El Conflicto de los Siglos

Re: El Conflicto de los Siglos

MITOS SOBRE ELLEN G. WHITE: RECIBIÓ EL GRAN CONFLICTO EN VISIÓN.
(Por: Dirk Anderson)

"Great Controversy [El Conflicto de los Siglos o El Gran Conflicto, versión en castellano] es el libro épico de Ellen White que presenta, no sólo el pasado, sino el futuro del cristianismo. Todo comenzó en 1858, en Lovett´s Grove, donde se dice que la Sra. White recibió una visión panorámica del futuro. Continúa diciendo el relato que, en el curso de varios años, la Sra. White continuó escribiendo porciones de esta visión, que ha venido a conocerse como la visión de "la gran controversia." El libro, titulado El Gran Conflicto, es una presentación de la visión de la Sra. White en Lovett´s Grove acerca del fin de los tiempos. El libro predice cosas tales como el movimiento ecuménico, el surgimiento del espiritismo, la toma del control del mundo por el papado, y la aprobación de una Ley Dominical Nacional.

¡H. L. Hastings publicó el libro Great Controversy años ANTES de la visión de E. G. White!

Años antes de la visión de la Sra. White en Lovett´s Grove, un Adventista del Primer Día, llamado H. L. Hastings, publicó un folleto titulado:

LA GRAN CONTROVERSIA ENTRE DIOS Y EL HOMBRE:
Su origen, desarrollo, y terminación
El 14 de marzo de 1858, Ellen White tuvo su famosa visión en Lovett´s Grove acerca de "El Gran Conflicto." De manera interesante, apenas cuatro días más tarde, el 18 de marzo de 1858, una reseña del libro de Hastings apareció en la revista Review de James White. En seguida, fue obvio que los White estaban familiarizados con el libro de Hastings antes de la visión de la Sra. White. En el artículo de Review, al autor (presumiblemente James White o Uriah Smith) señala que el libro requería ciertas mejoras:
Y, mientras cada uno debe cerrar el libro con un vívido sentido de la manera en que la controversia terminará con el triunfo del poder y la justicia de Dios, y la certeza de esta cuestión en disputa, desearíamos que el autor hubiese abundado más sobre los puntos de la rebelión del hombre y los términos de la reconciliación. Cuando él habla de la manera en que podemos acercarnos a "un más glorioso propiciatorio," de la posición de Cristo "en lugares celestiales," y del "arca del testamento de Dios" que se veía en el templo en el cielo, desearíamos que hubiese recordado a los rebeldes cierta ley que reposa en esa arca, bajo ese propiciatorio, que es la constitución del gobierno de Dios, y alrededor de la cual gira la controversia entera entre él y el hombre.1
Piense en ello: Los White tuvieron acceso al libro Great Controversy de Hastings ANTES de la visión de la Sra. White en Lovett´s Grove.
Los White ofrecen su propia "versión corregida" del libro Great Controversy de Hastings.

No pasó mucho tiempo antes de que James y Ellen tuvieran la oportunidad de hacer las necesarias corecciones al libro de Hastings. Apenas seis meses después de que apareciera la reseña, Ellen publicó su propia versión del libro de Hastings, versión que tituló Spiritual Gifts [Dones Espirituales], tomo 1. Más tarde, este libro evolucionó hasta convertirse en Great Controversy.

Corrección #1 - La Ley
En su reseña del libro de Hastings, James se había lamentado:
"desearíamos que él le hubiese recordado a los rebeldes cierta ley que reposa en al arca."
James y Ellen tuvieron la oportunidad de corregir la falta de atención de Hastings a la ley cuando publicaron su propio versión de Great Controversy. En él hay un capítulo entero dedicado a la ley:
===> Capítulo 25, "La Inmutable Ley de Dios"
Corrección #2 - La Rebelión/Reconciliación
James también había deseado que Hastings hubiera dedicado más tiempo ...
"a los puntos de la rebelión del hombre, y los términos de la reconciliación."
La Sra. White compensó estos defectos al publicar Great Controversy. Este libro tiene dos capítulos que tratan de estos temas:
===> Capítulo 29, "El Origen del Mal"
===> Capítulo 30, "Enemistad Entre el Hombre y Satanás"
Por supuesto, la versión de la Sra. White de la gran controversia difería de acuerdo con sus singulares creencias Adventistas del Séptimo Día, tales como que la observancia del domingo es la marca de la bestia. ¿Obtuvo ella sus singulares creencias de la visión de Lovett´s Grove?

¿Dónde obtuvo ella sus singulares creencias acerca de la Marca de la Bestia?

La idea de que la observancia del domingo es la Marca de la Bestia fue propuesta primero por Joseph Bates en la década de 1840, antes de que siquiera conociera a los White. Los Estados Unidos en la profecía, la "marca de la bestia," la "imagen de la bestia," todas éstas habían aparecido anteriormente en el libro de James White Life Incidents, publicado en 1875. Una comparación muestra que las palabras, las oraciones, las citas, los pensamientos, las ideas, las estructuras, los párrafos, y hasta páginas enteras fueron tomados de Life Incidents y puestos en Great Controversy.

Es interesante notar que buena parte de Life Incidents fue tomada primero del libro de J. N. Andrews publicado en 1860 y titulado The Three Messages of Revelation XIV, 6-12, and particularly The Third Angel´s Message and The Two-Horned Beast [Los Tres Mensajes de Apocalipsis 14:6-12, y particularmente El Mensaje del Tercer Ángel y La Bestia de Dos Cuernos]. Así, muchas de las predicciones de Great Controversy estaban en su lugar ANTES de la visión de "la gran controversia" de la Sra. White y ANTES de que escribiera su libro. Tal parece que las enseñanzas de Great Controversy procedían de los estudios de Joseph Bates, y más tarde de J.N. Andrews y Uriah Smith, no de las visiones de Ellen White. Quizás estos hombres son los verdaderos profetas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Los dirigentes de la iglesia tratan de resolver los problemas de Great Controversy

En la Conferencia de 1919 sobre el Espíritu de Profecía (cuya transcripción desapareció misteriosamente y no volvió a aparecer sino hasta que fue "descubierta" escondida en una bóveda en 1974), los dirigentes de la iglesia discutieron el libro Great Controversy:

B. L. House:- Según entiendo, el pastor J. N. Andrews preparó estas citas históricas para la antigua edición [Great Controversy de 1888], y el hermano Robinson y el hermano Crisler, el profesor Prescott y otros proporcionaron las citas para la nueva edición. ¿Escribió ella las citas históricas que aparecen allí?
A. G. Daniells:- No....

W. W. Prescott :- Ustedes están hablando exactamente de la experiencia que yo personalmente tuve, porque, como todos Uds. saben, yo hice alguna contribución a la revisión de Great Controversy. Yo proporcioné considerable material que tenía que ver con ese asunto. ... Cuando le hablé a W. C. White acerca de eso (y yo no sé que sea una autoridad infalible), me dijo con franqueza que cuando sacaron Great Controversy, si no encontraban en los escritos de ella nada sobre ciertos capítulos para hacer las conexiones históricas, tomaban otros libros, como Daniel y Apocalipsis [de Uriah Smith], y usaban porciones de ellos....

