LA FE ES UN DON DE DIOS
QUE SÓLO LO RECIBEN
LOS ESCOGIDOS
POR SU GRACIA Y MISERICORDIA
«Por lo tanto, Dios no nos elige
porque nosotros lo queramos
o porque nos esforcemos.
Dios elige a quien él quiere
mostrarle su misericordia.»
Romanos 9:16 NVIS
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LA REDENCIÓN SEGÚN LA BIBLIA ES LIMITADA
A SUS ESCOGIDOS
“Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho;
por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos,
y llevará las iniquidades de ellos.”
(ISAÍAS 53:11.)
“Y dará a luz un hijo,
y llamarás su nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”
(MATEO 1:21.)
“Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
(MATEO 20:28 También en MARCOS 10:45.)
“Bendito el Señor Dios de Israel,
que ha visitado y redimido a su pueblo.”
(LUCAS 1:68.)
“No temáis, manada pequeña,
porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.”
(LUCAS 12:32.)
“También tengo otras ovejas que no son de este redil;
aquéllas también debo traer,
y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.”
(JUAN 10:16.)
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás,
ni nadie las puede arrebatar de mi mano.
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos,
y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.”
(JUAN 10:27-29.)
“Y no solamente por la nación,
sino también para congregar en uno
a los hijos de Dios que estaban dispersos.”
(JUAN 11:52.)
“Le dijo Judas (no el Iscariote):
Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará;
y mi Padre le amará, y vendremos a él,
y haremos morada con él.”
(JUAN 14:22-23.)
“Como le has dado potestad sobre toda carne,
para que dé vida eterna a todos los que le diste.”
(JUAN 17:2.)
“He manifestado tu nombre a los hombres
que del mundo me diste;
tuyos eran, y me los diste,
y han guardado tu palabra.”
(JUAN 17:6.)
“Cuando estaba con ellos en el mundo,
yo los guardaba en tu nombre;
a los que me diste, yo los guardé,
y ninguno de ellos se perdió,
sino el hijo de perdición
para que la Escritura se cumpliese.”
(JUAN 17:12.)
“Padre, aquellos que me has dado,
quiero que donde yo estoy,
también ellos estén conmigo,
para que vean mi gloria que me has dado;
porque me has amado desde antes
de la fundación del mundo.”
(JUAN 17:24.)
“Y les he dado a conocer tu nombre,
y lo daré a conocer aún,
para que el amor con que me has amado,
esté en ellos, y yo en ellos.”
(JUAN 17:26.)
“Porque para vosotros es la promesa,
y para vuestros hijos,
y para todos cuantos están lejos;
para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”
(HECHOS 2:39.)
“Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.
Y el Señor añadía cada día a la iglesia
los que habían de ser salvos.”
(HECHOS 2:47.)
“Los gentiles, oyendo esto,
se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor,
y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.”
(HECHOS 13:48.)
“Porque yo estoy contigo,
y ninguno pondrá sobre ti la mano
para hacerte mal,
porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.”
(HECHOS 18:10.)
“Proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros,
para que no fuesen ellos perfeccionados
aparte de nosotros.”
(HEBREOS 11:40.)
REPROBACIÓN
NO TODOS SON SALVOS .
«El que en él cree, no es condenado;
pero el que no cree, ya ha sido condenado,
porque no ha creído
en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Y esta es la condenación:
que la luz vino al mundo,
y los hombres amaron más
las tinieblas que la luz,
porque sus obras eran malas.
Porque todo aquel que hace lo malo,
aborrece la luz y no viene a la luz,
para que sus obras no sean reprendidas.
Mas el que practica la verdad viene a la luz,
para que sea manifiesto
que sus obras son hechas en Dios.»
S. Juan 3:18-21 RVR1960
Y a la verdad yo te he puesto
para mostrar en ti mi poder,
y para que mi nombre
sea anunciado en toda la tierra.
(ÉXODO 9:16.)
Jehová dijo a Moisés:
Entra a la presencia de Faraón;
porque yo he endurecido su corazón,
y el corazón de sus siervos,
para mostrar entre ellos estas mis señales,
y para que cuentes a tus hijos,
y a tus nietos las cosas
que yo hice entre ellos;
para que sepáis que yo soy Jehová.
(ÉXODO 10:1-2.)
Y he aquí, yo endureceré el corazón
de los egipcios para que los sigan;
y yo me glorificaré en Faraón
y en todo su ejército,
en sus carros y en su caballería.
(ÉXODO 14:17.)
Y dijo Jehová a Moisés:
cuando hayáis vuelto a Egipto,
mira que hagas delante de Faraón
todas las maravillas que he puesto
en tu mano;
pero yo endureceré su corazón,
de modo que no dejará ir al pueblo.
(ÉXODO 4:21.)
Mas Sehón rey de Hesbón
no quiso que pasásemos
por el territorio suyo;
porque Jehová tu Dios había
endurecido su espíritu,
y obstinado su corazón
para entregarlo en tu mano,
como hasta hoy.
