YO tengo recuerdos similares pero he descubierto que la mayoría de las personas no almacena recuerdos de tan tierna edad, lo cual me parece extraño porque para mí es natural recordar muchas cosas.-Por ejemplo, yo recuerdo cuando no había cumplido aun mis cuatro años (1945), en brazos de mi padre contra la pared de un edificio de nuestro principal avenida, protegiéndonos de la avalancha de gente que se había lanzado al centro de la ciudad a festejar el fin de la 2da. Guerra Mundial. También las clases que daba una misionera con un franelógrafo en la Escuela Dominical, con solo tres años. El más antiguo recuerdo es la casa de mis abuelos, donde nací, donde estuve mis primeros dos años.
La memoria en sí misma es el bien más preciado que tenemos porque es lo único que nos llevamos de este mundo y nos moldea como parte de nuestra personalidad.