EL CRISTO DEL ARMINIANISMO PENTECOSTAL
El Cristo del Arminianismo (pentecostal)
(O la doctrina del libre albedrío)
La Biblia nos advierte de que en los últimos días, en los cuales vivimos, habrá muchos falsos Cristos – aquellos que claman ser Cristo pero son impostores. Jesus dijo:
“Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo, yo soy el Cristo, y a muchos engañarán” (Mateo 24:4-5). Nosotros los que profesamos ser cristianos debemos prestar atención. Debemos ser muy cuidadosos de no ser engañados. Nuestro Ilamado es a confiar, amar y seguir al verdadero Cristo y solamente a Él.
Nosotros conocemos los Cristos de los cultos y otras religiones. Él es un buen hombre, un profeta, la primera creación de Dios, un gran espíritu, o hasta un dios. Pero Él no es Dios eterno y verdadero. Él recibe su existencia de otro que es más grande que él. Él no es el Cristo de la Biblia. Nosotros no somos engañados por este Cristo. Él es un Cristo falso. Nosotros conocemos el Cristo del catolicismo romano. Ellos profesan que él es verdadero Dios. Él sufrió y murió por el perdón de los pecados. Él resucitó, y ascendió a los cielos y viene otra vez. Pero él no es un salvador completo. El Cristo de los católico romanos no puede salvar a los pecadores sin las buenas obras de ellos y la intercesión de los sacerdotes. Él no es el Cristo de la Biblia. Nosotros no somos engañados por este Cristo, Él es un Cristo falso.
Sin embargo, hay otro falso Cristo que es mucho más peligroso que el Cristo de los cultos y el Cristo del catolicismo romano. Él ha engañado a la gente por muchos años y continúa engañando a millones. Este Cristo es tan peligroso que, si no fuera imposible, engañaría a los mismos escogidos (Mateo 24:24). Él es el Cristo del Arminianismo pentecostal.
Este falso Cristo es extremadamente peligroso porque aparenta ser el verdadero Cristo de muchas maneras. Ellos dicen que Él es verdadero Dios, igual con el Padre y el Espíritu Santo. Dicen que Él murió en la cruz para salvar a los pecadores. Ellos hasta dicen que Él salva por gracia solamente, sin las obras de los hombres. Este Cristo no tiene nada que ver con los Cristos de los cultos o del catolicismo romano.
¡Pero cuidado! ¡Estén alerta! El Cristo del Arminianismo no es el Cristo de la Biblia ¡No sean engañados!
1. El Cristo del Arminianismo: Ama individualmente a todas las personas en el mundo entero y sinceramente desea su salvación.
El Cristo de la Biblia: decididamente ama y desea solamente la salvación de aquellos a quienes Dios ha escogido incondicionalmente para salvación
Ef. 1:3-5 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad (Salmo 5:5; 7:11; 11:5; Mt 11:27; Juan 17:9-10; Hch13:48; Ro 9:10-13,21- 24)
2. El Cristo del Arminianismo: ofrece salvación a todos los pecadores y hace todo lo que está en su poder para salvarlos. Esta oferta y poder a veces son frustrados, porque muchos se niegan a venir a Él.
El Cristo de la Biblia: eficazmente llama a los elegidos y soberanamente los salva. Ninguno de ellos se perderá. Juan 5:21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida (Is 55:11; Juan. 6:37- 40; 10:25-30; 17:2)
3. El Cristo del Arminianismo: no puede regenerar ni salvar a un pecador, si primero éste no elige a Cristo con su propio “libre albedrío”. Todos tienen “libre albedrío” con el cual pueden decidir aceptar o rechazar a Cristo. Ese “libre albedrío” no puede ser violado por Cristo.
El Cristo de la Biblia: soberanamente regenera al pecador elegido al margen de su “libre albedrío”, porque sin regeneración, el pecador muerto espiritualmente, no puede escoger a Cristo. Ef 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. La fe no es la contribución del hombre en la salvación, sino el regalo de Dios que Él soberanamente imparte en Ia regeneración. (Juan 3:3; 6:44,65; 5:16; Hch.11:18; Ro. 9:16; Ef.2.8-10; Fil. 1:29; He. 12:2)
4. El Cristo del Arminianismo: murió en la cruz por todo el mundo, y así hizo posible la salvación para cada persona. Su muerte, a no ser por la elección por parte del hombre, no fue suficiente para salvar a nadie realmente, porque muchos por los que Él murió están perdidos.
El Cristo de la Biblia: murió solamente por el pueblo elegido de Dios y así real y eficazmente obtuvo salvación para todos aquellos por quienes Él murió. Su muerte fue una satisfacción vicaria, la cual efectivamente quitó la culpa de Su pueblo elegido.
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen … y pongo mi vida por las ovejas” (Juan 10:14,15). Y a los que no eran suyos dijo, “… vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:26-28). Hch. 20:28; Ro. 5:10; Ef 5:25; He. 9:12)
5. El Cristo del Arminianismo: pierde a muchos de los que ha “salvado” porque no continúan en la fe. Aún cuando Él les da “seguridad eterna” como algunos dicen, esa seguridad no se basa en Su Voluntad o Poder, sino en la elección que el pecador hizo cuando aceptó a Cristo.
El Cristo de la Biblia: preserva a Su pueblo escogido de tal manera que ellos no pueden perder su salvación sino que perseverarán hasta el fin. Él los preserva por la soberana elección de la voluntad de Dios, el poder de su muerte y el grandioso trabajo de Su Espíritu.
Ro. 8:29-30,35-39 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Juan 5:24; 10:26,29; l Pe. 1:2-5; Judas24-25)
Como puede ver aunque el Cristo del Arminianismo pentecostal y el Cristo de la Biblia puedan parecer iguales a primera vista, ellos son muy diferentes. Uno es falso. El otro es verdadero. Uno es débil y sin esperanza. Se inclina ante el soberano “libre albedrío” del hombre. El otro es el Señor reinante quien decide lo que a Él le complace y soberanamente cumple Su Voluntad.
Si usted cree y sirve al Cristo del Arminianismo pentecostal, usted debe reconocer el hecho de que usted no está sirviendo al Cristo de la Biblia. ¡Usted ha sido engañado! Estudie las Escrituras y conozca al verdadero Cristo. Ore por gracia para arrepentirse y confiar en Cristo como su Soberano Salvador.
(por Rev. Steven Houck Publicado por: Primera Iglesia Reformada Protestante 3641 104th Ave. Holland, MI USA 49424)
FUENTE :
https://cristianismoynadamas.wordpress.com/2014/05/20/el-cristo-del-arminianismo-pentecostal/
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Estoy horrorizado de que ustedes
estén apartándose tan pronto de Dios,
quien los llamó a sí mismo
por medio de la amorosa
misericordia de Cristo.
Están siguiendo un evangelio diferente,
que aparenta ser la Buena Noticia,
pero no lo es en absoluto.
Están siendo engañados
por los que a propósito distorsionan
la verdad acerca de Cristo.
Si alguien —ya sea nosotros o incluso
un ángel del cielo— les predica
otra Buena Noticia diferente
de la que nosotros les hemos predicado,
que le caiga la maldición de Dios.
Repito lo que ya hemos dicho:
si alguien predica otra Buena Noticia
distinta de la que ustedes han recibido,
que esa persona sea maldita.
Gálatas 1:6-9 NTV
Estoy horrorizado de que ustedes estén apartándose tan pronto de Dios, quien los llamó a sí mismo por medio de la amorosa misericordia de Cristo. Están siguiendo un evangelio diferente, que aparenta s
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