Re: EL CATOLICISMO ROMANO: UN CAMINO HACIA EL INFIERNO.
En el caso de las imágenes, lo relevante no es la imagen per se, sino el fiel, en directa relación con la imagen.
Si la iglesia plantea que toda devoción debe concluir en una adoración a Dios, lleva implícita la posibilidad o la advertencia de que no siempre es así; a veces puede derivar en una idolatría.
Algo que el fiel en su ignorancia no puede discernir.
El fiel se deja llevar por el ejemplo que ve.
Las acciones realizadas por sacerdotes y personalidades que realizan actos similares a los que el hace, sin saber que lo que un obispo o el mismo Papa realiza al arrodillarse frente a la imagen de la Virgen es una adoración a Dios. (De todas maneras resulta incomprensible para cualquiera, incluyéndome, que el arrodillarse frente a la imagen de la virgen sea una adoración a Dios, pero en fin, es lo que la Iglesia Católica plantea)
La cuestión iconoclasta e iconódulos se inició, al defender estos últimos la legitimidad de interpretar la historia de la fe en imágenes que pudieran acercar a los fieles analfabetos a Dios.
Este punto es algo comprensible y lógico para cualquiera; sin embargo detrás de esta aparente pedagogía de las imágenes, se esconde el peligro de la idolatría.
De una escena de la historia de la fe se extrae un solo elemento y se construye una imagen de este y comienza a realizársele un culto de adoración; claramente ya no es una pedagogía de las imágenes.
Otro argumento que puede mencionarse es lo que se desprende de los relatos sobre las acciones de los reyes de Israel, por ejemplo:
Reinado de Jorán en Judá (848-841)
Siguió el camino de los reyes de israél, como había hecho la casa de Ajab, porque se había casado con una mujer de la casa de Ajab, e hizo mal a los ojos de Yahvé (R 8, 18)
Reinado de Ocozías (841)
Siguió el camino de la casa de Ajab e hizo mal a los ojos de Yahvé (R 8, 27)
Reinado de Jehú (841-814)
Yahvé dijo a Jehú: por haber actuado bien y por haber hecho lo recto a mis ojos, tus descendientes ocuparán el trono de Israel hasta la cuarta generación (R 10, 30)
Reinado de Joás (835-796)
A lo largo de su vida, Joás hizo lo recto a los ojos de Yahvé (R 12, 3)
Reinado de Joacaz (814-798)
Hizo lo malo a los ojos de Yahvé y siguió los pecados de Joroboán (R 13, 2)
Y así hasta el reinado de Jeconías (598) (R 24, 9) entre los cuales transcurrieron alrededor de 250 años, durante los cuales unos reyes hacían lo correcto y otros hacían lo malo a los ojos de Dios.
¿En qué consistía lo malo a los ojos de Dios?
Realizar cultos y sacrificios en lugares altos (Altozanos) y frente a todo árbol frondoso.
Por un lado realizaban culto a Dios y al mismo tiempo rendían culto a ídolos a través de imágenes y rituales.
De esta misma forma se comportaban algunos que decían ser católicos, en la época bizantina (y puede verse hasta el día de hoy).
Por este comportamiento es que aquellos llamados iconoclastas se oponían al culto de las imágenes.
Otro argumento en contra del culto de las imágenes que tenía una parte del clero católico era el texto del libro de Sabiduría (14, 12-21) Libro deuterocanónico (apócrifo) incluido solo por los Católicos en el cannon de la Biblia
Origen del culto de los ídolos
12 La invención de los ídolos es el origen de la fornicación,
y su descubrimiento, la corrupción de la vida.
13 Ellos no existían al principio ni existirán para siempre,
14 sino que entraron en el mundo por la superstición humana:
por eso les está reservado un rápido fin.
15 Un padre, afligido por un duelo prematuro,
encarga una imagen de su hijo tan pronto arrebatado,
y al que antes no era más que un cadáver, ahora lo honra como a un dios
y transmite a los suyos misterios y ritos.
16 Luego, con el tiempo, esta impía costumbre es observada como ley.
17 Asimismo, por orden de los soberanos,
se rendía culto a las estatuas:
como no se los podía honrar en persona, a causa de la distancia,
reprodujeron esa figura lejana,
fabricando una imagen visible del rey que veneraban;
así se adulaba con fervor al ausente como si estuviera presente.
18 La ambición del artista contribuyó a extender este culto,
atrayendo incluso a los que ni siquiera conocían al rey,
19 porque aquel, deseoso sin duda de complacer al soberano,
empleó todo su arte para hacerlo más hermoso de lo que era;
20 y la gente, seducida por el encanto de la obra, convirtió en objeto de adoración
al que poco antes honraba como a un hombre.
21 Y esto resultó una asechanza para los vivientes,
ya que los hombres, víctimas del infortunio o de la tiranía,
atribuyeron a piedras y maderas el Nombre incomunicable.
A pesar de estos argumentos en contra de las imágenes;
(argumentos que hoy deberían reconsiderarse y reestudiarse)
se celebró
El II concilio de Nicea el año 787
En el cual no solo se negaron estos argumentos, sino que fueron sancionados todos los iconoclastas y aquellos que no aceptaban los acuerdos del concilio, fueron separados de la Iglesia y destituidos de sus cargos (excomulgados) triunfaron los partidarios del culto de las imágenes.
A modo de anécdota se puede decir que La devoción Mariana se inició en los albores del siglo XIII.
Muy posterior al concilio de Nicea.
La primera aparición de la Virgen se sustenta en una leyenda que recién se hace conocida el año 1297, la que relata que la Virgen se aparece al apóstol Santiago el Mayor en Caesarugusta alrededor del año 40, en Zaragoza, España, a donde la Virgen habría viajado y como testimonio de su visita habría dejado un pilar de Jaspe. Por lo cual se le denomina “La Virgen del Pilar”.
Algunos católicos, en los que me incluyo, quedamos detenidos en el tiempo antes de este concilio y si viviera en esa época sería un iconoclasta.
No había otra iglesia cristiana desde el comienzo de la predicación de los apóstoles hasta este concilio, y acá se produce un quiebre espiritual en aras de la unidad de grupos humanos en torno a una sola organización, la del magisterio de la Iglesia.
Las circunstancias en las que se gestó este concilio.
Las personas que participaron.
Quienes lo convocaron.
Y por último las resoluciones que se tomaron me hacen tomar partido entre las dos opciones que se enfrentaron.
Mas aún teniendo en cuenta que la época de los “Padres de la Iglesia” comienza a terminarse por los años 735 al 754, antes del II concilio de Nicea. ¿Cómo habrían actuado ellos? .
Hasta que vino el último concilio, el Vaticano II, (1962-1965) que dio nuevas luces sobre el camino de la Iglesia Católica. El que tratamos de iniciar en estos tiempos.
