El vaticano contra los judíos

Re: El vaticano contra los judíos

Génesis 4:8
Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y
aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó
contra su hermano Abel, y lo mató.

Mateo 24:40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.

Números 24:17 Lo veré, mas no ahora;
Lo miraré, mas no de cerca;
Saldrá ESTRELLA de Jacob,
Y se levantará cetro de Israel,
Y herirá las sienes de Moab,
Y destruirá a todos los hijos de Set.

Génesis 4:26
Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre
Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre
de Jehová.


Zacarías 8:23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.

Juan 4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.

Romanos 2:28

El Papa y Lutero: Antisemitas, Marionetas del mismo titiritero
 
Re: El vaticano contra los judíos

¿¿¿Por concesión??? :confused::confused::llorando::llorando:

¿Hubo alguno que fuera buena persona?

La mayoría de los Papas lo fueron. Es más, hay bastantes más papas santos que papas malos. Y en los últimos siglos la práctica totalidad fueron santos. Pero claro, sólo sacáis a los que os interesa.

Ahora dime tú el porcentaje de buenas personas entre los reformadores del siglo XVI.
 
Re: El vaticano contra los judíos

A ver ¿ Dime uno digno mientras tomaron el poder secular como gobernantes y el tiempo en que se les quitó el poder temporal que haya sido digno de ser llamado Vicario de CRISTO entre tus papas de tu amado magisterio ?
Ese es el Tiempo de 1260 años que gobernó la Bestia como Cuerno pequeño

¿Uno? ¿sólo uno?

Espera que me piense a cuál de ellos elijo. Por ejemplooooo... Clemente XI. Hombre culto y jovial, conocedor de las lenguas clásicas y literato. Su vida era un ejemplo de piedad y austeridad. Visitaba los hospitales de Roma con mucha frecuencia para consolar a los enfermos.

Más.... a veeeeer, sí, también Inocencio XII. Luchó contra la indigencia en Roma destinando el palacio Lateranense para recoger y sostener a los pobres inhábiles para el trabajo. Levantó un gran edificio en San Michele in Ripa para que sirivera de hospicio a los niños y jóvenes pobres, que recibían allá la formación adecuada para poder trabajar.


¿Quieres más?
 
Re: El vaticano contra los judíos

Hombres, hombres, hombres, hombres... están llenos de hombres, hombres, hombres... así son, así andan. Ni más ni menos. Mucho ejemplo dicen tomar de ellos, pero sus frutos bien se ven, ante la Palabra de Dios siempre terminan sucumbiendo, huyendo y por encima de todo, tratando de dar descrédito antes de marchar por pies. Un saludo.
 
Re: El vaticano contra los judíos

¿Uno? ¿sólo uno?

Espera que me piense a cuál de ellos elijo. Por ejemplooooo... Clemente XI. Hombre culto y jovial, conocedor de las lenguas clásicas y literato. Su vida era un ejemplo de piedad y austeridad. Visitaba los hospitales de Roma con mucha frecuencia para consolar a los enfermos.

El Papa Clemente XI y su famosa bula Unigenitus contra los Jansenitas siguió la ruta de los papas abusadores de los derechos del hombre .buen intento ..
Bula UNigenitus

Bula Unigenitus- Diccionario Filosófico de VoltaireSi la bula in Cœna Domini indignó a todos los soberanos católicos, que al fin tuvieron que proscribirla de sus Estados, la bula Unigenitus sólo produjo perturbaciones en Francia. La primera atacaba los derechos de todos los príncipes y de los magistrados de Europa, y unos y otros se esforzaron para conservarlos. Pero como la segunda sólo proscribía algunas máximas de moral y doctrina cristiana, únicamente la combatieron las partes interesadas, y estas partes llegaron a perturbar toda la Francia. Empezó la lucha por una cuestión entre los jesuitas, que eran todopoderosos, y los discípulos que sobrevivían del destruido Port-Royal.

Quesnel, sacerdote del Oratorio, que estaba refugiado en Holanda, dedicó sus Comentarios al Nuevo Testamento al cardenal Noailles, que entonces era obispo de Chalons-sur-Marne, y el obispo los aprobó, recibiendo la obra el sufragio de todos los que leen esta clase de libros.

El jesuita Le Tellier, confesor de Luis XIV, enemigo declarado del cardenal Noailles, por mortificar a éste consiguió que Roma condenara el libro que Quesnel le había dedicado. Dicho jesuita, que era hijo de un procurador de Vire, en la Baja Normandía, heredó todos los recursos y enredos que se aprenden en la profesión de su padre. No se satisfizo con malquistar al cardenal Noailles con el Papa, sino que intentó malquistarle con el rey. Para realizar su proyecto, ideó que emisarios suyos redactaran despachos contra dicho cardenal, los cuales hizo firmar a cuatro obispos, y cartas dirigidas al rey, que firmaron también dichos prelados. Tales maniobras, que los tribunales debieran haber castigado, causaron en la corte el efecto que se propuso el jesuita. El rey se incomodó con el cardenal y Mad. de Maintenon dejó de protegerle.

Entonces empezó una serie de intrigas, en las que todo el mundo se inmiscuyó desde un extremo a otro del reino, y cuanto más desgraciado era este empeño en guerra tan funesta, más se acaloraban los espíritus por una vana cuestión teológica.