En años recientes, el erudito Adventista del Séptimo Día, Dr. Don McAdams, preparó su trabajo doctoral sobre el libro Great Controversy. Él observa:
"Ellen White no sólo tomaba prestados párrafos aquí y allá según se los encontraba en el curso de sus lecturas, sino que en realidad seguía a los historiadores página tras página, dejando fuera mucho material, pero usando su secuencia, algunas de sus ideas, y a menudo sus palabras. En los ejemplos que he examinado, no he encontrado ningún hecho histórico en su texto que no esté en el texto de ellos. El borrador manuscrito sobre John Huss sigue tan de cerca al historiador que ni siquiera parece haber pasado por una etapa intermedia, sino más bien de la página impresa del historiador al manuscrito de la Sra. White, incluyendo los errores históricos y las exhortaciones morales." (Donald McAdams, Shifting View of Inspiration. Spectrum, volumen 10, No. 4, Marzo, 1980).
El Dr. McAdams lo expresó mejor cuando anunció en la reunión especial de los Adventistas del Séptimo Día en Glendale, California, en 1980:
"Si cada párrafo del libro Great Controversy, escrito por Ellen White, fuera correctamente anotado al pie, entonces cada uno de los párrafos tendría que ser anotado al pie."

Conclusión:
"Aunque muchos encuentran el libro Great Controversy interesante y reflexivo, difícilmente puede considerarse una obra original. Todos los temas principales del libro fueron desarrollados anteriormente y comentados por otros autores, muchos de ellos no Adventistas. Una parte considerable de este libro fue realmente proporcionada por W.W. Prescott e incorporada por los redactores. Es difícil, si no imposible, apuntar a cualquier idea o hecho histórico que de verdad se originara en Ellen White. La única conclusión a la que puede llegarse es la de que si la Sra. White recibió en realidad una visión en Lovett´s Grove en 1858, no contenía ningún concepto nuevo que no hubiera sido ya comentado por otros Adventistas y no Adventistas".

Feliz sábado.

Todo este asunto del plagio efectuado, supuestamente, por la señora White me resulta por demás interesante.

He leído el libro y no puedo negar que es una maravilla. Creo que eso hasta los exadventistas lo aceptan tranquilamente. Me llama la atención algo que puso bvicente e su mensaje:

"Great Controversy [El Conflicto de los Siglos o El Gran Conflicto, versión en castellano] es el libro épico de Ellen White que presenta, no sólo el pasado, sino el futuro del cristianismo. Todo comenzó en 1858, en Lovett´s Grove, donde se dice que la Sra. White recibió una visión panorámica del futuro. Continúa diciendo el relato que, en el curso de varios años, la Sra. White continuó escribiendo porciones de esta visión, que ha venido a conocerse como la visión de "la gran controversia." El libro, titulado El Gran Conflicto, es una presentación de la visión de la Sra. White en Lovett´s Grove acerca del fin de los tiempos. El libro predice cosas tales como el movimiento ecuménico, el surgimiento del espiritismo, la toma del control del mundo por el papado, y la aprobación de una Ley Dominical Nacional.

Cuatro tópicos toca el libro, entre otros:

1. Predicción del movimiento ecuménico
2. El sugimiento del espíritismo
3. La toma del control del mndo por el papado
4. La aprobación de una ley dominical nacional

Hasta donde yo sé Los adventistas son los únicos en el mundo protestante que enseñan estas cuatro cosas. Mi pregunta es: ¿qué evidencia concreta existe de que otras personas escribieron sobre esos cuatro puntos antes de que la señora White los plasmara en su libro? ¿Podrían proveeernos las citas, por favor?

En el mensaje de bvicente también noté lo siguiente:

La idea de que la observancia del domingo es la Marca de la Bestia fue propuesta primero por Joseph Bates en la década de 1840, antes de que siquiera conociera a los White.

Pero no menciona cita ni documento en específico que respalde esa aseveración. Pero luego sigue:

Los Estados Unidos en la profecía, la "marca de la bestia," la "imagen de la bestia," todas éstas habían aparecido anteriormente en el libro de James White Life Incidents, publicado en 1875. Una comparación muestra que las palabras, las oraciones, las citas, los pensamientos, las ideas, las estructuras, los párrafos, y hasta páginas enteras fueron tomados de Life Incidents y puestos en Great Controversy.

Si la visión del gran conflicto fue en 1858 y el libro de Jaime publicado en 1875 ¿Quién tomó material de quién?
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Advencito:


GatoMarco:

Siempre te distinguía por tuu cordura y cortesía, pero te estás dañando. Las palabras duras y los insultos sobran. Estas no dan fuerza ni veracidad a tus ponencias, pero sí dañan tu imagen.

.

Hola LUis, saludos.

Esta vez no te voy a contestar ya que en menos de 3 oportunidades después que te metes, sales arrancado, y no contestas para nada, mis respuestas a tus dichos.
Es lamentable que así veas las cosas, pero voy a serte franco, hay tipos de éste foro que ya se acostumbraron a imputar dichos o hechos, o a levantar falso testimonio, por situaciones que no son veradaderas de cada una de las personas de éste foro y se quedan tan campantes como si nada pasara, eso cansa e irrita. No se puede ser cara de palo para tales acciones

Que tengas una buena tarde


G@to


ex adventista
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Gato:

Comprendo tu enfado por algunos que te caen mal (no me procupa si estoy entre ellos), pero creo que no hay excusa para usar nombres e insultos. Es solo un consejo; cógelo o déjalo.

Dios te bendiga.
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Gato:

Comprendo tu enfado por algunos que te caen mal (no me procupa si estoy entre ellos), pero creo que no hay excusa para usar nombres e insultos. Es solo un consejo; cógelo o déjalo.

Dios te bendiga.

Luis

Si me cayeras mal no te habría contestado, o más bien te lo habría dicho, este es un debate de ideas y no de personas, hay algunos que se dedican a atacar a las personas, e imputar y levantar falso testimonio, de cosas que no son ciertas, solo lo hacen por que a ello les parece que sea así, eso irrita, y con el tiempo dejo de contestarles, por que no vale la pena.
En mis intervenciones mis palabras pueden tomarse como fuerte últimamente, pero no con groserías, si es así muéstramelo y me disculpo por esas palabras soeces, pero sigues en deuda conmigo por no contestar a varias aseveraciones tuyas a mis hilos, y es lamentable que te metas y luego desparezcas, sin esperar respuestas de tus ideas. Si no tienes tiempo, bueno entonces no digas nada por que es fácil, lazar la piedra y luego esconderse, ¿no crees?

Que sigas teniendo una buena tarde hermano

G@TO
(y no gatoamargo como menciona un sujeto por estos lados)
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Advencito:
Lo que haces está bien, muy bien. Pero no convienen textos tan largos. Mi consejo: toma sólo unos párrafos de los capítulos.
.
Saludos, Cajiga, feliz sábado.

