El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

VIII.- Entrega

Deposición de los tres papas. 2ª Parte

Ya solo quedaba Benedicto XIII, el Papa Luna. Únicamente los reyes hispánicos estaban a su lado. No es de extrañar que, al ver depuestos a sus dos contrincantes, abrigara todavía esperanzas de que se le reconociera como único papa legítimo. Por ello es que aceptó negociar con el concilio.
Se había concertado una entrevista a celebrar en Niza. Pero lo cierto es que no pasó de Perpignan, toda vez que su regio acompañante, el Rey Fernando de Aragón y por causa de enfermedad no pudo continuar el viaje.
Las conversaciones entre los representantes del último papa aviñonés y el propio Segismundo que encabezaba la delegación del concilio, resultaron infructuosas. El Emperador decidió regresar a Constanza, aunque en Narbona se le pidió la reanudación de las conversaciones y tampoco en esta segunda vez se llegó a ningún acuerdo. Entonces el papa Luna, temiendo que algo se fraguase en su contra. huyo a Peñíscola. El 13 de diciembre de 1415 los reyes de la Península Ibérica le retiraron sus apoyo y enviaron delegaciones al concilio y bajo el nombre genérico de España, constituyeron la quinta nación de la asamblea conciliar.

En la sesión XIII, del 5 de noviembre de 1416, se abrió proceso contra Benedicto XIII. Los cargos en su contra fueron desobediencia al concilio negándose a abdicar. Por ello, el 26 de Julio de 1417 fue condenado públicamente por el concilio: “A Pedro de Luna ha de considerársele privado de todas sus dignidades y de todos sus derechos, por ser perjuro, cismático y hereje, ya nadie debe prestarle obediencia”.

En Peñíscola, rodeado tan solo por tres cardenales adictos, seguía Benedicto en sus trece, diciendo: “Aquí en Peñíscola está la verdadera Iglesia, como hubo un tiempo en que la humanidad estuvo en el arca de Noé”. Todo y sabiendo que la suya era una causa perdida no dio su brazo a torcer y en 1423, en los últimos días de su vida, creo cuatro cardenales. Tres de éstos eligieron papa al canónigo barcelonés Gil Sánchez, con el nombre de Clemente VIII. Sin embargo no tardó en darse cuenta de que su pontificado era inviable y renunció al mismo. Martín V le recompensó con el obispado de Mallorca.

El historiador Jedín en su obra Breve Historia de Concilios (p. 83) acierta en decir que el Papa Luna no respondió solamente con terquedad sino que su pensar era riguroso conforme al Derecho Canónico. Pedro de Luna les dijo a los enviados del concilio: “Vosotros decís que yo ni mi contrincante (Gregorio XII) somos papas. Entonces yo soy el único cardenal sobreviviente del papa anterior del cisma y solo yo tengo derecho a elegir Papa. Si queréis lo elegiré en el plazo de un día y os doy mi palabra de no elegirme a mi mismo”.
No hay la menor duda de que tenía razón si hemos de entender el papado bajo los principios gregorianos. Como eso no fue atendido en la elección de Martín V hemos de entender que el concilio estaba por encima del papado. Entonces y en cuanto que Pedro de Luna tenía razón, la pretendida sucesión apostólica se trunco en el concilio de Constanza. Por lo tanto, y conforme a sus propios principios, se truncó la pretendida sucesión apostólica del papa romano. Los papas elegidos después de Martín V son sucesores de éste y no de Pedro.

PD. Toni. ¿Crees posible que católica, con lo de Pedro, se refería a Pedro de Luna.
A mi, de los tres, es el que me resulta más simpático. Además en más de una ocasión he visitado el castillo de Peñíscola, donde tuvo su última "Sede Apostólica" :llorando: :llorando: :llorando:
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Estimados hermanos católicos...... va por vosotros.

Torero(1).jpg



El año 200 de nuestra era nació un niño que llegaría a ser un santo varón, obispo de Cartago, ciudad norteafricana. Su nombre era Cipriano y había de entregar su vida en holocausto a Dios muriendo como mártir en el año 258. Es decir, estamos hablando de la primera mitad del siglo III, antes de que al bisabuelo de Constantino le diera por esposarse con la bisabuela del que habría de ser el primer emperador romano interesado en ser cristiano.
San Cipriano, en una carta a un tal Cornelio, supo definir muy bien cuál era la fuente de toda herejía y/o cisma. He acá la cita:
San Cipriano, Epist.l2 ad Cornelium n.5.
«La única fuente de donde han surgido las herejías y de donde han nacido los cismas es que no se obedece al Pontífice de Dios ni se quiere reconocer en la Iglesia un solo Pontífice y un solo juez, que ocupa el lugar de Cristo»

El buen y santo obispo norteafricano no sólo supo exponer cuál había sido hasta entonces la fuente de toda herejía y cisma. También profetizó cuál habría de ser la misma fuente de todas las futuras herejías y futuros cismas que habrían de producirse en el futuro.
Pero no vayáis a pensar que fue el único obispo y santo que pensaba así. No, queridos hermanos, no fue el único. San Optato de Mileve, también norteafricano, opinaba algo muy parecido. Leámosle:

San Optato De Mileve, De schismate donatistarum II
«Tú sabes muy bien —escribe—, tú no puedes negarlo, que es a Pedro el primero a quien ha sido conferida la Cátedra episcopal en la ciudad de Roma; es en la que está sentado el jefe de los apóstoles, Pedro, que por esto ha sido llamado Cefas. En esta Cátedra única es en la que todos debían guardar la unidad, a fin de que los demás apóstoles no pudiesen atribuírsela cada uno en su Sede, y que fuera en adelante cismático y prevaricador quien elevara otra Cátedra contra esta Cátedra única»

y

117. San Optato De Mileve, De schismate donatistarum II n.4-5
«Contra las puertas del infierno, como lo leemos en el Evangelio, ha recibido las llaves de salud Pedro, es decir, nuestro jefe, a quien Jesucristo ha dicho: "Te daré las llaves del reino de los cielos, y las puertas del infierno no triunfarán jamás de ellas". ¿Cómo, pues, tratáis de atribuiros las llaves del reino de los cielos, vosotros que combatís la cátedra de Pedro?»

