Existe un decreto de Dios que dice: el alma que pecare, esa morirá.
En Adán todos fuimos constituidos pecadores.
El decreto es para todos los pecadores independientemente de que norma de vida tengan, sea que tengan la norma de vida de la toràh, que son las instrucciones que Dios dio a Israel para normar sus vidas, o ya sea que tengan otra norma de vida (la norma de vida es ley para sí mismos).
El decreto exige la muerte de quien trasgreda la ley, sea la norma de vida dada por Moisés o su propia norma de vida.
Todos los descendientes de Adán, tenemos el conocimiento del bien y del mal.
Debido a que Adán comió del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Según nuestra manera de vivir, somos ley para nosotros mismos.
2:14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
2:15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,
2:16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio. Romanos 2:14-15.
Al morir con Cristo la "justicia de la ley se cumple" en quien muere crucificado juntamente con El.
La diferencia es que los hebreos si conocían a Dios, porque Dios se manifestó a Abraham.
E hicieron pacto con Dios, los gentiles no conocíamos a Dios y nunca hicimos pacto con Dios, hasta la venida de Cristo, ahora Dios ofrece un nuevo pacto, incluyendo a todas las naciones de la tierra.
Ahora el gentil puede entrar en un nuevo pacto con Dios, aceptando la invitación de Cristo:
Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Marcos 8:34.
Es un llamado a tomar la cruz por fe y ser crucificado juntamente con Él, y morir con El, para que la justicia de la ley se cumpla en el creyente.
Tu viejo hombre, lo que eras en Adán te es arrancado en una circuncisión no hecha a mano:
En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo. Colosenses 2:11.
La sangre de Cristo es la paga por arrancar de ti tu cuerpo de pecado.
De esa manera Cristo cumple la ley, pagando el precio por tus pecados, puesto como un sacrificio propicio.
El es la propiciación para que la justicia de la ley se cumpla en ti, es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 1 Juan 2:2.
El es cordero que quita el pecado del mundo.
Sin la circuncisión hecha en la cruz, no hay quita de pecado, “sin morir a la ley por causa de la ley” no hay quita de pecado.
Tienes que morir crucificado juntamente con Cristo y morir a tu norma de vida, porque esa norma de vida es la que vives en tu viejo hombre (lo que eres en Adán)
Eres sepultado juntamente con Él, y resucitas juntamente con El, sin el cuerpo de pecado (lo que eras en Adán se quedó en la sepultura)
Resucitas como una nueva criatura, creada en Cristo, creada en la justicia de Dios, para vivir una nueva vida ya no en la ley, porque la ley fue la que exigió tu muerte, ya moriste por la ley para la ley, ahora vives en la fe del Hijo de Dios.
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios.
La nueva norma de vida substituye a la antigua norma de vida por la cual moriste con Cristo.
Hubo cambio de norma de vida (cambio de ley) a causa del cambio del sacerdocio.
Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley. Hebreos 7:12.
El decálogo es parte de una norma de vida pactada.
Esa parte sigue siendo parte del pacto antiguo, y ese pacto está en vigencia total según la afirmación de Cristo:
5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:17-18
No puedes tomar una parte e invalidar el resto, no puedes quitar la parte de la maldición y de condenación del pacto, el pacto es uno ya ratificado, el pacto es la toràh completa.
Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. Gálatas 3:15.
El pacto es permanecer en todas las cosas escritas en el libro de la ley (toràh), y el decálogo forma parte del libro de la ley.
La misma biblia dice que si ofendes en un punto, te haces culpable de todo.
El pacto consiste en 613 mandamientos, esa es la norma de vida pactada.
Y ni una jota ni una tilde pasará del pacto, hasta que todo se haya cumplido.
Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:18.
¿Quién autoriza tomar una parte del pacto y decir que ya no es el pacto?
No lo será completo, pero sigue siendo parte del pacto.
Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios. Romanos 3:21.
No dice que el pacto sea la justicia, dice que la justicia es aparte del pacto.
La ley son las instrucciones del pacto. Es el pacto en sí.
La justicia que la ley exige, es la muerte del pecador.
Esa es la justicia de la ley (pacto), la muerte del pecador.
Toda la toràh define el pecado. Y toda la toràh constituye el pacto.
Pecado es la transgresión de la toràh Wadezu.
La toràh son las instrucciones del pacto.
Todas las instrucciones de la toràh son mandamientos de Dios.
Toràh significa instrucción, y en el mundo occidental le llamamos ley.
¿Y la circuncisión no es un mandamiento de Dios?
¿No tienen que circuncidarse todo Israelitas según la ley (según la instrucción de la toràh)?
¿Ya no se circuncidan los Israelitas?
Ellos todavía están bajo el antiguo pacto.
El pacto es la promesa de parte de los Israelitas de poner por obra todas las instrucciones escritas en el libro de la toràh.
Y todo lo que está escrito en el libro de la toràh son mandamientos de Dios.
No entiendes que el libro de la ley, es el libro de las instrucciones del pacto.
La ley es el pacto.