Esa fue mi intención, si lees mi introducción al tema te darás cuenta. En el capítulo 1 lo hice con mucha dificultad, porque casi todo es interesante. Después lo copié completo. De todas maneras, recortado o no será largo. Realmente mi intención es que los que quieran leer ese libro lo hagan, ya que no se consigue en librerías que no sean las de las agencias de publicación adventistas. Por supuesto, también está la opción de bajarlo por internet gratis, pero hay gente que ni eso; hay que darle la compota en la boca.
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Todo este asunto del plagio efectuado, supuestamente, por la señora White me resulta por demás interesante.
He leído el libro y no puedo negar que es una maravilla. Creo que eso hasta los exadventistas lo aceptan tranquilamente. Me llama la atención algo que puso bvicente e su mensaje:
Cuatro tópicos toca el libro, entre otros:
1. Predicción del movimiento ecuménico
2. El sugimiento del espíritismo
3. La toma del control del mndo por el papado
4. La aprobación de una ley dominical nacional
Hasta donde yo sé Los adventistas son los únicos en el mundo protestante que enseñan estas cuatro cosas. Mi pregunta es: ¿qué evidencia concreta existe de que otras personas escribieron sobre esos cuatro puntos antes de que la señora White los plasmara en su libro? ¿Podrían proveeernos las citas, por favor?
En el mensaje de bvicente también noté lo siguiente:
Pero no menciona cita ni documento en específico que respalde esa aseveración. Pero luego sigue:
Si la visión del gran conflicto fue en 1858 y el libro de Jaime publicado en 1875 ¿Quién tomó material de quién?

PARA EL TAL: "marlon gomez":

Bueno, si de verdad tù estàs interesado en descubrir la realidad de este asunto, y no tan solo en tratar de justificar lo injustificable; pues te animo a comenzar por leer ese aporte de nuevo, despacito y tantas veces como sea necesario; principalmente dandole atenciòn a esta parte:
"En años recientes, el erudito Adventista del Séptimo Día, Dr. Don McAdams, preparó su trabajo doctoral sobre el libro Great Controversy.
Él observa:
"Ellen White no sólo tomaba prestados párrafos aquí y allá según se los encontraba en el curso de sus lecturas, sino que en realidad seguía a los historiadores página tras página, dejando fuera mucho material, pero usando su secuencia, algunas de sus ideas, y a menudo sus palabras. En los ejemplos que he examinado, no he encontrado ningún hecho histórico en su texto que no esté en el texto de ellos. El borrador manuscrito sobre John Huss sigue tan de cerca al historiador que ni siquiera parece haber pasado por una etapa intermedia, sino más bien de la página impresa del historiador al manuscrito de la Sra. White, incluyendo los errores históricos y las exhortaciones morales." (Donald McAdams, Shifting View of Inspiration. Spectrum, volumen 10, No. 4, Marzo, 1980).
"El Dr. McAdams lo expresó mejor cuando anunció en la reunión especial de los Adventistas del Séptimo Día en Glendale, California, en 1980":
"Si cada párrafo del libro Great Controversy, escrito por Ellen White, fuera correctamente anotado al pie, entonces cada uno de los párrafos tendría que ser anotado al pie."
 
Re: El Conflicto de los Siglos

PARA EL TAL: "marlon gomez":

Bueno, si de verdad tù estàs interesado en descubrir la realidad de este asunto, y no tan solo en tratar de justificar lo injustificable; pues te animo a comenzar por leer ese aporte de nuevo, despacito y tantas veces como sea necesario; principalmente dandole atenciòn a esta parte:
"En años recientes, el erudito Adventista del Séptimo Día, Dr. Don McAdams, preparó su trabajo doctoral sobre el libro Great Controversy.
Él observa:
"Ellen White no sólo tomaba prestados párrafos aquí y allá según se los encontraba en el curso de sus lecturas, sino que en realidad seguía a los historiadores página tras página, dejando fuera mucho material, pero usando su secuencia, algunas de sus ideas, y a menudo sus palabras. En los ejemplos que he examinado, no he encontrado ningún hecho histórico en su texto que no esté en el texto de ellos. El borrador manuscrito sobre John Huss sigue tan de cerca al historiador que ni siquiera parece haber pasado por una etapa intermedia, sino más bien de la página impresa del historiador al manuscrito de la Sra. White, incluyendo los errores históricos y las exhortaciones morales." (Donald McAdams, Shifting View of Inspiration. Spectrum, volumen 10, No. 4, Marzo, 1980).
"El Dr. McAdams lo expresó mejor cuando anunció en la reunión especial de los Adventistas del Séptimo Día en Glendale, California, en 1980":
"Si cada párrafo del libro Great Controversy, escrito por Ellen White, fuera correctamente anotado al pie, entonces cada uno de los párrafos tendría que ser anotado al pie."

Ajá, ok. Digamos que es cierto. ¿Pero y las pruebas? ¿Podrías conseguirnoslas? Porque ese señor puede decir misa, pero supongo que debe estar basado en algo más concreto que sus meras palabras.

De paso, no contestaste ni una sola de las preguntas que te hice. Sigo esperando.
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Estimado equivocado y maldiciente billi. Saludos cordiales.

Tú dices:

PARA EL TAL: "marlon gomez":

Bueno, si de verdad tù estàs interesado en descubrir la realidad de este asunto, y no tan solo en tratar de justificar lo injustificable; pues te animo a comenzar por leer ese aporte de nuevo, despacito y tantas veces como sea necesario; principalmente dandole atenciòn a esta parte:
"En años recientes, el erudito Adventista del Séptimo Día, Dr. Don McAdams, preparó su trabajo doctoral sobre el libro Great Controversy.
Él observa:
"Ellen White no sólo tomaba prestados párrafos aquí y allá según se los encontraba en el curso de sus lecturas, sino que en realidad seguía a los historiadores página tras página, dejando fuera mucho material, pero usando su secuencia, algunas de sus ideas, y a menudo sus palabras. En los ejemplos que he examinado, no he encontrado ningún hecho histórico en su texto que no esté en el texto de ellos. El borrador manuscrito sobre John Huss sigue tan de cerca al historiador que ni siquiera parece haber pasado por una etapa intermedia, sino más bien de la página impresa del historiador al manuscrito de la Sra. White, incluyendo los errores históricos y las exhortaciones morales." (Donald McAdams, Shifting View of Inspiration. Spectrum, volumen 10, No. 4, Marzo, 1980).
"El Dr. McAdams lo expresó mejor cuando anunció en la reunión especial de los Adventistas del Séptimo Día en Glendale, California, en 1980":
"Si cada párrafo del libro Great Controversy, escrito por Ellen White, fuera correctamente anotado al pie, entonces cada uno de los párrafos tendría que ser anotado al pie."

Respondo: ¿Haz leído la introducción del Conflicto de los Siglos y la explicación que allí da la Sra. White sobre este punto?

No te olvides que en esa época no habían NoteBooks y se debía corroborar la información histórica con lo que existía.


Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Ajá, ok. Digamos que es cierto. ¿Pero y las pruebas? ¿Podrías conseguirnoslas? Porque ese señor puede decir misa, pero supongo que debe estar basado en algo más concreto que sus meras palabras.

Bueno, si tù quieres profundizar en lo que ese señor escribiò, pues tomate el trabajito de conseguir su "trabajo doctoral" sobre el "cuentecito de los siglos".
Y de paso te menciono dos cosas:
-Hasta donde yo sè, este señor no era un "ex-adventista" (bajo sospecha).
-El realizò un trabajo a profundidad (a nivel "doctoral"), sobre el cual no he visto hasta ahora, ningùn intento de refutarlo por algun otro estudioso de la secta adventista......Y DICEN QUE: "EL QUE CALLA, OTORGA".
De paso, no contestaste ni una sola de las preguntas que te hice. Sigo esperando.

Bueno, es que tù le estàs haciendo las preguntas a la persona equivocada. Yo simplemente reproduje ese interesante articulo, y me parece que ya te di algunas pautas que debes seguir, si es que te interesa llegar al fondo de la cuestion.....
 
