Silencioso terremoto en el gobierno de la Iglesia: el Vaticano calla sobre la salida de un poderoso cardenal
Es el africano Peter Turkson, al frente de un “superministerio” que abarca desde clima, covid y derechos humanos. ¿Qué pasó?
El cardenal africano Peter Turkson. Foto: Víctor Sokolowicz
Actualizado al 20/12/2021 10:1
Un sordo terremoto sacude silenciosamente al Vaticano, que calla. El viernes pasado, día del
85 cumpleaños del Papa se advirtieron los primeros temblores que anunciaban que había decidido renunciar el cardenal africano
Peter Turkson, prefecto del “superministerio” llamado Servicio del Desarrollo Integral, que que agrupa a los dicasterios sociales.
El sábado el purpurado se reunió con sus colaboradores y trascendió que les explicó que
se iba sin dar muchos detalles. Su fecha de salida sería el viernes 31.
Había
“murmurationes” de desinteligencias en el manejo de la Prefectura social, clave de las reformas de la Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia. Pero no se creía que los problemas eran tan graves para justificar que el Papa se quede sin
uno de sus principales colaboradores.
Si se confirma oficialmente la dimisión del cardenal Turkson, Africa
no tendrá ningún representante más entre los “ministros” del gobierno.
Entre las versiones está también el nombre de un eventual sucesor, el cardenal italiano Francesco Montenegro, ex arzobispo de Agrigento, Sicilia.
Resta saber algo importante: de quién fue la iniciativa. Si el cardenal pidió al Papa el relevo o si fue
Jorge Bergoglio el que tomó la iniciativa de renovar la conducción de un área clave como es el Servicio de Desarrollo Humano Integral.
Cardenal Peter Turkson. Foto: María Eugenia Cerutti
Con la reforma de la Curia que todavía no termina de anunciarse, este es el más clave, porque en
una maniobra paquidérmica se agrupan ”todas las competencias que abarcan la encarnación social de la fe católica”.
Son cuatro pontificios consejos: Migrantes, Cor Unum, Justicia y Paz, Operadores Sanitarios. De la crisis ecológica a la globalización, de la lucha contra la
pandemia de Covid_19 a las obras de caridad, de la justicia social a la defensa de los derechos humanos.
Y más.
Es tan grande el elefante social institucionalizado que dentro hay otro cardenal, el canadiense Michael Czerni,
muy escuchado por Francisco, que pilotea el área de los migrantes y refugiados.
No se sabe aún con certeza si ha habido
desinteligencias entre los dos purpurados.
El cardenal Turkson está por arriba del canadiense Czerni. También preside la comisión de las vacunaciones contra el Covid-19.
Al frente de esa comisión
había sido nombrado por el Papa en abril de 2020 el
monseñor argentino Augusto Zampini, venido de la diócesis de San Isidro, a la que regresó a fines de agosto tras
renunciar al cargo.
Padre Augusto Zampini el sacerdote argentino que Francisco puso al frente de la task-force del Vaticano contra Coronavirus. Foto: archivo Clarín
La dimisión de Zampini no podía sino confirmar
la serie de temblores que prepararon el actual terremoto del que oficialmente no se habla.
Otro caso fue el del secretario de la Prefectura, el francés Bruno Duffé.
También renunció y no hubo explicaciones.
“¡Otra que Hermanos Todos!”, ironizó la vaticanista del diario romano “Il Messaggero”, Franca Giansoldati, aludiendo a la encíclica de Francisco que lleva ese nombre.
Algunos vaticanistas se mantienen en silencio, lo que hace pensar que el Papa podría
descolgarse con una desmentida espectacular de su voluntad de quitar al cardenal Turkson.
El cardenal es uno de los hombres claves de la reforma de la Curia Romana, una de las más importantes banderas que hizo flamear Bergoglio ante los cardenales que lo votaron en el Cónclave, eligiéndolo el 13 de marzo de 2013 como 266° Papa de la Iglesia.
Otro antecedente de esta extraña crisis no confirmada fue la decisión del Papa de enviar el año pasado una
“visitación”, o inspección camuflada, del cardenal arzobispo de Chicago, Blaie Copich, al frente de un grupo de cinco inquisidores que interrogaron a los 70 miembros del ministerio social del Vaticano.
Evidente que los problemas eran serios y al parecer se referían al
ritmo lento y de escasa eficacia con que funcionaba el superdicasterio.
“El clima es pesado”, refirieron entonces varias fuentes internas.
El 8 de este mes, como es tradición, el Papa rezó a las seis de la mañana frente a la alta columna con la escultura de la Virgen María, en la plaza España de Roma. Por la agudización de la pandemia de Covid_19 fue suspendido el acto que congrega a miles de fieles. El Papa fue después a rezar ante imagen icónica de la virgen en la Basílica pontifica a ella dedicada.
También decidió intervenir la conducción de la Basílica, cuyo arcipreste es desde 2016 el cardenal polaco Stanilaw Rylko. Causa:
la gestión de las cuentas. La Basílica pontificia tiene un inmenso patrimonio acumulado durante siglos. La decisión de Francisco es otro embarazo para la Iglesia.
Vaticano, corresponsal
ap