En aquellos momentos consiguió Le Tellier que el mismo Luis XIV propusiera al Papa la condenación del libro de Quesnel, del cual el rey no había leído ni una página. Le Tellier y otros dos jesuitas, llamados Doucin y Lallemant, extrajeron ciento tres proposiciones con la idea de que el papa Clemente XI las condenara, y la curia romana cercenó dos de ellas para dar a entender que juzgaba por sí misma. El cardenal Fabroni, entregado en cuerpo y alma a los jesuitas, se encargó de este asunto, y mandó que extendieran la bula un franciscano que se llamaba el hermano Palermo, el capuchino Elías, el barbanita Terroví, el servita Castelli y el jesuita Alfaro.

El papa Clemente XI les dejó hacer lo que quisieran, deseando complacer al rey de Francia, con el que estaba indispuesto por haber reconocido al archiduque Carlos como rey de España. Para atraerse la amistad de Luis XIV no necesitaba hacer ningún sacrificio; le bastaba llenar a satisfacción de éste un pedazo de pergamino y atarle un sello, sentenciando un asunto que le era indiferente. Por eso Clemente XI, sin hacerse de rogar, despachó y envió la bula. Pero fue extraordinaria su sorpresa cuando supo que en casi toda la Francia se recibió con silbidos y toda clase de manifestaciones hostiles. Cuéntase que al saberlo dijo al cardenal Carpegne: «Me piden que envíe la bula, les complazco en seguida, y todo el mundo se ríe de ella.»

En efecto, todo el mundo se sorprendió de ver que un Papa, en nombre de Jesucristo, condenaba por heréticas y por ofensivas a los oídos cristianos estas dos proposiciones: «Es conveniente dedicarse los domingos a la lectura de libros religiosos, sobre todo a la lectura de la Biblia.» «El temor a una excomunión injusta, no debe impedir que cumplamos con nuestro deber.»

Hasta los partidarios de los jesuitas encontraron inconveniente esa censura eclesiástica, pero no se atrevieron a oponerse en voz alta a ella. Los hombres prudentes y desinteresados la juzgaron escandalosa, y el resto de la nación la encontró ridícula.

No por eso dejó de salir triunfante el jesuita Le Tellier hasta la muerte de Luis XIV. Francia le aborrecía, pero él la gobernaba. No hubo medio de que no se valiera para deponer al cardenal Noailles; pero por fin este enredador fue condenado al destierro cuando murió el monarca que le protegía. El duque de Orleans, durante su regencia, extinguió esta guerra eclesiástica burlándose de ella. Del incendio pasado brotaron algunas chispas, que pronto se apagaron para siempre. Bastante duraron prolongándose medio siglo. Pero podrían considerarse felices los hombres si sólo se enemistaran por tonterías como éstas, que no hacen derramar sangre humana.
 
Re: El vaticano contra los judíos

Uig, a este paso se quedarán sin absolutamente ninguno. Mejor no los nombre, pues por todas partes hacen agua. En fin, gracias a Dios por habernos dado a un hombre en verdad limpio y sin mancha, el cual es Cabeza Visible de Su Iglesia: JESUCRISTO, nacido de mujer, muerto en la Cruz, resucitado el tercer día, ascendido al cielo, sentado a la derecha de Dios Padre, y que ha de volver a juzgar a vivos y muertos. ESTA ES LA ROCA FIABLE, ÚNICA Y VERDADERA. Pero ante su negativa de seguirle y por ellos mismos, todo lo están perdiendo en pro de hombres, institución e idolatría por lo suyo, lo cual consideran verdadero, pero que a todas luces nomás muestran sus frutos. Quien tenga ojos para ver que vea. Por mi parte, y por amor hacia ellos: LES BENDIGO.
 
Re: El vaticano contra los judíos

Constitución dogmática Unigenitus de 8 de septiembre de 1713] (2)

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Notas:

(1) DuPl III, II 462 ss; coll. Viva II, 1 ss; CICRcht II 140 ss; BR(T) 21, 569 b ss; MBR 8, 119 a ss. -- Las variantes se han corregido según el texto de DuPl l. c.-- Pascasio (o Pasquier) Quesnel nació el 14 jul. 1634. Terrninados los estudios en la Sorbona, en 1657 ingresó en la Congregación del Oratorio, que se le obligó a abandonar el año 1684 por su adhesión a la herejía janseniana. Fué condenado su libro, Reflexions morales, al que se refiere la Bula Unigenitus. Poco antes de su muerte, que ocurrió el 2 dic. 1719, emitió públicamente profesión de fe [Hrt, Sec. rec. II 822 ss].

(2) Esta Constitución dogmática fué confirmada por el mismo Clemente XI por la Bula Pastoralis Officii (28 ag. 1718) contra los Apelantes, en la que declara llanamente ajeno al seno de la Iglesia Romana a cualesquiera católicos que no recibieran la Bula Unigenitus; por Inocencio XIII en decreto de 8 en. 1722; por Benedicto XIII y el Sínodo Romano en 1725; por Benedicto XIV en su Encíclica Ex omnibus christiani orbis regionibus de 16 oct. 1756; fué aceptada por el clero galicano en los comicios de 1723, 1726, 1730; por los Concilios de Aviñón de 1725 y Embrun de 1727, y por todo el orbe católico.