Re: El Conflicto de los Siglos

CAPÍTULO 3. Una Era de Tinieblas Espirituales

EL apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que había de resultar en el establecimiento del poder papal. Declaró, respecto al día de Cristo: "Ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición; el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios." (2 Tesalonicenses 2: 3, 4, V.M.) Y además el apóstol advierte a sus hermanos que "el misterio de iniquidad está ya obrando." (Vers. 7.) Ya en aquella época veía él que se introducían en la iglesia errores que prepararían el camino para el desarrollo del papado.

Poco a poco, primero solapadamente y a hurtadillas, y después con más desembozo, conforme iba cobrando fuerza y dominio sobre los espíritus de los hombres, "el misterio de iniquidad" hizo progresar su obra engañosa y blasfema. De un modo casi imperceptible las costumbres del paganismo penetraron en la iglesia cristiana. El espíritu de avenencia y de transacción fue coartado por algún tiempo por las terribles persecuciones que sufriera la iglesia bajo el régimen del paganismo. Mas habiendo cesado la persecución y habiendo penetrado el cristianismo en las cortes y palacios, la iglesia dejó a un lado la humilde sencillez de Cristo y de sus apóstoles por la pompa y el orgullo de los sacerdotes y gobernantes paganos, y substituyó los requerimientos de Dios por las teorías y tradiciones de los hombres. La conversión nominal de Constantino, a principios del siglo cuarto, causó gran regocijo; y el mundo, disfrazado con capa de rectitud, se introdujo en la iglesia. Desde entonces la obra de corrupción progresó rápidamente. El paganismo que parecía haber sido vencido, vino a ser el vencedor. Su espíritu dominó a la iglesia. Sus doctrinas, ceremonias y supersticiones se incorporaron a la fe y al culto de los que profesaban ser discípulos de Cristo.

Esta avenencia entre el paganismo y el cristianismo dio por resultado el desarrollo del "hombre de pecado" predicho en la profecía como oponiéndose a Dios y ensalzándose a sí mismo sobre Dios. Ese gigantesco sistema de falsa religión es obra maestra del poder de Satanás, un monumento de sus esfuerzos para sentarse él en el trono y reinar sobre la tierra según su voluntad.

Satanás se había esforzado una vez por hacer transigir a Cristo. Vino adonde estaba el Hijo de Dios en el desierto para tentarle, y mostrándole todos los reinos del mundo y su gloria, ofreció entregárselo todo con tal que reconociera la supremacía del príncipe de las tinieblas. Cristo reprendió al presuntuoso tentador y le obligó a marcharse. Pero al presentar las mismas tentaciones a los hombres, Satanás obtiene más éxito. A fin de asegurarse honores y ganancias mundanas, la iglesia fue inducida a buscar el favor y el apoyo de los grandes de la tierra, y habiendo rechazado de esa manera a Cristo, tuvo que someterse al representante de Satanás, el obispo de Roma.
Una de las principales doctrinas del romanismo enseña que el papa es cabeza visible de la iglesia universal de Cristo, y que fue investido de suprema autoridad sobre los obispos y los pastores de todas las partes del mundo. Aun más, al papa se le han dado los títulos propios de la divinidad. Se le ha titulado "Señor Dios el Papa" (véase el Apéndice), y se le ha declarado infalible. Exige que todos los hombres le rindan homenaje. La misma pretensión que sostuvo Satanás cuando tentó a Cristo en el desierto, la sostiene aún por medio de la iglesia de Roma, y muchos son los que están dispuestos a rendirle homenaje.

Empero los que temen y reverencian a Dios, resisten esa pretensión, que es un desafío al Cielo, como resistió Cristo las instancias del astuto enemigo: "¡Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás!" (S. Lucas 4: 8, V.M.) Dios no ha hecho alusión alguna en su Palabra a que él haya elegido a un hombre para que sea la cabeza de la iglesia. La doctrina de la supremacía papal se opone abiertamente a las enseñanzas de las Santas Escrituras. Sólo por usurpación puede el papa ejercer autoridad sobre la iglesia de Cristo.Los romanistas se han empeñado en acusar a los protestantes de herejía y de haberse separado caprichosamente de la verdadera iglesia. Pero estos cargos recaen más bien sobre ellos mismos. Ellos son los que arriaron la bandera de Cristo y se apartaron de "la fe que ha sido una vez dada a los santos." (S. Judas 3.)

Bien sabía Satanás que las Sagradas Escrituras capacitarían a los hombres para discernir los engaños de él y para oponerse a su poder. Por medio de la Palabra fue como el mismo Salvador del mundo resistió los ataques del tentador. A cada asalto suyo, Cristo presentaba el escudo de la verdad eterna diciendo: "Escrito está." A cada sugestión del adversario oponía él la sabiduría y el poder de la Palabra. Para mantener su poder sobre los hombres y establecer la autoridad del usurpador papal, Satanás necesita que ellos ignoren las Santas Escrituras. La Biblia ensalza a Dios y coloca a los hombres, seres finitos, en su verdadero sitio; por consiguiente hay que esconder y suprimir sus verdades sagradas. Esta fue la lógica que adoptó la iglesia romana. Por centenares de años fue prohibida la circulación de la Biblia. No se permitía a la gente que la leyese ni que la tuviese en sus casas, y sacerdotes y prelados sin principios interpretaban las enseñanzas de ella para sostener sus pretensiones. Así fue como el papa vino a ser reconocido casi universalmente como vicegerente de Dios en la tierra, dotado de autoridad sobre la iglesia y el estado.


Continúa.
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Una vez suprimido lo que descubría el error, Satanás hizo lo que quiso. La profecía había declarado que el papado pensaría "mudar los tiempos y la ley." (Daniel 7: 25.) No 56 tardó en iniciar esta obra. Para dar a los convertidos del paganismo algo que equivaliera al culto de los ídolos y para animarles a que aceptaran nominalmente el cristianismo, se introdujo gradualmente en el culto cristiano la adoración de imágenes y de reliquias. Este sistema de idolatría fue definitivamente sancionado por decreto de un concilio general. Para remate de su obra sacrílega, Roma se atrevió a borrar de la ley de Dios el segundo mandamiento, que prohibe la adoración de las imágenes y a dividir en dos el último mandamiento para conservar el número de éstos.El espíritu de concesión al paganismo fomentó aún más el desprecio de la autoridad del Cielo. Obrando por medio de directores inconversos de la iglesia, Satanás atentó también contra el cuarto mandamiento y trató de echar a un lado el antiguo sábado, el día que Dios había bendecido y santificado (Génesis 2:2, 3), para colocar en su lugar el día festivo observado por los paganos como "el venerable día del sol."

Este intento no se hizo al principio abiertamente. En los primeros siglos el verdadero día de reposo, el sábado, había sido guardado por todos los cristianos, los cuales siendo celosos de la honra de Dios y creyendo que su ley es inmutable, respetaban escrupulosamente la santidad de sus preceptos. Pero Satanás procedió con gran sutileza por medio de sus agentes para llegar al fin que se propusiera. Para llamar la atención de las gentes hacia el domingo, fue declarado día de fiesta en honor de la resurrección de Cristo. Se celebraban servicios religiosos en ese día; no obstante se lo consideraba como día de recreo, y seguía guardándose piadosamente el sábado.

