EL CATOLICISMO ROMANO: UN CAMINO HACIA EL INFIERNO.
- Autor Hesed1
- Fecha de inicio
Los sacerdotes ofrecían sacrificio por el perdón de los pecados, nadie mejor calificado que ellos en este mundo para perdonar de parte de DIOS.
Tu no cuentas, no estas afiliado a ninguna organización cristiana. ¿sacerdote de que?
¿Que sacrificio ofreces? ¿A quien perdonas los pecados?
Sacerdote no es cualquiera.
En realidad Jesucristo no anuló la Ley de Moisés, porque DIOS no cambia, Jesucristo anuló lo falsamente atribuido a DIOS como mandatos.
Sin embargo para no complicarlo más, está escrito:
Hebreos 7
11 Ahora bien, si la perfección era por medio del sacerdocio levítico, (pues sobre esa base recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad había de que se levantara otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y no designado según el orden de Aarón? 12 Porque cuando se cambia el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de la ley.
Hch 19:17 Llegaron a enterarse de esto todos los habitantes de Éfeso, tanto judíos como griegos. El temor se apoderó de todos ellos y fue glorificado el nombre del Señor Jesús.
Hch 19:18 Muchos de los que habían creído venían a confesar y declarar sus prácticas.
Liturgia pre-sanjustiniana
Después de que nos saque del sepulcro , lea en contexto y sin fabular y que los Apóstoles supieran que fueron elegidos no significa que usted lo sea y recordando que su primera tarea será preparar los juicios en el Milenio.
La ley de Dios no fue abolida, la ley fue cumplida por Jesucristo hombre y los cristianos somos justificados en Cristo y no por la ley.
Nos identifamos con Cristo mediante el bautismo y el nuevo nacimiento y el Padre nos ve como sus hijos, hombres glorificados y co-herederos junto a Cristo Jesús, el hombre que esta a la diestra del Padre.
Los cristianos ya estamos en la luz y los llamamos a ustedes para que vengan a ella y se identifiquen con ella.
El que no cree en el "yo Soy" muere en sus pecados.
Nos identifamos con Cristo mediante el bautismo y el nuevo nacimiento y el Padre nos ve como sus hijos, hombres glorificados y co-herederos junto a Cristo Jesús, el hombre que esta a la diestra del Padre.
Los cristianos ya estamos en la luz y los llamamos a ustedes para que vengan a ella y se identifiquen con ella.
El que no cree en el "yo Soy" muere en sus pecados.
Última edición:
Incluso mas malditos que los idolatras son los que viven bajo la ley, son sinagogas de Satanás.
Galatas 3: 10-25
Los que se aferran a la ley para salvarse están bajo la maldición de Dios. Las Escrituras dicen claramente: «Malditos los que quebrantan cualquiera de las leyes que están escritas en el libro de la ley de Dios». Salta a la vista, pues, que nadie podrá jamás ganar el favor de Dios por obedecer la ley, porque está escrito: «El que halla la vida, la halla sólo porque confía en Dios». La ley, en cambio, no se basa en la fe, ya que dice que para «tener vida hay que obedecer las leyes de Dios». Cristo nos redimió de la maldición de la ley, tomando sobre sí mismo la maldición por amor a nosotros. Porque dicen las Escrituras que es «maldito el que es colgado en un madero». Y así sucedió para que ahora Dios pueda dar también a los gentiles la misma bendición que prometió a Abraham; y para que nosotros podamos recibir la promesa del Espíritu Santo a través de esta fe. Hermanos, les pondré un ejemplo. Cualquier contrato humano si es por escrito y está firmado, tiene que ser cumplido. Nadie puede anularlo ni añadirle nada una vez que se ha firmado. De la misma manera, Dios les hizo promesas a Abraham y a su descendencia. Noten ustedes que no dice que las promesas eran para los descendientes de Abraham, como si fueran muchos; sino que dice «para su descendencia»; pues bien, esa descendencia es Cristo. Lo que quiero decir es lo siguiente: Dios hizo un pacto con Abraham, y ese pacto no fue cancelado ni la promesa quedó anulada por la ley que vino cuatrocientos treinta años más tarde. Si