EL PURGATORIO CATÓLICO
Bien, tal invento es propio del magisterio de ese sistema religioso que socava la perfección de la Obra de la Redención efectuada por Cristo en el Altar de la Cruz.
Sabemos que la muerte es el abandono del cuerpo, de la persona que lo ocupaba en vida, esto lo aprendemos aquí:
2Pe_1:14 sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.
El cuerpo queda vacío de la persona y es sepultado hasta la resurrección, que contemplamos en el arrebatamiento de la Iglesia, donde el Señor viene acompañado con las almas que van a recibir un cuerpo glorificado, leemos:
1Ts 4:14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
Entonces los muertos en Cristo, resucitan primero, y los que no son de Cristo, resucitan para ser juzgados, al final de los tiempos, en el Gran Trono Blanco.
En el arrebatamiento, los muertos en Cristo y nosotros, los que estemos viviendo, recibiremos un cuerpo nuevo, semejante al que el Señor tiene ahora (Fil.3:20-21).
Pero cuando el magisterio católico enseña el "Purgatorio", solapadamente están enseñando que hay una segunda oportunidad de salvación, después que el alma abandona el cuerpo, y que allí, para estos oficios religiosos, mediante el pago de misas de intercesión, se requiere la intervención de la reina del cielo, la cual, según ellos, es co-redentora.
Y mediante suplicas a su "hijo" Jesús, logra extraer, de este lugar purificador, el alma de aquel cuyas misas han sido pagadas previamente, la honra no la recibe el hijo de María, sino ella, como mediadora, pero la plata o el dinero, o la concesión de bienes por el alma del difunto, la recibe la parroquia y hay un porcentaje para el cura que oficia las misas de intercesión por el alma del difunto.
Nos sabemos que vehículo usa María para el traslado de un lugar a otro, del alma del difunto, probablemente sean ángeles, pero no creo que los ángeles del Señor se presten para este traslado, por lo que deducimos que se trata de ángeles caídos, en cuyo caso el traslado no es al cielo, porque allí serían rechazados, probablemente sean esta almas llevadas a otro lugar en el espacio, que no es la Casa del Padre.
EL PURGATORIO ES PURO INVENTO DEL MAGISTERIO, TAL LUGAR NO EXISTE.
La evidencia que tengo, de que el purgatorio y su purificación de las almas, son puras mentiras, se encuentra en este pasaje, leemos:
1Jn 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
1Jn 3:3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
Nuestra esperanza es la de ser como Cristo. Porque la expresión que hallamos relacionada con este propósito está en el versículo 2, leemos:
"seremos semejantes a él"
Pero solo cuando el Señor se manifieste, tendremos un cuerpo semejante al suyo, entre tanto la purificación de nosotros, espiritualmente hablando, de ser Santo, como Cristo, ocurre aquí en la tierra, quizás no en la perfección al existir aún la vieja naturaleza coexistiendo con la nueva. Y amabas se repelen entre sí.
Pero el pensamiento que debe imperar es este: "Si amo su venida, debo andar como el Señor anduvo"
Tengo que purificarme y Cristo es la medida de ello.
Alguien ha dicho que es igual al hombre que tiene la luz resplandeciente de una lampara al final de un largo corredor y avanza hacia ella, está claro, entonces, que mientras más se acerque, mayor luz va a recibir, así es con la gloria que nos ha sido dada, no la alcanzamos hasta que hallamos llegado a ella, pero consigo más y más entre más me acerco a Cristo.
Ser como Cristo implica la purificación nuestra en la práctica de nuestra vida diaria.
Después que abandonemos el cuerpo, hablar de purificación, solo es propio de sistemas engañadores que usan la piedad como fuente de ganancia deshonesta, pues tal purificación está cimentada en un lugar ficticio llamado "Purgatorio", pero los bienes o la plata que reciben por las misas, no son ficticias, es dinero real.
Queda entonces refutada la idea de purificar el alma en un supuesto Purgatorio, el mandamiento es claro y no se presta para liviandades, leemos:
1Pe_1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Y este pasaje es sumamente contundente, leemos:
Heb_12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Y este mandamiento solo es efectivo mientras estemos en el cuerpo.