Con el fin de preparar el terreno para la realización de sus fines, Satanás indujo a los judíos, antes del advenimiento de Cristo, a que recargasen el sábado con las más rigurosas exacciones, de modo que su observancia fuese una pesada carga. Aprovechándose luego de la falsa luz bajo la cual lo había hecho considerar, hízolo despreciar como institución judaica. Mientras que los cristianos seguían observando generalmente el domingo como día de fiesta alegre, el diablo los indujo a hacer del sábado un día de ayuno, de tristeza y de abatimiento para hacer patente su odio al judaísmo.

A principios del siglo IV el emperador Constantino expidió un decreto que hacía del domingo un día de fiesta pública en todo el Imperio Romano.
El día del sol fue reverenciado por sus súbditos paganos y honrado por los cristianos; pues era política del emperador conciliar los intereses del paganismo y del cristianismo que se hallaban en pugna. Los obispos de la iglesia, inspirados por su ambición y su sed de dominio, le hicieron obrar así, pues comprendieron que si el mismo día era observado por cristianos y paganos, éstos llegarían a aceptar nominalmente el cristianismo y ello redundaría en beneficio del poder y de la gloria de la iglesia. Pero a pesar de que muchos cristianos piadosos fueron poco a poco inducidos a reconocer cierto carácter sagrado al domingo, no dejaron de considerar el verdadero sábado como el día santo del Señor ni de observarlo en cumplimiento del cuarto mandamiento.

Pero no paró aquí la obra del jefe engañador. Había resuelto reunir al mundo cristiano bajo su bandera y ejercer su poder por medio de su vicario, el orgulloso pontífice, que aseveraba ser el representante de Cristo. Realizó su propósito valiéndose de paganos semiconvertidos, de prelados ambiciosos y de eclesiásticos amigos del mundo. Convocábanse de vez en cuando grandes concilios, en que se reunían los dignatarios de la iglesia de todas partes del mundo. Casi en cada concilio el día de reposo que Dios había instituído era deprimido un poco más en tanto que el domingo era exaltado en igual proporción. Así fue cómo la fiesta pagana llegó a ser honrada como institución divina, mientras que el sábado de la Biblia era declarado reliquia del judaísmo y se pronunciaba una maldición sobre sus observadores.

El gran apóstata había logrado ensalzarse a sí mismo "sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto." (2 Tesalonicenses 2: 4.) 58 Se había atrevido a alterar el único precepto de la ley divina que señala de un modo infalible a toda la humanidad al Dios viviente y verdadero. En el cuarto mandamiento Dios es dado a conocer como el Creador de los cielos y de la tierra y distinto por lo tanto de todos los dioses falsos. Como monumento conmemorativo de la obra de la creación fue santificado el día séptimo como día de descanso para el hombre. Estaba destinado a recordar siempre a los hombres que el Dios viviente es fuente de toda existencia y objeto de reverencia y adoración. Satanás se esfuerza por disuadir a los hombres de que se sometan a Dios y obedezcan a su ley; y por lo tanto dirige sus golpes especialmente contra el mandamiento que presenta a Dios como al Creador.Los protestantes alegan ahora que la resurrección de Cristo en el domingo convirtió a dicho día en el día del Señor. Pero las Santas Escrituras en nada confirman este modo de ver. Ni Cristo ni sus apóstoles confirieron semejante honor a ese día. La observancia del domingo como institución cristiana tuvo su origen en aquel "misterio de iniquidad" (vers. 7) que ya había iniciado su obra en los días de San Pablo. ¿Dónde y cuándo adoptó el Señor a este hijo del papado? ¿Qué razón válida puede darse en favor de un cambio que las Santas Escrituras no sancionan?
 
Re: El Conflicto de los Siglos

En el siglo sexto el papado concluyó por afirmarse. El asiento de su poder quedó definitivamente fijado en la ciudad imperial, cuyo obispo fue proclamado cabeza de toda la iglesia. El paganismo había dejado el lugar al papado. El dragón dio a la bestia "su poder y su trono, y grande autoridad." (Apocalipsis 13: 2, V.M.; véase el Apéndice.) Entonces empezaron a correr los 1260 años de la opresión papal predicha en las profecías de Daniel y en el Apocalipsis. (Daniel 7:25; Apocalipsis 13:5-7.) Los cristianos se vieron obligados a optar entre sacrificar su integridad y aceptar el culto y las ceremonias papales, o pasar la vida encerrados en los calabozos o morir en el tormento, en la hoguera o bajo el hacha del verdugo. Entonces se cumplieron las palabras de Jesús: "Seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre." (S. Lucas 21: 16, 17.) La persecución se desencadenó sobre los fieles con furia jamás conocida hasta entonces, y el mundo vino a ser un vasto campo de batalla. Por centenares de años la iglesia de Cristo no halló más refugio que en la reclusión y en la obscuridad. Así lo dice el profeta: "Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos y sesenta días." (Apocalipsis 12: 6.)El advenimiento de la iglesia romana al poder marcó el principio de la Edad Media. A medida que crecía su poder, las tinieblas se hacían más densas. La fe pasó de Cristo, el verdadero fundamento, al papa de Roma. En vez de confiar en el Hijo de Dios para obtener el perdón de sus pecados y la salvación eterna, el pueblo recurría al papa y a los sacerdotes y prelados a quienes él invistiera de autoridad. Se le enseñó que el papa era su mediador terrenal y que nadie podía acercarse a Dios sino por medio de él, y andando el tiempo se le enseñó también que para los fieles el papa ocupaba el lugar de Dios y que por lo tanto debían obedecerle implícitamente. Con sólo desviarse de sus disposiciones se hacían acreedores a los más severos castigos que debían imponerse a los cuerpos y almas de los transgresores. Así fueron los espíritus de los hombres desviados de Dios y dirigidos hacia hombres falibles y crueles; sí, aun más, hacia el mismo príncipe de las tinieblas que ejercía su poder por intermedio de ellos. El pecado se disfrazaba como manto de santidad. Cuando las Santas Escrituras se suprimen y el hombre llega a considerarse como ente supremo, ¿qué otra cosa puede esperarse sino fraude, engaño y degradante iniquidad? Al ensalzarse las leyes y las tradiciones humanas, se puso de manifiesto la corrupción que resulta siempre del menosprecio de la ley de Dios.

Días azarosos fueron aquéllos para la iglesia de Cristo. Pocos, en verdad, eran los sostenedores de la fe. Aun cuando la verdad no quedó sin testigos, a veces parecía que el error y la superstición concluirían por prevalecer completamente y que la verdadera religión iba a ser desarraigada de la tierra. El Evangelio se perdía de vista mientras que las formas de religión se multiplicaban, y la gente se veía abrumada bajo el peso de exacciones rigurosas.

No sólo se le enseñaba a ver en el papa a su mediador, sino aun a confiar en sus propias obras para la expiación del pecado. Largas peregrinaciones, obras de penitencia, la adoración de reliquias, la construcción de templos, relicarios y altares, la donación de grandes sumas a la iglesia, -todas estas cosas y muchas otras parecidas les eran impuestas a los fieles para aplacar la ira de Dios o para asegurarse su favor; ¡como si Dios, a semejanza de los hombres, se enojara por pequeñeces, o pudiera ser apaciguado por regalos y penitencias!