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2401 Dz 1351 l. ¿Qué otra cosa le queda al alma que ha perdido a Dios y a su gracia, sino el pecado y las consecuencias del pecado, soberbia pobreza y perezosa indigencia, es decir, general impotencia para el trabajo, para la oración y para toda obra buena?

2402 Dz 1352 2. La gracia de Jesucristo, principio eficaz del bien de toda especie, es necesaria para toda obra buena; sin ella, no sólo no se hace nada, mas ni siquiera puede hacerse.

2403 Dz 1353 3. En vano, Señor, mandas, si Tú mismo no das lo que mandas.

2404 Dz 1354 4. Así, Señor, todo es posible a quien todo se lo haces posible, obrando Tú en él.

2405 Dz 1355 5. Cuando Dios no ablanda el corazón por la unción interior de su gracia, las exhortaciones y las gracias exteriores no sirven sino para endurecerlo más.

2406 Dz 1356 6. La diferencia entre la alianza judaica y la cristiana está en que en aquélla, Dios exige la fuga del pecado y el cumplimiento de la ley por parte del pecador, abandonando a éste en su impotencia; mas en ésta, Dios da al pecador lo que le manda, purificándole con su gracia.

2407 Dz 1357 7. ¿Qué ventaja tenía el hombre en la Antigua Alianza, en que Dios le abandonó a su propia flaqueza, imponiéndole su ley? Mas, ¿qué felicidad no es ser admitido a una Alianza en que Dios nos regala lo mismo que nos pide?

2408 Dz 1358 8. Nosotros no pertenecemos a la Nueva Alianza, sino en cuanto participamos de su misma gracia nueva, la cual obra en nosotros lo que Dios nos manda.

2409 Dz 1359 9. La gracia de Cristo es la gracia suprema, sin la cual nunca podemos confesar a Cristo y con la cual nunca le negamos.


2410 Dz 1360 10. La gracia es operación de la mano de Dios omnipotente, a la que nada puede impedir o retardar.

2411 Dz 1361 11. La gracia no es otra cosa que la voluntad de Dios omnipotente que manda y hace lo que manda.

2412 Dz 1362 12. Cuando Dios quiere salvar al alma, en cualquier tiempo, en cualquier lugar, el efecto indubitable sigue a la voluntad de Dios.

2413 Dz 1363 13. Cuando Dios quiere salvar al alma y la toca con la interior mano de su gracia, ninguna voluntad humana le resiste.

2414 Dz 1364 14. Por muy apartado que esté de su salvación el pecador obstinado, cuando Jesús se le manifiesta para ser visto por la luz saludable de su gracia, es necesario que se entregue, que acuda, se humille y adore a su Salvador.

2415 Dz 1365 15. Cuando Dios acompaña su mandamiento y su habla externa con la unción de su Espíritu y la fuerza interior de su gracia, realiza en el corazón la obediencia que pide.

2416 Dz 1366 16. No hay halagos que no cedan a los halagos de la gracia porque nada resiste al omnipotente.

2417 Dz 1367 17. La gracia es la voz del Padre que enseña interiormente a los hombres y los hace venir a Jesucristo: cualquiera que a El no viene, después que oyó la voz exterior del Hijo, no fué en manera alguna enseñado por el Padre.

2418 Dz 1368 18. La semilla de la palabra, que la mano de Dios riega, siempre produce su fruto.

2419 Dz 1369 19. La gracia de Dios no es otra cosa que su voluntad omnipotente; esta es la idea que Dios mismo nos enseña en todas sus Escrituras.

2420 Dz 1370 20. La verdadera idea de la gracia es que Dios quiere ser obedecido de nosotros y es obedecido; manda y todo se hace; habla como Señor, y todo se le somete.

2421

Dz 1371 21. La gracia de Jesucristo es gracia fuerte, poderosa, suprema, invencible, como que es operación de la voluntad omnipotente, secuela e imitación de la operación de Dios al encarnar y resucitar a su Hijo.

2422 Dz 1372 22. La concordia de la operación omnipotente de Dios en el corazón del hombre con el consentimiento libre de su voluntad se nos demuestra inmediatamente en la Encarnación, como en la fuente y arquetipo de todas las demás operaciones de la misericordia y de la gracia, todas las cuales son tan gratuitas y dependientes de Dios como la misma operación original.

2423 Dz 1373 23. Dios mismo nos dió idea de la operación omnipotente de su gracia, significándola por la que produce las criaturas de la nada y devuelve la vida a los muertos.

2424 Dz 1374 24. La justa idea que tiene el centurión de la omnipotencia de Dios y de Jesucristo en sanar los cuerpos por el solo movimiento de su voluntad (Mt 8,8), es imagen de la idea que debe tenerse de la omnipotencia de su gracia en sanar las almas de la concupiscencia.

2425 Dz 1375 25. Dios ilumina y sana al alma lo mismo que al cuerpo por sola su voluntad: manda y se le obedece.

2426 Dz 1376 26. Ninguna gracia se da sino por medio de la fe.

2427 Dz 1377 27. La fe es la primera gracia y fuente de todas las otras.

2428 Dz 1378 28. La primera gracia que Dios concede al pecador es la remisión de los pecados.

2429 Dz 1379 29. Fuera de la Iglesia no se concede gracia alguna.

2430 Dz 1380 30. Todos los que Dios quiere salvar por Cristo, se salvan infaliblemente.

2431 Dz 1381 31. Los deseos de Cristo tienen siempre infalible efecto: lleva la paz a lo íntimo de los corazones, cuando se la desea.