Bien, tal invento es propio del magisterio de ese sistema religioso que socava la perfección de la Obra de la Redención efectuada por Cristo en el Altar de la Cruz.
Sabemos que la muerte es el abandono del cuerpo, de la persona que lo ocupaba en vida, esto lo aprendemos aquí:
2Pe_1:14 sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.
El cuerpo queda vacío de la persona y es sepultado hasta la resurrección, que contemplamos en el arrebatamiento de la Iglesia, donde el Señor viene acompañado con las almas que van a recibir un cuerpo glorificado, leemos:
1Ts 4:14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
Entonces los muertos en Cristo, resucitan primero, y los que no son de Cristo, resucitan para ser juzgados, al final de los tiempos, en el Gran Trono Blanco.
En el arrebatamiento, los muertos en Cristo y nosotros, los que estemos viviendo, recibiremos un cuerpo nuevo, semejante al que el Señor tiene ahora (Fil.3:20-21).
Pero cuando el magisterio católico enseña el "Purgatorio", solapadamente están enseñando que hay una segunda oportunidad de salvación, después que el alma abandona el cuerpo, y que allí, para estos oficios religiosos, mediante el pago de misas de intercesión, se requiere la intervención de la reina del cielo, la cual, según ellos, es co-redentora.
Y mediante suplicas a su "hijo" Jesús, logra extraer, de este lugar purificador, el alma de aquel cuyas misas han sido pagadas previamente, la honra no la recibe el hijo de María, sino ella, como mediadora, pero la plata o el dinero, o la concesión de bienes por el alma del difunto, la recibe la parroquia y hay un porcentaje para el cura que oficia las misas de intercesión por el alma del difunto.
Nos sabemos que vehículo usa María para el traslado de un lugar a otro, del alma del difunto, probablemente sean ángeles, pero no creo que los ángeles del Señor se presten para este traslado, por lo que deducimos que se trata de ángeles caídos, en cuyo caso el traslado no es al cielo, porque allí serían rechazados, probablemente sean esta almas llevadas a otro lugar en el espacio, que no es la Casa del Padre.
EL PURGATORIO ES PURO INVENTO DEL MAGISTERIO, TAL LUGAR NO EXISTE.
La evidencia que tengo, de que el purgatorio y su purificación de las almas, son puras mentiras, se encuentra en este pasaje, leemos:
1Jn 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
1Jn 3:3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
Nuestra esperanza es la de ser como Cristo. Porque la expresión que hallamos relacionada con este propósito está en el versículo 2, leemos:
"seremos semejantes a él"
Pero solo cuando el Señor se manifieste, tendremos un cuerpo semejante al suyo, entre tanto la purificación de nosotros, espiritualmente hablando, de ser Santo, como Cristo, ocurre aquí en la tierra, quizás no en la perfección al existir aún la vieja naturaleza coexistiendo con la nueva. Y amabas se repelen entre sí.
Pero el pensamiento que debe imperar es este: "Si amo su venida, debo andar como el Señor anduvo"
Tengo que purificarme y Cristo es la medida de ello.
Alguien ha dicho que es igual al hombre que tiene la luz resplandeciente de una lampara al final de un largo corredor y avanza hacia ella, está claro, entonces, que mientras más se acerque, mayor luz va a recibir, así es con la gloria que nos ha sido dada, no la alcanzamos hasta que hallamos llegado a ella, pero consigo más y más entre más me acerco a Cristo.
Ser como Cristo implica la purificación nuestra en la práctica de nuestra vida diaria.
Después que abandonemos el cuerpo, hablar de purificación, solo es propio de sistemas engañadores que usan la piedad como fuente de ganancia deshonesta, pues tal purificación está cimentada en un lugar ficticio llamado "Purgatorio", pero los bienes o la plata que reciben por las misas, no son ficticias, es dinero real.
Queda entonces refutada la idea de purificar el alma en un supuesto Purgatorio, el mandamiento es claro y no se presta para liviandades, leemos:
1Pe_1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Y este pasaje es sumamente contundente, leemos:
Heb_12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Y este mandamiento solo es efectivo mientras estemos en el cuerpo.