Por más que los vicios prevalecieran, aun entre los jefes de la iglesia romana, la influencia de ésta parecía ir siempre en aumento. A fines del siglo VIII los partidarios del papa empezaron a sostener que en los primeros tiempos de la iglesia tenían los obispos de Roma el mismo poder espiritual que a la fecha se arrogaban. Para dar a su aserto visos de autoridad, había que valerse de algunos medios, que pronto fueron sugeridos por el padre de la mentira. Los monjes fraguaron viejos manuscritos. Se descubrieron decretos conciliares de los que nunca se había oído hablar hasta entonces y que establecían la supremacía universal del papa desde los primeros tiempos.
Y la iglesia que había rechazado la verdad, aceptó con avidez estas imposturas. (Véase el Apéndice.)
Los pocos fieles que edificaban sobre el cimiento verdadero (1 Corintios 3:10, 11) estaban perplejos y trabados, pues los escombros de las falsas doctrinas entorpecían el trabajo. Como los constructores de los muros de Jerusalén en tiempo de Nehemías, algunos estaban por exclamar: "Las fuerzas de los acarreadores se han enflaquecido, y el escombro es mucho, y 61 no podemos edificar el muro." (Nehemías 4: 10.) Debilitados por el constante esfuerzo que hacían contra la persecución, el engaño, la iniquidad y todos los demás obstáculos que Satanás inventara para detener su avance, algunos de los que habían sido fieles edificadores llegaron a desanimarse; y por amor a la paz y a la seguridad de sus propiedades y de sus vidas se apartaron del fundamento verdadero. Otros, sin dejarse desalentar por la oposición de sus enemigos, declararon sin temor: "No temáis delante de ellos: acordaos del Señor grande y terrible" (vers. 14), y cada uno de los que trabajaban tenía la espada ceñida

Continçua
 
Re: El Conflicto de los Siglos

En todo tiempo el mismo espíritu de odio y de oposición a la verdad inspiró a los enemigos de Dios, y los siervos de él necesitaron la misma vigilancia y fidelidad. Las palabras de Cristo a sus primeros discípulos se aplicarán a cuantos le sigan, hasta el fin de los tiempos: "Y lo que os digo a vosotros, a todos lo digo: ¡Velad!" (S. Marcos 13: 37, V.M.)

Las tinieblas parecían hacerse más densas. La adoración de las imágenes se hizo más general. Se les encendían velas y se les ofrecían oraciones. Llegaron a prevalecer las costumbres más absurdas y supersticiosas. Los espíritus estaban tan completamente dominados por la superstición, que la razón misma parecía haber perdido su poder. Mientras que los sacerdotes y los obispos eran amantes de los placeres, sensuales y corrompidos, sólo podía esperarse del pueblo que acudía a ellos en busca de dirección, que siguiera sumido en la ignorancia y en los vicios.

Las pretensiones papales dieron otro paso más cuando en el siglo XI el papa Gregorio VII proclamó la perfección de la iglesia romana. Entre las proposiciones que él expuso había una que declaraba que la iglesia no había errado nunca ni podía errar, según las Santas Escrituras. Pero las pruebas de la Escritura faltaban para apoyar el aserto. El altivo pontífice reclamaba además para sí el derecho de deponer emperadores, y declaraba que ninguna sentencia pronunciada por él podía ser revocada por hombre alguno, pero que él tenía la prerrogativa de revocar las decisiones de todos los demás.

El modo en que trató al emperador alemán Enrique IV nos pinta a lo vivo el carácter tiránico de este abogado de la infalibilidad papal. Por haber intentado desobedecer la autoridad papal, dicho monarca fue excomulgado y destronado. Aterrorizado ante la deserción de sus propios príncipes que por orden papal fueron instigados a rebelarse contra él, Enrique no tuvo más remedio que hacer las paces con Roma. Acompañado de su esposa y de un fiel sirviente, cruzó los Alpes en pleno invierno para humillarse ante el papa. Habiendo llegado al castillo donde Gregorio se había retirado, fue conducido, despojado de sus guardas, a un patio exterior, y allí, en el crudo frío del invierno, con la cabeza descubierta, los pies descalzos y miserablemente vestido, esperó el permiso del papa para llegar a su presencia. Sólo después que hubo pasado así tres días, ayunando y haciendo confesión, condescendió el pontífice en perdonarle. Y aun entonces fuéle concedida esa gracia con la condición de que el emperador esperaría la venia del papa antes de reasumir las insignias reales o de ejercer su poder. Y Gregorio, envanecido con su triunfo, se jactaba de que era su deber abatir la soberbia de los reyes.
¡Cuán notable contraste hay entre el despótico orgullo de tan altivo pontífice y la mansedumbre y humildad de Cristo, quien se presenta a sí mismo como llamando a la puerta del corazón para ser admitido en él y traer perdón y paz, y enseñó a sus discípulos: "El que quisiere entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo"! (S. Mateo 20: 27.)

Los siglos que se sucedieron presenciaron un constante aumento del error en las doctrinas sostenidas por Roma. Aun antes del establecimiento del papado, las enseñanzas de los filósofos paganos habían recibido atención y ejercido influencia dentro de la iglesia. Muchos de los que profesaban ser convertidos se aferraban aún a los dogmas de su filosofía pagana, y no sólo seguían estudiándolos ellos mismos sino que inducían a otros a que los estudiaran también a fin de extender su influencia entre los paganos. Así se introdujeron graves errores en la fe cristiana. Uno de los principales fue la creencia en la inmortalidad natural del hombre y en su estado consciente después de la muerte. Esta doctrina fue la base sobre la cual Roma estableció la invocación de los santos y la adoración de la virgen María. De la misma doctrina se derivó también la herejía del tormento eterno para los que mueren impenitentes, que muy pronto figuró en el credo papal.De este modo se preparó el camino para la introducción de otra invención del paganismo, a la que Roma llamó purgatorio, y de la que se valió para aterrorizar a las muchedumbres crédulas y supersticiosas. Con esta herejía Roma afirma la existencia de un lugar de tormento, en el que las almas de los que no han merecido eterna condenación han de ser castigadas por sus pecados, y de donde, una vez limpiadas de impureza, son admitidas en el cielo.

Una impostura más necesitaba Roma para aprovecharse de los temores y de los vicios de sus adherentes. Fue ésta la doctrina de las indulgencias. A todos los que se alistasen en las guerras que emprendía el pontífice para extender su dominio temporal, castigar a sus enemigos o exterminar a los que se atreviesen a negar su supremacía espiritual, se concedía plena remisión de los pecados pasados, presentes y futuros, y la condonación de todas las penas y castigos merecidos. Se enseñó también al pueblo que por medio de pagos hechos a la iglesia podía librarse uno del pecado y librar también a las almas de sus amigos difuntos entregadas a las llamas del purgatorio. Por estos medios llenaba Roma sus arcas y sustentaba la magnificencia, el lujo y los vicios de los que pretendían ser representantes de Aquel que no tuvo donde recostar la cabeza.

La institución bíblica de la Cena del Señor fue substituída por el sacrificio idolátrico de la misa. Los sacerdotes papales aseveraban que con sus palabras podían convertir el pan y el vino en "el cuerpo y sangre verdaderos de Cristo." (Cardenal Wiseman, The Real Presence, Confer. 8, sec. 3, párr. 26.) Con blasfema presunción se arrogaban el poder de crear a Dios, Creador de todo. Se les obligaba a los cristianos, so pena de muerte, a confesar su fe en esta horrible herejía que afrentaba al cielo. Muchísimos que se negaron a ello fueron entregados a las llamas.

