Re: El primer amor
Que tal Rufo, un saludo.
Quiero comenzar respondiendo este interesante comentario tuyo antes que lo anterior, pues es sobre esto que la obra de Cristo entra para acomodar las cosas.
Otro parentesis... Una acotación sobre el dios Absoluto.
1. Justicia implica imponer el castigo justo a los fallos y pecados humanos.
2. Misericordia implica perdonar faltas y pecados humanos. No aplicar el castigo justo.
3. El Absoluto es infinitamente justo.
4. Pero si es infinitamente justo no tendría oportunidad de ser misericordioso.
5. No se puede definir un dios absolutamente Justo y a la vez misericordioso.
nota: Se ha puesto solo misericordioso, pero quizá al tratarse del Absoluto debería ponerse infinitamente misericordioso. De igual manera continuaría la imposibilidad si la misericordia fuese en pequeñas o inumerables dosis.
Tienes razón en lo sgte., que Dios es un Dios absolúto en todo Su maravilloso Ser. Dios es absolútamente Justo, Santo y también Misericordioso, y no hay ninguna contradicción en Sus atributos.
Quiero hacer un pequeño comentario en cuanto a la justicia. No solamente implica el castigar los pecados, sino tambien el premiar la obediencia. Esto es importante tenerlo en mente más adelante. Te adelanto querido Rufo que no es lo que te imaginas.
Como bien dices, la justicia exige el pago de los pecados cometidos, y la misericordia lleva al perdón de las faltas cometidas. Como Dios es un Dios absolúto, Él no puede simplemente pasar por alto las faltas y entregar el perdón así sin más, pues esto sería negar Su propia naturaleza Justa. A la vez, el simplemente aplicar justicia dejaría sin gloria un aspecto igualmente importante de Su glorioso Ser, o sea, Su Amor y Misericordia.
Es aquí donde dos palabras importantísimas en las Escrituras entran en juego. La primera es una característica importantísima de Dios en cuanto al trato con humanos pecadores y la segunda es el Nombre de Aquel maravilloso Salvador que armonizó con Su obra la Justicia y la Misericordia de Dios: me refiero a
la Gracia de Dios y al Señor Jesucristo.
1.- Veamos
la Gracia de Dios. La palabra
Gracia significa "
Don o favor que se hace sin merecimiento particular", es decir, el darle algo a alguien que no se lo merece. Como en un post anterior te dije, Dios podría haber castigado a Adán y a Eva inmediatamente con la muerte física y el castigo eterno apenas cometieran aquella desobediencia (lo cual es lo
justo), pero en vez de ello no les dió lo que se merecían (lo cual es
misericordia). Pero aún más, despues de haber pecado igual les bendijo con vida, alimento, hijos y al parecer también con salvación (
Génesis 3:15), y esto es lo que la Gracia representa.
Quiero agregar a ésto que Dios no está obligado de ninguna manera a extender cualquier aspecto de Su Gracia a nadie como si debiese algo. La humanidad entera se ha revelado contra Su Creador y delante de Él no tiene derecho alguno a reclamar cualquier cosa. Si Dios da algo a alguien, sea lo que sea, lo da de pura Gracia y no porque el receptor merezca que se le de aquello.
Continuando el tema, podemos distinguir dos caras de la Gracia de Dios con referencia al mundo perdido en general y a Sus hijos en particular. Estas dos caras son la
Gracia Común y la
Gracia Salvífica.
a) La
Gracia Común tiene que ver con todos aquellos dones y favores que Dios extiende gratuítamente en Su Providencia tanto a Sus hijos como a los incredulos. Esto tiene que ver con aquello necesario para vivir (la vida misma, la salúd, los alimentos, techo y ropa, protección, etc), con las habilidades (artísticas, intelectuales, manuales, etc), posición (presidentes, jefes, reyes, etc) y demáses (riquezas, momentos felices, gente que nos quiere, etc). Podemos ver la
Gracia Común expresada sencillamente en las sgtes palabras del Señor Jesucristo:
"
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos."
Mateo 5:44-45
Porque Dios es un Dios de Gracia es que aquellos que viven vidas indiferentes a Él u totalmente hostíles a Él muchas veces reciben grandes regalos de Su mano. De hecho, muchas veces los incrédulos parecen más favorecidos en este mundo que los propios hijos, como la historia del rico y Lázaro nos dice en
Lucas 16:25 y también podemos ver esto en el
Salmo 73. Con esto no digo que sea la regla general para todos, pero podemos ver esto claramente a nuestro alrededor, donde aquellos que ama el mundo son los que representan los ideales del mundo, mientras que aquellos que aman a Dios muchas veces son objeto de burla y menosprecio.
