Vociferan y condenan frecuentemente haciéndose condenable ustedes mismos, porque el evangelio enseña a no juzgar nunca. Ni siquiera el arcángel tiene "tanta autoridad" como ustedes.
Judas 1
8 No obstante, de la misma manera también estos hombres, soñando, contaminan su cuerpo, rechazan la autoridad, y blasfeman de las majestades angélicas[l].
9 Pero cuando el arcángel Miguel luchaba contra el diablo y discutía acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: «El Señor te reprenda». 10 Pero estos blasfeman las cosas que no entienden, y las cosas que como animales irracionales conocen por instinto, por estas cosas son ellos destruidos[m]. 11 ¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y por ganar dinero se lanzaron al[n] error de Balaam, y perecieron en la rebelión de Coré. 12 Estos son escollos ocultos en los ágapes de ustedes[o], cuando banquetean con ustedes sin temor, apacentándose[p] a sí mismos. Son nubes sin agua llevadas por los vientos, árboles de otoño sin fruto, dos veces muertos y desarraigados. 13 Son olas furiosas del mar, que arrojan como espuma su propia vergüenza; estrellas errantes para quienes la oscuridad de las tinieblas ha sido reservada para siempre.
Ustedes son seres irracionales que arrojan espuma por la boca, porque su corazón rebosa de intemperancia y son incapaces de controlar sus sentidos lo cual es atestiguado con su lengua hiriente.
Y pegan berridos en sus cultos creyéndose llenos del "espíritu santos", roncando como locos.
Ese es el gran evangelio que quieres vender.