NO TE ALEJES DE LAS REUNIONES DONDE EL SEÑOR GARANTIZA SU PRESENCIA
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, ALLÍ ESTOY YO EN MEDIO DE ELLOS.
¿Puede un redimido por la sangre de Cristo entrar a un templo católico?
ALERTA A ESTA ADVERTENCIA
Un creyente en Cristo nada tiene que hacer dentro de un lugar donde se adoran otros dioses.
Tales lugares son, esencialmente, lugares de adoración idolátrica y, “… si alguno te ve a ti… sentado… en un lugar de ídolos…”, dice el apóstol que la conciencia del hermano débil se afectará y él mismo será inducido a hacer lo malo.
También, el apóstol Pablo pregunta: “¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente” y, allí mismo, el mandamiento no es entrar, sino “salid de en medio de ellos, y apartaos… Y no toquéis lo inmundo” (2 Cor. 6:16-17).
Sin duda, un creyente puede contaminarse en un lugar de idolatría, pues allí campea el demonismo (1 Cor. 10:19,20) y allí está Satanás disfrazado de ángel de luz por medio de los ministros religiosos de un culto falso. Así que “… limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor del Señor."
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, ALLÍ ESTOY YO EN MEDIO DE ELLOS.
¿Puede un redimido por la sangre de Cristo entrar a un templo católico?
ALERTA A ESTA ADVERTENCIA
Un creyente en Cristo nada tiene que hacer dentro de un lugar donde se adoran otros dioses.
Tales lugares son, esencialmente, lugares de adoración idolátrica y, “… si alguno te ve a ti… sentado… en un lugar de ídolos…”, dice el apóstol que la conciencia del hermano débil se afectará y él mismo será inducido a hacer lo malo.
También, el apóstol Pablo pregunta: “¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente” y, allí mismo, el mandamiento no es entrar, sino “salid de en medio de ellos, y apartaos… Y no toquéis lo inmundo” (2 Cor. 6:16-17).
Sin duda, un creyente puede contaminarse en un lugar de idolatría, pues allí campea el demonismo (1 Cor. 10:19,20) y allí está Satanás disfrazado de ángel de luz por medio de los ministros religiosos de un culto falso. Así que “… limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor del Señor."