Re: El cerdo y los camarones.
No se confundan queridos lectores.
No es lo mismo ser "débil", esto es ser un pequeñin o flaquear en algún asunto particular a "ser débil en la fe", lo cual es una verdadera desgracia, ya que la falta de fe jamás ha sido ni será una bienaventuranza, muy por el contrario, el Señor les hacia ver la necesidad de tener una grade fe, pues "sin fe es imposible agradar a Dios", al llamar "hombres de poca fe" les hace ver la necesidad de tener una fe al menos tan pequeña como un grano de mostaza, por extraño que parezca es la falta de fe la que impide creer a los sectarios y religiosos de todos los tiempos que la oración de fe santifica los alimentos pues son santificados en el Nombre que es sobre todo nombre, es la falta de fe la que impide a los sectarios y religiosos de todos los tiempos creer que Dios limpió todo, desde los animales que Pedro vio por tres veces en un lienzo como al gentil y al publicano, a la ramera y al centurión y hasta lo último de la tierra pues El es El Cordero de Dios que quita el pecado el mundo.
El, el Señor Jesús, mi Señor y Salvador vino a quitar el pecado del mundo, a santificar lo que por causa del pecado dle hombre se había contaminado, a deshacer las obras del diablo, a dar libertad a los cautivos, a liberar a su pueblo del yugo de la esclavitud y de la sentencia que era por la ley a fin de vivir por medio de la fe en una vida santa regida por la ley de Cristo.
Queda pues abrogada la antigua dispensación de modo al que no nos es necesario ser judíos en lo filogenético y no ser desarraigados del pueblo por medio de la rigurosa observancia de las obras de la ley (como la observancia de día de reposo, rituales alimentarios, por ejemplo) sino conforme a la Gracia, en la cual basta abstenernos de alimentos ofrecidos a ídolos, de ahogado y de sangre.
Es en suma la incredulidad no del "débil" (quien es un miembro muy necesario para la edificación del cuerpo de Cristo que es la iglesia) sino del "débil en la fe", entre los cuales los religiosos y sectarios, los incrédulos y todo lo que se opone a la obra perfecta de Dios en la cruz del Calvario se opone, ha opuesto y opondrá para negar la eficacia del sacrificio del Cristo de Dios en una forma muchas veces velada.
Son finalmente etos "débiles en la fe" culpables de incredulidad y niegan que el Señor ha santificado lo que el ya santificó, tanto al gentil como al animal y han hecho hasta lo imposible por negar la eficacia de la sangre de Cristo.
En su simulación los sectarios y religiosos pretenden ser mas santos por "no tocar", "no probar" y aun "no comer" lo cual les da cierta reputación cual fariseos modernos, inflamados siempre por el mismo espíritu de error, pues yerran al negar la obra redentora de aquel que todo o lo hace nuevo y que con su sangre preciosa redimió al gentil y limpió al animal impuro.
Por eso no pueden creer, no soportan cuando Pedro apóstol al ver tres veces un lienzo con todo tipo de animales y luego de dar sus "argumentos religiosos", el Señor le manda "mata y come", sin prejuicio, sin relación a lo que hasta entonces Pedro había considerado como inmundo, y este prodigioso hecho es sellado con un "lo que Dios limpio no le llames tu inmundo"
Por esto los sectarios insisten en llamarle inmundo a lo que Dios limpió, pues son inflamados por el mismo espíritu religioso que es el que mas se opuso y se ha opuesto a la obra redentora de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; prefieren escuchar a su “maestra” que al Maestro y en su hipocresía se cuidan de “no contaminarse” con lo que entra por la boca, pero no dudan en contaminar todo con falsas doctrinas.
Un saludo
No se confundan queridos lectores.
No es lo mismo ser "débil", esto es ser un pequeñin o flaquear en algún asunto particular a "ser débil en la fe", lo cual es una verdadera desgracia, ya que la falta de fe jamás ha sido ni será una bienaventuranza, muy por el contrario, el Señor les hacia ver la necesidad de tener una grade fe, pues "sin fe es imposible agradar a Dios", al llamar "hombres de poca fe" les hace ver la necesidad de tener una fe al menos tan pequeña como un grano de mostaza, por extraño que parezca es la falta de fe la que impide creer a los sectarios y religiosos de todos los tiempos que la oración de fe santifica los alimentos pues son santificados en el Nombre que es sobre todo nombre, es la falta de fe la que impide a los sectarios y religiosos de todos los tiempos creer que Dios limpió todo, desde los animales que Pedro vio por tres veces en un lienzo como al gentil y al publicano, a la ramera y al centurión y hasta lo último de la tierra pues El es El Cordero de Dios que quita el pecado el mundo.
El, el Señor Jesús, mi Señor y Salvador vino a quitar el pecado del mundo, a santificar lo que por causa del pecado dle hombre se había contaminado, a deshacer las obras del diablo, a dar libertad a los cautivos, a liberar a su pueblo del yugo de la esclavitud y de la sentencia que era por la ley a fin de vivir por medio de la fe en una vida santa regida por la ley de Cristo.
Queda pues abrogada la antigua dispensación de modo al que no nos es necesario ser judíos en lo filogenético y no ser desarraigados del pueblo por medio de la rigurosa observancia de las obras de la ley (como la observancia de día de reposo, rituales alimentarios, por ejemplo) sino conforme a la Gracia, en la cual basta abstenernos de alimentos ofrecidos a ídolos, de ahogado y de sangre.
Es en suma la incredulidad no del "débil" (quien es un miembro muy necesario para la edificación del cuerpo de Cristo que es la iglesia) sino del "débil en la fe", entre los cuales los religiosos y sectarios, los incrédulos y todo lo que se opone a la obra perfecta de Dios en la cruz del Calvario se opone, ha opuesto y opondrá para negar la eficacia del sacrificio del Cristo de Dios en una forma muchas veces velada.
Son finalmente etos "débiles en la fe" culpables de incredulidad y niegan que el Señor ha santificado lo que el ya santificó, tanto al gentil como al animal y han hecho hasta lo imposible por negar la eficacia de la sangre de Cristo.
En su simulación los sectarios y religiosos pretenden ser mas santos por "no tocar", "no probar" y aun "no comer" lo cual les da cierta reputación cual fariseos modernos, inflamados siempre por el mismo espíritu de error, pues yerran al negar la obra redentora de aquel que todo o lo hace nuevo y que con su sangre preciosa redimió al gentil y limpió al animal impuro.
Por eso no pueden creer, no soportan cuando Pedro apóstol al ver tres veces un lienzo con todo tipo de animales y luego de dar sus "argumentos religiosos", el Señor le manda "mata y come", sin prejuicio, sin relación a lo que hasta entonces Pedro había considerado como inmundo, y este prodigioso hecho es sellado con un "lo que Dios limpio no le llames tu inmundo"
Por esto los sectarios insisten en llamarle inmundo a lo que Dios limpió, pues son inflamados por el mismo espíritu religioso que es el que mas se opuso y se ha opuesto a la obra redentora de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; prefieren escuchar a su “maestra” que al Maestro y en su hipocresía se cuidan de “no contaminarse” con lo que entra por la boca, pero no dudan en contaminar todo con falsas doctrinas.
Un saludo