Podría aportar más testimonios, anteriores y posteriores, que van en esa línea, pero creo que de momento con esos dos es más que suficiente.
¿Porqué digo esto? Muy sencillo. Porque, como ya he advertido, las palabras de San Cipriano eran proféticas. La Iglesia ha sufrido muchos cismas a lo largo de su historia pero podemos hablar con propiedad de tres grandes cismas. El primero supuso la separación de los patriarcados orientales, quienes lejos de seguir el buen ejemplo de sus antecesores en la fe, optaron por hacer aquello que había denunciado el obispo norteafricano y se negaron a obedecer a quienes dichos antecesores habían reconocido como su jefe, su cabeza y el encargado de la viña del Señor.
Antes de entrar en el segundo gran cisma, dejadme que haga una breve referencia al tercero: la Reforma protestante. En realidad, más que un cisma, la reforma fue un torrente cismático incontrolable pues los que se separaron entonces de la Iglesia de Cristo se lanzaron cuesta abajo a toda velocidad por el camino de la separación entre ellos mismos, cosa que no había ocurrido con los anteriores cismas. Me abstengo de copiar acá un artículo del catecismo del Papa Pío X acerca del cisma protestante porque quiero no faltar a mi palabra de ser breve a la hora de tratar ese suceso desdichado en la historia del pueblo de Dios.
No mucho antes del cisma protestante, la Iglesia católica había asistido al conocido como Cisma de Occidente, que fue tan grave que pareció que el papado se iba a hacer gárgaras. El caso es que dicho cisma tenía como causa exactamente lo mismo que San Cipriano y San Optato habían señalado. Ya he señalado con anterioridad cómo ocurrió todo. Vuelvo a hacerlo. Urbano VI fue el Papa elegido el 9 de abril de 1378. Al poco de su elección, trece cardenales franceses decidieron que aquel Papa no era el adecuado y se largaron a Agnani, en Italia, donde por su cuenta y riesgo pretendieron elegir un nuevo Papa. Y a partir de entonces, el desastre. Desastre porque la Europa cristiana, en vez de aceptar unánimemente al único Papa legítimo, Urbano VI, se dividió entre quienes obedecieron al sucesor de Pedro y los que se quisieron poner bajo el manto del impostor nombrado por esos cardenales irresponsables. Muerto Urbano VI, le sucedió Bonifacio IX, y a este Inocencio VII, que duró dos añitos tras los cuales le sucedió Gregorio XII. Esos, y no otros, fueron los verdaderos sucesores de Pedro durante todo el cisma.
El cómo se solucionó dicho cisma lo explicaré mañana o en próximos días, pero desde ya os digo que no sólo no hubo momento alguno en que se quebrantara la sucesión apostólica (Urbano VI, Bonifacio IX, Inocencio VII y Gregorio XII) sino que las tesis conciliaristas, de superioridad del concilio sobre el Papa, fueron totalmente derrotadas y desechadas durante el pontificado de Martín V, sucesor de Gregorio XII y Papa del fin del cisma. Las aguas volvieron a su cauce y la Iglesia siguió adelante con el papado ocupando el lugar que siempre ocupó.
Si aquellos trece cardenales franceses hubieran tenido en cuenta las palabras de San Cipriano, la Iglesia se habría ahorrado un cisma que aunque acabó bien, pudo haber significado la peor de todas las divisiones imaginables, pues afectaba a la Cátedra del príncipe de los apóstoles. Aquella Cátedra y aquel Obispo de quien San Jerónimo había dicho: «Hablo al sucesor del Pescador y al discípulo de la Cruz. Estoy ligado por la comunión a Vuestra Beatitud, es decir, a la Cátedra de Pedro. Sé que sobre esa piedra se ha edificado la Iglesia» San Jerónimo, Epist.15 ad Damasum n.2.
Finalmente, las puertas del Hades no prevalecieron.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

toni dijo:
[/b] .[/COLOR][/SIZE] (la cual no tiene nada que ver con la iglesia, ni el bendito Pedro tiene nada que ver con los papas de Roma)

Pues esta si quedó de antología, jejeje

"Pedro no tiene nada que ver con los Papas de Roma" jejeje
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

catòlica dijo:
Pues esta si quedó de antología, jejeje

"Pedro no tiene nada que ver con los Papas de Roma" jejeje

El papado invención de hombres es, Pedro nunca fué papa, por cierto, parece que últimamente te está entrando batante a menudo la risa tonta, no paras de reirte, eso es muy significatívo.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Luis Fernando dijo:
pero desde ya os digo que no sólo no hubo momento alguno en que se quebrantara la sucesión apostólica (Urbano VI, Bonifacio IX, Inocencio VII y Gregorio XII) sino que las tesis conciliaristas, de superioridad del concilio sobre el Papa, fueron totalmente derrotadas y desechadas durante el pontificado de Martín V, sucesor de Gregorio XII y Papa del fin del cisma. Las aguas volvieron a su cauce y la Iglesia siguió adelante con el papado ocupando el lugar que siempre ocupó.
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No Luis Fernando, no seas aguafiestas...no cuentes el final de la película, jejeje
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Luis Fernando dijo:
Estimados hermanos católicos...... va por vosotros.

Torero(1).jpg



El año 200 de nuestra era nació un niño que llegaría a ser un santo varón, obispo de Cartago, ciudad norteafricana. Su nombre era Cipriano y había de entregar su vida en holocausto a Dios muriendo como mártir en el año 258. Es decir, estamos hablando de la primera mitad del siglo III, antes de que al bisabuelo de Constantino le diera por esposarse con la bisabuela del que habría de ser el primer emperador romano interesado en ser cristiano.
San Cipriano, en una carta a un tal Cornelio, supo definir muy bien cuál era la fuente de toda herejía y/o cisma. He acá la cita:
San Cipriano, Epist.l2 ad Cornelium n.5.
«La única fuente de donde han surgido las herejías y de donde han nacido los cismas es que no se obedece al Pontífice de Dios ni se quiere reconocer en la Iglesia un solo Pontífice y un solo juez, que ocupa el lugar de Cristo»
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Tobi
¿Estás seguro que la frase "ocupa el lugar de Cristo" es auténtica?
Manipulando que manipulas, el deporte preferido por los romanistas y del cual ya nos tienen acostumbrados.
Tengo ante mí la Homilias sobre Mateo de Juan Crisóstomo y ni una sola palabra sobre que Pedro ocupara el lugar de Cristo"

