MEDITACIONES DE NATANAEL
“COSAS QUE HACEN FALTA”
Vamos a comenzar leyendo, hermanos, en el libro de Nehemías capítulo 3, todo el capítulo.
Neh 3:1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.
Algo está faltando aquí, uno lee este versículo y le parece que todo está bien, pero algo está faltando.
Y este faltante solo se nota cuando comparamos las otras puertas, por ejemplo:
Neh 3:3 Y los hijos de Sená edificaron la puerta del Pescado: Ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos.
Neh 3:6 Y la puerta vieja restauraron Joyadá hijo de Paseaj, y Mesulán hijo de Besodías: Ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos.
Neh 3:13 La puerta del Valle la restauró Janún con los moradores de Zanoa: Ellos la reedifícaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos, y mil codos en el muro hasta la puerta del Muladar.
Neh 3:14 Y reedificó la puerta del Muladar, Malquías hijo de Recab, príncipe de la provincia de Bet Haqueren: El la reedificó, y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos.
Yo quiero hablar de algunas cosas que están faltando aquí y que podrían ser muy importantes.
Es la única puerta donde no se habla de las cerraduras y los cerrojos… ¿Qué pasó? Leemos más adelante:
Neh 13:4 Y antes de esto el sacerdote Eliasib, siendo jefe de la cámara de la casa de nuestro Dios, había emparentado con Tobías,
Neh 13:5 y le había hecho una gran cámara, en la cual guardaban antes las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del grano, del vino y del aceite, que estaba mandado dar a los levitas, a los cantores y a los porteros, y la ofrenda de los sacerdotes.
Aquí nos damos cuenta que Eliasib, como sumo sacerdote, premeditó no ponerle cerraduras y cerrojos a la puerta de las Ovejas, para facilitarle la entrada a Tobías, un enemigo declarado del pueblo de Dios, quién intentó siempre detener la reconstrucción del muro de Jerusalén (Neh_2:10, Neh_2:19; Neh_4:3; Neh_6:10-12, Neh_6:17, Neh_6:19) pero amigo suyo, y no solamente amigo, sino también, ya era familia, pues sus hijos se habían casado, violando este santo mandamiento, respecto hacer alianza familiar con las naciones paganas:
Deu 7:3 Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
Deu 7:4 Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.
Desde luego, tenemos aquí una impía alianza entre Eliasib el sumo sacerdote, (de nombre solamente) y Tobías el amonita; esta alianza, como suele suceder, lleva a los que debiesen ser los supervisores de la casa de Dios, a componendas con los religiosos mundanos que lo único que hacen es deshonrar a Dios.
No es extraño, entonces, contemplar en este foro Cristiano, a los “Eliasib” quienes no dudarían, al tener al argentino Bergoglio delante de ellos, primeramente, hacerle la venia, el doblar sus rodillas delante de “su santidad”, viene luego, “el beso al anillo”, y luego el consecuente abrazo, como si este engañador fuese un pequeño dios.
Todo bajo un clima de sano “ecumenismo”.
Porque así se comportan estos foristas con el espíritu de Eliasib.
Por otro lado, hay hombres religiosos con el espíritu de Tobías que son lo suficientemente malvados para aprovechar toda la comodidad que puedan en la casa de Dios, mientras que en sus corazones niegan a Dios y escarnecen a sus siervos.
La carne se encuentra en una sorprendente analogía con Tobías.
Es esa naturaleza malvada en los hombres lo que los hace "amantes de sí mismos" y enemigos de Dios, porque "la mente carnal es enemistad contra Dios" (Rom. 8:1-11).
¡Qué ironía!!
Eliasib, que debería haber defendido a Dios hasta la muerte contra la entrada del amonita, se alió con Tobías el enemigo, y le permitió llenar la gran cámara con sus cosas de su casa pagana, y la comida y el incienso y el vino, el aceite y el maíz para el servicio de la casa de Dios, dejaron de fluir hacia la Casa de Dios, para sustentar la barriga de Tobías y toda su casa, dentro del mismo Templo del Señor, amparado por el malvado Eliasib.