(DEUTERONOMIO 2:30.)
Pero hasta hoy Jehová
no os ha dado corazón para entender,
ni ojos para ver, ni oídos para oír.
(DEUTERONOMIO 29:4.)
Porque esto vino de Jehová,
que endurecía el corazón de ellos
para que resistiesen con guerra a Israel,
para destruirlos,
y que no les fuese hecha misericordia,
sino que fuesen desarraigados,
como Jehová lo había mandado a Moisés.
(JOSUÉ 11:20.)
Todas las cosas ha hecho Jehová
para sí mismo,
y aun al impío para el día malo.
(PROVERBIOS 16:4.)
Después oí la voz del Señor, que decía:
¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?
Entonces respondí yo:
Heme aquí, envíame a mí.
Y digo: Anda, y di a este pueblo:
Oíd bien, y no entendáis;
ved por cierto, mas no comprendáis.
Engruesa el corazón de este pueblo,
y agrava sus oídos, y ciega sus ojos,
para que no vea con sus ojos,
ni oiga con sus oídos,
ni su corazón entienda,
ni se convierta,
y halla para él sanidad.
(ISAÍAS 6:8-10.)
¿Por qué, oh Jehová,
nos has hecho errar de tus caminos,
y endureciste nuestro corazón a tu temor?
Vuélvete por amor de tus siervos,
por las tribus de tu heredad.
(ISAÍAS 63:17.)
Nadie hay que invoque tu nombre,
que despierte para apoyarse en ti;
por lo cual escondiste de nosotros tu rostro,
y nos dejaste marchitar
en poder de nuestras maldades.
(ISAÍAS 64:7.)
Pero no miró con agrado a Caín
y a la ofrenda suya.
y se ensaño Caín en gran manera,
y decayó su semblante.
(GÉNESIS 4:5.)
Porque yo sé que me conduces a la muerte,
y a la casa determinada a todo viviente.
(JOB 30:23.)
Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
caminaron en sus propios consejos.
(SALMO 81:12.)
De manera que se cumpla en ellos
la profecía de Isaías, que dijo:
De oído oiréis, y no entenderéis;
y viendo veréis, y no percibiréis.
(MATEO 13:14.)
Y entonces les declararé:
Nunca os conocí;
apartaos de mí hacedores de maldad.
(MATEO 7:23.)
Pero respondiendo él, dijo:
Toda planta que no plantó
mi Padre celestial, será desarraigada.
Dejadlos; son ciegos guías de ciegos;
y si el ciego guiare al ciego
ambos caerán al hoyo.
(MATEO 15:13-14.)
A la verdad el Hijo del Hombre va,
según está escrito de él,
más ¡ay de aquel hombre
por quien el Hijo del Hombre es entregado!
Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.
(MATEO 26:24. También LUCAS 22:22.)
Y tú, Capernaun, que eres levantada hasta el cielo,
hasta el Hades serás abatida;
porque si en Sodoma
se hubieran hecho los milagros
que han sido hechos en ti,
habría permanecido hasta el día de hoy.
(MATEO 11:23.)
Para que viendo, vean y no perciban;
y oyendo, oigan y no entiendan;
para que no se conviertan,
y les sean perdonados los pecados.
(MARCOS 4:12.)
Diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses,
a lo menos en este tu día,
lo que es para tu paz!
Mas ahora está encubierto de tus ojos.
(LUCAS 19:42.)
¿Eres tú el Cristo? Dínoslo.
Y les dijo: Si os lo dijere, no creeréis.
(LUCAS 22:67.)
Pero hay algunos de vosotros que no creen.
Porque Jesús sabia desde el principio
quiénes eran los que no creían,
y quien le había de entregar.
(JUAN 6:64.)
El que es de Dios, las palabras de Dios oye;
por esto no las oís vosotros,
porque no sois de Dios.
(JUAN 8:47.)
Pero vosotros no creéis,
porque no sois de mis ovejas,
como os he dicho.
(JUAN 10:26.)
Cegó los ojos de ellos,
y endureció su corazón;
para que no vean con los ojos,
y entiendan con el corazón,
y se conviertan, y yo los sane.
(JUAN 12:40.)
No hablo de todos vosotros;
yo sé a quienes he elegido;
mas para que se cumpla la Escritura:
El que come pan conmigo,
levantó contra mí su calcañar.
(JUAN 13:18.)
Cuando estaba con ellos en el mundo,
yo los guardaba en tu nombre;
a los que me diste, yo los guardé
y ninguno de ellos se perdió,
sino el hijo de perdición,
para que la Escritura se cumpliese.
(JUAN 17:12.)
Varones hermanos era necesario
que se cumpliese la Escritura
en que el Espíritu Santo
habló antes por boca de David
acerca de Judas, que fue guía
de los que prendieron a Jesús.
(HECHOS 1:16.)
