Lo verdaderamente sorprendente es que ignoras que lo que llamas "eucaristía" es un sacrificio a los demonios.
Que la Escritura te lo demuestre:
Jua 6:53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
Jua 6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Jua 6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
Jua 6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
Jesús estaba usando conceptos físicos, como el comer y el beber, para enseñar una verdad espiritual:
Alimentarse de su Palabra es alimentarse de Cristo, su carne y su sangre son símbolos de haberle recibido a él como Señor y Salvador, el mismo lo confirma, versículos más adelante cuando afirma:
Jua_6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha;
las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
La Cena del Señor, luego de la salida de Judas, es instituida aquí:
Luc 22:19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo:
Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
1Co 11:24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed;
esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
1Co 11:25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis,
en memoria de mí.
La Cena del Señor es un memorial muy solemne, donde el creyente adora al Señor por cuanto el símbolo del Pan lo conduce a aquellas Escrituras que hablan de su sufrimiento físico:
Sal_129:3 Sobre mis espaldas araron los aradores;
Hicieron largos surcos.
Sal_22:16 Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.
Isa_52:14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres,
Y el símbolo de la Copa con su contenido de vino, nos habla de la sangre escogida por Dios mismo para hacer expiación por el pecado, leemos:
Lev 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre está,
y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
La sangre de los sacrificios de animales, solo era figura de un Sacrificio mayor, el Sacrificio del Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
La sangre de los animales solo cubrían el pecado, como cuando un gato cubre sus heces con tierra, por lo tanto:
Los santos del AT fueron confinados en el Hades, porque ellos llegaron allí con todos sus pecados.
Heb 10:4
porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Estando ya presente Cristo, luego de la Obra de la Redención, el entra al Lugar Santísima, no de esta creación, sino al cielo mismo y no con sangre ajena, sino con su propia sangre, habiendo obtenido eterna redención para nosotros. Leemos:
1Jn_1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros,
y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
De manera concluyente, la misa, con su sacrificio de su cristo, cada vez que se practica, es un sacrificio a los demonios.
Al cristo católico, lo matan en cada misa.
¿Cómo lo matan?
Mediante la falsa doctrina de la transubstanciación, donde por medio de una hojuela de harina de trigo en forma de círculo, llamada hostia, enseñan que tanto el cuerpo y la sangre se hallan en la hostia. Porque el vino solo lo toma el cura de turno, entonces el ingenuo católico se traga un hombre entero, y luego lo expulsa en forma de excremento.
EL SACRIFICIO DE LA MISA ES UN SACRIFICIO A LOS DEMONIOS.
No sabías que los católicos llamamos cena del Señor a la Eucaristia.
Este ingenuo católico, adora a Satanás sin saberlo.