En este Capítulo de San Mateo 18,21-35 vemos como el Señor aclara en el
versículo 23 que el reino de los cielos se asemeja a lo que va a exponer se
refiere al Reino de los cielos y comienza la historia del hombre injusto y si
vemos en el versículo 34 que lo entrega a los torturadores hasta que pague
todo lo que debe, como en el cielo no puede haber “torturadores” y está
hablando de este reino tiene que haber un lugar para los SALVADOS con
algo de que purificarse adonde ir, este lugar es el Purgatorio, el que la
SANGRE de CRISTO nos limpie de todo pecado y nos de la salvación
evidentemente es el plan de DIOS , que en justicia paguemos el sufrimiento
causado por el pecado.
Uno de los versículos mas contundentes sobre la fe de una purificación
espiritual para los salvos que la necesitan la encontramos en:
I Corintios 3: 9-15:
“9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza
de Dios, edificio de Dios. 10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido
dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima;
pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro
fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este
fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno,
hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la
declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea,
el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa. 15 SI LA OBRA DE ALGUNO SE QUEMASE, él sufrirá
pérdida, si bien él mismo será salvo, AUNQUE ASI COMO POR FUEGO”
San Pablo nos habla de una purificación por un fuego que al igual que en los
metales quita las impurezas, este no puede ser el Infierno pues en el no hay
purificación ni retorno así que acá se debe estar hablando del lugar que la
Iglesia ha definido como Purgatorio.