al obedecer esa ley recibiéramos la herencia, entonces ya no sería creyendo en la promesa de Dios. Sin embargo, Dios se la concedió a Abraham gratuitamente cuando Abraham confió en las promesas de Dios. Pero entonces, ¿para qué se nos dio la ley? Después que Dios le dio la promesa a Abraham, Dios añadió la ley a causa de nuestros pecados, pero sólo hasta que viniera la descendencia de Abraham, a la que se la había hecho la promesa. Además, Dios encomendó a los ángeles entregar la ley a Moisés, que fue el intermediario. Pero no se necesita un mediador cuando se trata de una sola persona. Y Dios es uno solo. Luego entonces, ¿es la ley de Dios contraria a las promesas de Dios? ¡Por supuesto que no! Si pudiéramos salvarnos por la ley, Dios no nos habría proporcionado otro medio para escapar de la esclavitud del pecado, como dicen las Escrituras. La única manera de recibir la promesa de Dios es por fe en Jesucristo. Antes de la venida de esta fe, estábamos resguardados por la ley, mantenidos en custodia hasta que la fe se diera a conocer. Así que la ley fue nuestra maestra que nos condujo a Cristo, para que fuésemos justificados por medio de la fe. Pero ya que ha llegado la fe, ya no necesitamos que la ley nos guíe.
Galatas 3: 10-25
Los que se aferran a la ley para salvarse están bajo la maldición de Dios. Las Escrituras dicen claramente: «Malditos los que quebrantan cualquiera de las leyes que están escritas en el libro de la ley de Dios». Salta a la vista, pues, que nadie podrá jamás ganar el favor de Dios por obedecer la ley, porque está escrito: «El que halla la vida, la halla sólo porque confía en Dios». La ley, en cambio, no se basa en la fe, ya que dice que para «tener vida hay que obedecer las leyes de Dios». Cristo nos redimió de la maldición de la ley, tomando sobre sí mismo la maldición por amor a nosotros. Porque dicen las Escrituras que es «maldito el que es colgado en un madero». Y así sucedió para que ahora Dios pueda dar también a los gentiles la misma bendición que prometió a Abraham; y para que nosotros podamos recibir la promesa del Espíritu Santo a través de esta fe. Hermanos, les pondré un ejemplo. Cualquier contrato humano si es por escrito y está firmado, tiene que ser cumplido. Nadie puede anularlo ni añadirle nada una vez que se ha firmado. De la misma manera, Dios les hizo promesas a Abraham y a su descendencia. Noten ustedes que no dice que las promesas eran para los descendientes de Abraham, como si fueran muchos; sino que dice «para su descendencia»; pues bien, esa descendencia es Cristo. Lo que quiero decir es lo siguiente: Dios hizo un pacto con Abraham, y ese pacto no fue cancelado ni la promesa quedó anulada por la ley que vino cuatrocientos treinta años más tarde. Si al obedecer esa ley recibiéramos la herencia, entonces ya no sería creyendo en la promesa de Dios. Sin embargo, Dios se la concedió a Abraham gratuitamente cuando Abraham confió en las promesas de Dios. Pero entonces, ¿para qué se nos dio la ley? Después que Dios le dio la promesa a Abraham, Dios añadió la ley a causa de nuestros pecados, pero sólo hasta que viniera la descendencia de Abraham, a la que se la había hecho la promesa. Además, Dios encomendó a los ángeles entregar la ley a Moisés, que fue el intermediario. Pero no se necesita un mediador cuando se trata de una sola persona. Y Dios es uno solo. Luego entonces, ¿es la ley de Dios contraria a las promesas de Dios? ¡Por supuesto que no! Si pudiéramos salvarnos por la ley, Dios no nos habría proporcionado otro medio para escapar de la esclavitud del pecado, como dicen las Escrituras. La única manera de recibir la promesa de Dios es por fe en Jesucristo. Antes de la venida de esta fe, estábamos resguardados por la ley, mantenidos en custodia hasta que la fe se diera a conocer. Así que la ley fue nuestra maestra que nos condujo a Cristo, para que fuésemos justificados por medio de la fe. Pero ya que ha llegado la fe, ya no necesitamos que la ley nos guíe.