2432 Dz 1382 32. Jesucristo se entregó a la muerte para librar para siempre con su sangre a los primogénitos, esto es, a los elegidos, de la mano del ángel exterminador.

2433 Dz 1383 33. ¡Ay! Cuán necesario es haber renunciado a los bienes terrenos y a sí mismo, para tener confianza, por decirlo así, de apropiarse a Cristo Jesús, su amor, muerte y misterios, como hace San Pablo diciendo: El cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Ga 2,20).

2434 Dz 1384 34. La gracia de Adán no producía sino merecimientos humanos.

2435 Dz 1385 35. La gracia de Adán es secuela de la creación y era debida a la naturaleza sana e íntegra.

2436 Dz 1386 36. La diferencia esencial entre la gracia de Adán y del estado de inocencia y la gracia cristiana está en que la primera la hubiera cada uno recibido en su propia persona; ésta, empero, no se recibe sino en la persona de Jesucristo resucitado, al que nosotros estamos unidos.

2437 Dz 1387 37. La gracia de Adán, santificándole en si mismo, era proporcionada a él; la gracia cristiana, santificándonos en Jesucristo, es omnipotente y digna del Hijo de Dios.

2438 Dz 1388 38. El pecador, sin la gracia del Libertador, sólo es libre para el mal.

2439 Dz 1389 39. La voluntad no prevenida por la gracia, no tiene ninguna luz, sino para extraviarse; ningún ardor, sino para precipitarse; ninguna fuerza, sino para herirse; es capaz de todo mal e incapaz para todo bien.

2440 Dz 1390 40. Sin la gracia, nada podemos amar, si no es para nuestra condenación.

2441 Dz 1391 41. Todo conocimiento de Dios, aun el natural, aun en los filósofos paganos, no puede venir sino de Dios; y sin la gracia, sólo produce presunción, vanidad y oposición al mismo Dios, en lugar de afectos de adoración, gratitud y amor.

2442 Dz 1392 42. Sólo la gracia de Cristo hace al hombre apto para el sacrificio de la fe; sin esto, sólo hay impureza, sólo hay miseria.

2443 Dz 1393 43. El primer efecto de la gracia bautismal es hacer que muramos al pecado, de suerte que el espíritu, el corazón, los sentidos no tengan ya más vida para el pecado que un hombre muerto para las cosas del mundo.

2444 Dz 1394 44. Sólo hay dos amores, de donde nacen todas nuestras voliciones y acciones: el amor de Dios que todo lo hace por Dios y al que Dios remunera, y el amor con que nos amamos a nosotros mismos y al mundo, que no refiere a Dios lo que se le debe referir y por esto mismo se vuelve malo.

2445 Dz 1395 45. No reinando ya el amor de Dios en el corazón de los pecadores, es necesario que reine en él la concupiscencia carnal y que corrompa todas sus acciones.

2446 Dz 1396 46. La concupiscencia o la caridad hacen bueno o malo el uso de los sentidos.

2447 Dz 1397 47. La obediencia a la ley debe brotar de la fuente, y esta fuente es la caridad. Cuando el amor de Dios es su principio interior y la gloria de Dios su fin,. entonces es puro lo que aparece exteriormente; en otro caso, es sólo hipocresía o falsa justicia.

2448 Dz 1398 48. ¿Qué otra cosa podemos ser sin la luz de la fe, sin Cristo y sin la caridad, sino tinieblas, sino aberración, sino pecado ?

2449 Dz 1399 49. Como no hay ningún pecado sin amor de nosotros mismos, así no hay obra buena sin amor de Dios.

2450 Dz 1400 50. En vano gritamos a Dios: Padre mío, si no es el espíritu de caridad el que grita.

2451 Dz 1401 51. La fe justifica cuando obra; pero ella misma no obra, sino por medio de la caridad.


2452 Dz 1402 52. Todos los otros medios de salvación se contienen en la fe como en su germen y semilla; pero esta fe no está sin el amor y la confianza.

2453 Dz 1403 53. Sola la caridad al modo cristiano hace cristianas las acciones por relación a Dios y a Jesucristo.

2454 Dz 1404 54. Sola la caridad habla a Dios; sólo a la caridad oye Dios.

2455 Dz 1405 55. Dios no corona sino a la caridad; el que corre por otro impulso y por otro motivo, corre en vano.

2456 Dz 1406 56. Dios no recompensa sino a la caridad; porque sola la caridad honra a Dios.

2457 Dz 1407 57. Todo le falta al pecador, cuando le falta la esperanza; y no hay esperanza en Dios, donde no hay amor de Dios.

2458 Dz 1408 58. No hay Dios ni religión, donde no hay caridad.


2459 Dz 1409 59. La oración de los impíos es un nuevo pecado; y lo que Dios les concede, es nuevo juicio contra ellos.

2460 Dz 1410 60. Si sólo el temor del suplicio anima la penitencia, cuanto ésta es más violenta, tanto más conduce a la desesperación.

2461 Dz 1411 61. El temor sólo cohibe la mano; pero el corazón está pegado al pecado, mientras no es conducido por el amor de la justicia.

2462 Dz 1412 62. Quien se abstiene del mal por el solo temor del castigo, lo comete en su corazón y ya es reo delante de Dios.

