectarnos del mundo que nos rodea, sirve mucho (no a todos) el repetir oraciones conocidas, para llegar a pronunciar aquella que corresponde.
La oración es ante todo contemplativa
El suponer que pronunciar palabras improvisadas constituye un ideal de oración, es relativizar la oración
Por esto estoy de acuerdo con:
La oración es personal, íntima y espiritual
Y tengo la impresión que Dios se fija más en los silencios que se producen entre este repetir palabras, que en las palabras en sí