En el siglo XIII se estableció la más terrible de las maquinaciones del papado: la Inquisición. El príncipe de las tinieblas obró de acuerdo con los jefes de la jerarquía papal. En sus concilios secretos, Satanás y sus ángeles gobernaron los espíritus de los hombres perversos, mientras que invisible acampaba entre ellos un ángel de Dios que llevaba apunte de sus malvados decretos y escribía la historia de hechos por demás horrorosos para ser presentados a la vista de los hombres. "Babilonia la grande" fue "embriagada de la sangre de los santos." Los cuerpos mutilados de millones de mártires clamaban a Dios venganza contra aquel poder apóstata.

El papado había llegado a ejercer su despotismo sobre el mundo. Reyes y emperadores acataban los decretos del pontífice romano. El destino de los hombres, en este tiempo y para la eternidad, parecía depender de su albedrío. Por centenares de años las doctrinas de Roma habían sido extensa e implícitamente recibidas, sus ritos cumplidos con reverencia y observadas sus fiestas por la generalidad. Su clero era colmado de honores y sostenido con liberalidad. Nunca desde entonces ha alcanzado Roma tan grande dignidad, magnificencia, ni poder.
Mas "el apogeo del papado fue la medianoche del mundo." (Wylie, The History of Protestantism, libro 1, cap. 4.) A semejanza de los 65Las Sagradas Escrituras eran casi desconocidas no sólo de las gentes sino de los mismo sacerdotes. Los antiguos fariseos, los caudillos papales aborrecían la luz que habría revelado sus pecados. Rechazada la ley de Dios, modelo de justicia, ejercieron poderío sin límites y practicaron desenfrenadamente los vicios. Prevalecieron el fraude, la avaricia y el libertinaje. Los hombres no retrocedieron ante ningún crimen que pudiese darles riquezas o posición. Los palacios de los papas y de los prelados eran teatro de los más viles excesos. Algunos de los pontífices reinantes se hicieron reos de crímenes tan horrorosos que los gobernantes civiles tuvieron que procurar deponer a dichos dignatarios de la iglesia como monstruos demasiado viles para ser tolerados. Durante siglos Europa no progresó en las ciencias, ni en las artes, ni en la civilización. La cristiandad quedó moral e intelectualmente paralizada.

La condición en que el mundo se encontraba bajo el poder romano resultaba ser el cumplimiento espantoso e impresionante de las palabras del profeta Oseas: "Mi pueblo está destruído por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado con desprecio el conocimiento de Dios, yo también te rechazaré; . . . puesto que te has olvidado de la ley de tu Dios, me olvidaré yo también de tus hijos." "No hay verdad, y no hay misericordia, y no hay conocimiento de Dios en la tierra. ¡No hay más que perjurio, y mala fe, y homicidio, y hurto y adulterio! ¡rompen por todo; y un charco de sangre toca a otro!" (Oseas 4: 6, 1, 2, V.M.) Tales fueron los resultados de haber desterrado la Palabra de Dios. 66
Fin del capíotulo.
 
Re: El Conflicto de los Siglos

CAPÍTULO 3. Una Era de Tinieblas Espirituales
EL apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que había de resultar en el establecimiento del poder papal. Declaró, respecto al día de Cristo: "Ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición; el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios." (2 Tesalonicenses 2: 3, 4, V.M.) Y además el apóstol advierte a sus hermanos que "el misterio de iniquidad está ya obrando." (Vers. 7.) Ya en aquella época veía él que se introducían en la iglesia errores que prepararían el camino para el desarrollo del papado.


Bueno, sectario desbocado, las unicas "tinieblas" que vemos aqui, son precisamente las que tù tratas de esparcir con estos "enlataditos" mentirosos de la "farsante-ramera-pitonisa" white.....

Y aqui vemos, que ella trata de meternos la idea, de que en ese pasaje, Pablo estaba hablando del papado.......Y eso, es inconsistente, con lo que la propia secta adventista enseña, `sobre Daniel 7 y el papado....

EN VERDAD, USTEDES DAN ASCO, PENA Y VERGUENZA..........
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Bueno, sectario desbocado, las unicas "tinieblas" que vemos aqui, son precisamente las que tù tratas de esparcir con estos "enlataditos" mentirosos de la "farsante-ramera-pitonisa" white.....

Y aqui vemos, que ella trata de meternos la idea, de que en ese pasaje, Pablo estaba hablando del papado.......Y eso, es inconsistente, con lo que la propia secta adventista enseña, `sobre Daniel 7 y el papado....

EN VERDAD, USTEDES DAN ASCO, PENA Y VERGUENZA..........

No estaba hablando del papado, porque en esa época no existía, sino de algo que vendría a ser el papado, ¿ves la diferencia, bv18?
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Muchos critican los libros de Elena White sin siquiera tomarse el tiempo para leerlo. Es por eso que abro este tema con el libro que considero de mayor trascendencia, de todos los que escribió la considerada profetisa y mensajera de Dios por los adventistas del séptimo día. Para ello se citarán extractos diversos que considero pueden ser de interés.

Sería bueno que dieras a conocer cómo EGW se "inspiró" para escribir sus libros:

 
Re: El Conflicto de los Siglos

No estaba hablando del papado, porque en esa época no existía, sino de algo que vendría a ser el papado, ¿ves la diferencia, bv18?

Bueno, al parecer ustedes se creen que tambien nosotros somos "eunucos mentales" o tarados.....¿QUÈ "EXPLICACION" INTENTAS TÙ VENDERNOS AHORA?......

VOY A PONER DE NUEVO, LO QUE ESCRIBIÒ LA "FARSANTE-RAMERA-PITONISA" white, PARA QUE EL RESTO DEL FORO VEA CLARITO LO QUE ESA SUCIA Y MENTIROSA "PROFETISA" ENSEÑÒ:

Originalmente enviado por Advencito
CAPÍTULO 3. Una Era de Tinieblas Espirituales
"EL apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que había de resultar en el establecimiento del poder papal. Declaró, respecto al día de Cristo: "Ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición; el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios." (2 Tesalonicenses 2: 3, 4, V.M.) Y además el apóstol advierte a sus hermanos que "el misterio de iniquidad está ya obrando." (Vers. 7.) Ya en aquella época veía él que se introducían en la iglesia errores que prepararían el camino para el desarrollo del papado".

Ahora bien, no tiene sentido que en esos pasajes Pablo estuviera hablando del papado que se entronizaria "500 años" despues, luego de la "division de Roma" y a la vez dijera que "el misterio de iniquidad ya estaba obrando" en sus dias. Y eso, sin mencionar, que para los escritores del nuevo testamento, ya su propia epoca era "el ultimo tiempo" o "postreros dias", y ya habia surgido el Anticristo.....
 
Re: El Conflicto de los Siglos

CAPÍTULO 3. Una Era de Tinieblas Espirituales

EL apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que había de resultar en el establecimiento del poder papal. Declaró, respecto al día de Cristo: "Ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición; el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios." (2 Tesalonicenses 2: 3, 4, V.M.) Y además el apóstol advierte a sus hermanos que "el misterio de iniquidad está ya obrando." (Vers. 7.) Ya en aquella época veía él que se introducían en la iglesia errores que prepararían el camino para el desarrollo del papado.

