Gn 1:26 Entonces dijo Dios:
Hagamos al hombre, a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;
27
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó
Has usado es par de versículos para concluir en lo que sigue:
Si hemos leído con atención, nos habremos dado cuenta de que, Dios, sí tiene una imagen de sí mismo que podemos contemplar. ¿Cuál? ¡Nosotros mismos! Dios nos creó a su imagen, a imagen de Dios nos creó.
Difiero.
Y si algo no entiende de lo que iré exponiendo, me pregunta en concreto antes de crearse una idea errada.
Su planteamiento sobre la imagen de Dios es el hombre, de acuerdo a Génesis 1:26-27).
Mi planteamiento es Juan 4:24
Aunque ambos son planteamientos bíblicos, tengo razones de peso, para entender que cuando Dios cita Génesis 1:26-27 no lo hace en el sentido de que pensemos en la parte física, de la forma, es decir, que Dios tiene forma de hombre.
Porque esta misma forma de hombre es una enseñanza del mormonismo, leemos:
LIBRO DOCTRINAS Y C0NVENIOS
Puntos de instrucción dados por José Smith el Profeta en Ramus, Illinois, el 2 de abril de 1843.
22–23, El Padre y el Hijo tienen, respectivamente, un cuerpo de carne y huesos.
¿En qué sentido entonces cita el Señor Génesis 1:26-27?
EN EL SENTIDO ESPIRITUAL
Colocó dentro del cuerpo del hombre, alma y espíritu.
Y su capacidad creadora, lo hace semejante a Dios.
En relación con el segundo Adán, cuando afirma:
Jua 10:30 Yo y el Padre uno somos.
No es que el Padre tenga un cuerpo tangible como el del Hijo, hecho de carne y de huesos, como enseña el mormonismo.
Si no que para los propósitos Redentores, el Hijo se hizo carne, porque eternamente ha sido Hijo, y para llevar a cabo la Obra de la Redención debía humanarse por las siguientes razones:
1. La sangre fue dada por Dios para la expiación del pecado, leemos:
Lev 17:11 Porque la vida de la carne
en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
1Pe 1:18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
1Pe 1:19
sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
1Pe 1:20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,
2. Para su Sacerdocio debía ser semejante a nosotros, pero sin pecado, leemos:
Heb 5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.
Heb 5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció, aprendió la obediencia;
Heb 5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
Heb 5:10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
3. Para vencer al diablo:
Heb 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
Heb 2:15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
Bueno, este es mi planteamiento, si le halla objeciones, seguimos investigando.
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