El que tiene oido oiga lo que el Espiritu dice a las iglesias
El que tiene oido oiga lo que el Espiritu dice a las iglesias
Mr.2:25-28
Pero Él les dijo: ¿Nunca habéis leído lo que hizo
David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y
los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios,
en tiempos de Abiatar, sumo sacerdote, y comió los
panes de laPresencia,de los cuales no es lícito comer
sino a los sacerdotes, y dio también a los que con él
estaban? También les dijo: El sábado fue hecho para
el hombre, y no el hombre para el sábado. Por tanto,
el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado.
[El Señor] permitió que Sus seguidores arrancaran las espigas
por los sembrados en sábado, para que saciaran su hambre.
Al hacerlo, ellos aparentemente quebrantaron el mandamiento
de Dios con respecto al sábado, pero en realidad agradaron a
Dios, porque el hambre de los seguidores de Cristo fue saciado
por medio de Él, tal como el hambre de David y sus seguidores
había sido saciada con el pan de la Presencia en la casa de Dios.
Esto indica que en la economía neotestamentaria de Dios, lo que
importa no es guardar una ordenanza impuesta por la religión,
sino disfrutar de plena satisfacción en Cristo y por medio de Él,
quien es el verdadero reposo sabático.
El Señor Jesús mostró a los fariseos que le condenaban que Él
era el verdadero David, el Rey del reino venidero y el Señor del
sábado.Por tanto, podía hacer en sábado lo que quisiera, y todo lo
que hacía era justificado por lo que Él es.Él estaba por encima de
todo ritual y ordenanza, y puesto que Él estaba presente, no era
necesario que nadie prestara atención a los ritos ni a las
ordenanzas.
[En Marcos 2:28] el Señor dice que el Hijo del Hombre es
Señor aun del sábado. El uso de la palabra aun indica que Él no
sólo es el Señor de una cosa, sino de todo, incluyendo el sábado.Lo
dicho por el Señor implica e indica que Él es elDios todopoderoso
que estableció el sábado en Génesis 2. Él tuvo potestad para establecerlo y también tiene derecho a cambiarlo. Cuando Dios vio al hombre que creó [Gn. 1:26-28], Él pudo
descansar [2:2-3] y ser refrescado. El hombre era como un refrigerio
que saciaba la sed de Dios y lo satisfacía. Cuando Dios terminó
Su obra y empezó a descansar, Él tenía al hombre por
compañero. El séptimo día fue un día de descanso y de refrigerio
para Dios. No obstante, el primer día fue un día de descanso y de
refrigerio para el hombre, compañero de Dios. El primer día del
hombre fue un día de disfrute.
Aquí vemos un principio divino: Dios no pide que trabajemos
antes de disfrutar. Primero Dios nos proporciona el disfrute, y
después de disfrutar plenamente Su presencia, podemos trabajar
juntamente con Él. Si no sabemos cómo disfrutar junto a Dios
y cómo disfrutarlo aÉlmismo,no sabremos cómo trabajar conÉl.
No sabremos cómo ser uno con Dios en Su obra divina.
Hemos dado énfasis a varios puntos: el sábado es el séptimo
día para Dios y el primer día para el hombre; Dios laboraba para
el disfrute y descanso del hombre, y el hombre disfrutaba lo que
Dios había cumplido en Su obra, lo cual le permitía trabajar
con Dios. En su primer día, el hombre disfrutó lo que Dios había
realizado en los seis días anteriores.Enlos seis días siguientes, el
hombre laboró conDios. Después de trabajar seis días, el hombre
empezó a disfrutar nuevamente lo que Dios había cumplido, y
luego él volvió a trabajar seis días más. Esto es un ciclo. Este ciclo
es una señal de que somos uno con Dios.
Guardar el sábado es también un acuerdo o un pacto.Al guardar
el sábado,mostramos que hemos firmado un acuerdo,un contrato,
asegurando a Dios que seremos uno con Él. Seremos uno
con Él disfrutándole primeramente y luego trabajando para
Él, con Él, y en unidad con Él. Éste es un pacto eterno. No se
aplica a una sola era, dispensación o generación. Se trata de un
acuerdo eterno entre Dios y nosotros.