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El buen y santo obispo norteafricano no sólo supo exponer cuál había sido hasta entonces la fuente de toda herejía y cisma. También profetizó cuál habría de ser la misma fuente de todas las futuras herejías y futuros cismas que habrían de producirse en el futuro.
Pero no vayáis a pensar que fue el único obispo y santo que pensaba así. No, queridos hermanos, no fue el único. San Optato de Mileve, también norteafricano, opinaba algo muy parecido. Leámosle:

San Optato De Mileve, De schismate donatistarum II
«Tú sabes muy bien —escribe—, tú no puedes negarlo, que es a Pedro el primero a quien ha sido conferida la Cátedra episcopal en la ciudad de Roma; es en la que está sentado el jefe de los apóstoles, Pedro, que por esto ha sido llamado Cefas. En esta Cátedra única es en la que todos debían guardar la unidad, a fin de que los demás apóstoles no pudiesen atribuírsela cada uno en su Sede, y que fuera en adelante cismático y prevaricador quien elevara otra Cátedra contra esta Cátedra única»
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Tobi
Tengo ante mí la Homilias sobre Mateo de Juan Crisóstomo y ni una sola palabra sobre que Pedro ocupara el lugar de Cristo

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y

117. San Optato De Mileve, De schismate donatistarum II n.4-5
«Contra las puertas del infierno, como lo leemos en el Evangelio, ha recibido las llaves de salud Pedro, es decir, nuestro jefe, a quien Jesucristo ha dicho: "Te daré las llaves del reino de los cielos, y las puertas del infierno no triunfarán jamás de ellas". ¿Cómo, pues, tratáis de atribuiros las llaves del reino de los cielos, vosotros que combatís la cátedra de Pedro?»
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Tobi
Pero Agustin de Hipona afirma que las llaves fueron dadas a todos los apóstoles y no solo a Pedro y menos aún en exclusiva.
Tengo ante mí la Homilias sobre Mateo de Juan Crisóstomo y ni una sola palabra sobre que Pedro ocupara el lugar de Cristo


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Podría aportar más testimonios, anteriores y posteriores, que van en esa línea, pero creo que de momento con esos dos es más que suficiente.
¿Porqué digo esto? Muy sencillo. Porque, como ya he advertido, las palabras de San Cipriano eran proféticas. La Iglesia ha sufrido muchos cismas a lo largo de su historia pero podemos hablar con propiedad de tres grandes cismas. El primero supuso la separación de los patriarcados orientales, quienes lejos de seguir el buen ejemplo de sus antecesores en la fe, optaron por hacer aquello que había denunciado el obispo norteafricano y se negaron a obedecer a quienes dichos antecesores habían reconocido como su jefe, su cabeza y el encargado de la viña del Señor.
Antes de entrar en el segundo gran cisma, dejadme que haga una breve referencia al tercero: la Reforma protestante. En realidad, más que un cisma, la reforma fue un torrente cismático incontrolable pues los que se separaron entonces de la Iglesia de Cristo se lanzaron cuesta abajo a toda velocidad por el camino de la separación entre ellos mismos, cosa que no había ocurrido con los anteriores cismas. Me abstengo de copiar acá un artículo del catecismo del Papa Pío X acerca del cisma protestante porque quiero no faltar a mi palabra de ser breve a la hora de tratar ese suceso desdichado en la historia del pueblo de Dios.
No mucho antes del cisma protestante, la Iglesia católica había asistido al conocido como Cisma de Occidente, que fue tan grave que pareció que el papado se iba a hacer gárgaras. El caso es que dicho cisma tenía como causa exactamente lo mismo que San Cipriano y San Optato habían señalado. Ya he señalado con anterioridad cómo ocurrió todo. Vuelvo a hacerlo. Urbano VI fue el Papa elegido el 9 de abril de 1378. Al poco de su elección, trece cardenales franceses decidieron que aquel Papa no era el adecuado y se largaron a Agnani, en Italia, donde por su cuenta y riesgo pretendieron elegir un nuevo Papa. Y a partir de entonces, el desastre. Desastre porque la Europa cristiana, en vez de aceptar unánimemente al único Papa legítimo, Urbano VI, se dividió entre quienes obedecieron al sucesor de Pedro y los que se quisieron poner bajo el manto del impostor nombrado por esos cardenales irresponsables. Muerto Urbano VI, le sucedió Bonifacio IX, y a este Inocencio VII, que duró dos añitos tras los cuales le sucedió Gregorio XII. Esos, y no otros, fueron los verdaderos sucesores de Pedro durante todo el cisma.
El cómo se solucionó dicho cisma lo explicaré mañana o en próximos días, pero desde ya os digo que no sólo no hubo momento alguno en que se quebrantara la sucesión apostólica (Urbano VI, Bonifacio IX, Inocencio VII y Gregorio XII) sino que las tesis conciliaristas, de superioridad del concilio sobre el Papa, fueron totalmente derrotadas y desechadas durante el pontificado de Martín V, sucesor de Gregorio XII y Papa del fin del cisma. Las aguas volvieron a su cauce y la Iglesia siguió adelante con el papado ocupando el lugar que siempre ocupó.
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Tobi
¿Que siempre ocupó?
Lee la aportación de Döllinger en la cual demuestra que este "siempre ocupó" es el cuento de los pinguinos de la antártida.
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Si aquellos trece cardenales franceses hubieran tenido en cuenta las palabras de San Cipriano, la Iglesia se habría ahorrado un cisma que aunque acabó bien, pudo haber significado la peor de todas las divisiones imaginables, pues afectaba a la Cátedra del príncipe de los apóstoles. Aquella Cátedra y aquel Obispo de quien San Jerónimo había dicho: «Hablo al sucesor del Pescador y al discípulo de la Cruz. Estoy ligado por la comunión a Vuestra Beatitud, es decir, a la Cátedra de Pedro. Sé que sobre esa piedra se ha edificado la Iglesia» San Jerónimo, Epist.15 ad Damasum n.2.
Finalmente, las puertas del Hades no prevalecieron.
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Tobi
Es que los trece cardenales franceses fueron anteriores a los cuentos pinguinísticos antarticos.
Tengo ante mí la Homilias sobre Mateo de Juan Crisóstomo y ni una sola palabra sobre que Pedro ocupara el lugar de Cristo

¿Todos estos que citas tambien aceptaron como auténticas la Falsas Decretales en las que realmente se basa lo del papa por encima de los concilios?
Dinos campeon de citas apócrifas ¿Quien eligió papa a Martin V.?
Espero leerlo.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Tobi dijo:
¿Todos estos que citas tambien aceptaron como auténticas la Falsas Decretales en las que realmente se basa lo del papa por encima de los concilios?
Dinos campeon de citas apócrifas ¿Quien eligió papa a Martin V.?
Espero leerlo.

