Re: ¿EL DIEZMO ES UN FRAUDE?
jeanetthe dijo:
Exactamente, Dios no trama fraudes..
Como lo dije antes, nosotros debemos cumplir con lo que Dios habla acerca del Diezmo, lo que se haga con el, es cuestion de las personas que se encargan de administrarlo.....
Una vez mas repito que existe el AT, por que guiarnos solo por el NT???
Dios es mas que claro en lo que manda...
Dios les bendiga!!
Estimada amiga Jeanetthe:
Te cito un estudio muy bueno sobre los diezmos. No pongo la fuente porque la página de donde la saqué duda y niega manifestaciones espirituales, y bueno no quiero contristar a ningún hermano. Así que lean este estudio con detención porque es bueno, pero sepa cada uno separar la paja del trigo.
Cmelelli
El diezmo es como este barquito, está en medio nuestro pero le queda poco para hundirse por siempre de la iglesia de Jesucristo...

...
Amén.
"¡Los diezmos
fueron abolidos!”
Amigo lector, ¿pertenece usted a una iglesia que exige el diezmo? ¿Predica su pastor con mucha insistencia que todos los feligreses deben diezmar? ¿Censura él duramente a quienes no lo hacen amenazándolos con castigos, incluso la excomunicación? Al demandar el diezmar, ¿acaso están los pastores cometiendo el error mayúsculo de sojuzgar a los creyentes en Cristo a un yugo que fue quitado? ¿A una ley que fue abrogada? ¿Cuestiona usted, como lo hacen muchas personas sinceras, la validez bíblica del diezmo como ley para la iglesia del Señor? Quizás se encuentre usted entre el número creciente de quienes no asisten a ninguna iglesia porque no están de acuerdo con el diezmo y no conocen a ninguna iglesia que no lo pida?
Ya que muchos creyentes tienen inquietudes referente al diezmo, tenemos a bien presentar el siguiente estudio sobre el tema. Lo hacemos valiéndonos del formato sencillo de preguntas y respuestas.
1. ¿Qué significa la palabra “diezmo"?
La décima parte.
2. ¿Dónde menciona la Biblia por primera vez los diezmos?
En Génesis 14:20. Abraham dio “los diezmos de todo” a Melquisedec, rey y sacerdote de Salem. Se alude a este suceso en Hebreos 7:1-11 donde Melquisedec es presentado como tipo de Cristo.
3. ¿En qué consistían los diezmos entregados por Abraham a Melquisedec?
Eran “del botín” (Hebreos 7:4), es decir, de los bienes materiales rescatados por Abraham cuando este derrotó a los reyes del oriente (Génesis 14:1-20).
4. Antes del tiempo de Moisés, ¿hay otros ejemplos de quienes diezmaban?
Solo el de Jacob quien hizo voto de apartar el diezmo de todo, con tal que el viaje que estaba realizando tuviera un desenlace feliz (Génesis 28:20-22).
5. ¿Diezmaban todos los patriarcas desde Adán hasta Moisés?
No hay ninguna evidencia bíblica de que lo hicieran. Durante la Era Patriarcal, no existía ningún sacerdocio especial que necesitara sostenimiento tal como el sacerdocio levítico de la Era Mosaica. Se deduce que no hacia falta que se dieran de continuo los diezmos durante la Edad Patriarcal.
6. ¿Cuál es la terminología de la ley sobre los diezmos que recibió el pueblo de Israel cuando fue dado el Antiguo Testamento?
“Indefectiblemente diezmarás... cada año” (Deuteronomio 14:22).
7. ¿Con qué frecuencia tenían que diezmar?
“Cada año” (Deuteronomio 14:22). ¡Una sola vez al año! No cada mes, ni cada semana, sino ¡una sola vez al año! Esta ley contradice la práctica actual de los pastores y demás religiosos quienes enseñan y exigen el diezmo, pues se lo demandan de los feligreses ¡cada semana!
