CUANDO ENSEÑAMOS ACERCA DE QUE EL ESPIRITU SANTO JAMAS ABANDONA A UN HIJO DE DIOS, ALGUNOS PLANTEAN LA SIGUIENTE PREGUNTA, ¿ACASO EL ESPÍRITU SANTO NO ABANDONÓ A SAUL?
LO QUE SIGUE A CONTINUACIÓN ES LA RESPUESTA A ESA PREGUNTA:
Saúl vivió bajo un pacto condicional, el de la ley, y bajo ese pacto no existía tal cosa como EL SELLO DEL ESPÍRITU SANTO, sello que es propio del NUEVO PACTO.
Ahora para que tengamos una mayor comprensión de este tema, les voy a plantear una pregunta, que con la misma Biblia contestaremos, así que vamos al siguiente pasaje que forma parte del PACTO DAVÍDICO:
2Sa 7:13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.
2Sa 7:14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres;
2Sa 7:15 pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti.
Aclaramos que el versículo 13 se refiere a Salomón, y ahora la pregunta que nos traerá comprensión sobre este tema;
¿porque Dios no apartó la su misericordia de Salomón como la apartó de Saúl? La respuesta, es porque Saúl fue tratado conforme a los términos del pacto condicional de la ley, mientras que Salomón fue tratado bajo los términos de un pacto incondicional que en este caso era el pacto que Dios hizo con David.
En un PACTO CONDICIONAL hay un si de por medio, mientras que un PACTO INCONDICIONAL el cumplimiento de los términos de dicho pacto sólo dependen del poder y la fidelidad de Dios, y es por eso que lo que Dios le estaba diciendo a David era lo siguiente: David yo me comprometo a que si tu hijo hace cosas dignas de azote, yo haré todo lo necesario para traerlo al arrepentimiento, pero mi misericordia no la voy a apartar de él como la aparté de Saúl. David conocía muy bien este principio, por eso declaró :
Rom 4:6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras,
Rom 4:7 diciendo:
Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
Y cuyos pecados son cubiertos.
Rom 4:8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
El nuevo pacto bajo el cual están aquellos que han sido engendrados como nuevas criaturas en Cristo, es un pacto incondicional, es decir no hay un si de por medio, y por eso que el apóstol Pablo dice que es un pacto basado en mejores promesas:
Heb 8:6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
Heb 8:7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
Heb 8:8 Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;
Heb 8:9 No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
Heb 8:10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
Heb 8:11 Y ninguno enseñará a su prójimo,
Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde el menor hasta el mayor de ellos.
Heb 8:12 Porque seré propicio a sus injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
Conclusión; Bajo ningún punto de vista, podemos tomar como base bíblica, para la doctrina de la morada del Espíritu Santo, el que El Espíritu se halla retirado de Saúl, porque bajo este nuevo pacto, Dios sella con su Espíritu Santo a quienes adopta como hijos, mientras que por otro lado, Saúl no fue ni adoptado como hijo, ni tampoco fue sellado con el Espíritu Santo, porque ambas cosas no eran parte del pacto condicional de la Ley. Por otra parte, al igual que ocurrió con Salomón, cuando un hijo de Dios que esta bajo el nuevo pacto desobedece, Dios no se aparta de el sino que lo disciplina. Notemos también, que en los términos DEL NUEVO PACTO, Dios dice “seré propicio a sus injusticias y nunca mas me acordare de sus pecados”, lo cual está hablando de que la justificación de la que son objeto quienes son adoptados como hijos, es un acto irrevocable y definitivo, pues escrito está:
Rom 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
¡Soli Deo Gloria!
FUENTE :