Siguiendo con el tema de las falsificaciones.
Tento ante mi el tomo X de las Homilias de Agustin de Hipona de la B.A.C ed. del MCMLII.
En el Indice Ordinal aparece la lista de las Homilias. Se van dando paulatinamente pero cuando llegas a Mat. 15 se saltan el 16 y pasan al 17.
¿Por qué? Es obvio.
Pero como la verdad no puede ser escondida y las manipulaciones siempre son descubiertas, Agustin Sermón 147, afirma en la tercera parte:
Verax ergo Petrus, an veraz in Petro Christus? (¿Petro Christus?) Quando autem vluit Dominus Iesus Christus, deseruit Petrum, et inventus est homo Petrus: quando nautem placuit Domino Iesu Christus, implevit Petrum, et inventus est Petrus verax. Veracem Petrum petra feserat: Petra anim erat Christus..."

Traduzco las frases finales (a ver si LFP se entera)

"Cuando el Señor Jesús lo tuvo a bien, desasistió a Pedro, y apareció el Pedro hombre; cuando al Señor Jesús le plugo, llenó de sí mismo a Pedro, y apareció el Pedro veraz. La Piedra hizo ver a Pedro; y la Piedra era Cristo
¿Alguna objecion D. LFP?

Luego me vine un papa y me dice que él es el "vicario de Cristo", "vicario de Dios", "Supremo Soberano de la iglesia y del mundo"; tener el derecho de deponer a reyes y príncipes; "que todas las cosas en la tierra, en el cielo y en el infierno están sujetas al Vicario de Cristo" (Inocencio III.)

¡¡¡Y voy yo, y me locreo!!!

¡¡¡¡¡ Y viene LFP, y se lo cree!!!!!

Cuestión de tragaderas
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Y van 917 lectores.
Esperemos que sean muchos más.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

¿Tan difícil es no confundir a San Cipriano de Cartago o a San Optato de Lieve con San Juan Crisóstomo?

Parece que sí, :musico7:

Pues nada, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, ahí van estas citas del gran Crisóstomo:

Hom. De capto Eutropio n. 6
No te separes de la Iglesia. Nada es más fuerte que la Iglesia. Tu esperanza es la Iglesia; tu salud es la Iglesia; tu refugio es la Iglesia. Es más alta que el cielo y más ancha que la tierra. No envejece jamás, su vigor es eterno. Por eso la Escritura, para demostrarnos su solidez inquebrantable, le da el nombre de montaña

San Juan Crisóstomo, Hom. 11 in epist. ad Ephes. n.5.
Digo y protesto que dividir a la Iglesia no es menor mal que caer en la herejía

San Juan Crisóstomo, Hom. 88 in Ioann. n.1.
Era el principal entre los apóstoles, era como la boca de los otros discípulos y la cabeza del cuerpo apostólico. Jesús, al decirle que debe tener en adelante confianza, porque la mancha de su negación está ya borrada, le confía el gobierno de sus hermanos. Si tú me amas, sé jefe de tus hermanos


San Jerónimo, Diálogo Contra luciferianos n.9.
¿Por qué dejando a un lado a los otros se dirige Cristo a Pedro?

San Juan Crisóstomo, Hom.88 in Ioann. n.1.
Porque era el principal entre los apóstoles, como la boca de los demás discípulos y el jefe del cuerpo apostólico

San Juan Crisóstomo, De sacerdotio II
¿Y por qué vertió su sangre? Para rescatar a esas ovejas que ha confiado a Pedro y a sus sucesores


Hale, estimados hermanos en la fe católica. Espero que hayáis disfrutado tanto de la sabiduría de San Juan Crisóstomo como yo lo he hecho copiando sus citas
:RotCol:
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Me cachis en la mar salada..... ahora le toca el turno al gran santo obispo de Hipona. Si es queeee..... no pué ser

Nada, nada, aprovechemos que el Ebro pasa por Zaragoza y copiemos algunas citas de San Agustín

San Agustín, De utilit. credenci c.17 n.35.
Pues que vemos en ellos un gran socorro de Dios y tanto provecho y utilidad, ¿dudaremos en acogernos en el seno de esta Iglesia que, según la confesión del género humano, tiene en la Sede Apostólica (Roma) y ha guardado por la sucesión de sus obispos la autoridad suprema, a despecho de los clamores de los herejes que la asedian y han sido condenados, ya por el juicio del pueblo, ya por las solemnes decisiones de los concilios, o por la majestad de los milagros? No querer darle el primer lugar es seguramente producto de una soberana impiedad o de una arrogancia desesperada. Y si toda ciencia, aun la más humilde y fácil, exige, para ser adquirida, el auxilio de un doctor o de un maestro, ¿puédese imaginar un orgullo más temerario, tratándose de libros de los divinos misterios, negarse a recibirlo de boca de sus intérpretes y sin conocerlos querer condenarlos?

San Agustín, Serm.120 n.13
No puede creerse que guardáis la fe católica los que no enseñáis que se debe guardar la fe romana

San Agustín, Salmo contra Partem Donati(A.D. 393),en GILES,182
"Enumere los sacerdotes incluso de la silla de Pedro. Y en ese orden de padres vea a quien tuvo éxito: ésa es la piedra que las puertas orgullosas del hades no conquistan."

