Re: Estimado Don Miguel
Re: Estimado Don Miguel
Si Jacob vio el rostro de su hermano como si fuera el de Dios, es por la actitud de Esaú, nada rencorosa. También me hace meditar que Dios puede cambiar el corazón del adversario con el propósito de favorecer en determinado momento al creyente, el ejemplo lo vemos en Saul, aunque el cambio no fue peremne.
No creo haya peligro me surjan discípulos que vean en mi algo que los motive a darme diezmos; mas bien ya he visto un peligro mayor, cuando hermanos de mi iglesia me han manifestado alabanzas por mi labor (siendo que los dones son de Dios) pero procuro no tirarme encima la honra de Dios, el diablo es muy astuto.
Saludos
Re: Estimado Don Miguel
En general ha sido placentero el diálogo y edificante y poco se puede añadir por el momento; me limito a estos numerales.8 – Sin duda que la expresión de Jacob es muy sugestiva: “He visto tu rostro como si hubiera visto el rostro de Dios” (v.10). Por más que nos simpatice la dignidad del porte de Esaú, conocemos los textos de Malaquías y Pablo escribiendo bajo inspiración divina: “a Esaú aborrecí” (Mal 1:2,3; Ro 9:13). Nos resulta difícil concebir vestigios siquiera del rostro de Dios en un hombre a quien Dios aborrece.
11 – Hay peligro ahora, que así como muchos pretenden seguir recolectando en las iglesias cristianas evangélicas los diezmos levíticos y Dagoberto los de Abraham, le surjan ahora a Vd. discípulos que quieran dar el diezmo de Jacob buscando rostros que se hagan merecedores de su recepción.
Reciba Vd. mis amables saludos.
Ricardo
Si Jacob vio el rostro de su hermano como si fuera el de Dios, es por la actitud de Esaú, nada rencorosa. También me hace meditar que Dios puede cambiar el corazón del adversario con el propósito de favorecer en determinado momento al creyente, el ejemplo lo vemos en Saul, aunque el cambio no fue peremne.
No creo haya peligro me surjan discípulos que vean en mi algo que los motive a darme diezmos; mas bien ya he visto un peligro mayor, cuando hermanos de mi iglesia me han manifestado alabanzas por mi labor (siendo que los dones son de Dios) pero procuro no tirarme encima la honra de Dios, el diablo es muy astuto.
Saludos