"Habiéndonos predestinado para la adopción de hijos por Jesu Cristo a sí mismo, según al beneplácito de su voluntad, Para alabanza de la gloria de su gracia" (Efesios 1:5)
Dios actúa para su gloria y las decisiones y elecciones que efetcua en su plan de salvación están fundadas según al beneplácito de su voluntad, que nunca puede ser mala.
"Y no sólo ésta, mas también Rebeca concibiendo de uno, de Isaac nuestro padre; (Porque no siendo aún nacidos, los niños, ni habiendo hecho aún ni bien ni mal, para que permaneciese el propósito de Dios según la elección no por las obras, sino por el que llama); A ella le fue dicho, que el mayor serviría al menor: Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí." (Romanos 9:10-13)
Aquí Dios decidió redimir a Jacob pero no a Esaú previo a sus naciemientos, antes que llegaran a hacer bien o mal, declarando que daría su benévolo amor a uno y no al otro.
Pablo continúa diciendo: "Porque a Moisés dice: Tendré misericordia del que tendré misericordia; y me compadeceré del que me compadeceré."
Señalando que es prerrogativa soberana de Dios dispensar su gracia y misericordia de la manera en que Él elija hacerlo. Dios da misericordia a algunos y justicia a otros. Esaú recibió justicia y Jacob gracia; mas ninguno injusticia. Dios no redime a todos ni está obligado a hacerlo. Lo increíble es que redima a algunos.
"Así que no es del que quiere; ni del que corre; sino de Dios, que hace misericordia...De manera que del que quiere tiene misericordia; y al que quiere, endurece."
Pablo es claro. Nuestra elección está basada únicamente en la soberana voluntad de Dios.