Por lo cual también Dios
los entregó a la inmundicia,
en las concupiscencias de sus corazones,
de modo que deshonraron
entre sí sus propios cuerpos.
(ROMANOS 1:24.)
Porque la Escritura dice a Faraón:
Para esto mismo te he levantado,
para mostrar en ti mi poder,
y para que mi nombre sea anunciado
por toda la tierra.
De manera que de quien quiere
tengo misericordia,
y al que quiere endurecer, endurece.
(ROMANOS 9:17-18.)
¿Que pues?
Lo que buscaba Israel no lo ha alcanzado;
pero los escogidos si lo han alcanzado,
y los demás fueron endurecidos;
como está escrito:
Dios les dio espíritu de estupor,
ojos con que no vean
y oídos conque no oigan,
hasta el día de hoy.
(ROMANOS 11:7-8.)
Por esto Dios les envía
un poder engañoso
para que crean la mentira,
a fin de que sean condenados
todos los que no creyeron a la verdad,
sino que se complacieron en la injusticia.
(2ª TESALONICENSES 2:11-12.)
Y: Piedra de tropiezo,
y roca que hace caer,
porque tropiezan en la palabra
y siendo desobedientes;
a lo cual fueron también destinados.
(1ª PEDRO 2:8.)
Y la adoraron todos los moradores de la tierra
cuyos nombres no estaban escritos
en el libro de la vida de Cordero
que fue inmolado desde el principio del mundo.
(APOCALIPSIS 13:8.)
La bestia que has visto era,
y no es; y está para subir del abismo
e ir a perdición; y los moradores de la tierra,
aquellos cuyos nombres
no están en el libro de la vida,
se asombraran viendo la bestia
que era y no es, y será.
(APOCALIPSIS 17:8.)
Porque algunos hombres
han entrado encubiertamente,
los que desde antes
habían sido destinados
para esta condenación,
hombres impíos,
que convierten en libertinaje
la gracia de nuestro Dios,
y niegan a Dios el único soberano,
y a nuestro Señor Jesucristo.
(JUDAS 4.)
Pero éstos, hablando mal
de cosas que no entienden,
como animales irracionales,
nacidos para presa y destrucción,
perecerán en su propia perdición,
recibiendo el galardón de su injusticia,
ya que tienen por delicia
el gozar de deleites cada día.
Estos son inmundicias y manchas,
quienes aun mientras comen con vosotros,
se recrean en sus errores.
(2ª PEDRO 2:12-13.)
Y la adoraron todos los moradores
de la tierra cuyos nombres
no estaban escritos en el libro
de la vida del Cordero
que fue inmolado desde el principio del mundo.
(APOCALIPSIS 13:8.)
Y como ellos no aprobaron
tener en cuenta a Dios,
Dios los entregó a una mente reprobada,
para hacer injusticia, fornicación,
perversidad, avaricia, maldad;
llenos de envidia, homicidios,
contiendas, engaños y malignidades;
murmuradores, detractores,
aborrecedores de Dios,
injuriosos, soberbios, altivos,
inventores de males,
desobedientes a los padres,
necios, desleales, sin afecto natural,
implacables, sin misericordia;
quienes habiendo entendido el juicio de Dios,
que los que practican tales cosas
son dignos de muerte,
no sólo las hacen,
sino que también se complacen
con los que las practican.
(ROMANOS 1:28-32.)
Pero por tu dureza
y por tu corazón no arrepentido,
atesoras para ti mismo ira
para el día de la ira
y de la revelación del justo juicio de Dios.
(ROMANOS 2:5.)
Dijo Jesús:
Para juicio he venido yo a este mundo;
para que los que no ven, vean,
y los que ven, sean cegados.
(JUAN 9:39.)
Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron:
¿Por qué les hablas por parábolas?
Él respondiendo, les dijo:
Porque a vosotros os es dado saber
los misterios del reino de los cielos;
mas a ellos no les es dado.
Porque a cualquiera que tiene,
se le dará, y tendrá más;
pero al que no tiene,
aun lo que tiene le será quitado.
Por eso les hablo por parábolas:
porque viendo no ven,
y oyendo no oyen, ni entienden.
De manera que se cumple en ellos
la profecía de Isaías, que dijo:
De oído oiréis, y no entenderéis;
y viendo veréis, y no percibiréis.
(MATEO 13:10-15.)
Y dijo: Anda, y di a este pueblo:
Oíd bien, y no entendáis;
ved por cierto, mas no comprendáis.
Engruesa el corazón de este pueblo,
y agrava sus oídos, y ciega sus ojos,
para que no vea con sus ojos,
ni oiga con sus oídos,
ni su corazón entienda,
ni se convierta, y haya para él sanidad.
(ISAÍAS 6:9-10.)
No deis lo santo a los perros,
ni echéis vuestras perlas
delante de los cerdos,
no sea que las pisoteen,
y se vuelvan y os despedacen.
(MATEO 7:6.)