Por supuesto, la iglesia católica es un sistema religioso, lo mismo que existía en tiempo de Cristo, entonces los fariseos y saduceos; fíjese amigo, Jesús derribó todo eso, no comas, no bebas, este es su vicario, ustedes creen porque nosotros lo decimos, ustedes deben dar tanto al templo, ¡¡ustedes están haciendo negocio en la casa de mi Padre, eso es lo que dijo el Señor!!...amigo, uno es de Cristo porque intenta andar como Él anduvo, y créame, Jesús jamás querrá como Esposa a un sistema religioso; la Esposa que el ya tiene, sin mancha ni arruga, muchos ya en Su Presencia, son gente que se humilla, gente que le ama porque Él nos amó primero, pobres en espíritu para ser llenos del Espíritu, gente cuyo corazón lo conduce Jesús mismo, no la iglesia; la verdadera Iglesia crece entre dones que alimentan a todo el Cuerpo, pero mire, yo no veo en la historia de su iglesia, ni paz, ni amor, ni ansias de preeminencia, porque sólo Cristo es el Rey allí...mire amigo el aspecto de su iglesia: aspirando a su poder terrenal por medio de la religión (patética la visita de Ratzinger a Brasil), ¿es que acaso no es el Señor quien añade a Su Iglesia cada día a los que han de ser salvos? (léase los primeros capítulos de Hechos); amigo, usted milita en una corporatividad espiritual que se arroga ser la verdadera iglesia; ser parte del Cuerpo le aseguro que es algo bien diferente, porque donde dos o tres están reunidos en Su Nombre, allí está Cristo, por medio del Espíritu Santo, y el Espíritu nos constriñe y nos lleva más cerca de Cristo, sin presencia real de Cristo en ningún sitio, sin intermediarios entre Dios y nosotros, bueno....si, el verdadero Vicario de Cristo en la tierra: el Espíritu Santo, que un día vino a morar en nosotros.
Dios le guíe
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;,por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.1ª Juan 3:1-3