San Agustín, Epístola a Generoso , LIII,2 (NPNF2 12:298)
Pues si la sucesión lineal de obispos ha de ser tomada en cuenta, ¡con cuántos más certeza y beneficio para la Iglesia reconocemos hacia atrás hasta que llegamos a Pedro mismo, a quien, como llevando en una figura a toda la Iglesia, el Señor dijo: «Sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella»! El sucesor de Pedro fue Lino, y sus sucesores en una continuidad inquebrantada fueron estos...


San Agustín Ep 190,23 vol ii, p. 866 (citando la Epístola Tractaria del Papa Zósimo)
"En estas palabras de la Sede Apostólica la fe católica es tan cierta, antigua y fundamentada que sería un pecado para un cristiano el dudar de ellas"


Ojo a esta cita larga y sustanciosa:
San Agustín, Sermón 26
El Evangelio que ha sido leído recién ... nos da a entender que el mar es el mundo presente, y el Apóstol Pedro el tipo de la única Iglesia. Pues Pedro, primero en el orden de los Apóstoles, y en el amor de Cristo, adelantadísimo, responde a menudo solo por todo el resto. De nuevo, cuando el Señor Jesucristo preguntó, “Pero ¿quién decis vosotros que soy?” Pedro respondió “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Uno dio la respuesta por muchos, Unidad en la multiplicidad. Entonces le dijo el Señor, “Bendito eres tú, Simón bar Jonás, porque carne y sangre no te lo ha revelado, sino mi Padre que está en el cielo”. Entonces agregó “Y te digo a ti” . Como si Él hubiera dicho, “Porque tú me lo dijiste a mí, « eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente», yo también te digo «Tú eres Pedro»”. Pues antes él era llamado Simón. Ahora, este nombre de Pedro le fue dado por el Señor, y esto en una figura, que él significaba la Iglesia. Pues viendo que Cristo es la Roca (Petra), Pedro es el pueblo cristiano. Pues la roca (Petra) es el nombre original. Por tanto, Pedro es así llamado por la roca, no la roca por Pedro; al igual que Cristo no es llamado Cristo por los cristianos, sino los cristianos por Cristo. “Por tanto”, dijo, “tú eres Pedro; y sobre esta Roca” que tú has confesado, sobre esta Roca que has reconocido, diciendo “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente, edificaré mi Iglesia”. Te construiré a ti sobre mí, no a mí sobre ti.
....
Distingamos, mirándonos a nosotros mismos en este miembro de la Iglesia, lo que es de Dios y lo que es nuestro. Pues entonces no vacilaremos, entonces estaremos fundados sobre la Roca, entonces estaremos fijos y firmes contra los vientos, y tormentas, y corrientes, las tentaciones, quiero decir, de este mundo presente. Empero ved a este Pedro, quien era entonces nuestra figura; ahora confía, ahora vacila; ahora confiesa al Inmortal, y ahora tema que Él muera. ¿Por qué? Porque la Iglesia de Cristo tenía tanto débiles como fuertes ... En que Pedro dijo “Tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente”representa a los fuertes”; pero en que vacila, y no admite que Cristo pueda sufrir, en temer la muerte de Él, y no reconocer la vida, él representa a los débiles de la Iglesia. En aquel un Apóstol, entonces, esto es Pedro, en el orden de los Apóstoles primero y principal, en quien la Iglesia estaba figurada, ambas clases estaban representadas, esto es, tanto los fuertes como los débiles; porque la Iglesia no existe sin ambos.


Hale, ahí queda eso, sabueso.

Por cierto, os recuerdo hermanos católicos lo que enseña el Catecismo de la Iglesia:
424 Movidos por la gracia del Espíritu Santo y atraídos por el Padre nosotros creemos y confesamos a propósito de Jesús: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" (Mt 16, 16). Sobre la roca de esta fe, confesada por San Pedro, Cristo ha construido su Iglesia (cf. Mt 16, 18; San León Magno, serm. 4, 3;51, 1;62, 2;83, 3).
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Hola Hno. Tobi:

Dale más patadas al aguijón, que la Gloria de Dios se manifiesta en toda su magnitud.

Dos milenios de pecados de soberbia, orgullo, ansia de poder y una lista larga de grandes detalles, no han podido destruir a la ICAR.

¿Que por que? Porque El Señor lo dijo: "Y yo te digo que tú eres Pedro, y que sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; y las puertas o poder del infierno no prevalecerán contra ella".

Es así de sencillo. Las promesas de Jesús siempre se cumplen. El pensar que la ICAR está destinada a no perecer jamás, es una consecuencia lógica de creer a Jesús. Por tanto, puede tener grietas, faltarle paredes, estar derruida, pero en su momento, Dios se la presentará inmaculada la fidelidad del Cordero y la perseverancia del resto fiel. No importa cuanta cizaña exista, la ciega llegará, y se llevará toda impureza, pero será a su tiempo.

La piedra angular es Cristo, que es la piedra en que descansa Pedro, que es quien nos guía con la ayuda del Espíritu cubierto por la promesa de Jesús.

"Dijo también el Señor: Simón, Simón mira que Satanás va tras de vosotros para zarandearos, como el trigo: Mas yo he rogado por ti a fin de que tu fe no perezca; y tú, cuando te conviertas, confirma en ella a tus hermanos".
Lucas 22, 31-32.​

Jesús no pide por todos, pide solamente por Pedro: "Padre, sontengamos la fe de Pedro, para que no falle, y con lo que enseñe, pueda confirmar en nuestra fe a los que nos aman". Esto no lo busques, no viene en la Biblia, pero dada la cita, es mucho más que probable que así sea. Por esa razón todos estaban con Pedro cuando salió a pescar y recibió el ministerio de parte del Señor:

"Acabada la comida, dijo Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas tú más que éstos? Le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Le dijo:Apacienta mis corderos.

Por segunda vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Le respondió: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Le dijo: Apacienta mis corderos.

Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntase si le amaba; y así respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú conoces bien que yo te amo. Le dijo Jesús: Apacienta mis ovejas".
Juan 22, 15-17.​

Este ministerio asegura la identidad del pastor visible, que descansa en el PASTOR verdadero. Para asegurarse de que recibamos la doctrina verdadera, ha rogado para que la fé de este pastor no falle. La Piedra Angular (Cristo) sostiene a la piedra de cimiento (Pedro).

