La realidad es que hoy en día vivimos tiempos de ecumenismo en los que por mayoría deberíamos ansiar la unión de todos los cristianos en una sola Iglesia. Porque una fue la que edificó nuestro Señor, y quien no desea esta búsqueda es porque prefiere vivir en la división que siempre pretenden los malditos de Dios quienes están condenados al fuego eterno.
De esto hay mucho que hablar porque como se dijo en el Concilio Vaticano II: Dignitatis Humanae: Declaración sobre la libertad religiosa, nº 1. Nuevo códido de Derecho Canónico, nº 748,1: «Todos los hombres están obligados a buscar la verdad, sobre todo, en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, abrazarla y practicarla».
La que es conocida, entre otros nombres, como (I.C.A.R.) "Iglesia Católica, Apóstólica y Romana" reconoce que fuera de la misma puede encontrarse parte de virtud y parte de verdad, que es lo que en verdad sucede. Pero la única y verdadera religión está en la Iglesia Católica, y es lo que yo defiendo.
Aún así, y bajo lo que se dice en el Concilio Vaticano II: Dignitatis Humanae: Declaración sobre la Libertad Religiosa, nº 2. Nuevo Código de Derecho Canónico, nº 748,2: «La libertad religiosa consiste en inmunidad de coacción». Es decir, que a nadie se le puede imponer por la fuerza la práctica de una religión, ni tampoco impedírsela, ni en público ni en privado.
«El derecho a la libertad religiosa no es ni la permisión moral de adherirse al error, ni un supuesto derecho al error; sino un derecho natural de la persona humana a la inmunidad de coacción exterior en materia religiosa» (Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.108).
Afirmar que el catolicismo romano es "La Gran Ramera" no tiene base más que en aquellos que desconocen la verdad, ya sea por ignorancia o ya sea (peor aún) por malicia proviniente del maligno.
Que el Señor nuestro Dios le bendiga a usted y a los suyos.