Re: El cerdo y los camarones.
Dice usted sin argumentos, hay miles de argumentos más. Comprendo que es muy difícil, por no decir casi imposible desinhibirse de unas creencias concebidas, sean religiosas o culturales, el solo esfuerzo para intentar pensar que quizás estamos en el camino del fondo, pero no de la forma, se convierte para algunos en un acto de soberbia que no están dispuestos ni siquiera a pensar, quizás si a leer, pero por supuesto no a reflexionar. La Biblia habla de muchas cosas, habla de cómo beneficiarnos la carne, el la cita del papiro y la del pez, incluso habla de cómo ofrecer en holocausto, rituales para asestar la muerte, yo creo que todo esto fue recogido por los escribas, y la interpretación y traducciones mal hechas nos han confundido, te pongo un ejemplo muy claro, imagina que yo que soy vegetariano, y no lo soy por dieta sino por convicción, presento un estudio sobre este tema, tanto religioso como científico, y en esa exposición hablo de mataderos de cómo se prepara la carne, como se come etc.., sólo para demostrar lo que no se ha de hacer, imagina también que algunos de los presentes son de tu corte, y después de mantener diálogos sobre el tema no son capaces de comprender nada más que lo que son capaces de comprender, y yo les digo, pues matar y comer, eso lo hago para cerrar el debate, porque se que tarde o temprano todos comprenderemos eso, y no se puede culpar por ello, sino aconsejar sobre ello, y con esta reflexión continuo mi exposición de nuevo hacia todos, esta actuación es savia, pero hay un problema muy grande, si se escribe sobre este y otros debates y exposiciones, por ejemplo porque esto transciende como ocurrió con Jesús, ¿acaso crees que no se escribirá sobre todo lo que he dicho, incluido la forma de matar y beneficiarse la carne? Piensa hombre, y por ello no rompas tu fe, sino auméntala, elimina de tu fe lo que se plasmó en ella por prejuicio de hombre, y absorbe con felicidad la sabiduría del maestro, porque por ello no quedarás solo, sino sabiamente acompañado.
Aquí te dejo algún argumento más de esos que se han acabado:
Para saber lo que Jesús enseñó sobre el tema del amor a los animales y a la alimentación sin carne, es de provecho saber cómo lo cumplieron sus apóstoles y discípulos. Algunos textos antiguos, que de forma significativa no fueron acogidos en el canon de la Biblia, nos dicen lo siguiente al respecto:
Pedro: “Yo vivo de pan y olivas, a las que sólo en ocasiones añado alguna verdura” (Homilías clementinas XII, 6; rec.VII, 6)
Pablo: “Jesús me ordenó que no comiera ninguna carne ni bebiera ningún vino, sino sólo pan, agua y frutos, para que me halle puro cuando quiera hablar conmigo”.
(Toledoth Jesch. Edición Krauss)
Mateo: “Mateo vivía de granos, frutos de árboles y verduras, sin carne” (Paidagogus II, 1, 16)
Santiago: “Santiago, el hermano del Señor, vivía de semillas y plantas, y no probó ni la carne ni el vino”. (Epístolas a Fausto XXII, 3).
Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son obras humanas, una recopilación de textos de cuya compilación resultaron las “Sagradas Escrituras” por decreto eclesiástico. Muchas cosas que de la misma manera habrían de haber sido “Sagradas no encontraron ninguna inclusión en ellas. Mucho de lo que enseñó Jesús de Nazaret permaneció oculto en escritos apócrifos y no fue recogido en la recopilación de los escritos que hoy nos son presentación como evangelio oficial.
