Ciertamente, el bautismo de Juan era un bautismo de arrepentimiento, y todos los que reconocían la justicia de Dios eran bautizados en el bautismo de Juan, pero hubo aquellos que rechazaron los propósitos de Dios al no ser bautizados por Juan.
Lucas 7
29 Cuando todo el pueblo y los recaudadores de impuestos le oyeron, reconocieron la justicia de Dios, siendo bautizados con el bautismo de Juan. 30 Pero los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan.
En cambio, ya arrepentidos, el bautismo en Cristo es para el perdón de los pecados. Sin arrepentimiento no puede haber bautismo, sin bautismo no puede haber el perdón de los pecados, sin perdón de los pecados no puede haber el don del Espíritu Santo.
Hechos 2
38 Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.
El patrón bíblico es:
Predicación + arrepentimiento + bautismo en Cristo + perdón de los pecados + el don del Espíritu Santo = salvación.