El que tiene oido oiga lo que el Espiritu dice a las iglesias
Mr.2:25-28
Pero Él les dijo: ¿Nunca habéis leído lo que hizo
David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y
los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios,
en tiempos de Abiatar, sumo sacerdote, y comió los
panes de laPresencia,de los cuales no es lícito comer
sino a los sacerdotes, y dio también a los que con él
estaban? También les dijo: El sábado fue hecho para
el hombre, y no el hombre para el sábado. Por tanto,
el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado.
[El Señor] permitió que Sus seguidores arrancaran las espigas
por los sembrados en sábado, para que saciaran su hambre.
Al hacerlo, ellos aparentemente quebrantaron el mandamiento
de Dios con respecto al sábado, pero en realidad agradaron a
Dios, porque el hambre de los seguidores de Cristo fue saciado
por medio de Él, tal como el hambre de David y sus seguidores
había sido saciada con el pan de la Presencia en la casa de Dios.
Esto indica que en la economía neotestamentaria de Dios, lo que
importa no es guardar una ordenanza impuesta por la religión,
sino disfrutar de plena satisfacción en Cristo y por medio de Él,
quien es el verdadero reposo sabático.
El Señor Jesús mostró a los fariseos que le condenaban que Él
era el verdadero David, el Rey del reino venidero y el Señor del
sábado.Por tanto, podía hacer en sábado lo que quisiera, y todo lo
que hacía era justificado por lo que Él es.Él estaba por encima de
todo ritual y ordenanza, y puesto que Él estaba presente, no era
necesario que nadie prestara atención a los ritos ni a las
ordenanzas.
[En Marcos 2:28] el Señor dice que el Hijo del Hombre es
Señor aun del sábado. El uso de la palabra aun indica que Él no
sólo es el Señor de una cosa, sino de todo, incluyendo el sábado.Lo
dicho por el Señor implica e indica que Él es elDios todopoderoso
que estableció el sábado en Génesis 2. Él tuvo potestad para establecerlo y también tiene derecho a cambiarlo. Cuando Dios vio al hombre que creó [Gn. 1:26-28], Él pudo
descansar [2:2-3] y ser refrescado. El hombre era como un refrigerio
que saciaba la sed de Dios y lo satisfacía. Cuando Dios terminó
Su obra y empezó a descansar, Él tenía al hombre por
compañero. El séptimo día fue un día de descanso y de refrigerio
para Dios. No obstante, el primer día fue un día de descanso y de
refrigerio para el hombre, compañero de Dios. El primer día del
hombre fue un día de disfrute.
Aquí vemos un principio divino: Dios no pide que trabajemos
antes de disfrutar. Primero Dios nos proporciona el disfrute, y
después de disfrutar plenamente Su presencia, podemos trabajar
juntamente con Él. Si no sabemos cómo disfrutar junto a Dios
y cómo disfrutarlo aÉlmismo,no sabremos cómo trabajar conÉl.
No sabremos cómo ser uno con Dios en Su obra divina.
Hemos dado énfasis a varios puntos: el sábado es el séptimo
día para Dios y el primer día para el hombre; Dios laboraba para
el disfrute y descanso del hombre, y el hombre disfrutaba lo que
Dios había cumplido en Su obra, lo cual le permitía trabajar
con Dios. En su primer día, el hombre disfrutó lo que Dios había
realizado en los seis días anteriores.Enlos seis días siguientes, el
hombre laboró conDios. Después de trabajar seis días, el hombre
empezó a disfrutar nuevamente lo que Dios había cumplido, y
luego él volvió a trabajar seis días más. Esto es un ciclo. Este ciclo
es una señal de que somos uno con Dios.
Guardar el sábado es también un acuerdo o un pacto.Al guardar
el sábado,mostramos que hemos firmado un acuerdo,un contrato,
asegurando a Dios que seremos uno con Él. Seremos uno
con Él disfrutándole primeramente y luego trabajando para
Él, con Él, y en unidad con Él. Éste es un pacto eterno. No se
aplica a una sola era, dispensación o generación. Se trata de un
acuerdo eterno entre Dios y nosotros.