2463 Dz 1413 63. El bautizado está aún bajo la ley, como el judío, si no cumple la ley o la cumple por solo temor.

2464 Dz 1414 64. Bajo la maldición de la ley, nunca se hace el bien; porque se peca o haciendo el mal, o evitándolo por solo temor.

2465 Dz 1415 65. Moisés, los Profetas, los sacerdotes y doctores de la Ley murieron sin haber dado a Dios un solo hijo, pues no produjeron sino esclavos por el temor.

2466 Dz 1416 66. El que quiere acercarse a Dios no debe venir a El con sus pasiones brutales ni ser conducido por el instinto natural o por el temor como las bestias, sino por la fe y por el amor como los hijos.

2467

Dz 1417 67. El temor servil sólo se representa a Dios como un amo duro, imperioso, injusto e intratable.

2468 Dz 1418 68. La bondad de Dios abrevió el camino de la salvación, encerrándolo todo en la fe y en la oración.

2469 Dz 1419 69. La fe, el uso, el acrecentamiento y el premio de la fe, todo es don de la pura liberalidad de Dios.

2470 Dz 1420 70. Dios no aflige nunca a los inocentes, y las aflicciones sirven siempre o para castigar el pecado o para purificar al pecador.

2471 Dz 1421 71. El hombre, por motivo de su conservación, puede dispensarse de la ley que Dios estableció por motivo de su utilidad.

2472 Dz 1422 72. La nota de la Iglesia cristiana es ser católica, comprendiendo no sólo todos los ángeles del cielo, sino a los elegidos y justos todos de la tierra y de todos los siglos.

2473 Dz 1423 73. ¿Qué es la Iglesia, sino la congregación de los hijos de Dios, que permanecen en su seno, que fueron adoptados en Cristo, que subsisten en su persona, que fueron redimidos con su sangre, que viven de su espíritu, que obran por su gracia, y que esperan la gracia del siglo futuro?

2474 Dz 1424 74. La Iglesia, o sea, Cristo íntegro, tiene por cabeza al Verbo encarnado y por miembros a todos los Santos.

2475 Dz 1425 75. La Iglesia es un solo hombre compuesto de muchos miembros, de los que Jesucristo es la cabeza, la vida, la subsistencia y la persona; un solo Cristo compuesto de muchos Santos de los que es El santificador.

2476 Dz 1426 76. Nada más espacioso que la Iglesia de Dios, pues la componen todos los elegidos y justos de todos los siglos.

2477 Dz 1427 77. El que no lleva una vida digna de un hijo de Dios y miembro de Cristo, cesa interiormente de tener a Dios por padre y a Cristo por cabeza.

2478 Dz 1428 78. El hombre se separa del pueblo escogido, cuya figura fué el pueblo judaico y cuya cabeza es Jesucristo, lo mismo no viviendo conforme al Evangelio, que no creyendo en el Evangelio.

2479 Dz 1429 79. Util y necesario es en todo tiempo, en todo lugar y a todo género de personas estudiar y conocer el espíritu, la piedad y los misterios de la Sagrada Escritura.

2480 Dz 1430 80. La lectura de la Sagrada Escritura es para todos.

2481 Dz 1431 81. La oscuridad santa de la palabra de Dios no es para los laicos razón de dispensarse de su lectura.

2482 Dz 1432 82. El día del Señor debe ser santificado por los cristianos con piadosas lecturas y, sobre todo, de las Sagradas Escrituras. Es cosa dañosa querer retraer a los cristianos de esta lectura.

2483 Dz 1433 83. Es ilusión querer persuadirse que el conocimiento de los misterios de la religión no debe comunicarse a las mujeres por la lectura de los Libros Sagrados. El abuso de las Escrituras se ha originado y las herejías han nacido no de la simplicidad de las mujeres, sino de la ciencia soberbia de los hombres.

2484 Dz 1434 84. Arrebatar de las manos de los cristianos el Nuevo Testamento o tenérselo cerrado, quitándoles el modo de entenderlo, es cerrarles la boca de Cristo.

2485 Dz 1435 85. Prohibir a los cristianos la lectura de la Sagrada Escritura, particularmente del Evangelio, es prohibir el uso de la luz a los hijos de la luz y hacer que sufran una especie de excomunión.

2486 Dz 1436 86. Arrebatar al pueblo sencillo este consuelo de unir su voz a la voz de toda la Iglesia, es uso contrario a la práctica apostólica y a la intención de Dios.

2487 Dz 1437 87. Es manera llena de sabiduría, de luz y caridad dar a las almas tiempo de llevar con humildad y sentir el estado de pecado, de pedir el espíritu de penitencia y contrición y empezar por lo menos a satisfacer a la justicia de Dios antes de ser reconciliados.



2488 Dz 1438 88. Ignoramos qué cosa es el pecado y la verdadera penitencia, cuando queremos ser inmediatamente restituidos a la posesión de los bienes de que nos despojó el pecado y rehusamos. llevar la confusión de esta separación.

2489 Dz 1439 89. El décimocuarto grado de la conversión del pecador es que, estando ya reconciliado, tiene derecho a asistir al sacrificio de la Iglesia.

2490 Dz 1440 90. La Iglesia tiene autoridad para excomulgar, con tal que la ejerza por los primeros pastores con consentimiento, por lo menos presunto, de todo el cuerpo.