8. ¿De cuáles cosas tenían que diezmar los israelitas?
-“De todo el producto del grano” (Deuteronomio 14:22). “De... vino y de... aceite” (Deuteronomio 14:23).
-“De la simiente de la tierra como del fruto de los árboles” (Levítico 27:30).
-“De vacas... de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara”, es decir, que fueran contados al salir a los pastos (Levítico 27:32).
Y los líderes religiosos del presente que enseñan el diezmo, ¿piden a los feligreses la décima parte de los productos del campo y de los animales tales como las vacas y las ovejas? O, ¿solo piden dinero?
9. ¿Diezmaban los israelitas de su dinero?
Ningún pasaje del Antiguo Testamento enseña el diezmo del dinero. Según Lucas 18:12, el fariseo que oraba, jactándose, dijo: “Doy diezmos de todo lo que gano”. Quizás impliquen sus palabras que diezmase de su dinero. Con todo, las leyes del Antiguo Testamento sobre el diezmo claramente especificaban que el diezmo se constituía de lo que servia para la alimentación de los sacerdotes levíticos.
10. Si los israelitas querían “rescatar algo del diezmo”, o sea, retener una porción del diezmo de los productos del campo o del ganado, ¿qué debían hacer?
Calcular su valor, luego añadir por encima de su precio justo “la quinta parte de dicho precio” (Levítico 27:31).
11. ¿Qué debían hacer los israelitas con los diezmos?
“Y comerás delante de... tu Dios en el lugar que él escogiere... el diezmo de tu grano...” (Deuteronomio 14:23). Durante los primeros dos años de cada ciclo, los israelitas comían sus diezmos. El tercer año, y de ahí en adelante “cada tres años”, entregaban “todo el diezmo... de aquel año” a los Levitas (la tribu sacerdotal de Israel), a los extranjeros, al huérfano y a la viuda (Deuteronomio 14:28,29).
12. ¿Quiere decir que no todos los diezmos fueron dados a los Levitas?
Deuteronomio 14:22-29 y 26:12 enseñan que los Levitas recibían todos los diezmos sólo del “año tercero, el año del diezmo”. Según Deuteronomio 12:17-18, para los demás años los Levitas comían los diezmos juntamente con los que los daban, participando de ellos también los hijos y los siervos de los israelitas.
Y, los líderes religiosos de hoy día que exigen a voz en cuello los diezmos, ¿los piden cada tres años? ¿O los piden cada semana? ¿Comparten los diezmos con el extranjero, el huérfano y la viuda? ¿O los utilizan exclusivamente para su propio beneficio? Consabido es que no pocos pastores se enriquecen mediante los muchos diezmos de dinero que reciben. Habitan casas grandes. Visten ropa costosa. Andan en carros lujosos. Tienen mucho dinero en el banco. Viven como príncipes o reyes. Todo a expenses del pueblo creyente que desconoce la verdad sobre los diezmos.
13. Dice Números 18:21 que Dios dio “a los hijos de Leví todos los diezmos”. ¿Contradice este texto a los dos pasajes de Deuteronomio ya citados?
Negativo. Es preciso interpretar Números 18:21 a la luz de Deuteronomio 14:23 y 26:12. Los Levitas recibían como heredad todos los diezmos de cada tercer año.
14. ¿Por qué debía comer el israelita sus diezmos de los primeros dos años?
“Para que aprendas a temer a Jehová todos los días” (Deuteronomio 14:23).
15. ¿Dónde debía comer el israelita sus diezmos?
“Delante de Jehová” (Deuteronomio 14:26) y solo en el lugar que él escogiere (Deuteronomio 14:23). Se deduce que comerlos era un acto sagrado.
16. De encontrarse algunos israelitas tan lejos del lugar escogido por Jehová para comer los diezmos, que no pudieran llevar la décima parte del grano y del ganado, ¿qué debían hacer?
