El uno viene a traernos su judaísmo y pretende que la Iglesia esté bajo la ley.
El otro quiere que aceptemos que su santa madre iglesia, no es del diablo, sino la única fuente de la verdad y que, por lo tanto, es un camino al cielo.
En ambos no hay Espíritu.
El otro quiere que aceptemos que su santa madre iglesia, no es del diablo, sino la única fuente de la verdad y que, por lo tanto, es un camino al cielo.
En ambos no hay Espíritu.