Cuando hace aproximadamente 1600 años Jerónimo realizó la primera traducción completa (al latín) de la Biblia por encargo del Papa, estuvo bajo la gran presión del poder eclesiástico y de las fuerzas políticas que estaban surgiendo. Temas como la reencarnación, la ley de siembra y cosecha y las enseñanzas del Nazareno acerca de una relación pacífica de los hombres con los animales, no encontraron ningún lugar en la Biblia eclesiástica. Que Jerónimo conocía bien el amor de Jesús por los animales, lo demuestra claramente la siguiente cita:
“El placer por la carne era desconocido hasta el diluvio universal; pero desde el diluvio se os han embutido las fibras y los jugos pestilentes de la carne animal /.../ Jesucristo, que apareció cuando se cumplió el tiempo, volvió a unir el final con el principio, de manera que ya no nos está permitido comer más carne”.
(Jerónimo (331-420 - Adversus Jovinanum 1,30))
Aunque en la Biblia oficial fueran silenciadas muchas cosas, la verdad sale a la luz. Con esta reunión de citas quiero mostrar la conexión con el cristianismo originario y rehabilitar a Jesús como amigo de los animales.
REFLEXION
Es lógico, pensemos solamente una cosa: Jesús estuvo en la obra de la creación de este mundo, todo lo que existe en este mundo es creado por el. Somos hermanos. ¿Es posible que comamos al género o ser viviente que fue hecho por la misma mano que nos hizo a nosotros? y si hay motivos para ser seguidor de Jesús, es mejor que hagamos tal cual fue su vida. Hay cosas en este mundo que están ocultas, pero todo se sabe a su tiempo.
No estoy aquí para destruir tu fe en Cristo ni la de nadie, sino para hablar de su obra. Se que os han preparado para ver el maligno en todos los que no aceptan sus dogmas y en todo lo que es diferente y no se convierte, pero piensa que hasta la secta más maléfica prepara a sus súbditos en este sentido, se cristiano, porque seguir a Cristo es grande y sabio, pero síguelo a el y su sabiduría, elimina lo impío porque eso es por mano de hombre. Imagino previamente tu contestación, no es difícil hacerlo, pero aun así aquí tienes a tu hermano.
Un abrazo, hermano
kimeradrummer dijo:Amigo, ¿se quedo sin argumentos?, ¿la Palabra no le da la razon?...ud dice "sencillo, no mataras", yo le respondo con otra sencillez, "mata y come"...oro a Dios para que le convierta y perdone no importando lo que coma...Dios le bendiga...
Dice usted sin argumentos, hay miles de argumentos más. Comprendo que es muy difícil, por no decir casi imposible desinhibirse de unas creencias concebidas, sean religiosas o culturales, el solo esfuerzo para intentar pensar que quizás estamos en el camino del fondo, pero no de la forma, se convierte para algunos en un acto de soberbia que no están dispuestos ni siquiera a pensar, quizás si a leer, pero por supuesto no a reflexionar. La Biblia habla de muchas cosas, habla de cómo beneficiarnos la carne, el la cita del papiro y la del pez, incluso habla de cómo ofrecer en holocausto, rituales para asestar la muerte, yo creo que todo esto fue recogido por los escribas, y la interpretación y traducciones mal hechas nos han confundido, te pongo un ejemplo muy claro, imagina que yo que soy vegetariano, y no lo soy por dieta sino por convicción, presento un estudio sobre este tema, tanto religioso como científico, y en esa exposición hablo de mataderos de cómo se prepara la carne, como se come etc.., sólo para demostrar lo que no se ha de hacer, imagina también que algunos de los presentes son de tu corte, y después de mantener diálogos sobre el tema no son capaces de comprender nada más que lo que son capaces de comprender, y yo les digo, pues matar y comer, eso lo hago para cerrar el debate, porque se que tarde o temprano todos comprenderemos eso, y no se puede culpar por ello, sino aconsejar sobre ello, y con esta reflexión continuo mi exposición de nuevo hacia todos, esta actuación es savia, pero hay un problema muy grande, si se escribe sobre este y otros debates y exposiciones, por ejemplo porque esto transciende como ocurrió con Jesús, ¿acaso crees que no se escribirá sobre todo lo que he dicho, incluido la forma de matar y beneficiarse la carne? Piensa hombre, y por ello no rompas tu fe, sino auméntala, elimina de tu fe lo que se plasmó en ella por prejuicio de hombre, y absorbe con felicidad la sabiduría del maestro, porque por ello no quedarás solo, sino sabiamente acompañado.