Vender los diezmos, guardar el dinero, llegar al lugar señalado y comprar “cualquier cosa” que desearan comer (Deuteronomio 14:24-26). Es notable que estos israelitas no cumplían con su deber entregándole a los sacerdotes dinero. ¡Debían comprar comestibles y comérselos ellos mismos!
¿Dónde comen sus diezmos los creyentes que, hoy por hoy, diezman? En primer lugar, no diezman de las cosechas o del ganado sino del dinero. En segundo lugar, no guardan ninguna de estas leyes del Antiguo Testamento referente al uso de los diezmos. Si hay que diezmar hoy día, con razón se pregunta: ¿por qué no hacerlo tal como fue hecho durante la Edad Mosaica, con el mismo propósito y de la misma manera?
17. ¿Dónde se guardaban los diezmos que fueron apartados cada tres años para el Levita, el extranjero, el huérfano y la viuda?
En los ejidos de las ciudades de Israel (Deuteronomio 14:28; Nehemías 12:44). Desde aquellos lugares, o fueron repartidos directamente entre los que tenían derecho de recibirlos (Deuteronomio 26:12) o fueron llevados y almacenados en las cámaras del templo en Jerusalén (2 Crónicas 3 1:4-13; Nehemías 12:44; 13:12). Los mayordomos encargados de los almacenes repartían los diezmos entre sus hermanos (2 Crónicas 31:11-13; Nehemías 13: 12, 13).
18. ¿Qué quiere decir “alfolí” en Malaquías 3:10? Exhorta Jehová: “Traed todos los diezmos al alfolí”.
El “alfolí” era un granero o almacén donde los judíos guardaban los diezmos. Desde luego, hacía falta un almacén para guardar el diezmo de los productos del campo y del ganado, ¡pero no para dinero! ¡El dinero se guarda en bancos y no en un alfolí!
El “alfolí” del tiempo presente, ¿qué cosa es? Pues, las cosas cambian o las cambian a su gusto los religiosos. Hoy día, el “alfolí” ¡es el bolsillo del pastor o la cuenta de la iglesia!
19. ¿Por qué nombró Dios a los Levitas como recipientes de los diezmos de cada tres años?
Porque Dios mismo había seleccionado a la tribu de Leví para que se dedicaran los varones cualificados al servicio del tabernáculo (Números 13:1-4). “Por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión” (Números 13:21), no recibieron heredad (o sea, una porción de la tierra prometida) entre los demás israelitas. Efectivamente, los diezmos eran su heredad (Números 18:20-24).
Y los que hoy día piden diezmos, ¿pertenecen a la tribu de Leví? Si no son levitas, ¿con qué derecho demandan los diezmos?
20. En adición a los diezmos de cada tres años, ¿contaban los Levitas con otras fuentes de sostenimiento?
Les correspondía también “la ofrenda de las cosas santas “, “todo presente“, “toda expiación“, la “ofrenda elevada”, las “ofrendas mecidas”, las primicias “de todas las cosas de la tierra”, “lo consagrado por voto” y los primogénitos de todos los animales, con la excepción de los que debían ser redimidos (Números 18:8,19).
Y los que hoy día vociferan a todo pulmón que hay que diezmar, ¿por qué no reclaman también las expiaciones, las ofrendas elevadas, las ofrendas mecidas, etcétera? Si tienen derecho de vivir de los diezmos, pues también tienen derecho de acogerse a las demás fuentes de sostenimiento que autorizó Dios para los Levitas. Si “la ofrenda elevada”, “las ofrendas mecidas”, etcétera, fueron abolidas cuando el Antiguo Testamento fue clavado en la cruz y se cambió el sacerdocio (Colosenses 2:14-16; Hebreos 7:12), ¡también fueron abolidos los diezmos!
21. ¿Debían diezmar los Levitas?
