Amada Luquitas, no es necesario el sarcasmo para responder.
La Fe viene por el oír...esto es en el contexto del evangelio.
Cuando hablo que el mayor obstáculo para la fe en Dios es el pecado...me refiero al pecado de incredulidad:
Heb_3:12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros
corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
Estamos en un mundo que es gobernado por el maligno y este tiempo la Escritura lo identifica como "el presente siglo malo".
La incredulidad es un obstáculo que impide a la criatura conocer al Dios vivo en la Persona de su Hijo, esto es por cuanto el habita en un lugar de luz inaccesible más allá de las estrellas.
1 Timoteo 6:16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto
NI PUEDE VER, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.
Su Santo Hijo nos ha dado a conocer al Padre.
El hecho simple de una criatura observar a su alrededor, por medio de los medios masivos de información, un mundo lleno de maldad e injusticia, ese mero hecho lo que hace es fortalecer su incredulidad, y esta clase de creyente (porque aunque parezca un contrasentido tal persona cree que su incredulidad en un Dios vivo está justificada) transita al igual que nosotros por este mundo y posee la misma "carne" nuestra...inclinada al mal.
De modo que no hay diferencia en cuanto a la "carne" por cuanto todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios...
Pero en cuanto a lo Espiritual si hay una gran diferencia.
Así, que la incredulidad se enfrenta con milagros de un tipo que dan una prueba mucho más segura de la Presencia y del poder de Dios sobre la tierra que la que podría ofrecer ningún argumento "razonable" en la esfera natural orientado a negar la existencia de Dios: corazones tan totalmente cambiados, y vidas tan completamente transformadas, que hombres salvajes, fieros, brutales y degradados se han transformado en personas humildes, llenas de gracia y de vidas puras.
Esto es poder de Dios, leemos:
1Co 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
1Co 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
1Co 6:11
Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
En las edades antes de que Cristo viniera, los hombres bien hubieran podido desear ansiosamente pruebas de la acción de un Dios personal, para creer, como lo hacen ahora.
Pero, en el ministerio y muerte y resurrección del Señor Jesucristo, Dios ha manifestado de manera tan evidente, no solamente Su poder, sino también Su bondad y amor hacia el hombre, que conceder exhibiciones probatorias ahora constituiría un reconocimiento de que aquellas cuestiones que han quedado zanjadas para siempre en la Obra de la Redención, estarían aún abiertas.
Nadie puede poner límites a lo que Dios pueda hacer en respuesta a la fe individual.
Pero podemos afirmar confiadamente que,
a la vista de Su suprema revelación en Cristo, Dios no concederá nada a las presuntuosas exigencias de la incredulidad.
La forista Martamaría es un ejemplo vivo de una presuntuosa incredulidad, ella exige pruebas que se acomoden a su forma privada de percibir las Esctrituras.
Su soberbia la eleva por encima de los demás foristas para colocarla en un pedestal dónde lo que no esté de acuerdo con su forma de pensar es una "tontería".
Pero el mundo está así, lleno de dolor y sufrimiento porque cuando estuvo el Hijo de Dios aquí, le dieron la espalda y más bien lo asesinaron.
Y mira Luquitas, como ya en otros post lo he dicho, no es que el Señor haya delegado algún gobierno al maligno (Sal.24:1), sino que el mundo se va tras él dándole la espalda al Señor.
Las aflicciones de una vida de fe sobre la tierra, es por causa de Cristo:
1. Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo
HE VENCIDO AL MUNDO.
Pero las aflicciones del incrédulo (Job 21:17) en muchas ocasiones es por causa de lo que el siembra y como está cegado cuando le llega la aflicción lo primero que se cuestiona es:
¿Pero por qué me pasa esto a mí?
Y enseguida mira hacia arriba haciendo a Dios culpable de su propia aflicción.
La circunstancia no importa, puede ser desde el interior de un hospital, o en el lugar de un accidente, o contemplando el cuerpo agonizante de su propio hijo...las circunstancias no importan, el culpable resulta siempre Dios.
Esta clase de incrédulo prefiere creer en la evolución de las especies...las cuales aparecen y se desarrollan por sí mismas sin ninguna intervención divina.
Alguien por ahí dijo que la materia no se crea ni se destruye, sino que se transforma.
En este caso quién parió la materia es la Nada...como una entidad creadora aunque el insensato no lo perciba así.
Mira Luquitas, el paso del tiempo todo lo transforma...un auto nuevo en un exhibidor a la vuelta de dos o tres siglos solo es un montón de herrumbe.
Pero tenemos a Uno a quién no le pasan los años...es Eterno...su boca hablo y se hizo.
Alguna vez el Señor en el pozo de Jacob le explico a una mujer lo siguiente:
1. Juan 4:24 DIOS ES ESPÍRITU; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Esta es la explicación más clara sobre el origen de todas las cosas...no se trata que la NADA sea una entidad creadora, este es el colmo de la estupidez humana.
Se trata de entender con sencillez que la materia proviene del Espíritu.
Recibe un cordial saludo de tue hermano desde aquí de Venezuela.
Pásala bien.
Natanael1