LA VERDADERA IGLESIA DE CRISTO
1Co_6:17 Pero el que se une al Señor, un Espíritu es con él.
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
En este orden, el pueblo del Señor contempla su Iglesia aquí en la tierra.
EL SELLO DEL ESPÍRITU SANTO
A los cristianos se nos llamó así por primera vez en Antioquía, leemos:
Hch_11:26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.
Las personas que identificaron a estos creyentes, lo hicieron, porque espiritualmente fueron lo más cercanos a Cristo:
1Co_6:17 Pero el que se une al Señor, un Espíritu es con él.
La conducta de sus vidas, sus palabras, sus acciones, respaldaban esta unión con Cristo.
Hace poco en este foro pregunté a los católicos, que era estar en Cristo.
Se quedaron mudos.
Me tocó explicarles qué no era estar en Cristo, como está registrado en uno de mis mensajes.
Y ni aun así entendieron.
Y es que el sistema religioso dónde militan, tiene como propósito principal alejar a estos ingenuos afiliados, o miembros de este grupo, de la interpretación de la Palabra de Dios por sí misma. Ellos utilizan un cuerpo interpretativo llamado “el magisterio de la santa madre iglesia, fuera de la cual no hay salvación”. Y claro la idiota o el idiota católico, cae en esta trampa del diablo.
Son ingenuos y no está unidos a Cristo.
¿Entonces a qué está unidos?
- Al corazón de María, un demonio que reemplaza a la humilde María de las Escrituras, por la reina del cielo de las naciones paganas.
- Al corazón de Bergoglio. En el concilio Vaticano II se ordenó la obediencia al Papa de todo católico.
- A las enseñanzas de su magisterio.
- Al corazón del diablo, quién es el que ha diseñado esta caricatura del falso cristianismo y ha logrado asesinar a millones de mártires que se han aferrado al Cristo de las Escrituras.
CONGREGADOS EN SU NOMBRE
Ahora, respecto a la segunda cita:
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Para este tiempo de gracia las Escrituras no señalan ningún lugar como centro donde han de reunirse los santos.
En tiempos de persecución se han reunido fuera de todo edificio, a la intemperie, en campo abierto, con el cielo como techo, pero, con el Señor en medio de ellos.
Al reunirse, no lo hicieron en ningún nombre sectario como Bautista, Presbiteriano, Luterano, Catolicismo Romano, etcétera., sino confesando solamente el nombre del Señor.
Identificados con Él como cabeza de la iglesia, autorizados por Él para poner por obra toda la doctrina apostólica tal como se revela en las Escrituras, somos representantes de Él en el mundo mediante la predicación del evangelio de la gracia de Dios.
Identificación con Él, autorización por Él, y representación de Él, son las señas que identifican al pueblo que en todo busca que Su nombre sea magnificado, y que está consciente de la presencia del Señor entre ellos.
“Allí” no se limita a lugares de importancia religiosa en el mundo.
Si se pregunta ¿dónde? la respuesta es:
“allí… donde dos o tres están congregados en Mi nombre”.
“Allí”, sin dirección alguna, pero en todo lugar donde los salvados se reúnen según Su promesa, el Señor afirma:
“ALLÍ ESTOY YO EN MEDIO DE ELLOS” (Mt.18:20)
Esta promesa está vigente dondequiera que se congregue tal pueblo, sea al aire libre, sea simplemente debajo de un techo, sea en una casa particular o en lugares más cómodos. Ningún edificio es la morada de Dios, ni puede templo alguno santificar la reunión de los santos.
Los santos congregados en el nombre del Señor santifican el lugar donde se congregan, cualquiera que sea, porque han sido sellados con el Espíritu Santo, leemos:
Efe_1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
Efe_4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Nuestra reunión constituye la Iglesia en esa localidad y el verdadero santuario donde mora la presencia del Dios vivo.
Leemos:
1Co 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
Efe 2:19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,
Efe 2:20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
Efe 2:21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;
Efe 2:22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
En estos tiempos que vivimos hallan su paralelo en los tiempos apóstatas de Hageo, Zacarías y Malaquías, que eran tiempos cuando la Palabra de Dios no se tomaba en cuenta.
Pero, desde los tiempos de Isaías ya estaba caminando la apostasía.
Aquellos eran tiempos cuando el que quemaba incienso era “como si bendijese a un ídolo”. Leemos:
Jer_44:18 Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos.
Fue cuando Dios dijo, “miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra” (Is.66:2-3).
La palabra de Dios por medio de Jeremías fue:
“recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y Yo la perdonaré” (Jer.5:1).
Por la presencia de un solo hombre que buscara la verdad, Dios estaba dispuesto a perdonar toda la ciudad. Pero, no lo halló.
Este caso nos hace comprender la importancia de la enseñanza del Señor, cuando dijo, “vosotros sois la sal de la tierra”.
“salgamos, pues, a Él (Cristo), fuera del campamento (la amalgamación de toda religión falsa, sea cual sea su nombre) llevando Su vituperio; porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir” (Heb.13:13-14).
SALGAMOS, PUES, ¡A ÉL!
¿Será que Nora02, "cristiana católica" Sandra1987, VALENCIA, Sebas, M1st1co, Jorge Enrique, y otros católicos del foro, tendrán el valor de salir a Cristo fuera del campamento del catolicismo romano?
Que sea el Señor Jesucristo y no el hombre, que considere dicha decisión, conforme al lugar que le corresponde en la Eternidad.
Que el Señor prospere su Palabra.