De cierto, debían apartarlo. “Presentaréis el diezmo de los diezmos”, les instruyó Jehová a los Levitas (Números 18:26-32). ¿Diezman los líderes religiosos del tiempo presente que exigen diezmos? Acaparan gustosamente, si bien no con avaricia, los diezmos, pero ¿dan “el diezmo de los diezmos"? O, ¿los meten todos en el bolsillo y siguen andando?
22. En Malaquías 3:10, Dios dice: “Traed todos los diezmos al alfolí”. ¿Es correcto exhortarle a la iglesia a diezmar apelando a referido texto como prueba?
Definitivamente que no. Malaquías 3:10 pertenece al Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento ha sido abrogado (Hebreos 7:18-19), quitado de en medio y clavado en la cruz (Colosenses 2:14-16). Los diezmos de Malaquías 3:10 procedían de los productos del campo y del ganado. Obsérvese la frase en el pasaje: “Y haya alimento en mi casa.” ¡Dinero no, sino ALIMENTO! El “alfolí” mencionado en el texto era un almacén; la “casa” era el templo en Jerusalén.
23. Según Mateo 23:23, Cristo, al decir “sin dejar de hacer aquello”, respaldó la práctica de diezmar, en efecto mandando a los judíos de su tiempo a diezmar. ¿Debemos, por consiguiente, diezmar también porque el mismo Señor enseñó el diezmo?
Negativo. La respuesta es que no, por la sencilla razón de que Cristo vivió y murió bajo el Antiguo Testamento (Gálatas 4:4), no entrando en vigor el Nuevo Testamento hasta diez días después de ascender el Señor al cielo (Hechos 1 y 2; Hebreos 9:14-17). No es de extrañarse que el Señor enseñara la ley del diezmo, ya que él mismo vino a cumplir toda la ley antigua. Una vez cumplida, fue quitada de en medio, efectuando Dios mismo el “cambio de ley” correspondiente (Hebreos 7:12), y entrando en vigor el Nuevo Testamento establecido sobre “mejores promesas” (Hebreos 8:8-13). Se encuentran en este Nuevo Pacto las leyes de fe y práctica para la iglesia, y no en el Antiguo Testamento.
24. ¿Se nombran los diezmos en el Nuevo Testamento después de que este nuevo pacto, sellado con la sangre de Cristo, entrara en vigor?
Solo en Hebreos 7:1-14. Que conste que el propósito de este pasaje bíblico no es enseñar a la iglesia a diezmar sino probar que el sacerdocio de Melquisedec es superior al sacerdocio levítico.
25. Hebreos 7:8 dice: “Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales”. ¿Significan estas palabras que en la iglesia del primer siglo hubiese hermanos que recibían los diezmos?
Negativo. Cierto es que el verbo “reciben” indica tiempo presente. ¿Por qué escogió el autor de Hebreos el verbo del tiempo presente? Porque cuando escribió el libro, el templo judío todavía existía en Jerusalén y los levitas seguían recibiendo los diezmos del pueblo judío, pues la gran mayoría de los judíos, incluso los levitas, no habían aceptado a Cristo como el Mesías, ni creían que el Antiguo Testamento hubiese llegado a su fin.
26. Melquisedec era tipo de Cristo y Abraham es el padre de todos los que andamos por fe. Si Abraham dio diezmos a Melquisedec, ¿no nos enseñan estas circunstancias, por implicación, que nosotros los cristianos, siendo hijos espirituales de Abraham, debemos dar a Cristo, el ante tipo de Melquisedec, los diezmos?
El Espíritu Santo no nos presenta semejante argumento en el Nuevo Testamento para convencer a los miembros de la iglesia de Jesucristo a diezmar. Dado el contexto de Hebreos, el capítulo siete, bien pudiera haber el Espíritu Santo desarrollado tal argumento, pero no lo hizo, hecho significante que no debemos pasar por alto. Ahora bien, Abraham es el padre de la fe (Gálatas 3:7) para los que obedecemos los preceptos del Nuevo Testamento, pero no por este enlace espiritual entre él y nosotros nos vemos obligados a edificar altares de piedras y sacrificar animales porque él lo hiciera, ¡ni a diezmar porque él diezmó! La fe de Abraham es la virtud que imitamos, y no la clase de obras que aquel ilustre patriarca realizara.
