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Miércoles, 15 de Mayo de 2002
EL ESCÁNDALO DE LA PEDERASTIA EN LA IGLESIA
Un joven dispara contra un cura a quien acusa de haberle sometido a abusos en Estados Unidos
El sacerdote había admitido que mantuvo relaciones con otro adolescente en 1974
REUTERS
BALTIMORE.- Un sacerdote católico que admitió haber tenido relaciones sexuales con un adolescente ha resultado herido a balazos frente a su casa, en la ciudad estadounidense de Baltimore (Maryland), por otra supuesta víctima del religioso.
Donte Stokes, de 26 años, confesó haber disparado contra el sacerdote, Maurice Blackwell, a quien hirió en el pecho y la muñeca, explicó Ragina Averella, portavoz de la policía de Baltimore.
La condición de Blackwell es crítica aunque estable, indicó por su parte una portavoz del Centro de Traumas de Maryland. El sacerdote se encontraba en "ausencia permanente" desde 1998 por decisión de la archidiócesis de Baltimore.
Stokes, quien se entregó a las autoridades horas después del ataque, ha sido acusado formalmente de intento de asesinato y de asalto en primer y segundo grados. La policía no pudo dar de inmediato más detalles del ataque o de la detención.
Según testigos citados por los medios locales, Blackwell estaba en el exterior de su casa, hablando con un conocido que se había acercado en su coche, cuando sonaron los disparos.
Blackwell, de 56 años, fue párroco de la iglesia de San Eduardo de Baltimore entre 1979 y 1998, año en que fue puesto en "ausencia permanente" tras haber admitido una relación homosexual con un adolescente en 1974. Desde entonces, Blackwell ha trabajado como asesor en un centro para tratar a drogadictos en la capital, Washington.
La policía señaló que Stokes había acusado a Blackwell de haber abusado de él en 1993, lo que obligó a la jerarquía católica a suspender al sacerdote de su ministerio de forma temporal.
La archidiócesis de Baltimore aseguró que Blackwell fue puesto en evaluación psicológica y después sometido a un tratamiento en un centro de la Iglesia de Connecticut, y que fue devuelto a su ministerio cuando la policía dejó de investigar el caso por falta de pruebas.
Un informe ordenado por el cardenal William Keeler, arzobispo de Baaltimore, criticó después la gestión de los casos de abusos sexuales en la archidiócesis y concluyó que fue un error el reingreso de Blackwell en su ministerio. El portavoz de la archidiócesis, Ray Kempisty, afirmó que la policía no se ha puesto todavía en contacto con las autoridades eclesiásticas sobre el tiroteo.