Los testigos, los "yeshuistas" y los falsos trinitarios llamados adventistas no saben que por la fe el hombre vivirá.
Romanos 1:17
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá
Tampoco saben que los cristianos mientra están en el cuerpo están en Cristo mediante la fe pero cuando mueran estarán en la visión y no en la oscuridad o durmiendo como ateos.
2 Corintios 5,6-9
Así pues, siempre llenos de buen ánimo, sabiendo que mientras habitamos en el cuerpo, vivimos lejos del Señor, pues caminamos en la fe y no en la visión... Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso, bien en nuestro cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por agradarle
Ellos en la tierra son instrumentos del diablo para confundir y matar la fe y esperanza. Después de sus muertes, ellos que niegan a Cristo en vida no soportaran la gloria de Dios, la cual nunca han creído y han luchado contra ella y serán echado lejos porque Dios nunca los conoció. Son presas del diablo.
Romanos 1:17
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá
Tampoco saben que los cristianos mientra están en el cuerpo están en Cristo mediante la fe pero cuando mueran estarán en la visión y no en la oscuridad o durmiendo como ateos.
2 Corintios 5,6-9
Así pues, siempre llenos de buen ánimo, sabiendo que mientras habitamos en el cuerpo, vivimos lejos del Señor, pues caminamos en la fe y no en la visión... Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso, bien en nuestro cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por agradarle
Ellos en la tierra son instrumentos del diablo para confundir y matar la fe y esperanza. Después de sus muertes, ellos que niegan a Cristo en vida no soportaran la gloria de Dios, la cual nunca han creído y han luchado contra ella y serán echado lejos porque Dios nunca los conoció. Son presas del diablo.
Porque por la gracia somos salvos, y la gracia es lo que llamamos Cristo y vino en carne en Jesucristo que es un hombre como nosotros salvo en pecado y nos alumbro el camino.
La ley no es un fin en si misma, pero disciplinaba a un pueblo terco y bárbaro como lo fue el pueblo israelita de la edad del bronce y hierro. Hoy en dia, vivir bajo la ley es una blasfemia, es escupirle a Cristo, son peores que los paganos de Nínive o Saba.
La ley no es un fin en si misma, pero disciplinaba a un pueblo terco y bárbaro como lo fue el pueblo israelita de la edad del bronce y hierro. Hoy en dia, vivir bajo la ley es una blasfemia, es escupirle a Cristo, son peores que los paganos de Nínive o Saba.
Ningun hijo del diablo puede afirmar y reconocer que el hijo de Dios es Dios por excelencia.
Todo les a sido refutado ,lacras que no lo reconoscan es otra cosa.
Pues el diablo lo decia como lo dice Bergoglio.
Y sin embargo, salvo no son.
Son infieles y no lo aman.
Convierte a Cristo, te ama.
Que jesucristo nuestro señor me perdone por estas palabras ,peros ustedes son unas lacras que se llaman cristianos pero de cristianos no tienen nada al rebelarse a cumplir todo lp que cristo mando.
Jesucristo con J.
Ósea, VALENCIA dijo que blasfemo contra Dios, ni mas ni menos que soy del diablo o un satanista.
Y sin embargo, lo único que hago es predicar a Cristo y los llamo a romper los ídolos. Que te parece mal?
Y si, ojala que Dios te perdone pero lo veo complicado porque el infiel no lo ama y ustedes lo son.
Tus traumas con dioses y diosas e idolos ,nada que ver.
Lo dicho ,contestas la pregunta por los cerros de ubeda,pero de reconocer a Dios nada.