27. ¿Diezmaban los miembros de la iglesia primitiva?
Negativo. No recibieron mandamiento alguno que los obligara a diezmar. En todo el Nuevo Testamento, ¡no hay siquiera un solo ejemplo de algún hermano o iglesia que diezmara! ¡Ni uno! ¿Adónde habrían de llevar los diezmos’? ¡La iglesia no tenía “alfolíes”, templos tal cual el de Jerusalén o almacenes! La iglesia, ya libre del Antiguo Testamento, no tenía que sostener al sacerdocio levítico. Cristo no estableció en su iglesia un sacerdocio especial que los miembros tuvieran que sostener mediante diezmos, sino constituyó a todos los miembros de su iglesia “reyes y sacerdotes” (1 Pedro 2:4-10; Apocalipsis 1:6).
28. ¿No había sacerdotes en la iglesia apostólica?
Sacerdotes tal como los de Leví no los había. Tenga presente, estimado lector, el hecho de que el sacerdocio fue cambiado (Hebreos 7:12) cuando Cristo murió y entró en vigor el Nuevo Testamento. Bajo el Nuevo Testamento, Cristo es el sumo sacerdote (Hebreos 4:14-16) y todo miembro fiel de la iglesia es constituido sacerdote “para ofrecer sacrificios espirituales” (1 Pedro 2:4-10). Sacerdotes que sacrificasen, intercediesen y celebrasen culto por los creyentes no los había en la iglesia establecida por Cristo, ¡ni los hay en el día de hoy en la verdadera iglesia del Señor!
29. Entonces, ¿qué clase de líderes había en la iglesia?
Además de los apóstoles, había ministros o evangelistas (2 Corintios 3:6) y en cada congregación local gobernaban ancianos, o sea, obispos (siempre una pluralidad y no un solo obispo) y diáconos (Filipenses 1:1; Hechos 14:23).
30. ¿Puede la iglesia sostener económicamente a sus ministros y ancianos para que se dediquen a tiempo completo a los distintos ministerios?
Sin duda alguna. “Ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (1 Corintios 9:14). En ocasiones, el apóstol Pablo trabajaba con sus propias manos para “no poner ningún obstáculo al evangelio” (1 Corintios 9:12), o “para no ser gravoso a ninguno” (2 Tesalonicenses 3:8). No obstante, a veces recibía “salario” (2 Corintios 11:8), y siempre defendía el derecho de los obreros en el Reino espiritual de recibir sostenimiento (1 Corintios 9:1-15; 2 Tesalonicenses 3:6-10; Filipenses 2:25-30; 4:10-20; 1 Timoteo 5:17-18).
31. En 1 Corintios 9:9, Pablo cita “la ley de Moisés” donde “está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla”. ¿Implica su argumento que la ley de Moisés aún está en vigor y que los cristianos debemos apartar el diezmo para sostener a los evangelistas y los obispos?
De manera alguna. Citar la ley de Moisés no quiere decir que dicha ley aún esté vigente. Lo único que significa es que la parte citada apoya la enseñanza que se quiere presentar, sin contradecir doctrina alguna del Nuevo Testamento. El mandamiento “No pondrás bozal al buey que trilla” (Deuteronomio 25:4) nada tuvo que ver con los diezmos. ¡Los bueyes no se comían los diezmos! ¡Ni tampoco viven de los diezmos los obreros legítimos y fieles de la verdadera iglesia del Señor!
32. En 1 Corintios 9:13 escribe Pablo: “Los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo”. ¿No se refieren estas palabras a los diezmos?