El pacto o acuerdo, es permanecer en todas las cosas que están escritas en la toràh (libro de la ley) para ponerlas por obra.
El decálogo está escrito en la toràh (libro de la ley) dos veces palabra por palabra.
Éxodo capitulo 20 y Deuteronomio capitulo 5.
Y pesa sobre el pacto una maldición:
Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Gálatas 3:10.
Y el decálogo está escrito en el libro de la ley.
Y Cristo afirmó que la maldición todavía pesa sobre el decálogo:
Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:18.
Dios ofrece un nuevo pacto “Jesús”.
El nuevo pacto es una persona, un salvador, un redentor.
Te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones. Isaías 42:6.
22:19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
22:20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. Lucas 22:19-20.
El cuerpo y la sangre de Cristo están puestos como nuevo pacto.
[5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:17-18
El mismo Jesús lo dice:
5:21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
5:22 “Pero yo os digo” que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
5:23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
5:24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
5:25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.
5:26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
5:27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.
5:28 “Pero yo os digo” que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
5:29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
5:30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
5:31 También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio.
5:32 “Pero yo os digo” que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.
5:33 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos.
5:34 “Pero yo os digo”: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
5:35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
5:36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
5:37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
5:38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
5:39 “Pero yo os digo”: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
5:40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
5:41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
5:42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
5:43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
5:44 “Pero yo os digo”: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
¿No nos dice Jesús, que nos fue dicho una cosa pero El dice que pongamos en práctica otra?
¿No está ordenando dejar de un lado los mandamientos dados para poner en práctica otros?
¿No cambió la norma de vida?
¿Cambió la moral de Dios?
Jesús exige la obediencia a lo que El dijo, no la obediencia a lo que se nos había dicho.
No es posible quitarle al decálogo la maldición según la afirmación de Cristo:
Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:18.
¿Quién deshizo el pacto y le quitó la maldición al decálogo?
El acuerdo fue que los Israelitas vivirían conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley para ponerlo por obra.
Acordaron vivir esa norma de vida.
Lo que tú llamas ley de Dios (decálogo) es exclusivo del pacto, es exclusivo de esa norma de vida.
Ya no aplica para el cristiano, porque el cristiano ahora ya no sirve bajo esa norma de vida, la norma de vida fue cambiada debido a que fue cambiado el sacerdocio, ahora la norma de vida es la “guía del Espíritu”
Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra. Romanos 7:6.
Las cosas se enredan cuando se hacen divisiones del pacto, el pacto antiguo es un solo pacto.
Es un solo acuerdo, es una sola norma de vida.
No existe ningún pacto renovado.
Jesús no es un pacto renovado, es un nuevo pacto.
La esencia del pacto antiguo es la obediencia a todas las cosas escritas en el libro de la ley para ponerlas por obra.
Es una norma de vida que no es de fe, la ley no es de fe, pues dice, el que hiciere estas cosas vivirá por ellas.
Pero la esencia del nuevo pacto es la obediencia a la guía del Espíritu.
Es una nueva norma de vida:
Recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre. Romanos 1:5.
Jesús vino a redimir a los que estaban bajo la ley.
Vino a redimir de la ley:
Fue enviado Para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Gálatas 4:5.
Es un pacto de redención, si aceptas al salvador, aceptas ser redimido de la ley.
Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Gálatas 2:19.
Morir significa dejar de vivir, el versículo dice:
Que por causa de la misma ley dejas de vivir para esa norma de vida con el fin de vivir para Dios.
Vivir para Dios, es vivir en la fe del Hijo de Dios.
En la guía del Espíritu.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Romanos 8:14.
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Gálatas 5:18.
Los que tienen la guía del Espíritu como una nueva norma de vida, ya no están bajo la norma de vida antigua (la ley)
La ley está en vigencia total para quien no ha sido redimido de ella.
Lo que está vigente según las palabras de Cristo es:
5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:17-18
Y está vigente con todo y maldición y condenación. Ni una jota, ni una tilde, han pasado de la ley y los profetas.
Y en cuanto a que Dios promete grabar la ley en los corazones.
¿Es por eso que dices que el nuevo pacto es un pacto renovado?
¿Por qué nuevamente Dios vuelve a ponerles la ley en los corazones a judíos y gentiles?
¿Por qué volver hacerlo si ya estaba ahí?
Judíos: La ley de su Dios está en su corazón. Salmos 37:31.
Gentiles: “mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones”. Romanos 2:15.
¿Por qué poner la misma ley con su maldición y condenación nuevamente en los corazones?
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Jeremías 31:33.
¿Quién es el que habita en tu corazón?
¿Habita Cristo por la fe en tu corazón?
¿O habita el decálogo (ministerio de muerte y condenación) en tu corazón?
La redención es una compra de esclavos, se esclavizaron a una promesa, prometieron permanecer en todas las cosas escritas en el libro de la ley para hacerlas.
De esa esclavitud los vino a redimir Cristo, de la promesa hecha a Dios en el pacto de Sinaí.
4:5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
4:7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo. Gálatas 4:5,7.