2491 Dz 1441 91. El miedo de una excomunión injusta no debe impedirnos nunca el cumplimiento de nuestro deber; aun cuando por la malicia de los hombres parece que somos expulsados de la Iglesia, nunca salimos de ella, mientras permanecemos unidos por la caridad a Dios, a Jesucristo y a la misma Iglesia.

2492 Dz 1442 92. Sufrir en paz la excomunión y el anatema injusto antes que traicionar la verdad es imitar a San Pablo; tan lejos está de que sea levantarse contra la autoridad o escindir la unidad.

2493 Dz 1443 93. Jesús algunas veces sana las heridas que inflige la prisa precipitada de los primeros pastores sin mandamiento suyo. Jesús restituye lo que ellos con inconsiderado celo arrebatan.

2494 Dz 1444 94. Nada produce tan mala opinión sobre la Iglesia a los enemigos de ella, como ver que allí se ejerce una tiranía sobre la fe de los fieles y se fomentan divisiones por cosas que no lastiman la fe ni las costumbres.

2495 Dz 1445 95. Las verdades han venido a ser como lengua peregrina para la mayoría de los cristianos, y el modo de predicarlas es como un idioma desconocido: tan apartado está de la sencillez de los Apóstoles y por encima de la común capacidad de los fieles; y no se advierte bastante que este defecto es uno de los signos más sensibles de la senectud de la Iglesia y de la ira de Dios sobre sus hijos.

2496 Dz 1446 96. Dios permite que todas las potestades sean contrarias a los predicadores de la verdad, a fin de que su victoria sólo pueda atribuirse a la gracia divina.

2497 Dz 1447 97. Con demasiada frecuencia sucede que los miembros que más santa y estrechamente están unidos con la Iglesia, son rechazados y tratados como indignos de estar en la Iglesia, o corno separados de ella; pero el justo vive de la fe (Rm 1,17) y no de la opinión de los hombres.

2498 Dz 1448 98. El estado de persecución y de castigo que uno sufre como hereje, vicioso e impío, es muchas veces la última prueba y la más meritoria, como quiera que hace al hombre más conforme con Jesucristo.

2499 Dz 1449 99. La obstinación, la prevención, la terquedad en no querer examinar algo o reconocer que uno se ha engañado, cambia diariamente para muchos en olor de muerte lo que Dios puso en su Iglesia para que fuera olor de vida, por ejemplo, los buenos libros, instrucciones, santos ejemplos, etc.

2500 Dz 1450 100. ¡Tiempo deplorable en que se cree honrar a Dios persiguiendo a la verdad y a sus discípulos! Este tiempo ha llegado... Ser tenido y tratado por los ministros de la religión como un impío e indigno de todo comercio con Dios, como miembro podrido, capaz de corromperlo todo en la sociedad de los Santos, es para hombres piadosos una muerte más temible que la muerte del cuerpo. En vano se lisonjea uno de la pureza de sus intenciones y de no sabemos qué celo de la religión, persiguiendo a sangre y fuego a hombros probos, si está obcecado por la propia pasión o arrebatado por la ajena, por no querer examinar nada. Frecuentemente creemos sacrificar a Dios un impío, y sacrificamos al diablo un siervo de Dios.

2501
Dz 1451 101. Nada se opone más al espíritu de Dios y a la doctrina de Jesucristo que hacer juramentos comunes en la Iglesia; porque esto es multiplicar las ocasiones de perjurar, tender lazos a los débiles e ignorantes, y hacer que el nombre y la verdad de Dios sirvan a los planes de los impíos.

Declaradas y condenadas respectivamente como falsas, capciosas, malsonantes, ofensivas a los piadosos oídos, escandalosas, perniciosas, temerarias, injuriosas a la Iglesia y a su práctica, contumeliosas no sólo contra la Iglesia, sino también contra las potestades seculares sediciosas, impías, blasfemas, sospechosas de herejía y que saben a herejía misma, que además favorecen a los herejes y a las herejías y también al cisma, erróneas, próximas a la herejía, muchas veces condenadas, y por fin heréticas, que manifiestamente renuevan varias herejías, y particularmente las que se contienen en las famosas proposiciones de Jansenio y tomadas precisamente en el sentido en que éstas fueron condenadas.
 
Re: El vaticano contra los judíos

2485 Dz 1435 85. Prohibir a los cristianos la lectura de la Sagrada Escritura, particularmente del Evangelio, es prohibir el uso de la luz a los hijos de la luz y hacer que sufran una especie de excomunión.

Clemente dijo que esto era un error y una herejía ---¡ Pobre tipo !
 
Re: El vaticano contra los judíos

El Papa Clemente XI y su famosa bula Unigenitus contra los Jansenitas siguió la ruta de los papas abusadores de los derechos del hombre .buen intento ..

Me preguntas si eran buenas personas y ahora te vas a las cuestiones doctrinales.

Eso está bien. ¿Quiere decir que el que sostiene doctrinas erradas, según tú, es mala persona?
 
Re: El vaticano contra los judíos

Me preguntas si eran buenas personas y ahora te vas a las cuestiones doctrinales.

Eso está bien. ¿Quiere decir que el que sostiene doctrinas erradas, según tú, es mala persona?

El mismo Jesucrito el Señor, MI SEÑOR, bien dijo que bueno nomás hay uno DIOS... y ello ante Él mismo... vaya, pues nada, aquí algo no anda bien, algo no está siendo como es debido. Y bien sabiendo que todos han pecado, para ello vino MI SEÑOR AL MUNDO, PARA ELLO DIO SU VIDA POR TODOS, TODOS NECESITAN DE LA SANGRE DE CRISTO... ya empezamos con la doctrina descafeinada, así son, así andan.
 
