A su vez, Luquitas, nadie tiene a su cargo las ovejas, porque estas ESTÁN AL CARGO DE SU SEÑOR, DE JESUCRISTO, PORQUE ÉL ES EL PASTOR.
¿Y que eran los apostoles y Pablo, y Apolos, etc?
Pablo, llamado
a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios
.(1 Corintios 1:1)
¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Sino ministros por los cuales habéis creído, y eso según lo que a cada uno ha concedido el Señor.
6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.
7 Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento.
8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
9 Porque nosotros, colaboradores somos de Dios; y vosotros
sois labranza de Dios, edificio de Dios
.(1 COrintios 3:5=9)
Nuestro deber es predicar el reino de Dios, y hacer discípulos. ¿Pero discípulos de quién?... no, no de un pastor, no de un siervo, no de hombre o mujer alguna, sino de Cristo, porque solo Cristo es el Pastor y como está escrito: SUS OVEJAS OYEN SU VOZ Y LE SIGUEN.
Pero ¿Que tiene que ver diezmarles o, para que no venga la controversia, ofrendarles, con que ellos no son Dios, ni Señores de nadie, pero siguen siendo nuestros servidores. ¿Noo nos dan servicio?
Si
Dios y en su gracia nos da un don, o dones, los ministramos para el bien DE TODO EL CUERPO, pero ello no nos da derecho a recibir NADA EN ABSOLUTO A CAMBIO. De gracia recibimos, de gracia damos. Pero hemos de tener en cuenta que SOMOS UN CUERPO, EL DE CRISTO, y como también está escrito, NADIE DEBERÍA DECIR, NI CREERSE, que lo suyo es suyo, sino DE TODOS, pero ello, hoy y por desgracia cada día se da menos, pero la Palabra de Dios sigue siendo la misma, y hay que volver a la iglesia de Hechos.
NO nos da derecho a cobrar, pero si a recibir, no como mereciendolo sino como esperandolo, de Dios, pero yo escucho el llamado de Dios a darle a quien me comparte del PAn. Porque la Palabra lo dice.
No hay que mirar que hacen los otros, sino entender que Dios ÚNICAMENTE nos reclama a nosotros el hacerlo, el serlo. Cada cual ha vivir aquello que predica, porque entre otras cosas los cristiano no convencen por palabras, sino por hechos, por TESTIMONIO.
Tema hermoso este, pero que necesita de un constante negarse así mismo. Y donde no nos neguemos, allí mismo estaremos siendo impedimento para que la gloria de Dios sea manifiesta en todo el Cuerpo.