Aquí te dejo algún argumento más de esos que se han acabado:
Para saber lo que Jesús enseñó sobre el tema del amor a los animales y a la alimentación sin carne, es de provecho saber cómo lo cumplieron sus apóstoles y discípulos. Algunos textos antiguos, que de forma significativa no fueron acogidos en el canon de la Biblia, nos dicen lo siguiente al respecto:
Pedro: “Yo vivo de pan y olivas, a las que sólo en ocasiones añado alguna verdura” (Homilías clementinas XII, 6; rec.VII, 6)
Pablo: “Jesús me ordenó que no comiera ninguna carne ni bebiera ningún vino, sino sólo pan, agua y frutos, para que me halle puro cuando quiera hablar conmigo”.
(Toledoth Jesch. Edición Krauss)
Mateo: “Mateo vivía de granos, frutos de árboles y verduras, sin carne” (Paidagogus II, 1, 16)
Santiago: “Santiago, el hermano del Señor, vivía de semillas y plantas, y no probó ni la carne ni el vino”. (Epístolas a Fausto XXII, 3).
Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son obras humanas, una recopilación de textos de cuya compilación resultaron las “Sagradas Escrituras” por decreto eclesiástico. Muchas cosas que de la misma manera habrían de haber sido “Sagradas no encontraron ninguna inclusión en ellas. Mucho de lo que enseñó Jesús de Nazaret permaneció oculto en escritos apócrifos y no fue recogido en la recopilación de los escritos que hoy nos son presentación como evangelio oficial.
Cuando hace aproximadamente 1600 años Jerónimo realizó la primera traducción completa (al latín) de la Biblia por encargo del Papa, estuvo bajo la gran presión del poder eclesiástico y de las fuerzas políticas que estaban surgiendo. Temas como la reencarnación, la ley de siembra y cosecha y las enseñanzas del Nazareno acerca de una relación pacífica de los hombres con los animales, no encontraron ningún lugar en la Biblia eclesiástica. Que Jerónimo conocía bien el amor de Jesús por los animales, lo demuestra claramente la siguiente cita:
“El placer por la carne era desconocido hasta el diluvio universal; pero desde el diluvio se os han embutido las fibras y los jugos pestilentes de la carne animal /.../ Jesucristo, que apareció cuando se cumplió el tiempo, volvió a unir el final con el principio, de manera que ya no nos está permitido comer más carne”.
(Jerónimo (331-420 - Adversus Jovinanum 1,30))
Aunque en la Biblia oficial fueran silenciadas muchas cosas, la verdad sale a la luz. Con esta reunión de citas quiero mostrar la conexión con el cristianismo originario y rehabilitar a Jesús como amigo de los animales.
REFLEXION
Es lógico, pensemos solamente una cosa: Jesús estuvo en la obra de la creación de este mundo, todo lo que existe en este mundo es creado por el. Somos hermanos. ¿Es posible que comamos al género o ser viviente que fue hecho por la misma mano que nos hizo a nosotros? y si hay motivos para ser seguidor de Jesús, es mejor que hagamos tal cual fue su vida. Hay cosas en este mundo que están ocultas, pero todo se sabe a su tiempo.
No estoy aquí para destruir tu fe en Cristo ni la de nadie, sino para hablar de su obra. Se que os han preparado para ver el maligno en todos los que no aceptan sus dogmas y en todo lo que es diferente y no se convierte, pero piensa que hasta la secta más maléfica prepara a sus súbditos en este sentido, se cristiano, porque seguir a Cristo es grande y sabio, pero síguelo a el y su sabiduría, elimina lo impío porque eso es por mano de hombre. Imagino previamente tu contestación, no es difícil hacerlo, pero aun así aquí tienes a tu hermano.
Un abrazo, hermano