Re: El vaticano contra los judíos

Sabes Luís Fernando; no has dudado en llamarme agnóstico, no, no has dudado cuando ante la Palabra te quedaste sin respuesta, pero Dios es grande y hace justicia por los suyos... ante esto: Constitución dogmática Unigenitus de 8 de septiembre de 1713] (2), creo que bien te vendría una disculpa, pues por decirte y hablarte de lo mismo pero en otras palabras, me has puesto en tu lista de ignorados según tu afirmas, lo cual dudo, siempre atiendes a la Palabra. Yo sigo siendo el mismo, ahora todo está ya en tus manos. Un saludo y te bendigo.
 
Re: El vaticano contra los judíos

Sabes Luís Fernando; no has dudado en llamarme agnóstico, no, no has dudado cuando ante la Palabra te quedaste sin respuesta, pero Dios es grande y hace justicia por los suyos... ante esto: Constitución dogmática Unigenitus de 8 de septiembre de 1713] (2), creo que bien te vendría una disculpa, pues por decirte y hablarte de lo mismo pero en otras palabras, me has puesto en tu lista de ignorados según tu afirmas, lo cual dudo, siempre atiendes a la Palabra. Yo sigo siendo el mismo, ahora todo está ya en tus manos. Un saludo y te bendigo.

Disculpas Luís, donde dice "agnóstico" quise decir "gnóstico", a tal cual tú expresaste. Que Dios te tenga misericordia.
 
Re: El vaticano contra los judíos

Otras bulas papales antisemitas :


1.-Ad nostram noveritis audientam .
.. por el Papa Honorio III
( obliga a los judíos a llevar distintivos y se les prohiben los cargos públicos ...solo por ser judíos )

2.-Sufficere debuerat perfidio judeorum perfidis
...por el papa Gregorio IX
( Prohibe a los judíos a tener servidumbre )

3.-Impia judeorum perfidia
...por el papa Inocencio IV
( Se ordena quemar el TALMUD judío

4.- Beatus Andreas por Benedicto XIV

( se dice que el niño de tres años fue asesinado por los judíos ya que estos odian la fe cristiana )

Luego sigo con el medio centenar de bulas de estos papas romanos contra los judíos
 
Re: El vaticano contra los judíos

El efecto subsiguiente a la Bula del papa Pablo IV fue que los judío en Roma fueran hacinados en los suburbios iniciando los ghettos para judíos de parte de los "hermanos menores a los hermanos mayores" cerca del inundante rio Tiber .

Además los católicos destruyeron y derribaron todas las sinagogas de la ciudad y etc --etc...

Ay Señor !
 
Re: El vaticano contra los judíos

Me preguntas si eran buenas personas y ahora te vas a las cuestiones doctrinales.

Eso está bien. ¿Quiere decir que el que sostiene doctrinas erradas, según tú, es mala persona?


A ver ...los papas desde nicea hasta hoy fueron malas personas en su mayoria ( Culpable de crímenes y atropellos a los derechos humanos ) la suplementación nos deja una diferencia de papas que enseñaron errores doctrinales .

En total analizando criticamente a los papas hay poco pan que rebanar
 
Re: El vaticano contra los judíos

A ver ...los papas desde nicea hasta hoy fueron malas personas en su mayoria ( Culpable de crímenes y atropellos a los derechos humanos ) la suplementación nos deja una diferencia de papas que enseñaron errores doctrinales .

En total analizando criticamente a los papas hay poco pan que rebanar

¿Derechos humano?

Me voy a permitir darte el significado de la palabra anacronismo

anacronismo
(gr. anachronismós; v. ana- + -cronismo )
m. Error consistente en atribuir a sucesos, costumbres, vestidos, etc., una fecha o época que no les corresponde. 2 Antigualla.
3 fís. Falta de sincronismo entre dos o más movimientos.
CONTR. 1 Sincronismo.

Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2002. © 1993-2001 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Los derechos humanos, tal y como los comprendes, son producto de la mentalidad occidental del siglo XIX y XX, producto de serias reflexiones de los estados nación, de las religiones, de los intelectuales y de los políticos.

¿Cómo puedes hablar de derecho humanos antes de esto?

¿Dime en que lugar de Occidente (católico o protestante) se trató bien a los judios?

Con todo respeto y sin intención de ofenderte, estás escribiendo absurdos.

Las inquisiciones (protestantes y católicas) -por ejemplo- no fueron violaciones a los derechos humanos, ya que el concepto no estaba definido como ahora y la sociedad entera le parecía correcto ese modo de procecusión judicial.

Como en toda rama o disciplina histórica, hay que evitar el anacronismo (juzgar el
pasado con las ideas o los valores del presente), y siempre se debe tener en cuenta
los criterios, las ideas, las formas de comportamiento, etc., que regían en las
épocas históricas que se estudian.