Para dilucidar cualquier problema de sucesión, solo hay que hacer lo que hizo LF, ver quien era el último Pedro que se encontraba cuando la iglesia permanecía unida, ver las facciones que se formaban, y ver con quien se encontraba Pedro a la hora de suceder el cisma.

Reconozco que no soy experto en historia, pero he visto y he querido aprovechar para manifestar lo siguiente: La mejor muestra de que los católicos conversos confiamos en Dios, antes que los hombres, es que vemos en Pedro pastor, a Cristo Pastor, que nos apacienta, porque Él así lo ha revelado en las escrituras. El alimento que recibimops no está adulterado, porque Cristo ha rogado por Pedro.

Acerca de la suceción apostólica en La Biblia, es suficiente con ver que al faltar el Iscariote, se nombró a Matías. Murieron todos los testigos directos de la vida y obras de Jesús, el Cristo, pero la tarea permanece, y por ello permanecen los ministerios. Un saludo y QDTB+.

PD: LF, que bueno que no te rendiste, y seguiste adelante, se que es dificil soportar a alguien que parece descalificar por sistema sin respetar límites. Paciencia, piensa en los que no sabemos de algunos temas, yo se de historia, lo que tu hijo pequeño sabe de geometría analítica. Espero no sea un genio, y me quede el calificativo que parece merecer Tobi. Un fraternal abrazo.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Francisco Javier, hace tiempo que aprendí que si en determinado tema se pierde un debate, eso no ocurre nunca por la debilidad de la tesis católica sino por la falta de pericia del apologeta católico, el cual, lejos de desesperarse, debe aprovechar la ocasión para investigar más sobre el asunto. Y eso es para dar gracias a Dios. El buen apologeta católico no tergiversa ni esconde las dificultades: las supera. Una de las cosas típicas de los apologetas evangélicos hispano-hablantes es su obsesión por agarrarse a las dificultades católicas como a un clavo ardiendo, pero precisamente ahí está su debilidad pues una vez que el católico las vence, el evangélico se queda absolutamente desarmado y, dependiendo de la persona, acaba cambiando de tema o entrando en alusiones personales.
Como ya he dicho antes, todo este asunto de Constanza no hace sino reforzar la tesis católica. Si en la peor de las circunstancias posibles, el papado salió adelante es porque su fundación está firmísimamente anclada en la Escritura y la Tradición de la Iglesia.
Hay otro detalle que no he mencionado pero que creo muy interesante de tener en cuenta. Si hubieran triunfado las tesis conciliaristas, la unión con los ortodoxos habría sido muy factible. Pero una unión que renunciara a algo que siempre ha formado parte de la fe de la Iglesia como es el caso de la primacía de Pedro y sus sucesores, no sería una unión en la verdad sino en la mentira. Y eso no puede ocurrir a aquella que es columna y baluarte de la verdad.

Pax, bonum et veritas
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Francisco Javier dijo:
Hola Hno. Tobi:

Dale más patadas al aguijón, que la Gloria de Dios se manifiesta en toda su magnitud.

....


Este tipo de argumentos me 'encanta' porque precisamente cualquiera de las dos posturas puede decir lo mismo.

Shalom amado!!
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Luis Fernando dijo:
Francisco Javier, hace tiempo que aprendí que si en determinado tema se pierde un debate, eso no ocurre nunca por la debilidad de la tesis católica sino por la falta de pericia del apologeta católico, el cual, lejos de desesperarse, debe aprovechar la ocasión para investigar más sobre el asunto. Y eso es para dar gracias a Dios. El buen apologeta católico no tergiversa ni esconde las dificultades: las supera. Una de las cosas típicas de los apologetas evangélicos hispano-hablantes es su obsesión por agarrarse a las dificultades católicas como a un clavo ardiendo, pero precisamente ahí está su debilidad pues una vez que el católico las vence, el evangélico se queda absolutamente desarmado y, dependiendo de la persona, acaba cambiando de tema o entrando en alusiones personales.
Como ya he dicho antes, todo este asunto de Constanza no hace sino reforzar la tesis católica. Si en la peor de las circunstancias posibles, el papado salió adelante es porque su fundación está firmísimamente anclada en la Escritura y la Tradición de la Iglesia.
Hay otro detalle que no he mencionado pero que creo muy interesante de tener en cuenta. Si hubieran triunfado las tesis conciliaristas, la unión con los ortodoxos habría sido muy factible. Pero una unión que renunciara a algo que siempre ha formado parte de la fe de la Iglesia como es el caso de la primacía de Pedro y sus sucesores, no sería una unión en la verdad sino en la mentira. Y eso no puede ocurrir a aquella que es columna y baluarte de la verdad.

Pax, bonum et veritas

No Luis, sabes muy bien que entre bastidores se dicen, se cuecen y se fomentan hasta cortinas de humo, precisamente yo abogo a que los que puedan leer este tipo de temas, investiguen por su propia cuenta, pero si acuden a las fuentes romanistas, de nada sirve, solo pueden llegar a la conclusión de Roma lo dice y punto.

Porque no acude un católico a las fuentes de la iglesia ortodoxa por ejemplo? se puede encontrar con muchas sorpresas.

Shalom!!
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

toni dijo:
No Luis, sabes muy bien que entre bastidores se dicen, se cuecen y se fomentan hasta cortinas de humo, precisamente yo abogo a que los que puedan leer este tipo de temas, investiguen por su propia cuenta, pero si acuden a las fuentes romanistas, de nada sirve, solo pueden llegar a la conclusión de Roma lo dice y punto.

Porque no acude un católico a las fuentes de la iglesia ortodoxa por ejemplo? se puede encontrar con muchas sorpresas.

Shalom!!


Yo propongo que se revisen TODAS las citas que doy. A ver si hay alguna que no sea verdadera.

Respecto a las fuentes de la iglesia ortodoxa, en lo referente a los textos patrísticos son exactamente las mismas que las católicas. Pero ocurre algo peculiar. Mientras que los católicos no necesitamos negar una sola cita, no verás que ellos citen una sola vez aquellos textos patrísticos o incluso de los propios patriarcas orientales que pongan en evidencia su error al no mantenerse en la línea que marcaron sus antecesores en el concilio de Calcedonia cuando escribieron una muy bella carta al Papa León.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Luis Fernando dijo:
Yo propongo que se revisen TODAS las citas que doy. A ver si hay alguna que no sea verdadera.

