Re: !EL FIN DE LA LEY!
Shalom
Le respondo sr. Hernandez.
Bueno, los gentiles que decidían abandonar las idolatrías del panteón griego y las bacanales sexuales para abrazar los valores éticos y morales del Eterno Dios de Israel; no estaban obligaos a guardar lo mismo que los yahudim naturales. Es decir, la Torá de Moshé.
Pero si podían, si ellos así lo querían; guardar aspectos de la misma, pero sin necesidad de guardar todo. La corta lista de Hch. 15 es solo un principio MÍNIMO ESTABLECIDO para que dejaran de ser considerados "animales irracionales"....una vez que ya eran considerados adamim o personas, pasarían a formar parte del Pacto o del pueblo del Eterno. Pero dentro de ese pueblo, no todos gobiernan o están todas en eminencia -en forma ideal si- pero no natural; así por ejemplo ellos podrían quedarse en guer toshav o gentiles de la puerta o justos de entre las naciones. Aquí podríamos contar a Cornelio, por ejmplo.
Además, fíjese que si un gentil quiere guardar un aspecto de la Torá de piedra, sin necesidad de hacerlo; le es contado por justicia. Esto no solo lo dice el Talmud, sino:
Rom 2:14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley practican por naturaleza el contenido de la ley, aunque no tienen ley, son ley para sí mismos.
Rom 2:15 Ellos muestran la obra de la ley escrita en sus corazones, mientras que su conciencia concuerda en su testimonio; y sus razonamientos se acusan o se excusan unos a otros,
Shaliaj Shaul guardaba la Torá de Moshé, pero él entendió lo que los circunciados o helenizados, es decir gentiles que habían pasado por la circuncisión, no habían entendido aun. Y esto repercutió en un mal ejemplo para los yahudim que por naturaleza ahora formaban parte de los judíos nazarenos que estaban confusos, pensando que Shaul animaba a los gentiles y a los helenizados a no guardar Torá. Por eso, tiene que demostrar con los 4 varones que si la guardaba; pero él se limitaba a explicarla, o hacer la diferencia con MISHPAT que hizo Moshé o sin ESA MALDICIÓN que guaraba Avraham.
Llegados aquí, podemos entender entonces que en las Escrituras siempre veremos dualidad en todo, incluso en la Torá; y es a ese ideal o MUNDO ALEF que el Eterno nos llama; es decir, NUNCA debería darse el caso de agresión contra un siervo para que tome venganza el deudor de la sangre; nunca debieron instaurarse las ciudadades de refugio, ni la carta de divorcio.
Con respecto a la Torá en Mashiaj, podemos entender entonces, que toda la lista de maldiciones de Dt. 28 y otros castigos, los tomó él en la cruz, porque así regresamos a una Torá de libertad que santifica y no condena. Pero ahora, no podemos pensar que ya está todo hecho, debemos continuar por ese camino porque se supone que hemos aceptado la enseñanza del tutor y ahora ya podemos ir solos por la vida sin causar perjurio al Padre por ser hijos rebeldes.
Fíjese como todo se enlaza de forma automática, cuando se distingue la Torá y la Ley de esta manera.
Una cosa tiene que quedar clara, que ahora obedecemos la Torá por amor y no por obligación. POr eso, no podemos pensar que los hasere hadibrot o mal llamados 10 mandamientos, son solo eso, 10 y nada más. Nuestro ideal es antes de los 10 mandamientos; nuestro ideal está en tablas de carne en el corazón. Y será necesaría esa Torá espiritual, para que sepamos diferenciar lo que es pecado y lo que no....repasemos esto:
Rom 7:4 De manera semejante, hermanos míos, vosotros también habéis muerto a la ley por medio del cuerpo de Cristo, para ser unidos con otro, el mismo que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Rom 7:5 Porque mientras vivíamos en la carne, las pasiones pecaminosas despertadas por medio de la ley actuaban en nuestros miembros, a fin de llevar fruto para muerte.
Rom 7:6 Pero ahora, habiendo muerto a lo que nos tenía sujetos, hemos sido liberados de la ley, para que sirvamos en lo nuevo del Espíritu y no en lo antiguo de la letra.
Rom 7:7 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Al contrario, yo no habría conocido el pecado sino por medio de la ley; porque no estaría consciente de la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.
Rom 7:8 Pero el pecado, tomando ocasión en el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto.
Rom 7:9 Así que, yo vivía en un tiempo sin la ley; pero cuando vino el mandamiento, el pecado revivió; y yo morí.
Rom 7:10 Y descubrí que el mismo mandamiento que era para vida me resultó en muerte;
Rom 7:11 porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó; y por él, me mató.
Rom 7:12 De manera que la ley ciertamente es santa; y el mandamiento es santo, justo y bueno.
Rom 7:13 Luego, ¿lo que es bueno llegó a ser muerte para mí? ¡De ninguna manera! Más bien, el pecado, para mostrarse pecado, mediante lo bueno produjo muerte en mí; a fin de que mediante el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.
Rom 7:14 Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido a la sujeción del pecado.
Shalom