Es posible que sí. Quizás se trate de los sacerdotes levíticos que comían los diezmos traídos al templo judío en Jerusalén. Es preciso tener presente el hecho de que el templo judío aún existía en Jerusalén cuando fue escrito 1 Corintios y que los levitas seguían oficiando en él. Aquellos levitas que no aceptaron a Cristo como el Mesías vivían en parte de los diezmos, como también de los sacrificios de animales y de las ofrendas mecidas, etcétera. Su ejemplo es uno de entre varios traídos por Pablo para probar que los ministros de la iglesia también tienen derecho de recibir sostenimiento. Otros ejemplos son: “¡Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto?” (1 Corintios 9:7). Referirse al ejemplo de los levitas no significa, ni por implicación, que la iglesia debe apartar el diezmo para sostener a los obreros espirituales de Reino.
33. Si los diezmos fueron abolidos cuando fue clavado el Antiguo Testamento en la cruz, ¿cómo se sostienen bíblicamente los ministros del Nuevo Pacto?
Mediante las ofrendas voluntarias apartadas cada domingo por los cristianos. La regla del Nuevo Testamento es: “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga algo, según haya prosperado” (1 Corintios 16:2). “Cada primer día” (Todos los domingos. No los sábados ni los demás días, sino los domingos.) cada uno... (Todos y cada uno, y no unos pocos) ”ponga aparte algo” (El diezmo no, sino algo. Compárese 2 Corintios 8:1-12; 9:7,8). Los fondos recaudados de esta manera pueden ser utilizados para socorrer a los necesitados (Romanos 15:26) o para suplir las necesidades de los ministros del Reino (Filipenses 4:10-20).
Además, los cristianos debían brindarle hospedaje a los ministros de la Palabra, cooperando con ellos y encaminándolos para que continuaran sus viajes evangelísticos (3 Juan 5-8; Hechos 6:14-15; 18:1-3,7). Asimismo ha de proceder la iglesia hoy día. Cuando Cristo envió a los doce y luego a los setenta, no los instruyó a cobrar diezmos sino a quedarse en los hogares de los justos y a comer lo que les pusieran delante (Mateo 10:5-15; Lucas 10:1-12).
34. ¿En qué consistían las ofrendas dadas cada domingo por los miembros de la iglesia primitiva?
Los factores circunstanciales indican que consistían principalmente de dinero. La iglesia no contaba con un alfolí (granero) central. No es concebible que Pablo y los pocos obreros que andaban con él en la misión de llevar las ofrendas de Macedonia y Acaya a Judea cargaran muchos víveres, ganado, etcétera. Obviamente, las ofrendas que llevaban eran de dinero (2 Corintios, los capítulos ocho y nueve). Las dádivas enviadas por los filipenses a Pablo por un solo hombre (Epafrodito) eran, sin duda, de dinero (Filipenses 2:25-30; 4:10-20). En cambio, los diezmos dados por Israel eran de granos, aceite, ganado, etcétera.
35. ¿Qué significa “salario” en el contexto de 2 Corintios 11:8?
Indica un ingreso justo, suficiente para que el ministro de la Palabra pueda sufragar los gastos normales de la vida.
36. ¿Puede la iglesia proveer sostenimiento para la esposa e hijos del predicador u obispo casado?
Puede y debe, si es necesario (1 Corintios 9:5-6).
37. ¿Quiénes tienen control absoluto de las ofrendas?
Lógicamente, los encargados de cada congregación. En la iglesia primitiva no había concilios que se adueñaran de las ofrendas o que exigieran “el diezmo de los diezmos”.