También quiero agregar que por la Gracia Común este mundo es habitable y no se ha convertido en un infierno, pues Dios retiene, por medio del Espíritu Santo, la maldad de los corazones a fín de que haya relativa paz en la tierra. Si Dios soltase los corazónes corruptos de los hombres y les dejase seguír sus dictados, pronto este mundo caería en un caos en todas las áreas.
b) La
Gracia Salvífica o
Especial tiene que ver con el don gratuito de salvación que Dios concede a Sus elegidos de entre todos los hombres pecadores. Es decir, la gratuíta entrega de los beneficios de la obra vicaria de Cristo a quel que cree en Él. Pablo habla sobre esto en los sgtes
vs.:
"
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe."
Efesios 2:8-9
Es decir, somos salvos por la voluntad del Dios de Gracia, de manera totalmente gratuíta, por medio de la fe. Y añade que no es por obras, es decir, Dios no salvará a nadie que obre con el objetivo de que Dios le salve por dos cosas: porque si Dios salvara por obras significa que Dios le debe la salvación a esa persona, lo que ya no es Gracia y da oportunidad al hombre de gloriarse en sí mismo, y porque no importa cuantas obras hagamos, ninguna de ellas nos hace merecedores de la salvación, porque todos hemos pecado y somos absolutamente culpables ante la Ley de Dios.
Te lo explico con un ejemplo. En cualquier país existe un codigo de leyes. Pues bien, no importa cuan correcta sea una persona, si comete solamente un delito, ya se hace culpable frente a la justicia y debe pagar por ello. Todas sus buenas obras no contarán para librarle del castigo que merece por aquel delíto.
Por lo tanto, la única vía de salvación que el hombre tiene es la Gracia de Dios, la cual está absolutamente encarnada en Jesucristo.
Es por medio de la fe en Jesucristo que Dios nos salva de nuestros pecados, tanto de la culpa del mismo como de la corrupción que éste produce en nuestro ser.
2.- Ahora, y para resolver el dilema que plantea tu comentario, pasaré a hablar del único Salvador de los hombres, el
Señor Jesucristo.
Veamos un poco de historia. La Ley Mosáica enseñaba que aquel que hubiere pecado, debía expiarlos por medio del sacrificio de un animal, generalmente un cordero (
Levíticos 4:27-35). Con esto la Ley nos enseñaba algunas cosillas interesantes, entre muchas otras:
a) Que el pecado se castiga con la muerte (
Génesis 2:17;
Romanos 6:23).
b) Que sin derramamiento de sangre (es decir muerte) no hay perdón de pecados (
Hebreos 9:22).
c) Que la única esperanza del pecador era un sustitúto, alguien que muriera en su lugar (
Isaías 53:5-6).
Ahora, todos estos sacrificios solamente eran tipo profético del gran sacrificio que Dios le ofrece al hombre para expiar sus pecados:
Jesucristo.
Cuando Juan el bautista vió al Señor Jesús, dijo lo sgte:
"
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo."
Juan 1:29
Es decir, el Señor Jesucristo, al igual que los corderos que prefiguraban Su obra, era Aquel sacrificio que Dios le entrega al hombre para que éste expíe su maldad y sea perdonado.
Como dije anteriormente, la única salida para el hombre pecador es que un sustituto muera en su lugar para poder ser perdonado. Pues bien, aquel Sustituto que todos los pecadores estabamos esperando fue el Señor Jesucristo. Veamos que dice la Escritura de Él:
"
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros."
Isaías 53:3-6
Jesucristo fue el sacrificio perfecto. La Ley también exigía que el sacrificio fuera perfecto y sin mancha (
Levíticos 4:3), y Jesucristo cumplió a la perfección esta condición, pues fue el único hombre que no nació manchado con el pecado original y nunca cometió ningún pecado en Su vida (
Hebreos 4:15), es decir, era impecable frente a la Ley. Imaginalo
¡Ni siquiera tuvo un solo pensamiento pecaminoso!
Pero esto es lo más increíble. Dice la Escritura que Él fue castigado por nuestros pecados, es decir, el Señor Jesús cargó nuestra culpa y fue castigado según la Ley como si Él hubiese pecado. Es decir, Él no merecía morir, pero ofreció voluntariamente Su impecable vida como sacrificio por aquellos que no merecen nada sino solo el castigo:
"
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros."