Respecto a las fuentes de la iglesia ortodoxa, en lo referente a los textos patrísticos son exactamente las mismas que las católicas. Pero ocurre algo peculiar. Mientras que los católicos no necesitamos negar una sola cita, no verás que ellos citen una sola vez aquellos textos patrísticos o incluso de los propios patriarcas orientales que pongan en evidencia su error al no mantenerse en la línea que marcaron sus antecesores en el concilio de Calcedonia cuando escribieron una muy bella carta al Papa León.

Yo en esa carta denoto solo cortesía de los demas obispos hacia León, mas interesante és que él pudiendo haber estado en ese concilio, manda dos emisarios y mas revelador si cabe es que antes de la supremacía papal, ningún concilio fuera convocado por 'papa' alguno, ni se celebrara en tierras occidentales. Aquí todo es cuestión del cristal con que se mire y no hay mas.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

¡Hola hermano Tony!

Es cierto, se puede utilizar el mismo argumento en todos sentidos, solo que en un sentido van casi dos mil años, del año 27 a la fecha.

Con respecto a la historia, siempre me ha causado dificultad para creer cualquier versión cuando la veo sola, y es que cada actor o facción tiene su propia versión, y no es que necesariamente mienta alguno, pero cuando se conocen esas versiones, se puede contrastar. Si con las cosas que pasaron hace unos pocos años, de la cual todos somos testigos, no nos ponemos de acuerdo, pues ......... y mas ..........

Yo casi no entro en este tipo de aportes por una razón muy sencilla, aunque en algunas cosas soy muy ducho, een estos temas no rebuzno POR QUE NO ME SE LA TONADA. Que si no, pues sería divertido para los demás hermanos, y yo reiría con ellos.

LF: Tienes mucha razón, y te quiero pedir un favor: Hace tiempo me he dado cuenta de que es casi imposible, al menos en mi ciudad, conseguir material impreso. Casi todo el que tengo se lo debo al Hno. Joxan y a su site, que auinque no estoy de acuerdo en muchas cosas con él, no dudo de su veracidad y le considero incapaz de hacer manipulación de los documentos. ¿Por que no mencionas algún site o la fuente, si está en la red, para que los interesados nos pongamos a investigar?.

Así evitas unos pocos rebuznos de un hermano tuyo y servidor. QDTB+
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

El asunto visto por los orrodoxos (tomado de la pagina ortodoxa del Padre Alexander)

La Iglesia Católica Romana

Luego de la destrucción de Jerusalén en el año 78 de la era cristiana, la Iglesia de Jerusalén había cesado de existir durante cierto tiempo, y en su lugar se fue colocando paulatinamente la comunidad romana, creciendo con ello la importancia de su obispo, basándose sobre la ubicación central de Roma y su origen de la cátedra de los primeros apóstoles. El obispo de Roma empezó a subrayar esta supremacía de la Iglesia, con lo que no estaban conformes los obispos de las provincias orientales del Imperio Romano.

Ya hemos mencionado el crecimiento eclesiástico — administrativo de una serie de ciudades en el amplio Imperio romano, que empezó a manifestarse en el segundo y tercer siglo. Así, el obispo Irineo de Lyon fue reconocido como la cabeza espiritual de toda Galia, el obispo Cipriano de Cartago, consideraba bajo su mando a los obispos de Mauritania y Numidia, los obispos de Alejandría administraban las iglesias de Egipto, los de Efeso a las de Asia Menor, mientras que la Iglesia Romana encabezaba a toda la región romana. Más adelante, una serie de Iglesias fueron declaradas principales por su condición religiosa y civil por decisión de los Concilios Ecuménicos, aunque este hecho no infringía la igualdad de ellas, y los problemas que surgían en toda la Iglesia se resolvían por toda la Iglesia mediante los Concilios Ecuménicos.

La regla apostólica 34 reza: "Los obispos de cualquier pueblo deben reconocer al principal entre ellos y reconocerlo como cabeza, y no hacer nada que supere el poder de ellos sin su consentimiento: cada uno hace todo lo que tiene relación con su diócesis y de los lugares que a ella pertenecen. Pero tampoco el primero no hace nada sin el consentimiento de los demás. Así se obtendrá el pensamiento común y se glorificará a Dios, en comunión con el Espíritu Santo, Padre, Hijo y Espíritu Santo." Esta regla expresa claramente el principio de la universalidad.

Por lo general, las reglas apostólicas y las reglas de los Concilios antiguos, no admiten la autocracia del primero entre los obispos y menos aún, el absolutismo en la Iglesia. La suprema instancia para decidir sobre asuntos religiosos y canónicos, es el Concilio de los Obispos, Concilio local o, si fuera necesario, el Concilio Ecuménico.

No obstante todo ello, las circunstancias políticas han favorecido el crecimiento de la influencia del obispo de Roma, favorecido por la invasión de los bárbaros a fines del siglo IV y las migraciones de los pueblos de Europa. Las olas de los bárbaros arrastraban en su movimiento todas las huellas del cristianismo por las antiguas provincias romanas. Entre los países en formación, Roma se expone en calidad de defensor de la fe apostólica y de la tradición cristiana. El enaltecimiento del prestigio del obispo de Roma, fue favorecido por las inquietudes de carácter religioso del IV hasta el VIII siglo en el Imperio Bizantino, cuando los obispos de Roma actuaban en defensa de la ortodoxia. Así, poco a poco entre los obispos de Roma iba creciendo la convicción de ser llamados a dirigir la vida de todo el mundo cristiano. Una gran ayuda para afianzar las pretensiones de los obispos romanos en el siglo IV, fue el decreto del Emperador Graziano, que reconocía en la persona del Papa de Roma (Papa, es decir padre, este título llevaban los obispos de Roma y de Alejandría) al "juez de todos los obispos," y ya en el siglo V, el Papa Inocencio declaró que "nada puede ser hecho sin consulta de la cátedra de Roma, especialmente en asuntos de la fe, todos los obispos deben dirigirse al apóstol San Pedro," o sea al obispo de Roma. En el siglo VII, el Papa Agathon exigió que las disposiciones de Roma fuesen aceptadas por toda la Iglesia, como reglas sancionadas por las palabras del apóstol San Pedro. En el siglo VIII el Papa Esteban escribió: "Yo soy el apóstol San Pedro, llamado por la misericordia divina, Cristo, el Hijo de Dios vivo y puesto por su poder de ser el iluminador de todo el mundo."