38. Al tratarse de la generosidad, ¿debemos los cristianos superar aun a los israelitas?
Se deduce que si, pues nuestra obra es más abarcadora y más urgente que la de aquellos israelitas. Con “la voluntad dispuesta”, debemos ofrendar, no según lo que no tengamos sino según lo que tenemos, dando generosamente, “no con tristeza, ni por necesidad porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 8:12; 9:6-7). Estas mismas reglas son las del Nuevo Testamento para el sostenimiento de todas las obras espirituales de la iglesia. Si podemos dar más de la décima parte de nuestros ingresos, debemos. Pero, si las condiciones económicas de cualquier miembro de la iglesia no son favorables, dificultando o haciendo imposible una ofrenda generosa, no por ello será rechazado tal hermano. No será puesto en disciplina. No se le prohibirá el privilegio de participar de la Santa Cena del Señor todos los domingos por el hecho de no poder ofrendar. Mucho menos será castigado por no diezmar. No tiene que diezmar. Ningún cristiano tiene que diezmar obligatoriamente. Todo cristiano fiel al Señor se somete al Nuevo Testamento, y no al Viejo. El Nuevo trae nuevas directrices sobre cómo ofrendar para agradar a Dios.
39. ¿Puede el cristiano robar a Dios?
Desde luego que sí. ¿Lo hace si no diezma? Negativo. El cristiano no tiene que diezmar. El cristiano desagrada a Dios cuando no ofrenda de acuerdo con las directrices nuevas asentadas en el Nuevo Testamento. Si no aporta generosamente, pudiendo hacerlo, se hace culpable de robar a Dios.
40. Si los diezmos han sido abolidos y vivimos bajo el Nuevo Testamento, ¿por qué tantos pastores, evangelistas y obispos enseñan que el pueblo de Dios de hoy día debe diezmar?
O desconocen las verdades presentadas en este estudio, o con avaricia hacen mercadería de los creyentes (2 Pedro 2:1-3). Los que alegan haber recibido revelaciones y sueños según los cuales los cristianos deben diezmar son guiados, obviamente, por “un poder engañoso” (2 Tesalonicenses 2:11-12), y no por el verdadero Espíritu Santo, pues el verdadero Espíritu de Dios no contradice nunca las reglas ya establecidas en el Nuevo Testamento. Todo “ministro competente del Nuevo Pacto” (2 Corintios 3:6) sabe que la iglesia ha de regirse por el Nuevo Testamento, y no por el Antiguo. Ningún ministro honesto se vale de revelaciones y sueños engañosos para estafar el pueblo de Dios.
41. ¿Es aprobada la práctica de vender en las iglesias pasteles, budines, jugos, refrescos, frituras o revistas ungidas?
Definitivamente que no. Cristo condenó enérgicamente la mercadería practicada en el templo en Jerusalén (Juan 2:13-22). ¿Cómo podemos pensar que aprobara semejante mercadería en su iglesia? De hecho, la condena rotundamente (2 Pedro 2:1-3; Romanos 16:18; 1 Timoteo 6:3-5).
Amigo lector, si se encuentra usted en una iglesia que exige diezmos y hace mercadería del evangelio, considere sobriamente su salvación. Dios no se agrada de los que por la antigua ley se justifican. Dice que los tales han caído de la gracia, que se han desligado de Cristo (Gálatas 5:1-4). Ni se complace Dios en los que hacen de su iglesia una casa de mercadeo. Si le enseñaron mal sobre las doctrinas trazadas en este estudio, ¿no le convendría buscar la iglesia cuyo mensaje y práctica se ajustan a las verdades bíblicas? Hay una iglesia que no diezma. Hay una iglesia que no vive bajo el Antiguo Testamento. Hay una iglesia que se rige por el Nuevo Testamento. Hay una iglesia que enseña la verdad de la Biblia sobre todos estos temas. Se trata de la iglesia comúnmente conocida como “iglesia de Cristo”. Esta iglesia no toma otros nombres o apodos. Hay miles de congregaciones en casi todos los países del mundo. Para pertenecer a esta iglesia, es preciso obedecer “de corazón aquella forma de doctrina” que enseña el Espíritu Santo: creer, arrepentirse y sumergirse en las aguas “para perdón de los pecados” (Marcos 16:16; Hechos 2:38). Al obedecer usted estos mandamientos, Cristo le añadirá a su iglesia. Si desea nuestra ayuda, desinteresadamente se la brindaremos.
Escribe Omero Shappley de Álamo