José-Luis MARTÍNEZ SANZ
Universidad Complutense de Madrid​

http://www.ucm.es/BUCM/revistas/ghi/0214400x/articulos/CHCO0303220037A.PDF


El primer pecado que comete el historiador, y del cual debe alejarse porque es el que más lo cerca y más lo puede confundir, es el del anacronismo: asignar a la otra época, al "otro" precisamente, sus propios intereses, su propia visión del mundo. Si el historiador no advierte esa alteridad esencial comete de inmediato pecado de anacronismo, y eso es lo peor que le puede suceder.
Autor: Roger Geymonat.
http://elhistoriador.com.ar/articulos/general/la_historia_y_el_otro.php

Un anacronismo (del griego ana ‘contra’ y chronos ‘tiempo) se refiere a algo que no se corresponde, o parece no corresponderse con la época a la que se hace referencia. Por ejemplo, si en una obra de teatro que se desarrollara durante la Antigua república romana apareciera un personaje usando un ordenador, el ordenador sería un anacronismo.

Hay dos tipos de anacronismos: paracronismos y procronismos. El paracronismo consiste en situar hechos del pasado en una época posterior, por ejemplo un carruaje de caballos circulando por una autovía. El procronismo consiste en colocar hechos de una época posterior en una anterior, por ejemplo George Washington llevando un reloj de pulsera digital. Los anacronismos pueden ser reales o ficticios y si son ficticios intencionados o no intencionados.

...

El término también se utiliza a menudo (más metafóricamente) para describir cosas actuales que parecen estar fuera de lugar en el tiempo, aunque no lo estén literalmente. Por ejemplo, las monarquías y otras tradiciones políticas muy abundantes en el pasado son consideradas por muchos como totalmente anacrónicas, así como algunos lenguajes pasados de moda o ciertas tradiciones religiosas

Los valores morales predominantes de otra época, que ahora han perdido importancia pueden ser considerados también como anacrónicos.



http://es.wikipedia.org/wiki/Anacronismo

Si bien es cieno que no es posible la total empatía con otras eras, de paso lamentamos no disponer de la máquina del tiempo que nos permitiría asistir a un caluroso debate en el Ágora de la Atenas del período clásico, el estar abierto sin prejuicio a otros momentos de la historia del hombre nos evitará cometer el terrible pecado del anacronismo. La tentación de juzgar el pasado con ojos del presente es un riesgo a evitar, aunque sea cierto que nuestra mirada no puede dejar de estar impregnada y condicionada por el contexto en que nos movemos. A lo que me refiero es a lo nutritivo que para nuestra conciencia es el diálogo con el pasado.

Si quieres hablar de historia necesitas comprenderla antes que juzgarla y tú estás tomando documentos de épocas que parece que desconoces supinamente.

Primero debes comprender el contexto socio-histórico para que puedas entender en su justa medida dichos documentos, de lo contrario sólo escribes cosas sin coherencia.

Saludos
 
Re: El vaticano contra los judíos

Excelente aclaración de Clemente sobre el anacronismo, por favor háganle caso a Clemente. Un criterio mínimo de seriedad para mirar los hechos de la historia.

Sería como criticar a los primeros cristianos por no rechazar la esclavitud. Ese es un ejemplo de anacronismo. Incluso me parece que san Pablo menciona la esclavitud indirectamente, así como lo más natural del mundo. Si jusgásemos la esclavitud de la epoca apostólica con los ojos actuales, los tacharíamos a todos de criminales.

El tema de la herejía es otro ejemplo. Nosotros en la actualidad no comprendemos bien lo que significaba el peligro de la herejía en la sociedad medieval, por ejemplo. La herejía era sinónimo de peligro para la sociedad, porque la sociedad estaba unificada y subsistía en la union del cristianismo. Una corriente herética que amenazare esa unidad de la sociedad en torno al cristianismo, sería el equivalente al día de hoy con una amenaza terrorista, o a algún grupo subversivo. La herejía era vista en la Edad Media como una peligro para la sociedad, y esto no solo por la Iglesia, sino por las autoridades seculares y por los ciudadanos.

Si uno aplicara el sano principio que indica Clemente, la mitad de los disparates que se leen en este foro sobre la Historia del cristianismo desaparecerían.

Hay que juzgar las distintas épocas con la mentalidad de la época, y no con la mentalidad moderna.
 
Re: El vaticano contra los judíos

Truenos, una pregunta: según tu concepto actual de los derechos humanos, ¿qué juicio moral tienes sobre la invasión y aniquilación por parte de Israel de todos los pueblos y naciones presentes en la Tierra prometida a la llegada allá de los hijos de Abraham, Isaac y Jacob?

Según tu concepto actual de los derechos humanos, ¿qué opinión te merece la siguiente orden?:
1 Sam 15,2-3
Así habla Yahvé Sebaot: Tengo presente lo que hizo Amalee contra Israel cuando le cerró el camino a su salida de Egipto. Ve, pues, ahora y castiga a Amalee, y destruye cuanto es suyo. No perdones: mata a hombres, mujeres y niños, aun los de pecho; bueyes y ovejas, camellos y asnos.

¿Qué? ¿cómo lo ves?
 
Re: El vaticano contra los judíos

Muy simple, no pretendas jamás ponerte en el lugar de Dios, ni pretender entender sus razones, sus designios, su Sola Potestad. Ello es una sana exhortación. Más bien anda a tal cual el Evangelio, y no contiendas con Dios. Un saludo.
 
Re: El vaticano contra los judíos

Y siguen pretendiendo justificar las muertes. En ello todo está visto, claro y conciso, causa común con el pecado, y aun así, en otros lugares y momentos dados pretenden... nada, pues nada tienen.