Estas pretensiones que se acrecentaban, no fueron tomadas con seriedad por los obispos orientales y no dividían a la Iglesia. Todos se sentían unidos por la fe, los sacramentos y la conciencia de pertenecer a una sola Iglesia Apostólica. Pero por desgracia para el mundo cristiano, esta unidad fue interrumpida por los obispos de Roma en siglo XI y los siguientes siglos, mediante las modificaciones y las nuevas reglas en los dominios dogmático y canónico (leyes eclesiásticas). La separación de la Iglesia Romana iba profundizándose mediante nuevos dogmas, primero de la emanación del Espíritu Santo "y del Hijo" (Filioque), introduciendo estas palabras en el Credo, luego de la inmaculada concepción de la Santísima Virgen, del purgatorio, del Papa como representante de Cristo, cabeza de toda la Iglesia y de los estados legos, de la infalibilidad del Papa en asuntos de la fe. En suma, se modifica la misma noción de la naturaleza de la Iglesia. [Para

ju *** de Jerusalén del año 51 estaba presidido por el apóstol Santiago. Con lo concerniente a la sucesión del poder que asciende a San Pedro, éste ha ordenado a los obispos de varias ciudades, no sólo en Roma, sino por ejemplo en Alejandría, Antioquía y otras. ¿Por qué los obispos de aquellas ciudades no obtuvieron las prerrogativas del apóstol San Pedro? Al estudiar más profundamente, llegamos a una honesta conclusión: la enseñanza sobre la supremacía fue creada por los obispos de Roma de manera artificial, en favor a sus propias ambiciones. Esta enseñanza era desconocida en la Iglesia antigua.

Las crecientes pretensiones del obispo romano a la supremacía y la introducción de la enseñanza sobre la procedencia del Espíritu Santo, llevaron a la separación de la Iglesia en la Oriental — griega y en la Occidental — romana (o católica). Como año oficial de la separación se considera el año 1054, cuando el cardenal Humberto puso la carta del Papa sobre el altar de la iglesia de Santa Sofía en Constantinopla, donde maldecía a todos los que no estaban conformes con la Iglesia romana.

En la vida religiosa de Europa, el siglo XI está caracterizado por la victoria del Papado sobre el poder lego. Roma se convierte en el poder central del mundo. El deseo de obtener el poder mundano y participar en las luchas políticas, no fue sólo característico para algunos Papas, sino caracteriza todo el sistema papal. El Papa Pío IX, declaró obligatorio para cada católico reconocer el poder mundial representado en el Papa. Bastaba una palabra del Papa para que pueblos enteros se levantasen y fuesen a combatir contra cualquiera, que el Papa declarase como enemigo suyo. En el siglo XII el Papa no sólo distribuye coronas reales, dirime las controversias entre los príncipes, sino desencadena o frena las guerras con sólo una palabra. Designa o depone a los reyes y emperadores, libera a sus súbditos del juramento de fidelidad y realiza otros actos semejantes.

En su lucha por el poder, los papas aprovechaban cualquier oportunidad para recordar su supremacía y su infalibilidad. El Papa Bonifacio VIII escribe en su bula del año 1302:."..declaramos asimismo que la Santa Sede Apostólica y el obispo de Roma tienen la supremacía sobre el mundo entero y que este obispo es continuador del Apóstol San Pedro, príncipe de los apóstoles, representante de Cristo en la tierra, cabeza de toda la Iglesia, padre y guía de todos los cristianos." Palabras parecidas podemos encontrar en las disposiciones del Concilio Vaticano del año 1870. En el derecho canónico publicado en 1917 por el Papa Benito XV dice: "El obispo de Roma el representante de Cristo en la tierra, no sólo tiene el supremo honor, sino también el supremo y completo poder jurídico sobre toda la Iglesia." Estas pretensiones siempre crecientes de los obispos romanos, hacían aumentar la brecha entre las Iglesias Ortodoxa y Católica. A partir del siglo XI, la Iglesia Ortodoxa tuvo que resistir a las exigencias ambiciosas de los Papas en defensa de la independencia dogmática de las iglesias locales, tal como fue establecido por los apóstoles.

En la lucha por el poder mundano sobre la tierra, el obispo de Roma contradice a las enseñanzas cristianas, puesto que la espada en manos del representante de Jesús tergiversa el sentido del servicio episcopal. Muchos representantes de la Iglesia y de ciertos pueblos, han llegado a darse cuenta de ello. A partir del siglo XVI, comenzó la decadencia religiosa y moral del papado. Su poder se torna cada vez más mundano con sus intrigas, suntuosidad y avidez hacia las riquezas terrenales. La mayoría de los pobladores sufría bajo la despótica opresión de los representantes de la corte del Vaticano. Un historiador alemán dijo: "los sacerdotes miran con desprecio el estudio de la teología, el Evangelio y las obras de los Santos Padres de la Iglesia, no dicen nada acerca de la fe, la piedad y otras virtudes, no hablan de los méritos de Jesucristo y sus milagros; ¡y a esta clase de gente se confían los mayores puestos en la Iglesia y los llaman pastores de almas!"
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Francisco Javier, creo que va contra las normas copiar enlaces de sitios apologéticos católicos en español. Te he enviado un email a través del foro así que confírmame si lo has recibido
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

toni dijo:
Yo en esa carta denoto solo cortesía de los demas obispos hacia León, mas interesante és que él pudiendo haber estado en ese concilio, manda dos emisarios y mas revelador si cabe es que antes de la supremacía papal, ningún concilio fuera convocado por 'papa' alguno, ni se celebrara en tierras occidentales. Aquí todo es cuestión del cristal con que se mire y no hay mas.

Ya, cortesía....
¿y lo de las actas del concilio también era cortesía?

En fin. En breve trataré todo lo relacionado con Calcedonia, el antes, el durante y el después, de forma mucho más extensa a como lo he hecho hasta ahora. O quizás no lo haga yo sino algún otro hermano/a católico/a