Así que, si a "la carne" se le permite abarrotar y controlar tu mente, no habrá lugar en ella para las cosas que son verdaderas y honestas y justas y puras y hermosas y de buena reputación, y el Dios de paz no estará contigo (Fil. 4: 8-9).
Y Su alabanza y Servicio al Señor, cesarán en tu vida. Leemos:
Rom 8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
El actuar de Nehemías, en cierto sentido, tiene relación con la obra del Espíritu Santo que toma de lo de Cristo y nos lo hace saber.
A él le dolió muchísimo el comportamiento de los que estaban haciendo este par de sinvergüenzas en el Templo de Jerusalén
Neh 13:6 Mas a todo esto, yo no estaba en Jerusalén, porque en el año treinta y dos de Artajerjes rey de Babilonia fui al rey; y al cabo de algunos días pedí permiso al rey
Neh 13:7 para volver a Jerusalén; y entonces supe del mal que había hecho Eliasib por consideración a Tobías, haciendo para él una cámara en los atrios de la casa de Dios.
Neh 13:8 Y ME DOLIÓ EN GRAN MANERA; y arrojé todos los muebles de la casa de Tobías fuera de la cámara,
Neh 13:9 y dije que limpiasen las cámaras, e hice volver allí los utensilios de la casa de Dios, las ofrendas y el incienso.
Neh 13:10 Encontré asimismo que las porciones para los levitas no les habían sido dadas, y que los levitas y cantores que hacían el servicio habían huido cada uno a su heredad.
Neh 13:11 Entonces reprendí a los oficiales, y dije: ¿Por qué está la casa de Dios abandonada? Y los reuní y los puse en sus puestos.
La obra de Nehemías es semejante a la obra del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo se contrista, y está muy afligido cuando tu mente está controlada por las cosas de la carne y Él trabaja para restaurarte el gozo de la salvación de Dios.
Si encuentras que la carne es demasiado fuerte para ti, recuerda que:
Rom_8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
Y si el Espíritu de Dios está en nosotros, “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.”
De manera que el no colocarle las cerraduras y sus cerrojos a la puerta de las Ovejas, por parte de Eliasib, tenían unos propósitos que fueron después revelados por la misma Palabra de Dios, y para nuestra enseñanza se escribieron.
Tengo otro ejemplo de las cosas que hacen falta, en el creyente, leemos:
2Sa 11:1 Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén.
2Sa 11:2 Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.
Y ustedes conocen lo que viene después.
David debe estar en la batalla, pero está en la casa, sus manos están vacías, un día David tomó la honda y tumbó al gigante y lo mató con su espada, y después de eso David es el hombre de la espada, el hombre que está conquistando y derrotando a los enemigos de Israel, y el hombre de la espada, está en su cama, está perezoso y sus manos están vacías.
Hermanos, el diablo va a encontrar algo para llenar aquellas manos vacías.
Sí usted no está haciendo nada para el Señor, el diablo le va a dar algo para hacer.
Pero sí usted está ocupado en los intereses del Señor, como Nehemías, no puede ser cómplice de lo que ha hecho el sumo sacerdote Eliasib con el amonita Tobías, porque está ocupado en las cosas del Señor.
Pero sí no estoy haciendo nada, el diablo le dice:
“Yo tengo una cosita para ti, tú ya viste quién es tu vecinita, y por eso no saliste a la guerra, pero siga acostadito, duerma bastante, y después, levántese al atardecer, y le voy a dar esa cosita”
Y el diablo le mostró algo a David cuando subió al terrado:
“Mira, verdad que es hermosa”.
Casi lloramos.
¡QUE PASÓ DAVID!!
¡TU ERES UN HOMBRE DE GUERRA Y CAÍSTE!!
Es que las manos de David estaban ociosas, él no debía estar en la casa, él debía haber estado en el campo de batalla, faltaba la espada en la mano de David.
Faltaba el servicio al Señor, puede ser que nuestro corazón esté vacío, y está faltando algo aquí hermanos, será que nuestra mano está vacía, está faltando algo aquí.
¿A quién estamos sirviendo?
¿Al Dios de los Hebreos y Dios nuestro, o a dioses ajenos?