“Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro la enfermedad es casi incurable”
El diablo se equivoca cuando confunde la sincera fidelidad a Cristo con fanatismo.
2Co 11:3 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.
2Co 11:4
Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;
"PREDICANDO OTRO JESÚS"
El Jesús del forista Alissa es Bahá'u'lláh.
El Jesús de los católicos romanistas, es múltiple, entre ellos:
"La reina del cielo"
Examinemos primero la historia de la religión para ver como Satanás ha falsificado el escenario de la Virgen Madre y el Divino Niño casi 1,000 años antes de que El Espíritu Santo encarnara a Jesús en el vientre de María!
No es de sorprenderse de ver como Satanás ha falsificado agresivamente el concepto de la reina del cielo y el niño en sus brazos, ya que Dios lo revelo muy claramente en el Jardín del Edén.
Y Jehová Dios dijo a la serpiente...“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Génesis 3:15
Este "Jesús" en forma de mujer con un bebé en sus brazos, ha sido adorado bajo otros nombres, en distintos paises.
Los babilonios, en su religión popular, rendían culto supremo a una diosa Madre y a un Hijo, que estaban representados en cuadros y en imágenes como un niño o hijo en los brazos de la madre
En Egipto, la Madre y el Niño eran adorados bajo los nombres de Isis y Osiris.
En la India, aún hoy día, se les adora como Isi e Iswara.
En Asia, como Cibeles y Deöius
En la Italia papal, como lo admiten por lo general los viajeros, toda apariencia de culto al Rey eterno e invisible está casi extinguida, en tanto que la Madre y el Hijo son los grandes objetos de culto.
Y aquí en este foro, sus adoradores católicos, se rasgan las vestiduras, cuando se les habla que Dios no tiene madre, que María es bienaventurada por haber aportado el vientre, porque lo que en ella fue engendrado, todo, absolutamente todo, es Obra del Espíritu Santo, sin concurso de la descendencia del primer Adán caído.
Entonces, este fanatismo religioso, que corrompe el cerebro de los traidores al Cristo de las Escrituras, como la frase que trae Jorge Enrique, se vuelve en contra de él mismo y de los demás adoradores de "otro Jesús".
“Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro la enfermedad es casi incurable”
Pensar que un redimido por la sangre de Cristo, es un fanático religioso, expresión copiada por un adorador de "otro Jesús", en forma de mujer, con un niño en brazos, es prácticamente un pataleo ridículo, de alguien ahogado en el mar de la idolatría de su religión llena de dioses ajenos.
Un religioso fanático es aquel cuyo entendimiento ha sido secuestrado por el magisterio de su sistema religioso, que le impide ver la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.