DIOS NOS ELIGIÓ ANTES 
DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO,
POR SU MISERICORDIA, 
POR SU VOLUNTAD. 
FUE SU PROPÓSITO PARA CON NOSOTROS.
NO FUE PORQUE NOSOTROS
HICIÉRAMOS ALGO PARA 
MERECERLO.
Bendito sea el Dios y Padre 
de nuestro Señor Jesucristo, 
que nos bendijo 
con toda bendición espiritual 
en los lugares celestiales en Cristo, 
según nos escogió en él antes 
de la fundación del mundo, 
para que fuésemos santos 
y sin mancha delante de él, 
en amor habiéndonos predestinado 
para ser adoptados hijos suyos 
por medio de Jesucristo, 
según el puro afecto de su voluntad, 
[...]
En él asimismo tuvimos herencia, 
habiendo sido predestinados 
conforme al propósito 
del que hace todas las cosas 
según el designio de su voluntad.
Efesios 1:3-5, 11 RVR1960
Esto era lo que Dios había planeado 
desde el principio, 
y que ha hecho realidad 
por medio de Jesucristo nuestro Señor. 
Gracias a Cristo, 
y porque confiamos en él, 
tenemos libertad para 
acercarnos a Dios sin temor. 
Efesios 3:11-12 TLAI
Él nos salvó, 
no por las obras de justicia 
que nosotros hubiéramos hecho, 
sino conforme a Su misericordia, 
por medio del lavamiento de la regeneración 
y la renovación por el Espíritu Santo, 
que Él derramó sobre nosotros abundantemente 
por medio de Jesucristo nuestro Salvador, 
para que justificados por Su gracia 
fuéramos hechos herederos 
según la esperanza de la vida eterna.
Tito 3:5-7 NBLA
Dios nos salvó y nos eligió 
para que seamos parte de su pueblo santo. 
No hicimos nada para merecerlo, 
sino que Dios, por su gran amor, 
así lo planeó. 
Dios ya nos amaba 
desde antes de crear el mundo, 
pues desde entonces 
pertenecíamos a Cristo Jesús. 
Dios nos mostró ese gran amor 
por medio de lo que Jesucristo nuestro Salvador 
hizo por nosotros. 
Porque él destruyó a la muerte y, 
por medio de la buena noticia, 
nos ha dado la vida eterna.
2 Timoteo 1:9-10 TLAI
Estoy seguro de que Dios, 
que comenzó a hacer 
su buena obra en ustedes, 
la irá llevando a buen fin 
hasta el día en que Jesucristo regrese. 
Filipenses 1:6 DHHS94
Te alabaré con todo mi corazón; 
Delante de los dioses te cantaré salmos. 
Me postraré hacia tu santo templo, 
Y alabaré tu nombre 
por tu misericordia y tu fidelidad; 
Porque has engrandecido tu nombre, 
y tu palabra sobre todas las cosas. 
El día que clamé, me respondiste; 
Me fortaleciste con vigor en mi alma. 
Te alabarán, oh Jehová, 
todos los reyes de la tierra, 
Porque han oído los dichos de tu boca. 
Y cantarán de los caminos de Jehová, 
Porque la gloria de Jehová es grande. 
Porque Jehová es excelso, 
y atiende al humilde, 
Mas al altivo mira de lejos. 
Si anduviere yo en medio de la angustia, 
tú me vivificarás; 
Contra la ira de mis enemigos 
extenderás tu mano, 
Y me salvará tu diestra. 
Jehová cumplirá su propósito en mí; 
Tu misericordia, oh Jehová, 
es para siempre; 
No desampares la obra de tus manos.
Salmos 138:1-8 RVR1960