Romanos 5:6-8
Eso si que es amor, y es amor de Dios.
Ahora, la obra de Jesucristo está disponible inclúso para el peor pecado que se arrepienta y crea en Él. No importa cuan asquerosos, odiosos y crueles puedan ser aquellos pecados, todo aquel que crea en Cristo será salvo:
"
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."
Juan 3:16
"
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana."
Isaías 1:18
Y lo único que tienes que hacer es reconocer de corazón que has pecado contra Dios y creer en Jesucristo, y serás salvo.
¡Dios mío, cuanto te amo!
Ahora ¿Recuerdas que dije anteriormente que la justicia también premia al que obedece? pues bien, Jesús cumplió perfectamente la Ley de Dios, sin faltar siquiera un solo mandamiento. Nunca tuvo ni siquiera un pensamiento pecaminoso, nunca omitió nada ni pecó por comisión, sino que perfectamente cumplió la voluntad de Dios.
Entonces, por causa de esto, al tercer día, Dios premió la obediencia de Jesucristo levantandole de los muertos:
"...
acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos."
Romanos 1:3-4
Y todos los beneficios de la obediencia de Jesucristo están a disposición de aquel que crea en Él.
Entonces, el evangelio es este: Todo hombre nacido de hombre y mujer ha pecado contra Dios y merece morir por sus pecados, pero Dios, que nos amó inclúso a pesar de que nosotros no le amáramos a Él, envió a Su propio Hijo Jesucristo, el cual fue encarnado y nació de María siendo virgen, vivió una vida impecable y llena de misericordia y verdad, pero el mundo no le creyó, sino que le condeno a muerte, a pesar de que no lo merecía. Pero Dios, Quién sca lo bueno de lo malo, según Su eterno plan de salvación, usó la muerte de Su Hijo para cumplír Su más grande acto de amor por el hombre perdido, y le ofrece a todo hombre que quiera ser salvo el sacrificio de Su Hijo en su favor. Para poder beneficiarse de Él, lo único que debe hacer es arrepentirse, esto es, reconocer que ha pecado y que desea ser libre de su maldad, y recibir a Jesucristo por medio de la fe, esto es, el creer y confiar en Él como Señor para obedecerle y Salvador para ser perdonado y limpio del pecado. Luego, a los tres días, Dios le demostró al mundo que Jesús es Su Hijo y que Su sacrificio fue aceptado resucitandole de los muertos, de manera que ahora el Señor está a la diestra de Dios Padre e intercede en favor de aquellos que crean en Él para salvación.
3.- Y ahora, la resolución del dilema. Dios puede ahora extender Su Misericordia y Gracia al pecador arrepentido gracias a Jesús. La deuda que la Ley le cobraba al pecador, es decir la muerte, fue totalmente pagada por el sacrificio sustitutorio de Cristo, de manera que ahora el creyente ya no le debe nada a la Ley y está bajo la Gracia de Dios.
La Justicia de Dios quedó totalmente satisfecha y Su Misericordia ahora puede ser derramada abundantemente sobre el pecador que se arrepiente y cree en el Señor Jesucristo. Como vez, no hay problema.
Pablo habla de esto en los sgtes
vs.:
"
Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús."
Romanos 3:21-26
Dios en Su Gracia pasó por alto los pecados de aquellos que creyeron en Él antes de Jesús, pero llegado el tiempo, demostró por medio de la cruz que Él sigue siendo justo, pues las injusticias de aquellos que fueron perdonados por Él fueron castigadas en Jesucristo, y a la vez Él es el que justifica, es decir, perdona y declara justo al pecador que cree por medio de Su Gracia y Misericordia al que cree en Jesucristo para salvación.
Por lo demás, Dios es totalmente Soberano, es decir, el puede demorar la aplicación de Su justicia cuanto estime conveniente. No está de ninguna manera obligado como por necesidad a derramar Su íra y castigo de manera inmediata, sino que decidió (pues Dios también tiene voluntad) tener paciencia antes que castigar inmediatamente.
Perdón por la respuesta tan larga y gracias si has leído hasta aquí. Te agradesco tu paciencia y espero Dios obre en tú corazón, pues el Evangelio es poder de Dios para salvación.
Solo debes creer en Cristo.
Dios te guarde...