Te confundes porque Pablo encuentra en su cuerpo la naturaleza pecadora que nos transmitió Adán:
7:21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
7:23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. Romanos 7:21,23.
Todos los descendientes de Adán están muertos espiritualmente y vivos en la carne, la carne gobierna el espíritu.
Y estando en esas condiciones, hicieron pacto con Dios de guardar una ley que está dirigida al razonamiento (parte donde mora el espíritu). La ley es espiritual.
Pero el hombre aunque razone en que está mal lo que hace, no logra hacer el bien, porque la carne con sus deseos se impone.
Por eso dice Pablo que el mal está en el hombre, que la carne lo lleva cautivo a infringir la ley. Y pecado es infracción de la ley.
El hombre es cautivo de su carnalidad (lo que es en Adán)
Y en esas condiciones prometió (pactó) guardar la ley, es esclavo de su propia promesa, se ató a una promesa ante Dios.
A eso vino Cristo, a redimir a los que estaban bajo la ley y para redimirlos tuvo que pagar el precio por el pecado.
Porque el pecado entró en el mundo por un hombre (Adán), y fue transmitido a todos sus descendientes, por cuanto todos pecamos en Adán.
La ley se introdujo para que el pecado abundase.
El hombre es pecador por su carnalidad heredada de Adán.
Dada la ley, el pecado abundó
Y Dios decretó que el alma que pecare, esa morirá.
Está decretando que toda la descendencia de Adán tiene que morir.
A eso vino Cristo, a salvar lo que se había perdido. A quitar de nosotros la descendencia de Adán y a hacer una nueva creación en un segundo Adán (El).
A eso somos llamados a la cruz, a morir en nuestro viejo hombre (lo que éramos en Adán), sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con El, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
“morimos con Cristo”
Y al morir, la justicia de la ley (el alma que pecare, esa morirá), se cumple en quien muere.
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con Él.
Ahora vivimos en Cristo:
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios. Gálatas 2:20
Ahora lo que vivo en la carne ya no lo vivo en la ley, lo vivo en la fe del Hijo de Dios.
Fui redimido de vivir en la ley, ahora vivo en la fe.
Toda la escritura antiguo testamentaria está vigente, y si las profecías ya se cumplieron como la profecía de la venida del Mesías, pues está vigente que ya vino el Mesías.
El cristiano ya no puede transgredir la norma de vida de la ley, ya no vive esa norma de vida está muerto a ella.
El cristiano vive una nueva norma de vida “la fe” vive en la fe del Hijo de Dios, y si peca porque no todas sus acciones diarias son de fe, y en esa norma de vida que ahora vive, todo lo que no proviene de fe, es pecado.
Hubo cambio de ley (cambio de régimen) debido a que fue cambiado el sacerdocio.
El sacrificio expiatorio de Cristo se hizo en servicio a la voluntad del Padre de reunir todas las cosas en El, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
Para hacer una nueva creación en su justicia.
Ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios.
Se hizo en servicio a la justicia de Dios, que es aparte de la ley.
3:25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia
3:22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él.
Se hizo en servicio a la ley por la cual se estableció la justicia de Dios.
42:4 No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley.
Se hizo en servicio a la fe. “ley de Dios”.
Se hizo en servicio a la ley del cual Cristo fue el creador y consumador “la fe”
Para que habite Cristo por la fe en nuestros corazones.
El Espíritu te guía, tú decides si sigues la guía o haces otra cosa.
El que no sigue la guía contrita al Espíritu:
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios.
Maldito el que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley para hacerlas, y el decálogo está escrito dos veces en el libro de la ley, palabra por palabra, solamente un ciego no ve que si no guardas perfectamente todo lo que está escrito en el libro de la ley (incluido el decálogo) eres un maldito.
Te repito lo que Cristo afirmó:
5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:17-18
La maldición está en vigencia en el decálogo también.
¿Cómo, ahora dices que el decálogo desaparece?
El decálogo es el ministerio de muerte grabado en piedra.
5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:17-18
Cristo dice que ni una jota, ni una tilde, ha pasado de la ley, y tú dices que la ley ya no tiene la maldición ni la condenación.
La toràh son las instrucciones del pacto, y a la toràh se le conoce como ley en el mundo occidental.
Toràh y ley son la misma cosa, y la toràh son las instrucciones con las que se realizó el pacto.
Cuando se habla de la toràh, se habla del pacto, el pacto es el acuerdo de permanecer en todas las cosa que están escritas en el libro de la toràh. (Ley, instrucción) y en esas instrucciones está incluido el decálogo.
El dejó claro que el no vino a abrogar la toràh, sino que vino a cumplir la toràh.
Y vino a cumplir la ley, para que la justicia de la ley se cumpla en nosotros.
Una vez cumplida la justicia de la ley en nosotros, que es la muerte del pecador.
Ya no vivimos en la ley, vivimos para Dios.
Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Gálatas 2:19.
Con el fin de vivir para Dios, he muerto a la ley.
Morir es dejar de vivir, morir para la ley, es dejar de vivir bajo la ley.