Trapitos al sol y ex-sacerdote sin arrepentimiento
El negocio del ex vicario episcopal de Sevilla que confesó su homosexualidad
Por Redaccioninfovaticana | 24 mayo, 2022
Jesús Donaire fue ordenado sacerdote en 2003 en la catedral de Sevilla. En 2007 fue nombrado vicario episcopal de la zona norte de Sevilla hasta julio de 2010, fecha en la que fue enviado al Pontificio Instituto de Espiritualidad
Teresianum de Roma, a cursar estudios de licenciatura y doctorado en teología. Es también autor de una tesis doctoral sobre el Beato y Cardenal Marcelo Spínola.
A su vuelta a Sevilla fue nombrado párroco del Santísimo Corpus Christi de Sevilla y profesor de la Facultad de Teología y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Sevilla.
En febrero de 2020, tras manifestar su homosexualidad al arzobispo de Sevilla, fue apartado de sus tareas. En la actualidad, afirma dedicarse «al acompañamiento personal y grupal LGBTIQ+, así como a la publicación y reflexión teológica sobre diversidad sexual e identidad de género».
La semana pasada,
nos contaba Diego Lanzas que se ha convertido en escritor habitual para Religión Digital sobre estos temas. Donaire tiene también una página web propia desde donde hace promoción de su testimonio… y algo más. El ex sacerdote afirma que «deseo acompañar a quien tenga dificultades para aceptar su orientación no heterosexual. Tenderle la mano y compartir mi experiencia. Ayudar a quien sufre el tormento del estigma social de la heteronormatividad y el patriarcado. Si hay alguien que conoce sus reglas y la fuerza de su poder, soy yo. Sé lo duro que es sentirse incomprendido y rechazado, lo que uno siente cuando es excluido y segregado».
«Acompañamiento y reflexión teológica LGBTIQ+»
El ex vicario episcopal asegura que su deseo «no es generar odio contra la Iglesia Católica» pero sostiene que «la Iglesia Católica teoriza, habla y enseña a vivir la sexualidad de manera inhumana y represiva, intentando convencer a las personas que quieren vivir la fe conforme a la verdad del evangelio, que los valores que ella impone son imprescindibles».
Su presentación concluye pidiendo trabajo. «Me encantaría trabajar en alguna institución, asociación o empresa que promueva estos valores, en la que desarrollarme profesionalmente y poder tener un ingreso económico con el que sustentarme. Estoy abierto a todas las propuestas que se me ofrezcan».
Mientras espera esa oferta laboral que le encaje en su nueva situación, parece haberse lanzado por su cuenta a generar ingresos. En su página web ofrece «acompañamiento y reflexión teológica LGBTIQ+». Para solicitar una sesión de acompañamiento ofrece un formulario para poder contactarle. Como todo en la vida, tiene un precio. Donaire ofrece sus sesiones de acompañamiento a 35 euros. El «pack» 5+1 gratis sale 160 euros y si necesitas más de 10 sesiones con Donaire las puedes conseguir por 315 euros.
Testimonio de sus ex feligreses
Tras la sonora «salida del armario» de Jesús Donaire, quien lo ha propagado a los cuatro vientos, sus antiguos feligreses de la parroquia del Corpus Christi de Sevilla no dan crédito.
Uno de ellos habla de Donaire como «un sacerdote muy digno que hizo mucho por la parroquia». Este feligrés afirma que fue Donaire quien «la rescató y la puso «de moda» con la misa de las 8 de la tarde los domingos y se llenaba de gente joven, de un nivel medio alto que competía con la «famosa» misa de 9 de la noche de los Remedios».
Además, durante su estancia en esta parroquia a su vuelta de Roma, «rescató la procesión del Corpus que desde el postconcilio había dejado de salir de la misma parroquia que tiene por titular. Puso en marcha la Adoración Eucarística de los jueves, los jueves eucarísticos, donde se llenaba el enorme templo con adoración y dos sacerdotes confesando».
Sobre su forma de celebrar, afirma que «sus homilías y la forma de decir Misa eran casi perfectas, seguía todo lo contemplado en el misal, sin aditivos y personalismos y celebraba muy dignamente». El recuerdo generalizado que se tiene de él en la parroquia sevillana es la de «un excelente sacerdote, que ha dejado a tantos feligreses totalmente en shock».
Como no podía ser de otra manera, «en la parroquia es un tema «tabú», no se habla nada de él y si a algún sacerdote se le saca el tema, salen por la tangente y solo piden rezar por él.