Poco a poco, primero solapadamente y a hurtadillas, y después con más desembozo, conforme iba cobrando fuerza y dominio sobre los espíritus de los hombres, "el misterio de iniquidad" hizo progresar su obra engañosa y blasfema. De un modo casi imperceptible las costumbres del paganismo penetraron en la iglesia cristiana. El espíritu de avenencia y de transacción fue coartado por algún tiempo por las terribles persecuciones que sufriera la iglesia bajo el régimen del paganismo. Mas habiendo cesado la persecución y habiendo penetrado el cristianismo en las cortes y palacios, la iglesia dejó a un lado la humilde sencillez de Cristo y de sus apóstoles por la pompa y el orgullo de los sacerdotes y gobernantes paganos, y substituyó los requerimientos de Dios por las teorías y tradiciones de los hombres. La conversión nominal de Constantino, a principios del siglo cuarto, causó gran regocijo; y el mundo, disfrazado con capa de rectitud, se introdujo en la iglesia. Desde entonces la obra de corrupción progresó rápidamente. El paganismo que parecía haber sido vencido, vino a ser el vencedor. Su espíritu dominó a la iglesia. Sus doctrinas, ceremonias y supersticiones se incorporaron a la fe y al culto de los que profesaban ser discípulos de Cristo.

Esta avenencia entre el paganismo y el cristianismo dio por resultado el desarrollo del "hombre de pecado" predicho en la profecía como oponiéndose a Dios y ensalzándose a sí mismo sobre Dios. Ese gigantesco sistema de falsa religión es obra maestra del poder de Satanás, un monumento de sus esfuerzos para sentarse él en el trono y reinar sobre la tierra según su voluntad.

Satanás se había esforzado una vez por hacer transigir a Cristo. Vino adonde estaba el Hijo de Dios en el desierto para tentarle, y mostrándole todos los reinos del mundo y su gloria, ofreció entregárselo todo con tal que reconociera la supremacía del príncipe de las tinieblas. Cristo reprendió al presuntuoso tentador y le obligó a marcharse. Pero al presentar las mismas tentaciones a los hombres, Satanás obtiene más éxito. A fin de asegurarse honores y ganancias mundanas, la iglesia fue inducida a buscar el favor y el apoyo de los grandes de la tierra, y habiendo rechazado de esa manera a Cristo, tuvo que someterse al representante de Satanás, el obispo de Roma.
Una de las principales doctrinas del romanismo enseña que el papa es cabeza visible de la iglesia universal de Cristo, y que fue investido de suprema autoridad sobre los obispos y los pastores de todas las partes del mundo. Aun más, al papa se le han dado los títulos propios de la divinidad. Se le ha titulado "Señor Dios el Papa" (véase el Apéndice), y se le ha declarado infalible. Exige que todos los hombres le rindan homenaje. La misma pretensión que sostuvo Satanás cuando tentó a Cristo en el desierto, la sostiene aún por medio de la iglesia de Roma, y muchos son los que están dispuestos a rendirle homenaje.

Empero los que temen y reverencian a Dios, resisten esa pretensión, que es un desafío al Cielo, como resistió Cristo las instancias del astuto enemigo: "¡Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás!" (S. Lucas 4: 8, V.M.) Dios no ha hecho alusión alguna en su Palabra a que él haya elegido a un hombre para que sea la cabeza de la iglesia. La doctrina de la supremacía papal se opone abiertamente a las enseñanzas de las Santas Escrituras. Sólo por usurpación puede el papa ejercer autoridad sobre la iglesia de Cristo.Los romanistas se han empeñado en acusar a los protestantes de herejía y de haberse separado caprichosamente de la verdadera iglesia. Pero estos cargos recaen más bien sobre ellos mismos. Ellos son los que arriaron la bandera de Cristo y se apartaron de "la fe que ha sido una vez dada a los santos." (S. Judas 3.)

Bien sabía Satanás que las Sagradas Escrituras capacitarían a los hombres para discernir los engaños de él y para oponerse a su poder. Por medio de la Palabra fue como el mismo Salvador del mundo resistió los ataques del tentador. A cada asalto suyo, Cristo presentaba el escudo de la verdad eterna diciendo: "Escrito está." A cada sugestión del adversario oponía él la sabiduría y el poder de la Palabra. Para mantener su poder sobre los hombres y establecer la autoridad del usurpador papal, Satanás necesita que ellos ignoren las Santas Escrituras. La Biblia ensalza a Dios y coloca a los hombres, seres finitos, en su verdadero sitio; por consiguiente hay que esconder y suprimir sus verdades sagradas. Esta fue la lógica que adoptó la iglesia romana. Por centenares de años fue prohibida la circulación de la Biblia. No se permitía a la gente que la leyese ni que la tuviese en sus casas, y sacerdotes y prelados sin principios interpretaban las enseñanzas de ella para sostener sus pretensiones. Así fue como el papa vino a ser reconocido casi universalmente como vicegerente de Dios en la tierra, dotado de autoridad sobre la iglesia y el estado.


Continúa.

advencito porfavorcito ya retirate de esa falsa doctrina
te estan confundiendo mas de lo que estas


MIRA VEREMOS LO DEL TEMPLO DONDE SE ASIENTA EL EL HIJO DE PECADO EL HIJO DE PERDICION
***NO ES COMO TE ENSEÑO DOÑA ELENA** ELLA TE DIJO DONDE SE SIENTA
PORFAVOR ADVENCITO

NO ES LO MISMO EL SENTARSE
QUE EL ASENTARSE
PERO LO VEREMOS CON LA PALABRA

***CASIDORO DE REINA 1569**
No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,


Oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, ó que se adora; tanto que se
****ASIENTE en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios***.

No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

3:17

Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal: porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

3:18

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

6:20

Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

¿Y qué concierto el templo de Dios con los ídolos? porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo.

En el cual, compaginado todo el edificio, va creciendo para ser un templo santo en el Señor:

Oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, ó que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios.
ASIENTE EN TU TEMPLO cuidado con los falsos profetas advencito escudriña la biblia ya deja esas fabulas de doña elena
***no es lo mismo sentarse en un templo***
***que se asiente en tu templo****



20edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. (Ef.2:20)

y ya le edicho con la palabra de que apostoles
y profetas se refiere este texto








Esto de la reconstrucción de un templo en Jerusalén, es una distracción de la sinagoga de Satanás,
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Los resultados de la circulación de este libro [El Conflicto de los Siglos] no han de juzgarse por lo que ahora se ve. Leyéndolo, algunas almas serán despertadas y tendrán valor para unirse de inmediato con los que guardan los mandamientos de Dios. Pero un número mucho mayor que lo lea no tomará su decisión hasta que vea que los propios acontecimientos que han sido predichos están ocurriendo. El cumplimiento de algunas de las predicciones inspirará fe de que otros también ocurrirán, y cuando la tierra sea alumbrada con la gloria del Señor, en la hora final, 179 muchas almas harán su decisión con respecto a los mandamientos de Dios como resultado de este instrumento (Manuscrito 31, 1890).
 
Re: El Conflicto de los Siglos

Los resultados de la circulación de este libro [El Conflicto de los Siglos] no han de juzgarse por lo que ahora se ve. Leyéndolo, algunas almas serán despertadas y tendrán valor para unirse de inmediato con los que guardan los mandamientos de Dios. Pero un número mucho mayor que lo lea no tomará su decisión hasta que vea que los propios acontecimientos que han sido predichos están ocurriendo. El cumplimiento de algunas de las predicciones inspirará fe de que otros también ocurrirán, y cuando la tierra sea alumbrada con la gloria del Señor, en la hora final, muchas almas harán su decisión con respecto a los mandamientos de Dios como resultado de este instrumento (Manuscrito 31, 1890).